Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 2 de abril de 2016

El rincón de José Joaquín Burgos Cronista de Valencia

Indocencias

Pamchito

Pamchito


José Joaquín Burgos Cronista de Valencia
El  adiós de Nerio Borges ha sido una puñalada para Notitarde, un duro golpe, de esos que se sienten hasta en los cimientos de las casas sembradas en el tiempo cuando alguna fatalidad las fustiga cruelmente.  Fiel al cobijo de la gran familia que es este vocero,  Pamchito llegó, como un “importado” especialmente seleccionado por Laurentzi cuando la criatura engendrada por los hermanos Giménez Márquez, ya frondosa y de cosechas  opimas, era reconocida como uno de los grandes periódicos del país. Por esos mundos -como  suele decir uno- pasamos Luis Cisneros Cróquer y yo, inventando cosas con rostro de futuro (como “Letra Inversa”, por ejemplo) y sintiendo la familiaridad del personal, el afecto  del Negro Medina, don Pedro Linares, Pancho Silvino  y toda esa inolvidable, hermosa familia que era Notitarde en sí. Un día llegó Laurentzi y comenzó, digamos, una nueva etapa. Titulares, colores, manchas, secciones: un periódico nuevo sin olvidar ni rechazar sus originales y nobles raíces. Alguna vez, Laurentzi, que venía de madurar su oficio de periodista y magnífico director en el “Diario de Caracas”, manifestó mucho interés en traerse a Nerio Borges para la planta. “Nerio es brillante -me comentó- y aquí necesitamos un caricaturista… es fundamental… pero que sea brillante, y Nerio lo es”. Poco tiempo después lo vimos llegar y entendimos perfectamente el comentario hecho por Laurentzi: Nerio Borges era lo que se llama un “fuera de grupo”. A mí, personalmente, apenas me bastó hablar con él unos minutos para conocer su extraordinaria personalidad, su profesionalidad, su inmensa cultura que llevaba no escondida sino envuelta en su propia humildad, sin hacer alarde de ella. Nerio era, sin duda alguna, lo que llamamos, por admiración y con orgullo, un hombre de formación universal. Bastaba saludarlo, hablar con él unos minutos para darse cuenta de ello y admirarlo, reconocer su inmensa cultura y, sobre todo, su humildad.  Entiendo que su posición política, ideológica, era no solamente distinta, sino opuesta a la mía, pero también entiendo la dignidad con que la sostuvo políticamente hablando. No fue ni como el Jobo Pimentel, ni como Leo, pero sí, como éstos, manejó su espada con caballerosidad, herencia luminosa que deja a los suyos y huellas que marcó en Notitarde como ejemplo de ciudadanía y ejercicio periodístico. Que la gloria de Dios proteja su descanso eterno. Su recuerdo es raíz fecunda en la memoria de Notitarde… que descanses en paz, Pamchito.

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