Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

viernes, 28 de abril de 2017

Mientras los dirigentes del gobierno y de la oposicion se matan entre si llevando al pueblo a terribles enfrentamientos nadie nos habla del “oro azul”. La AN debiera interesarse en el caso y averiguar al menos a dónde va el coltán venezolano en un mercado continuamente en alza y con el petróleo de capa caída. El Minbam y sus 15.000 militares debieran saber perfectamente quién, dónde, cómo y cuánto mineral se extrae, y qué se hace con tan lucrativa “cosecha” de ese mineral


El 16 de marzo de 2010, hace exactamente seis años, el Correo del Orinoco informaba que según el Ministerio de Industrias Básicas y Minería (Minbam), el gobierno estaba implementando proyectos de desarrollo integral, para la extracción y comercialización de un mineral estratégico recién descubierto al sur del Orinoco en los estados Bolívar y Amazonas, su nombre: Coltán. En ese tiempo las reservas estaban estimadas en 100.000 millones de dólares, según dijo el presidente venezolano, y apenas se iniciaba la prospección.
El plan de explotación, adelantado por el Minbam, consideraba la creación de una empresa nacional de minerales estratégicos para su aprovechamiento, que ya entonces se “bachaqueaba” vía Colombia hacia Estados Unidos. Para evitar esto, el Presidente ordenó una amplia operación militar, desplegando más de 15 mil efectivos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Armada en la zona fronteriza con Colombia donde se hallaban los yacimientos. Las autoridades venezolanas adelantaron también que la extracción del Coltán estaría operada por una minería sustentable, y velando por la rectificación del deterioro ambiental que la actividad pudiera ocasionar.
Han pasado seis años y excepto los expertos en la materia, que imagino estarán al tanto, nadie menciona para nada el asunto del coltán; muchos pensarán que para qué, ¿tan importante es? Pues sí, el asunto del coltán es dramáticamente importante. Por el control de su extracción ha habido dos guerras terribles entre países africanos que han costado más de seis millones de muertos. Así que la curiosidad me ha llevado a indagar sobre ese mineral del que desconozco casi todo.
El coltán no es realmente ningún mineral establecido. Es un término que no se utiliza en el lenguaje científico y que responde a la contracción de dos minerales bien conocidos: la columbita, óxido de niobio, con la tantalita, óxido de tántalo; son escasos en la naturaleza, y un claro ejemplo de cómo el avance tecnológico contribuye a que materiales considerados simples curiosidades mineralógicas sean cruciales debido a novísimas aplicaciones.
De esos minerales se extrae el tantalio y el niobio, utilizados en distintas industrias de aparatos eléctricos, centrales atómicas, misiles, fibra óptica y otros, aunque la mayor parte de la producción se destina a la elaboración de condensadores y otras partes micrométricas sustituyendo ventajosamente al sílice. El coltán resulta hoy día esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías. Es vital, sobre todo, para la industria aeroespacial y de telecomunicaciones, pero también para tecnología militar, ordenadores portátiles, teléfonos móviles y armas inteligentes, minúsculos lentes de cámaras digitales, videojuegossatélites, estaciones y vehículos espaciales, industria aeroespacial, levitación magnética, aceleradores de partículas, trenes magnéticos y un largo etc. Para fabricar todo eso y mucho más se necesita coltán, que incluso es utilizado en cirugía de implantes. Por eso no resulta extraño que en los últimos 10 años el coltán se haya convertido en el objetivo estratégico para la mayoría de las compañías de explotación minera.
El coltán también es imprescindible, por ejemplo, para formar aleación con el acero en los oleoductos; se aplica en la construcción de baterías cada vez más pequeñas, permitiendo que su carga dure mucho más tiempo. Como anécdota, en su día la compañía japonesa Sony tuvo que aplazar varios meses el lanzamiento de su PlayStation 2 por no disponer de coltán.
Entre Brasil, Colombia y Venezuela ha surgido un mercado negro de coltán en las selvas amazónicas, que cubren la zona fronteriza. En las dos últimas la mayor parte de la minería del coltán es ilegal, sin embargo, los mineros y los compradores a pequeña escala son abundantes. El coltán venezolano se vende en todo el mundo, incluso a través de Internet. Autoridades colombianas y activistas de derechos humanos dicen que la minería ilegal de coltán alimenta una de las mayores redes de contrabando a cargo de paramilitares armados y narcotraficantes.
Por otro lado el pasado presidente informó que empresas de China, Rusia y Canadá estarían participando en un consorcio estatal para le extracción de coltán, sin embargo entre el descuido u omisión oficial no existe información verificable. Hay determinadas multinacionales que, como grandes compradoras de este mineral, no están interesadas en que los conflictos sociales derivados de la extracción del mineral, y su dudosa legalidad, sean aireados en los medios de comunicación.
Es mucho más rentable adquirir a precio de gallina flaca y transportar una tonelada de coltán, que cabe en una camioneta pickup, que 14.000 barriles de petróleo. Ambos se venden por 400.000 dólares en los mercados internacionales. Venezuela está entre los 10 mayores productores del súper estratégico mineral, y según los que saben, contando con unas reservas inmensas de coltán aún sin terminar de cuantificar. Lo verdaderamente llamativo, aunque no sorprenda, es que el Estado venezolano no aporte ninguna información sobre el asunto.
Pienso que la AN debiera interesarse en el caso y averiguar al menos a dónde va el coltán venezolano en un mercado continuamente en alza y con el petróleo de capa caída. El Minbam y sus 15.000 militares debieran saber perfectamente quién, dónde, cómo y cuánto mineral se extrae, y qué se hace con tan lucrativa “cosecha” de ese mineral conocido internacionalmente como “oro azul”, ese del que nadie nos habla.
Sin embargo mientras el Gobierno guarda un ensordecedor silencio sobre las nuevas reglas, si es que hay, para los buscadores del oro azul, las patrullas de la zona, tan magníficamente entrenadas y pertrechadas en los desfiles, no han logrado frenar, ni un poco, el contrabando de coltán.

En fin señores, la mesa con el guiso está servida.
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“Oro azul” venezolano en manos del Congo y China pasa los $ 100 millardos en reservas
27 MARZO, 2016 Autor: JULETT PINEDA SLEINAN | @JULEPINEDA
Azul es el color del nuevo oro. Un oro que no solo fue descubierto en las tierras de El Dorado para desatar una nueva fiebre. Su nombre es coltán, y solo cuatro países tienen reservas certificadas suficientes para su explotación; otros cinco cuentan con yacimientos del mineral, a pesar de no conocer la cantidad con exactitud. En la lista de nueve países dice presente la República Democrática del Congo, con las mayores reservas probadas en el mundo -ubicadas en 80%-,  Venezuela y China, las cuales aún no se precisan. Aparte de la posesión de coltán, estos países tienen otra cosa en común: un contrato.
De las reservas venezolanas lo único que se conoce es que estudios realizados por el Ministerio para las Industrias Básicas y Minería establecieron en 2010 que las riquezas de “oro azul” estarían en el orden de los 100 mil millones de dólares. Desde la fecha no se ha sabido más sobre las reservas, ni se probaron ni se cuantificaron.
El pasado 24 de febrero de 2016 una empresa minera africana y una asiática firmaron un memorando de entendimiento para probar las reservas de los minerales del Arco Minero del Orinoco, donde no solo se consigue coltán, sino también diamantes, hierro, oro, bauxita y torio.
Con la presencia de 150 trasnacionales de 35 países, entre aplausos y firmas se celebraron cuatro memorandos de entendimiento, no solo con Gold Reserve, la minera canadiense que libró una batalla legal en tribunales internacionales en contra del Gobierno por la revocación de las concesiones para explotar la mina de Las Brisas, sino también con mineras de África y de Asia.
En cuatro áreas se divide la extensión de más de 111 mil kilómetros cuadrados que abarca el Arco Minero del Orinoco, principalmente basado en sus riquezas: En la primera, abundan el oro, el diamante y el coltán; en la segunda, el hierro y el oro y en la tercera hay oro, bauxita, cobre y caolín. También se tienen referencias de que en la Sierra de Imataca, dentro de la extensión del arco, se encuentran yacimientos de coltán.
Hoy vamos a firmar con una representante allí, una de las más importantes del Congo, para certificar las reservas de diamantes“, aseguró el presidente de Pdvsa y actual ministro de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino. Durante el acto, precisó que además Venezuela es el sexto país con reservas de diamantes en el mundo.
Afridiam fue uno de los nombres que sonó en la cadena nacional transmitida desde el Banco Central de Venezuela (BCV). Por la República del Congo, un representante de esta empresa cerró el contrato con Del Pino. En el acto, se anunció que la compañía africana estaría encargada de la certificación y cuantificación de las áreas uno y cuatro dentro del arco, donde justamente se encuentra el lomito de los yacimientos minerales: diamante, oro y coltán.
Sin embargo, poco se conoce de la minera mencionada en cadena nacional. Ningún medio local, ni de la República del Congo, ni de la República Democrática del Congo, anunció la noticia del acuerdo con la trasnacional. En los comunicados oficiales de instituciones gubernamentales tampoco se menciona el nombre de la minera, a pesar de que se celebra el contrato -como es el caso Pdvsa-, ni tampoco en las publicaciones de la Agencia Venezolana de Noticias.
Una compañía llamada Afridiam existe en Kinsasa, capital de la República Democrática del Congo, país con las mayores reservas probadas de coltán. Un sitio web de páginas amarillas precisa que la empresa en ese país se dedica al área de la minería
No obstante, una compañía con el mismo nombre dedicada al rubro minero también aparece con sedes en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, y Londres, en Reino Unido: Afridiam DWC y Afridiam Ltd., respectivamente. En la página web, afridiamdwc.com, la información institucional señala en una pestaña que la empresa produce minerales —también muestran fotografías de oro y diamantes—, petróleo, materiales de construcción, madera y alimentos. Adicionalmente, agrega exportaciones e importaciones a su rango de acción.
Ambas empresas aparecen bajo la dirección de Issa Nsombo, quien se desempeña como director ejecutivo de la compañía de acuerdo con el sitio web. No obstante, en Internet tampoco se consigue mayor información sobre el récord laboral de Nsombo. Únicamente que también trabajó en otra compañía británica, cerrada para la fecha.
Patrick Matembe es señalado como secretario de la minera en una página que publica información sobre instituciones en el Reino Unido, Companies House. De acuerdo con el portal, que pertenece a una agencia ejecutiva del Gobierno británico dedicada al registro de compañías limitadas (Ltd.) y sus recaudos legales, Afridian fue incorporada el 27 de enero de 2016 al sistema bajo el número 09972780.
Efecto Cocuyo intentó establecer contacto con Afridiam vía telefónica —con los números correspondientes a Emiratos Árabes Unidos, República Democrática del Congo y el Reino Unido— y vía correo electrónico. No hubo respuesta desde ninguno de los teléfonos publicados en la página web ni en el portal de páginas amarillas.
Además de Afridian, otra empresa también fue contratada para certificar y cuantificar los mismos minerales en las áreas uno y cuatro: China CAMC Engineering Co., una subsidiaria de la Corporación Nacional China de Maquinería Industrial (China National Machinery Industry Corporation por sus siglas en inglés) que se especializa en inversiones, comercio y contrataciones referentes al sector ingeniero. La empresa, mejor conocida que su homóloga congolesa, también tiene presencia en Sudán, Indonesia, Hong Kong, Laos, Mongolia y Venezuela, donde cuenta con oficinas en el Centro Lido, en Caracas.
En su página web señalan que los proyectos que desarrollados en el país están orientados a las áreas de industria, agricultura y energía. Entre ellos figuran el Desarrollo Integrado Agricultural en el Río Guárico y en Delta del Orinoco, un proyecto de transmisión de agua en Falcón y una planta de energía y una línea de transmisión en El Vigía.
Previa a la llegada de China CAMC Engineering Co., otra empresa china estuvo a cargo de todo lo referente a los procesos de ingeniería en la zona minera. Aunque fue en 2011 que el presidente Hugo Chávez delineó el Arco Minero del Orinoco, no fue sino un año después que se le encomendó al gigantesco Citic Group, también de China, la tarea de certificar las reservas que se encontraban en la extensión de los yacimientos minerales. Adicionalmente, se les dio la concesión para explorar la mina con las mayores reservas de oro en el país. Ambos proyectos quedaron en el aire.
Del oro negro al azul
La guerra por el coltán ha sido la causa de millones de muertes en la República del Congo, pero no solo en el país africano la disputa por el mineral ha desatado una carrera y una red de contrabando. Aunque ha pasado inadvertido por el petróleo, el llamado oro azul es conocido por ser un “mineral estratégico” y la alocución del pasado 24 de febrero se centró precisamente en la cuantificación y explotación de estas reservas.
Constituido por una combinación de columbita y tantalio, el coltán ha despertado detrás de sí una lucha en la industria tecnológica. Equipos electrónicos como GPS, celulares, computadoras y cámaras utilizan este mineral debido a sus facultades como “superconductor”, lo que significa que conduce la energía de una forma más eficiente que otros minerales.
No obstante, Venezuela arrancó la carrera tarde: fue en 2009 cuando el presidente Chávez asomó que había “importantes” reservas de coltán en el país. “Ese es un mineral por el cual en África han ocurrido no sé cuántas guerras, porque es un mineral estratégico, entre otras cosas, para hacer los cohetes estos de largo alcance”, dijo.
En esa ocasión no precisó las proyecciones de las reservas a pesar de asegurar que eran “importantes”. También anunció que la zona donde se encontraba el mineral, en el área del Río Parguaza en Bolívar, había sido tomada militarmente porque la explotación ilegal y contrabando de coltán.
Fundamentándose en estudios realizados por el Ministerio para las Industrias Básicas y Minería, Chávez informaría en enero de 2010, durante la presentación de su Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional, que las reservas del “oro azul” en Venezuela estarían en el orden de los 100 mil millones de dólares —tras una evaluación “muy preliminar”— y tendrían sus yacimientos en los estados Amazonas y Bolívar.
“El coltán tiene precios en el mercado internacional superiores incluso al oro y al diamante”, dijo. Precisó también que el kilo del mineral se comercializa cerca los 500 dólares y advirtió sobre su extracción ilegal en los estados donde están las minas. A raíz de esto, se desplegaron para entonces más de tres mil militares para resguardar la frontera y acabar con las prácticas ilegales.
Hoy, además del oro azul, las trasnacionales mencionadas también estarán a cargo de la certificación y cuantificación de oro y diamantes, con reservas proyectadas en 7 mil millones de toneladas y en 3 mil millones de quilates, respectivamente.
La mina más disputada en Venezuela quedó a manos de la canadiense Gold Reserve; mientras que el mineral más disputado del mundo actualmente, el coltán y sus reservas en el país, pasaron a ser explorados por una empresa china y otra congolesa. En total, las proyecciones de reservas de oro, coltán y diamantes, ahora en manos de estas compañías, suman más de 135 millardos de dólares, y lo que falta por descubrir en las “venas abiertas” de nuestro país.

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