Hoy y Después en Valencia
Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com
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Hacía tiempo que el Ateneo de Valencia no tenía una manifestación de respaldo y solidaridad, como la efectuada el viernes al mediodía, en la sala de exposiciones del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre para la entrega de los premios de la Bienal 66 Salón Arturo Michelena.
El gobernador del estado Henrique Fernando Salas, el alcalde de Naguanagua, Alejandro Feo La Cruz, las rectoras Inés González de Salama, de la universidad José Antonio Páez; Pérez, de la Universidad Arturo Michelena, Ulises Rojas, vicerrector académico de la Universidad de Carabobo, representantes de la banca, el sector comercial e industrial, escritores, artistas y animadores culturales llenaron la sala para celebrar la nueva victoria de la junta directiva del Ateneo de Valencia con la celebración de la Bienal Michelena, por tercera vez fuera del edificio de su legítima propiedad.
Cuando el general Luis Felipe Acosta Carles fue gobernador del estado auspició la invasión del Ateneo de Valencia que, desde 1943 patrocina el Salón Michelena como homenaje al más grande pintor valenciano Arturo Michelena y al sobresaliente escultor Andrés Pérez Mujica, también valenciano. Para justificar el atropello, la junta directiva de la institución fue vilependiada y agredida por voceros de aquel gobierno, al mismo tiempo que parte del patrimonio cultural fue destrozado. Después se apropiaron de la colección de pintura, grabados, esculturas e instalaciones ganadoras de premios que concede el Salón Michelena. Hasta ahora, no se sabe en qué situación se encuentra ese patrimonio artístico considerado una de las colecciones más completas del Arte Vanezolano de la segunda mitad del siglo XX y primera década del 2000.
Tres proezas
Con esa acción ilegal, porque el Ateneo de Valencia es una asociación civil sin fines de lucro, se trató de hacer desaparecer a la Bienal Michelena creando un salón paralelo que a duras penas pudo presentarse una sola vez, porque los aratistas no lo apoyaron por su desorganización y falta de criterios artísticos.
En cambio, la nueva junta directiva del Ateneo de Valencia, presidida por Elis Mercado, ex rector de la Universidad de Carabobo e integrada por emprendedores animadores culturales se arriesgó a convocar la Bienal en espacios alternos que fueron cedidos generosamente. Ya van tres muestras, a las que los artistas han enviado gustosos sus obras para la confrontación. La primera la ganó Felipe Herrera, la segunda Pedro Fermín y la que acaba de concluir J.J. Moras con una hermosa escultura que contó con el voto unánime del jurado integrado por Bélgica Rodríguez, Pedro Fermín, Tahía Rivero, Ilich Rodríguez y Alfredo Fermín.
Ha sido una lástima que la Bienal haya durado tan poco, porque debió ser visitada y comentada por mucho más gente, tomando en cuenta la calidad de la selección de obras que ofreció un panorama de la creación artística del país y por el espléndido montaje que hizo el museógrafo Alberto Asprino, en el Gabinete del Dibujo y del Grabado de la colección Topel Capriles, la galería Braulio Salazar de la Universidad de Carabobo y la sala de exposiciones del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre donde estuvieron las llamadas estaciones de la muestra.
La facilidad que ofrecen las redes sociales, para transmitir mensajes de algunos descontentos trataron de restarle méritos a la Bienal con comentarios superficiales. No lograron el objetivo por la contundencia de las obras expuestas, pecialmente de jóvenes artistas que tienen mucho que decir. Ellos saben que el futuro de la creación artístca no depende del resentimiento, ni de la negación de quienes trabajan a favor de la cultura.
Las gracias
La respuesta a quienes pretendieron desconocer la proeza de la junta directiva del Ateneo de Valencia para mantener la continuidad de la Bienal Salón Arturo Michelena, se la dio el gentío que asistió al acto de clausura y que recibió, con aplausos entusiastas, los discursos pronunciados, en esta oportunidad, en especial el de JJ Moros para agradecer el otorgamiento del consagratorio premio Arturo Michelena.
Hay que ser agradecidos por lo cual, desde esta columna que defiende las mejores causas de la cultura, se hacen públicas las gracias, como lo hizo Pedro Douahi Toledo, en el acto de clausura a nombre de la junta directiva del Ateneo , a quienes hicieron posible que la Bienal 66 Salón Arturo Michelena resultase un acontecimiento artístico nacional: Gobierno de Carabobo, alcaldía de Naguanagua, Universidad de Carabobo, Universidad José Antonio Páez, Universidad Arturo Michelena, Centro Cultural Eladio Alemán Sucre, Galería Braulio Salazar, Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia de la colección Topel Capriles, Banco Occidental de Descuento, Banco Caroni, Fundación Empresas Polar, Ferretería Epa, Rodelca, Venoco, Elecsa, Sica, Seguros Carabobo, Seguval, Valencia Country Club, Laboratorio Clínico Valero, Asociación de Críticos de Arte capítulo Venezuela, Asociación de Profesores de Venezuela, Ipapedi, familia Torres Agudo, Decoraciones Dimas y Salerma Latina. De nuevo gracias en nombre de la Valencia eterna.
En la Casa de los Celis habrá una Tarde de Teatro y Almuerzo a beneficio de la Fundación Lisandro Alvarado. Se presentará el monólogo La Candidata y el burro Roldán, interpretado por Lisbeth Rojas, dirigida por Miguel Torrence con producción de Maritza Mendoza. El almuerzo navideño será una creación de la chef Tamara Castro. 200 bolívares por persona. Museo Henriqueta Peñalver, avenida Soublette cruce con calle Comercio, viernes 21 de diciembre a partir de las 11 am.
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