Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 13 de agosto de 2011

Parte II. El ideal ¿hecho realidad? No sabía lo que me esperaba





















Parte II. El ideal ¿hecho realidad?



Antiguo Convento de San Buenaventura, luego Facultad de Derecho hoy dependencia histórica de la Universidad de Carabobo donde se expone la Colección de Premios Nacionales de las Artes del Fuego.

El despegue del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas se cumplió progresivamente en esta segunda etapa comprendida entre l979-80 mediante decretos que establecían Redes Estadales, siguiendo un modelo que proponía reforzar una Biblioteca Pública Central en cada capital de Estado, Bibliotecas Públicas en capitales de Municipios, Salones de Lectura en poblaciones más pequeñas y utilización de Bibliobuses en zonas deprimidas económicamente.


Bibliobus en Valencia. Estado Carabobo

El desarrollo de este sistema “único en su tipo en Iberoamérica” corresponde al momento en que la sociedad empieza a reconocer las limitaciones del proceso educativo formal y en que las gobernaciones de estado disponen, por primera vez, de acceso a un Fondo de Inversiones Coordinado con Organismos Públicos Nacionales, el cual permitió contar con el financiamiento requerido para llevar a cabo el desarrollo de una infraestructura mediante la adecuación de locales existentes, la construcción de nuevos asi como la dotación de libros y mobiliario. Ello permitió la disposición de una infraestructura funcional y atractiva, de colecciones bibliográficas actualizadas y de servicios diversificados. El 27 de julio de 1977, después de una consulta desde la base realizada por la Comisión Nacional para la Organización del Sistema Nacional de Servicios de Bibliotecas e Información Humanística, Científica y Tecnológica, creada por decreto presidencial No.1759, publicado en Gaceta Oficial No. 31.064 de fecha 9 de setiembre de 1976 y la presentación por un grupo de ciudadanos a los senadores del otrora Congreso Nacional quienes lo avalaron: Luis Beltrán Prieto F., Ramón J.Velásquez, Andrés Sosa Pietri, Pablo Herrera C. y Pedro París Montesinos, fue aprobada la Ley del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas. (Esta fecha fue después designada como Dia del Bibliotecólogo y del Archivólogo en homenaje al natalicio de Don Manuel Segundo Sánchez, gracias a las diligencias de la Junta Directiva del Colegio de dichas especialidades encabezada por la Lic. Florencia Fuentes)


Foro Libertador con el Panteón Nacional al fondo donde está actualmente ubicada la sede de la Biblioteca Nacional. Caracas.

En su artículo 4 la referida Ley señalaba la naturaleza de la Biblioteca Nacional y de sus hermanas en las regiones, esencia que fue actualizada y reafirmada por su ex-director Arístides Medina Rubio al llamarla “la farmacia del alma”, y reconocer que a pesar de tantos avatares sigue siendo después de 173 años de fundada “núcleo del patrimonio cultural del país” (MEDINA RUBIO, Arístides: “Biblioteca Nacional es la farmacia del alma”, IN: Todos adentro, No.117, sábado 15 de julio de 2006. año 3, pág.23.)



Plaza Sucre y Capitolio de Valencia.



En el Estado Carabobo la realidad era muy distinta a la vivida en Caracas, la Biblioteca Pública “Dr. Manuel Feo La Cruz” era muy modesta en sede y colección bibliográfica en comparación con la “Dr.Enrique Tejera” del Ateneo de Valencia, la de la Casa Páez, las de algunas escuelas de la Universidad de Carabobo y sobre todo, en relación con bibliotecas privadas familiares. Sí tenía una colección de publicaciones periódicas de diferentes épocas muy valiosa, que fue trasladada a la Casa de la Estrella por orden del nuevo Presidente del Centro de Historia y mentado "bibliógrafo regional" luego botada en la biblioteca de Los Taladros (según nos dijeron los obreros del camión que "mudaba" la colección en pleno S.XXI)

. Con el despertar de la democracia en 1958 surge el valor de la conservación de los bienes patrimoniales bibliográficos y no bibliográficos, ya que ellos son la memoria del país. Ya existen en vigencia una Ley de Depósito Legal, una Biblioteca Nacional, un Archivo General de la nación y una Ley de Archivos Nacionales firmada en el Congreso de la República en Caracas 26 de junio de 1945. Y en la región también, el acuerdo por el cual se crea el cargo ad-honorem de Cronista de la ciudad de Valencia, publicado en Gaceta Municipal, el 31 de mayo de 1946, siendo electo el Br. Rafael Saturno Guerra.


La calidez de mis primeros años de trabajo encuentran representación visual en la cocina hermosísima de la Casa de Los Celis en Valencia.


El movimiento conservacionista que surge en la década de los 60 llega a Carabobo también en personas como la Dra.Henriqueta Peñalver quien se entrega en alma y vida al rescate del patrimonio arqueológico de la Cuenca del Lago de Valencia y de la abandonada Casa de Los Celis; la poetisa y escritora María Clemencia Camarán, primera presidenta del Ateneo de Valencia (1936), nombrada por el Gobernador Dr. Jorge Figarella: “Coordinadora de Actividades de tipo cultural e Histórico en el Estado Carabobo” con sede en la Casa Paéz. Más adelante se conforma la “Oficina de coordinación de asuntos patrimoniales e históricos” bajo la responsabilidad de los Prof. Oscar Emilio Ferriere y Rafael López Bravo, y una jovencita asistente hoy Dra. Katiuska Correa, también en la “Casa Páez” cuya labor se evidenció por la “elaboración del inventario del patrimonio monumental e histórico del Estado Carabobo; inventario bibliográfico sobre la cultura indígena del Lago de Valencia; redacción de microbiografías de personajes históricos destacados; observación constante del estado de conservación y mantenimeinto en que se encuentran los sitios y monumentos históricos y de orientación a sus vecinos sobre la importancia de estos y la necesidad de velar por su conservación…Dentro de esta oficina se encuentra la Cátedra Bolivariana, creada en 1971 por Decreto No.41 del Ejecutivos del Estado, la cual a partir de ese momento estuvo adscrita al Departamento de Asuntos Patrimoniales e Históricos de la Dirección de Cultura.” (VILLAMEDIANA, Judith “Asuntos Patrimoniales e Históricos”, IN: IN-FORMATE, No. 148, mayo 1985, pp.36-37).

Biblioteca de la Casa Páez.

Por otra parte: “En “El Carabobeño” leímos un interesante artículo del Prof. Pedro Antonio Pacheco Herrera sobre el Archivo Histórico del Estado Carabobo. Compartimos íntegramente sus inquietudes…Creemos que el articulista se quedó corto al destacar el estado precario de esta importante dependencia del Gobierno estatal…no se ha dado una vuelta por el Stadium de San Blas, donde están los más valiosos documentos en espera de manos amigas que traten de salvarlos.”

“Tenemos entendido que en el Capitolio de Valencia en las dependencias al digno cargo del señor Néstor Torres Pérez y de sus distinguidas colaboradoras: Ana de Sánchez Peña e Hilda Moreno de Espinosa, quedaron los documentos del presente siglo y siguen llegando los de la época actual. Y al degredo del Stadium fueron enviados los verdaderamente antiguos. Y entendemos, asi mismo, que debido al celo y constante preocupación de Enriqueta Peñalver se debe que este tesoro de fuentes para la historia antigua de Carabobo y de muchos pueblos de Venezuela no se haya perdido del todo…Allí es donde se siente más la necesidad que el gobierno del Estado Carabobo actúe con mano generosa para una acción que regenere y conserve aquel arsenal de documentos que tan elocuentemente hablan de nuestro pasado…” (MANZO NUÑEZ, Torcuato, 1971. Abrevadero I, 272-273-274). Ese archivo histórico fue trasladado a la Casa de Los Celis y organizado por los historiadores Francisco Morales Urbano, Faver Paéz y el señor Néstor Torres Pérez e inaugurado con el nombre de “María Clemencia Camarán”. Será en 1995 cuando se publique la Ley de Archivos del Estado Carabobo que duerme el Purgatorio en espera de ser aplicada.


El sueño de una nueva y digna biblioteca


En el año 1978 se abre al servicio público la Sala “Luis Augusto Núñez” en la ahora Biblioteca Pública Central “Dr.Manuel Feo La Cruz” en la Calle Soublette, según lo previsto por la normativa de la Red de Bibliotecas Públicas antes mencionada, la cual sufrirá transformaciones evidentes a lo largo de los años hasta el presente, pues durante el Gobierno del Prof. Oscar Celli, la Biblioteca es mudada a un lugar donde estaba situada antes la Cárcel del Estado en la Calle Libertad, a un edificio construido según lineamientos distintos a los que exige la Ley para sedes de bibliotecas, sitio que ocupa hasta el presente. En la Asociación de Escritores gracias a la donación de libros, folletos y publicaciones periódicas de sus consocios y la muy especial del fallecido “mecenas valenciano” Aziz Muci Mendoza, se creó durante la presidencia de la institución del Prof. Eduardo Arroyo Alvarez, en los albores de la década de los 80, la Biblioteca “Margott Ramirez Travieso”; igualmente la Biblioteca “Dr.Fabián de Jesús Díaz” del otrora Centro de Historia del Estado Carabobo, hoy Academia de la Historia de la región, que se ha nutrido de importantes donaciones de bibliotecas de difuntos académicos, que la constituyen a mi modo de ver, en una de las colecciones más ricas de libros y folletos de autores venezolanos y venezolanistas en la región.

Biblioteca Pública Central "Dr.Manuel Feo La Cruz". Valencia.

Esas bibliotecas regionales obedecen a la necesidad de darle al pueblo lo que urgentemente necesita, pues ante la riqueza material inusitada que inundó el país, perdíamos gravemente nuestra riqueza cultural, nuestra esencia como pueblo, tanto que hizo necesario el decreto de la Presidencia de la República No. 201 “mediante el cual se procede a celebrar en el curso de la segunda quincena de setiembre del presente año, un Seminario nacional, el cual se ocupará de estudiar la problemática de la enseñanza de la Historia y Geografía de Venezuela, asi como de las otras asignaturas vinculadas en forma directa con la nacionalidad”, publicado en Gaceta Oficial No. 31.775, de fecha 11 de julio de 1979.

En la Escuela de Historia de la UCV por su parte se levantó un movimiento tendiente a revisar los contenidos esenciales de la materia en plena vorágine de las confrontaciones renovadoras de la década de los 60, el cual proponia entre otras cosas, rebatir colectivamente la gigantesca mentira sobre la cual se construyeron y aun se construyen mecanismos para dominar, calificar, estigmatizar un continente y su gente. Difundieron su propuesta en la Escuela de Letras de la misma Universidad en la que ni siquiera el movimiento de la tan cacareada renovación dio cabida a los planteamientos hechos y asi hasta 1986, cuando en la ULA merideña se inició lo que luego se conocerá como el Movimiento de los No Descubiertos, que se ha designado desde entonces, como una conciencia y condición distintas para aprehender la historia de este continente y país que continúa hasta hoy en la Cátedra Pio Tamayo de la UCV.


Casa de los Celis. Valencia.



Se celebró en Valencia y Puerto Cabello, el Primer Congreso Venezolano de Escritores promovido por dicha Asociación Nacional presidida en ese momento por la distinguida escritora y bibliógrafa Irma De Sola de Lovera, en homenaje a Teresa de la Parra, entre los días 5-6-7 de Octubre de 1979, y como un solo bloque los escritores hicieron una “toma simbólica” de la “condenada a la picota”: Casa de la Estrella según registra“El Carabobeño” del 22 de Octubre de 1979. Era tanto el movimiento de la opinión pública en pro del rescate de su olvidado y arruinado patrimonio, que el Gobernador de esa época Arq. Raúl Gómez a través del Decreto No.47 publicado en Gaceta Oficial del Estado Carabobo No.2.069, fecha 30 de junio de 1979 crea “la Comisión para el desarrollo de la Cultura del Estado Carabobo” integrada por 9 miembros y adscrita a la Secretaría de Educación y Cultura del Ejecutivo del Estado encargada entre tantas actividades de “la conservación y defensa del patrimonio histórico, artístico y ambiental de la ciudad” y fueron nombrados para integrarla: José Vitale (presidente), Carlos Vicci Oberto, Alicia Oliveros López, Torcuato Manzo Núñez, Miguel Torrence, Eulalio Toledo Tovar, Luisa Herminia de Celis, Lic.Alfredo Fermín y Luis Cubillán Fonseca.

Casa Páez. Valencia.


Cuando sucede la mudanza de la BPC “Dr.Manuel Feo La Cruz” , ya había culminado el arqueo de las fuentes y material bibliográfico del Estado Carabobo y en Caracas, el Lic.Marcial Ramos Guédez (hoy ilustre Cronista de la Afrodescendencia y de Los Teques) procedía a la revisión de las casi 4000 fichas en orden alfabético para dar al final 3.500 rigurosamente seleccionadas que serían enviadas a Colombia, lugar de impresión del libro según decisión de la directiva de la Fundación del Libro Carabobeño encabezada por Don Torcuato Manzo Núñez, quienes la costearon. Los dos tomos de la Bibliografía del Estado Carabobo fueron bautizados con gran alegría y presencia de las autoridades culturales de Caracas y Carabobo en el Museo de la Cultura, según consta en El Carabobeño, martes 31 de marzo de 1º987, p.A-11. Al poco tiempo, el error cometido en Colombia de colocar el Indice Onomástico primero que el cuerpo de la investigación sirvió de excusa a la avidez e intrigas del insigne "bibliógrafo regional" autonombrado, Lilith/sombra, agujero negro que persiguen a los investigadores, para enviar a la Bibliografía del Estado Carabobo de la cual no se ha hecho ninguna otra, a dormir en la noche de los tiempos, arrumada en las "mazmorras húmedas" de la Casa de La Estrella, según supuesta orden inquisitorial emitida en una carta escrita por Virginia Betancourt (la cual leí y la Dra. Betancourt me explicó su origen y por qué en el comedor de la Abadía "San José" en Güigüe muchos años después).

Casa de La Estrella. Valencia."Donde nació Venezuela".

Fue tan especial ese año 1981-82 que el Ejecutivo del Estado Carabobo anexa sus planes culturales al Convenio "Andrés Bello" nombrando una Comisión integrada por el Prof. Eduardo Arroyo Alvarez, Luis Martínez Mainardi, Prof. José Joaquín Burgos, Prof. Leovigildo Riera, Sr. Aziz Muci Mendoza y yo, lo que nos obligaba a ir a Caracas, a la "Casa de Andrés Bello" a reunirnos con su Junta Directiva encabezada por el Prof. Oscar Sambrano Urdaneta. Como objetivo central tuvimos la de trabajar con los militares en especial con la Compañía de Honor 24 de Junio acantonada en el Campo de Carabobo, cuyo Capitán Orlando Matute nos permitió a Aziz Muci y a mi impartir Cátedra de Arte a los soldados allí ubicados, lo que fue una extraordinaria experiencia ya que el Ministerio de la Defensa dotó de todo el material necesario para lograr ese objetivo, desde caballetes, pinceles, óleos, etc. Era hermoso entrar a la nave central del Campo de Honor con el Arco al fondo, y ver los jóvenes conscriptos con sus caballetes haciendo ejercicios de dibujo y pintura que les daba Aziz Muci (gran artista por su parte) y luego escuchar las clases teóricas de Historia del Arte que les daba yo en un salón de la sede de la Compañía. Fue tan agradable y fructífera esa unión en el trabajo que instalamos una completísima Exposición sobre "Tejidos de Venezuela" traída en transporte militar desde el Museo Nacional del Folklore en Caracas, con la dirección y curaduría de sus Directoras Lics. Cecilia Fuentes y Daría Hernández, con dos guías de dicho Museo que desde la capital se vinieron a Valencia, el joven vivió en la Compañía de Honor y la joven en mi casa, pues a la exposición en estricto orden fueron llevadas todas las escuelas públicas y privadas de Valencia a hacer su visita guiada. También disfrutamos de una visita que hicimos con los soldados al Ateneo de Valencia durante el salón "Arturo Michelena" de ese año, recibiéndonos su Secretario General José Napoleón Oropeza, sirviéndonos de guía la artista plástica Bárbara Correa. Gracias a esta experiencia, conocí un lado muy sensible de los conscriptos que la disciplina militar puede castrar, además hoy comprendo que vivimos el inicio de lo que se llamaría "el árbol de las tres raíces": pueblo, gobierno y militares trabajando unidos. Gracias a ese trabajo casi 30 años después obtuve mi jubilación gracias al hijo del Capitán (R) Orlando Matute, el joven Lic. Aníbal Matute, civil,que al venir la eliminación de FUNDAPATRIA por decreto en tiempos del gobierno del Gral. Acosta Carlez, y no aparecer mi expediente como funcionario del Gobierno Estadal con 35 años de servicio en la Oficina Central de Personal del Ejecutivo del Estado Carabobo, por las marramuncias burocráticas antes mencionadas, fue el testimonio de este militar, la disposición de su hijo nacido en 1981 quien era el Administrador de FUNDAPATRIA del Gobierno en ese momento, las declaraciones de quienes conocieron mi trabajo y la presentación de la obra escrita realizada y los artículos de prensa que la reseñaban, que daba testimonio de la labor cumplida, y la incapacidad manifiesta de mi mano derecha ante tanto desgaste por el trabajo a puño y letra de todas las investigaciones hechas, que me hizo ser operada del túnel del carpo, lo que permitió con ciertas dificultades y luchas que a nadie deseo, mi jubilación por incapacitación del IVSS, mas no por años de servicio como debía haber sido.


Campo de Carabobo y la Compañía de Honor "24 de Junio".

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