Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 2 de mayo de 2015

La historia de Marleni Olivo, la mujer que lanzó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cometiendo el tan anunciado "manguicidio" con un mango con el mensaje "si puede me llama" y a cambio recibió una casa, dejó esta semana otro precedente de lo que puede ocurrir cuando alguien se cruza en el camino del mandatario.

El carabobeño 26 abril 2015

¿Qué le pasó a la mujer que lanzó el mango a Nicolás Maduro?

Nicolás Maduro dijo que en esa jornada recibió miles de cartas. (Foto Archivo)
EFE
La historia de Marleni Olivo, la mujer que lanzó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, un mango con el mensaje "si puede me llama" y a cambio recibió una casa, dejó esta semana otro precedente de lo que puede ocurrir cuando alguien se cruza en el camino del mandatario.
Un carro o una casa son dos cosas que un venezolano consigue luego de años de trabajo, si entra entre los beneficiados en las largas listas de espera de programas sociales, o que podría lograr de un día para otro si se topa con el mandatario venezolano o incluso si le lanza un mango.
Hace una semana en una localidad en el estado Aragua, la mujer, de 54 años, vio venir al jefe de Estado venezolano conduciendo un autobús entre una multitud durante un acto gubernamental y, a falta de papel, envió con la fruta su mensaje y su merienda.
"Yo no tenía en ese momento un papel a la mano, lo que tenía era un mango que estaba a punto de comérmelo porque tenía hambre", contó al medio local el Pitazo TV la mujer. "Teníamos rato esperando, yo vi una casa que tenía mangos y le dije al señor que me regalara uno porque tenía hambre", dijo Marleni al recordar cómo consiguió la fruta.
Tres días después, Nicolás Maduro dijo que en esa jornada recibió miles de cartas, peticiones, propuestas y un mango, y que la mujer de este particular gesto recibiría un vivienda. Mostrando la fruta a las cámaras, Maduro dejó ver el mensaje de Marleni: "Si puede me llama" junto al número telefónico que debía marcar.
"Ya tienes tu apartamento y te lo van a entregar en las próximas horas. De mañana o pasado no pasa, y yo este mango me lo como esta noche", dijo. Según medios locales, la mujer, que vivía en la casa de su madre con dos hijos, un sobrino y una nieta, recibió una llamada de la ministra del Despacho de la Presidencia, Carmen Meléndez, a quien le explicó su necesidad de una vivienda propia.
"Ya ella no vive aquí, ya a ella le dieron su casa y tiene todo", dijo a Efe una mujer que contestó al teléfono de la antigua casa de Marleni y que prefirió no identificarse.
La suerte de Marleni motivó a otros a seguir sus pasos y, días después de conocerse lo ocurrido, el propio Maduro reveló que tuvo que cerrar la ventana del autobús que conducía en otro acto, para evitar que las personas le lanzaran mangos.
Hace varios meses, el presidente también regaló un auto a un atleta tras ganar un maratón de diez kilómetros y llegar a la meta con un retrato del exdiputado chavista Robert Serra, días después de que el político fuera asesinado en su residencia.

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