miércoles, 16 de septiembre de 2015

Una crónica para mi ciudad

El país que queremos

Una crónica para mi ciudad

Miguel Parra Notitarde 16 de setiembre 2015 pág 6/OPINION
Una crónica para mi ciudad  (2504212)
La Cámara Municipal de Valencia finalmente ha recibido los postulantes para 
Cronista de la ciudad de la nueva Valencia del Rey, como lo ha 
registrado la historia desde su fundación. La siempre histórica 
Valencia de la Anunciación, hoy consagrada a la Virgen del Socorro de 
Valencia, cuenta según el último censo nacional con más de dos 
millones novecientos mil (2.900.000) habitantes, clasificada por 
Globalización and World Cities como una ciudad de suficiencia, 
a pesar de todas los vejámenes a los cuales ha sido sometida 
en los tiempos de esta agotada revolución.

La Valencia Industrial, hoy con su parque devastado por las erradas 
políticas económicas y la constante persecución contra el capital 
privado, deja una triste chivera de retazos metálicos, que solo a lo 
mucho podrán cubrir cual chatarra el pasivo del sudor forjado por una tierra 
de emprendedores y de fuerza laboral. Valencia hoy reducida y 
autónoma, tiene una historia, un gentilicio, y seguirá siendo la novia del 
sol, que ofrece una manojo de luz.

Pido a Nuestra Señora del Socorro, que ilumine y esclarezca la mente de 
quienes tendrán el deber por mandato de la ley, de designar de entre 
los postulados, al más idóneo para los tiempos que vive esta ciudad 
de mi querer. Valencia necesita urgentemente, que se siga escribiendo 
su diario acontecer, por lo que la designación del futuro cronista es una 
decisión meritoria y acorde con el desempeño que debe de tener un 
cronista, al relatar sobre los hechos, sin la injerencia de cualquier 
reflexión y opinión que saque de su real contexto los hechos devenidos. 

Finalmente quisiera agregar que conozco y aprecio en lo personal a 
casi todos los postulados, por ello creo que la designación para 
mí, en razón a los méritos que presentan, no debe ser fácil. Insisto 
entonces, en que los juzgadores deben guiarse por un perfil que no 
sea llevado por los afectos, sino por la misión que ha de cumplir. 
Bendiga Dios al valenciano sol.

Epa amigo,¿qué pasó con Carreño?

Desde hace ya bastante tiempo vengo observando en los distintos 
restaurantes de la ciudad, como comensales en un número apreciable se 
sientan a comer en la mesa con gorras y cachuchas. Lo que me llama más 
la atención es que a pesar de que en muchos de estos se lee un aviso que 
dice: se reserva el derecho de admisión , no hay quien dentro del 
personal o del dueño, se atreva a decirles que no se permite comer con 
cachucha o gorra puesta, por una elemental norma de educación. 

El otro día le comenté a un capitán de un restaurante conocido de la ciudad 
que si Carreño no había pasado por allí y el hombre simplemente me dijo 
que allí lo que les interesaba era simplemente el consumo y la buena propina, 
por lo que me recordé de aquel refrán que dice: hace la barba el barbero 
casi siempre por dinero . Qué falta nos hace la urbanidad de 
.Manuel Antonio Carreño Muñoz (Caracas, 1812 - París, 4 de 
septiembre de 1874) fue un músico, pedagogo y diplomático 
venezolano.





miguelparra@miguelparra.com

@miguelparrag

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