¡Qué alegria, tanto por Carlos Fernando, mi hijo, como por la carrera de chef que deja de ser mediática donde se sobresale por palancas caraqueñas y ahora es una profesión dentro del espectro de las "nuevas profesiones" que están abriendo horizontes a nuestros jóvenes cuando ya las tradicionales están saturadas...además ¡cuántos hombres no tuvieron qué graduarse en lo que no querían por el paradigma de que el oficio es deshonra y el cocinar de mujeres o de.....! Nuestra eterna homofobia y mala interpretacion del masculino y del femenino...En estos tiempos nuevos es integración y juventud que trae cambios...Adelante.
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