Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Dice la Iglesia que no es tiempo para diatriba sino para la paz

Episcopado: Nuestro mensaje es de esperanza

Dice la Iglesia que no es tiempo para diatriba sino para la paz

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Le Conferencia Episcopal Venezolana afirma que es un tiempo para la reflexión VICENTE CORREALE
EL UNIVERSAL
sábado 19 de diciembre de 2015  12:00 AM
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, que preside monseñor Roberto Lückert, invitó a no permitir "que nadie nos robe" la Navidad y destacó que "el país quiere paz, quiere respeto, por lo que ningún grupo en medio de estas fiestas alimente el miedo, el odio, las peleas estériles".

En un comunicado divulgado ayer, y titulado: "No teman, les ha nacido un salvador", emitido con motivo del período de Adviento, la Navidad y el Año Nuevo, el texto recoge reflexiones a propósito de las recientes elecciones parlamentarias.

"Hemos compartido la responsabilidad de decisión en las elecciones pasadas, ahora esperamos la realización de tantas promesas hechas por cada uno de los diputados y diputadas que han sido seleccionados por el pueblo soberano, pero principalmente esperamos que los nuevos diputados y diputadas, así como los reelectos, cumplan la Constitución Nacional y las normas establecidas para su desempeño como representantes de sus Estados y no solamente de sus partidos políticos. Esta nueva experiencia democrática debe enfocarse en darle un nuevo rostro a Venezuela, a través de la participación de todos en la reconstrucción del tejido social y de la institucionalidad".

En el escrito, monseñor Lückert destaca que "no es tiempo para la diatriba política ni para apuradas aprobaciones de leyes, es tiempo para que este niño que nacerá nos permita construir todos juntos el futuro que a todos nos concierne. A una semana de la Navidad, no tenemos otro mensaje sino el de promover la esperanza, el de invitar a quienes van por caminos contrarios al bien a convertirse. También es un tiempo de gracia para ellos, este país nos necesita a todos. Que nadie nos robe esta fecha Santa, la luz que brilla con intensidad en Belén se debe convertir en el signo de nuestra esperanza, aferrémonos a esa plenitud de los tiempos. La Navidad es un mensaje de optimismo, un tiempo que marca el principio de un reino de Dios que se espera con seguridad".

El arzobispo de Coro señaló también que a una semana de la Navidad "es un tiempo privilegiado para reflexionar sobre la propia historia personal, social y de la patria; tiempo para escuchar y comprender mejor el proyecto que el Señor nos ha traído: la construcción de un reino de paz, justicia y amor".

"Tengamos el gusto de vivir nuestra fe hoy, sin complejos, sin agresividad, sin malas jugadas, es parte de la cultura venezolana el darle a este tiempo un acento de fraternidad y alegría". 

"El Adviento es el tiempo litúrgico que nos prepara para contemplar el gran misterio del nacimiento del Niño Dios, la llegada del Mesías encarnado en nuestra realidad humana e histórica. Todo se hace nuevo en Él, porque nos hace partícipes del amor misericordioso del Padre, por lo que es un tiempo privilegiado para reflexionar sobre la propia historia personal, social y de la patria; tiempo para escuchar y comprender".

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