El Carabobeño 14 marzo 2014
Luis Enrique Vizcaya Subero || Los Universitarios y el País
“¿Quiénes somos?: Estudiantes. ¿Qué queremos?
luisevizcaya@hotmail.com
Este grito no ha cesado de vibrar en las calles de Venezuela, desde cuando los estudiantes universitarios se toparon de frente con la naturaleza inescrupulosa de este Gobierno al ejecutar el cierre de Radio Caracas Televisión. El país conoció de las verdaderas intenciones de un régimen al que no le tembló el pulso para atentar contra una parte significativa de la memoria cultural de la nación, alegando un dato legal y administrativo como el cese de la concesión. La pantalla desierta y el sonido ensordecedor de la ausencia de una señal que había registrado por más de cincuenta años las alegrías, angustias y dolores de los venezolanos fue la señal de alerta de que la libertad de expresión, y con ella todas las libertades, estaba en peligro. Fue la espoleta que lanzó a miles de jóvenes a las calles para reclamar la respuesta que completa el título de nuestro artículo: ¡Libertad!
Esta respuesta libertaria reveló que el rey estaba vestido, y con traje antimotín para pretender acallar y aplastar la dignidad de nuestra juventud. El Gobierno se reveló con toda su crueldad y poderío. Desenvainó el sable opresor de los gobiernos militaristas, de corte autocrático y excluyente. A partir de allí no han cesado de rugir las motos del terror que hacen su aparición conducidas por paramilitares que disparan a mansalva, asesinan y reprimen a nuestros estudiantes, con la complicidad de la Guardia Nacional y otros cuerpos del Estado.
El país, cundido de rabia e impotencia, presencia uno de los capítulos más oscuros y vergonzosos de nuestra historia. Decenas de jóvenes asesinados, detenidos, golpeados, torturados, hasta casos de violaciones. La represión ha llegado a los hogares y las redes telemáticas, el aparato represivo ha nublado el cielo de nuestra ciudades con gas lacrimógeno de toda especie y la lluvia de balas y perdigones no cesa. Debemos señalar que gobiernos anteriores reprimieron y asesinaron a estudiantes, especialmente los dictatoriales, y democráticos también.
Como dirigente estudiantil, como Secretario General de la Federación de Centros Universitarios, en los años setenta participé en muchas jornadas estudiantiles en defensa de la Universidad venezolana y de nuestro país, pero jamás había visto la saña, crueldad, y acción orquestada de la represión, adelantadas en distintos escenarios simultáneamente. Nunca supe de los disparos a bocajarro sobre el rostro de una frágil mujer adolescente, ni de banda de salvajes motorizados arrastrando como bárbaros a su prisioneros por el suelo de la patria, ni de presidentes indignos que se solazan en la crueldad, que irrespetan el derecho a la vida y la libertad alegando su defensa., ni de fiscales o defensores del pueblo complacientes. Nos preguntamos ¿Dónde están los imputados por estos crímenes, quiénes son, dónde está la justicia que la fiscal dice defender? ¿cuáles venezolanos se sienten representados por estos cuerpos motorizados violentos?
En medio de este horror podemos tener fe y esperanza porque tenemos el mejor ejército del mundo: el de los estudiantes y los ciudadanos armados hasta los dientes con el poderío de la dignidad y la condición humanas, que nunca podrá ser derrotado. Contamos con la fuerza invencible de las ideas y el estudio de nuestros jóvenes, cuya sangre ha sido menguada pero no su condición libertaria. Tenemos tras nosotros el prestigio histórico de las generaciones del 28, el 58 y también del 68. La Universidad no se rinde y Venezuela será democrática y plural.
Notitarde 14/03/2014

Notitarde 14/03/2014
Habla la conciencia
Valencia está contigo
Luis Garrido
Este régimen ha convertido la descalificación y la persecución del adversario político en una práctica orientada a apartar del camino a quienes de uno u otro modo constituyan barreras para la aplicación de esos nefastos programas, cuyos fines solo buscan desviar la forma de pensar del venezolano mediante emboscadas y ofertas de un mejor vivir; que por cierto y con la experiencia de esos 15 años de desgobierno, solo se puede decir que han arruinado el país. Desempleo y jóvenes sin futuro ha causado el impacto mayor de todas esas consecuencias en la gente de menos recursos. El propio Nicolás es el principal vocero de la persecución, etiquetando sin imputación alguna a quienes considera que deben desaparecer del escenario político; pero cuando le preguntan por la libertad de Iván Simonovis, su respuesta ha sido: "eso no me corresponde a mí".
De manera diligente, los subalternos del mandatario cumplen a cabalidad sus dictámenes, incluyendo a los lleva y trae que le calientan la oreja para conseguir la orden del "proceda". No importa quién sea ni la estatura o el liderazgo influyente; Leopoldo López es un ejemplo a nivel nacional y Pablo Aure en Carabobo, es como decir: "Lo que está a la vista no necesita anteojos". El delito de Pablo no es otro que dar el paso adelante con su consigna "Valencia se respeta", incomodando a los que han pretendido despojar a nuestra ciudad capital de sus legítimos derechos y tumbarles la careta a quienes con voz a "pecho abierto" se jactan de ser carabobeños.
Pero apartándonos un poco del razonamiento inicial, centrémonos en Carabobo. No hay duda de que Pablo Aure le metió al Gobierno "las cabras en el corral" al colocarse al lado del reclamo justo de los valencianos. Como buen combatiente, formado en el estudio y crecido en democracia, defiende con su vida el derecho de los venezolanos a vivir en libertad. Su indoblegable participación -que no se limita a la sola formación del pensamiento del estudiante- deja en claro el material noble con que está hecho su corazón y su espíritu rebelde.
Pablo es un hombre brillante y de una cultura ampliamente desarrollada que en mucho ha contribuido a la expansión de las ideas en nuestra principal casa de estudio. El ímpetu estudiantil lo lleva en el alma. Ni un paso atrás es la voz que repercute en su yo interior, siendo esa la razón que lo distingue en cada protesta donde su vida universitaria y los reclamos legítimos de la sociedad civil se hacen presentes en toda causa que pregone justicia y combata la represión. Esta lucha no tiene descanso porque el Gobierno no cederá en su pretensión de implantar el modelo de hambre del castrocomunismo en Venezuela; pero ese pueblo que, como dice el refrán "no sabe leer pero tiene quien le escriba", tampoco cederá en su afán perseverante de mantener izadas las banderas de la dignidad y la esperanza. Se equivocó Nicolás al pretender conservar el poder con los fusiles de quienes -dejando a un lado la responsabilidad con la patria- han permitido el arrebato de nuestra soberanía. Aumentará el número de cruces, se seguirá humedeciendo la tierra con la sangre de los valientes; pero jamás los venezolanos nos arrodillaremos ante los pies de un tirano.
Ésta es tu lucha, Pablo. No estás solo. Como articulista de pluma clara te ganaste la admiración de infinidades de lectores; grande ha sido tu contribución para la credibilidad de quienes añoran el final de esta pesadilla. Estás en el ojo del revanchismo cobarde y no descansarán hasta saciar su propósito de encarcelarte; pero serán los estudiantes, será ese pueblo que hoy te dice en la calle "Valencia está contigo" y serán tus compañeros y amigos quienes -más temprano que tarde- iremos a rescatarte del odio ensañado de tus perseguidores.
Golpiza a Marvinia Jiménez por una mujer Guardia Nacional Bolivariana. La Isabelica. Valencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario