Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Entre la Casa Blanca, el Capitolio y Naciones Unidas. Estados Unidos comienza a agitarse con los prolegómenos de la campaña electoral, que gira, en buena medida, sobre inmigración, calentamiento global y desigualdad social. Temas sobre los que se ha pronunciado Francisco, y ante los que los americanos aparecen divididos

Pope Francis on the Alitalia plane, ready to leave for Cuba, Fiumicino, 19th of September 2015
Fuente: PHOTO.VA, OSSERVATORE ROMANOCopyright e78e5ace2af891761da60ea8087e7b392fee64c17544d59a615eb8add3e55bac

Cuando el 22 de septiembre, el vuelo papal enfile la base de Andrews ( Maryland)- pocas millas al sureste de Washington , sede de los Boeing 747 que sirven al presidente como Air Force One - Francisco se encontrará en tierra extraña. Nunca, ni de estudiante, ni de provincial jesuita, ni de arzobispo, ni de pontífice romano ha pisado tierra estadounidense. Sin embargo, las primeras caras que verá le serán muy familiares: un sonriente matrimonio Obama, que acudirá a pie de pista para saludarle.
Pero no nos engañemos, la cordialidad en el recibimiento no oculta la realidad: este viaje tiene más dificultades que el de Cuba. Baste un ejemplo. Los agentes de seguridad han marcado en sus agendas el 25 como el día de la "tormenta perfecta". Ese día, Francisco habla ante los líderes de casi 190 países, reunidos en la sede de Naciones Unidas. Luego, recorrerá Central Park, tendrá un encuentro interreligioso en el memorial de Ground Zero,  y celebrará una misa en el Madison Square Garden. Todo ello en un jeep prácticamente descubierto y con la incertidumbre de la conducta de Francisco ante la multitud.  “Un desafío sin precedentes”, según William Bratton, el jefe de policía de Nueva York.
Corrientes subterráneas
Pero la dificultad no proviene tanto de la amenaza física contra el Pontífice –algunas ya neutralizadas--  cuanto  de ciertas corrientes subterráneas  que no miran con buenos ojos el  viaje. Me refiero a los que han fruncido el ceño ante su encíclica medioambiental (''Estamos maltratando la creación, la tratamos a veces como el peor enemigo “); los que se han escandalizado de sus palabras en Bolivia,condenando “ la ambición desenfrenada por el dinero, que es  el “estiércol del diablo”;  los reticentes ante  sus críticas al “capitalismo salvaje” ; o los inquietos ante sus posiciones altamente solidarias con el  fenómeno migratorio. Newsweek, para azuzar el debate, se pregunta en su última portada ¿“Francisco es católico”?  Ya se entiende que es un interrogante  provocador, que el propio semanario  modera en el texto. En todo caso, demuestra  una ignorancia teológica de fondo, que quiere alentar la  fantasía de los progresistas y acelerar la ansiedad de los conservadores.
No olvidemos que  Estados Unidos comienza a agitarse con los prolegómenos de la campaña electoral, que gira, en buena medida, sobre inmigración, calentamiento global y desigualdad social. Temas sobre los que se ha pronunciado Francisco,  y ante los que los americanos aparecen  divididos. Aunque más cercanos – me parece- a Francisco que a algunos líderes republicanos
Lo cual nos conduce a los índices de popularidad de Francisco en EE.UU. Para Gallup , en 2014 el índice de aprobación de Francisco era 76%. En julio de 2015 había bajado al 57%. La caída corresponde  al  sector más  conservador, por los temas antedichos.  Sin embargo, entre los católicos -  son un total de  71.796.000, el 22,7% de la población-  el índice de aprobación es abrumador (entre 89% y 75%). En mi opinión, no obstante esas oscilaciones,  el recibimiento al Papa en todos los foros será muy caluroso. Incluso entre los políticos no conviene olvidar que en la Cámara de Representantes hay 135 católicos. En el Senado 26. Y en el Tribunal Supremo,  católicos son 6 de  9 magistrados.
Capitol Hill
Aunque una de esas corrientes subterráneas tiene su sede en el Congreso, pienso que la reacción será algo más que cordial. Es  el primer Papa en hablar en Capitol Hill, donde se espera que haga un firme alegato  sobre la responsabilidad de Washington para limitar la contaminación, y en favor de una transición de las energías fósiles a las energías renovables. Incluso The   New York Times, sostiene que su discurso estará más cercano de las ideas  de Bernie Sanders,  candidato demócrata  a la presidencia -  a  la izquierda de Hillary Clinton – que a las que sostuvo Ronald Reagan. En mi opinión no es acertada la comparación, pues parte del error de confundir la Doctrina Social de la Iglesia con los esquemas  políticos. Coincido más bien con  el economista Argandoña, que sostiene que las críticas del Papa al capitalismo “no iban dirigidas al libre mercado, ni a la libre empresa, ni a la libertad de iniciativa, sino a las motivaciones de sus protagonistas, concretamente a lo que él llamaba la lógica de las ganancias a cualquier costo”. Rectificar ese error  no es cuestión de impuestos, ni de gasto social, ni de regulaciones, sino de cambio de valores. Lo que falla en el sistema, “no es el mercado, sino la cultura y la ética”.
Bergoglio es también el primer papa que visita las Naciones Unidas durante los trabajos de su Asamblea general. Antes que él tres Papas hablaron en la ONU (Pablo VI, Juan Pablo II (dos veces)  y Benedicto XVI), pero no coincidiendo con un Plenario de su Asamblea General. Esta circunstancia  hace que Francisco  pueda dirigirse a los líderes de los 190 países. Desde luego, la crisis de los refugiados - que ocupa la cabeza y el corazón del mundo entero- ,  no dejará de ser abordada.
La familia como estrella polar 
En fin, el auténtico motivo del viaje es la familia. Es curioso que las dos estrellas polares de su pontificado sean, precisamente, los pobres y la familia. A esta última  ha dedicado un Año Internacional, dos Sínodos y multitud de referencias en su enseñanza. En Filadelfia –donde se celebra la Jornada Mundial de las Familias- unos 700.000 personas de todo el mundo participarán en la fiesta con el papa en el centro de la ciudad. Se elevará a un millón en la misa final con Francisco. Aunque la prensa se hará eco de algunas manifestaciones paralelas de LGTB y transgéneros, lo cierto es que el Pontífice alentará a fieles y pastores  a la dedicación de tiempo y esfuerzos a  la atención de los matrimonios y familias , que procuran vivir su fe. Con mayor motivo si ese empeño se desarrolla en medio de dificultades, en un ambiente cultural opuesto a los principios de la antropología cristiana.
Peter Berger definía Estados Unidos como “un país de indios gobernado por suecos”. Es decir, un pueblo  religioso dominado por una inteligencia más bien laicista. Francisco en este viaje deberá cubrir un doble objetivo: llegar al corazón de un pueblo naturalmente religioso y convencer a unas minorías rectoras de que apartarse de las grandes fuerzas morales y religiosas de la historia puede ser un suicidio moral.
Rafael Navarro-Valls es catedrático, académico/secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia , y autor del libro “Entre dos orillas. De Obama a Francisco” (Ediciones Internacionales Universitarias, 2014)




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