Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El papa Francisco intenta tranquilizar a los conservadores asegurándoles que la doctrina católica sobre el matrimonio es segura, mientras se desarrolla en la Santa Sede una reunión de obispos de tres semanas para determinar cómo la Iglesia debe acoger a homosexuales, divorciados y otros católicos en uniones "irregulares".

Francisco calma temores de los conservadores sobre la familia

Los obispos discuten la comunión para los católicos vueltos a casar por lo civil

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Francisco conversa con varios obispos durante una nueva sesión del Sínodo de obispos sobre la familia EFE
EL UNIVERSAL
miércoles 7 de octubre de 2015  12:00 AM
Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco intenta tranquilizar a los conservadores asegurándoles que la doctrina católica sobre el matrimonio es segura, mientras se desarrolla en la Santa Sede una reunión de obispos de tres semanas para determinar cómo la Iglesia debe acoger a homosexuales, divorciados y otros católicos en uniones "irregulares".

El encargado del sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdo, cerró la puerta a toda iniciativa para que los católicos vueltos a casar fuera de la Iglesia puedan recibir la comunión, mencionó AP.

Francisco dijo a los 270 cardenales y obispos que ese asunto no era el único en el temario y que la doctrina de la Iglesia no estaba en cuestión, pero también pareció contrarrestar las afirmaciones de Erdo al advertir que los únicos documentos oficiales en debate eran dos de sus discursos y, sobre todo, elRelatio Synodi, informe final emitido por el Sínodo extraordinario de 2014, donde aquella cuestión quedó en el aire.

El vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, se hizo eco de la advertencia al aclarar que el Sínodo debate un texto de trabajo con aprobación papal, donde quedó abierta la cuestión de la comunión a los católicos vueltos a casar por lo civil.

Monseñor Claudio Maria Celli, que dirige la comisión de información del Sínodo, confirmó que el tema permanece abierto como cuestión pastoral. "Hubo una afirmación del Papa acerca de cuál es la doctrina católica sobre el matrimonio", dijo Celli. "Pero creo que si la obra de los padres hubiese concluido con el discurso (de Erdo), ¿entonces qué estamos haciendo aquí?", agregó Celli.

Las enseñanzas de la Iglesia sostienen que los católicos que se divorcian y vuelven a casarse sin una anulación eclesiástica incurren en adulterio y por lo tanto no pueden recibir los sacramentos. Francisco ha propuesto un enfoque más compasivo e inclusivo ante la resistencia de los conservadores.

Cambio de lenguaje

Los católicos deben dejar de usar términos condescendientes como "compasión" cuando se refieren a los homosexuales y encontrar formas de recibirlos como hijos de la Iglesia, dijeron obispos en el Sínodo.

Los comentarios que apoyan un lenguaje más inclusivo para los homosexuales en la Iglesia fueron hechos en las primeras dos rondas de intervenciones del encuentro a puertas cerradas, dijeron funcionarios del Vaticano, citó Reuters.

El pedido de más de media docena de obispos a un lenguaje más inclusivo sobre los homosexuales fue un punto destacado este martes, ya que clérigos conservadores se habían asegurado que un reporte interino de una reunión preliminar del año pasado borrara un pasaje que pensaban que era demasiado acogedor hacia los gays.

"Los obispos dijeron que debe ponerse fin al lenguaje exclusivo y un fuerte énfasis sobre abrazar la realidad tal como es. No debemos tener miedo de situaciones nuevas y complejas", dijo el padre Tom Rosica al resumir intervenciones.

En un documento escrito por el hoy papa emérito Benedicto XVI antes de su elección y aún citado por conservadores, el entonces cardenal Joseph Ratzinger describió a los homosexuales como "intrínsecamente trastornados".

Discrepancias en Sínodo por debate sobre comunión a divorciados

Davide, de tres meses de edad, acaparó la atención de los obispos | Foto EFE
Davide, de tres meses de edad, acaparó la atención de los obispos | Foto EFE
Un sector de la Iglesia Católica exhortó a recibir a los homosexuales como hijos e hijas de Dios, sin utilizar términos compasivos y a favor de un lenguaje incluyente

El papa Francisco intentó tranquilizar a los conservadores al asegurarles que la doctrina católica sobre el matrimonio es firme, cuando comenzó una reunión de obispos de tres semanas para determinar cómo la Iglesia debería acoger a los homosexuales, divorciados y otros católicos en uniones “irregulares”.
El pontífice intervino después de que la primera jornada empezó con un discurso del encargado del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdo, que cerró la puerta a toda iniciativa para que los católicos vueltos a casar fuera de la Iglesia puedan recibir la comunión.
Francisco dijo a los 270 cardenales y obispos que ese asunto no era el único en el temario y que la doctrina de la Iglesia no estaba en cuestión, pero también pareció contrarrestar las afirmaciones de Erdo al advertir que el único documento oficial en debate era un informe final emitido por una reunión de obispos el año pasado, en la que el tema quedó en el aire.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se hizo eco de esa advertencia y aclaró que el Sínodo debate un texto de trabajo con aprobación papal, donde quedó abierta la cuestión de la comunión para los católicos vueltos a casar por civil.
Monseñor Claudio Maria Celli, que dirige la comisión de información del Sínodo, confirmó que el tema permanece abierto. “Hubo una afirmación del papa acerca de cuál es la doctrina católica sobre el matrimonio”, dijo Celli. “Pero creo que si la obra de los padres hubiese concluido con el discurso de ayer en la mañana (de Erdo), ¿entonces qué estamos haciendo aquí?”.
Entretanto y en las primeras dos rondas de intervenciones, un sector exhortó a recibir a los homosexuales como hijos e hijas de Dios sin utilizar términos compasivos y a favor de un lenguaje incluyente.
Un bebé en el Sínodo. Davide es un niño de tres meses y hasta el momento ha acaparado la mayor parte de la atención del Sínodo incluso de los obispos, que no dudan en tomarse fotos con el pequeño. Sus padres son italianos, Patrizia Calabrese y Massimo Paloni, y forman parte de las 18 parejas de auditores y expertos invitados para contar su experiencia. Viven en Holanda y tienen otros 11 hijos.
Las fotos de Davide en brazos de su madre con su chupón para calmarlo han dado la vuelta al mundo, ya que nunca se había visto un bebé en el aula del Sínodo cuando se celebra la solemne asamblea de los obispos.

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