Doble Play
- Julio Castillo (Columnista, Notitarde, Julio Castillo Doble Play / )
Julio Castillo
En pocos días se puede envejecer. Cuentan que María Antonieta al conocer su sentencia de muerte, lo hizo en semanas, la mujer que salió de su celda de la Conciergerie al cadalso era una anciana, encanecida y encorvada. Así ocurre en la sociedad y con las instituciones. En Venezuela, entre el 12 de febrero y el día de hoy, tanto el Gobierno como la oposición han envejecido.
Hemos escrito en anteriores entregas que desde la salida del aire de Rctv en 2007, la juventud venezolana entró en una fase de movilización que iba a marcar el desarrollo de los acontecimientos del país en los siguientes años. Para este régimen que vivió de achacarle la culpa de la mala situación del país a los años de la IV República, esto era una tragedia, aún lo es. La casi mayoría de los jóvenes que han llenado las calles de Venezuela solo conocen este Gobierno, algunos acababan de nacer cuando Chávez llegó al poder.
De allí que la movilización estudiantil es letal para el Gobierno, "un viejo Gobierno de ministros y flores", como al que le canta Silvio Rodríguez. Lo dramático para Maduro es que ellos son solo los heraldos, los que han dicho que "el emperador va desnudo". Será inevitable que les sigan los sectores populares. Ya no hay miedo, las colas, el desabastecimiento, la inseguridad eran para salir a protestar, solo faltaba quien fuera al frente y ya eso ocurrió.
Por eso están entrampados, erráticos, sin orientación, como el boxeador que es tirado a la lona y cuando se levanta no sabe dónde está su esquina. Si no fuera trágico sería cómico ver a Diosdado mostrando arsenales sacados de publicidad de Internet de tiendas de armas de juguete o sicarios de las páginas de Facebook de un joven ingeniero que practicaba Airsoft y que fue golpeado hasta la muerte por la GN. A Arreaza posteando playas de hace dos años para demostrar que el pueblo celebra su orgía de sangre aprovechando el Carnaval. Maduro y su Gobierno, son en realidad, un periódico de ayer.
En este contexto se celebra la llamada Conferencia de Paz. ¿Quién no puede querer la paz? El problema de esa Conferencia de Paz no es que allí estén sentados asesinos y responsables de las masacres. De hecho, en las guerras se sientan asesinos a negociar que no haya más muertes. El verdadero problema de esa conferencia es que es ineficiente que lo que allí se resuelva, no tiene capacidad de aplicación. Lo que está pasando en las calles ha tomado una dinámica propia, independiente también de los guarimberos y profetas mayameros que, vía Internet, pretenden conducir la lucha en Venezuela.
Lo que ocurre en las calles voy a tratar de explicárselos con una anécdota personal. Se trata de nuevo de Eugenia, mi hija menor, que no ha descansado en el ir y venir de marchas. Eugenia no es guarimbera, no está en las barricadas, quizás por respeto a lo que me ha escuchado hablar de ellas, pero escuchen esta respuesta: Hace unos días cuando su madre y yo tratábamos de disuadirla de ir al Shopping Center por el reporte de disparos y la presencia de los colectivos sanguinarios, nos respondió con mucho carácter: "Bueno papá, que me maten… ya no podemos seguir viviendo así".
Lo que ocurre en las calles voy a tratar de explicárselos con una anécdota personal. Se trata de nuevo de Eugenia, mi hija menor, que no ha descansado en el ir y venir de marchas. Eugenia no es guarimbera, no está en las barricadas, quizás por respeto a lo que me ha escuchado hablar de ellas, pero escuchen esta respuesta: Hace unos días cuando su madre y yo tratábamos de disuadirla de ir al Shopping Center por el reporte de disparos y la presencia de los colectivos sanguinarios, nos respondió con mucho carácter: "Bueno papá, que me maten… ya no podemos seguir viviendo así".
Eugenia no es militante de ningún grupo, más bien solíamos reñirle por su aparente indiferencia frente a los problemas del país. ¿Qué hizo que ella y centenares de sus amigos se trasformaran en pocos días? Lo que ocurrió es lo que aún no han entendido, ni el Gobierno ni la oposición, si no toman nota de ello, si no van al fondo de los polvos que nos han traído estos lodos , no habrá conferencias ni llamados que hagan regresar la paz en Venezuela.
Todos con Pablo y los presos
Decía Maquiavelo que hay un sito desde donde nunca se regresa y es del ridículo. Es desde el ridículo que han hecho con sus miles de denuncias de conspiraciones, guerras económicas, atentados, arsenales, sicarios, playas llenas, de donde pretenden ahora acusar a Pablo Aure de entrenar paramilitares en la universidad. Han arrestado también a decenas de jóvenes. Sigue la escalada mientras hablan de paz. Es patética ya la actitud. Para ellos nuestro saludo y solidaridad. Un abrazo a María Elisa y nos vemos en la calle hasta que los arranquemos de las celdas del régimen.
Juliocasagargmail.com
@juliocasagar
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