Madrid,  (ZENIT.orgIsabel Orellana Vilches |

El sábado, 14 de noviembre, se ha concluido el VI Congreso Mundial de Metafísica, celebrado en la Universidad Pontificia de Salamanca. Organizado, en esta ocasión, por la Fondazione Idente di Studi e di Ricerca (Roma), la Fundación Fernando Rielo (Madrid) y laUniversidad Pontificia en Salamanca, este encuentro se ha venido realizando en Roma cada tres años, desde el 2000, Año Jubilar.
El Congreso tiene la finalidad de reunir, en un ambiente de diálogo e intercambio, a representantes de diversas disciplinas académicas, de múltiple procedencia cultural, intelectual y religiosa. Su espíritu y finalidad es reflexionar juntos sobre la concepción del Absoluto y su relación, teórica y pragmática, con los problemas fundamentales que acucian al hombre de todos los tiempos, y en especial al hombre de nuestro tiempo y su proyección hacia el futuro.
En tiempos recientes, además, la Universidad Pontificia de Salamanca había establecido, junto con la Fundación Rielo, la Cátedra Fernando Rielo, dirigida actualmente por el Dr. D. Francisco Javier Herrero Fernández, Decano de la Facultad de Filosofía. El pensamiento rieliano ha proporcionado un estímulo fundamental para estos Congresos proponiendo, con su “metafísica genética” y “antropología mística”, un camino de renovación profunda, a la vez espiritual y humanista, de concebir un absoluto abierto al ser humano y un ser humano abierto al absoluto.
Para este Congreso, los que han presentado trabajos provenían de unos treinta países, con una participación aproximada de 150 catedráticos, profesores y doctorandos de diversas universidades.
En su mensaje de apertura del Congreso, el Presidente del mismo, el Dr. D. Jesús Fernández afirmaba que “Según Fernando Rielo, creador e impulsor de este Congreso Mundial, la metafísica, si quiere ser auténtica, debe procurar una visión bien formada de la realidad desde un modelo absoluto que tiene que situarse lejos de las corrientes escépticas y relativistas. Estas son hijas de una razón perezosa, frente a la razón diligente, que debe acompañar al recto saber. La vocación metafísica del ser humano es evidente. Kant afirma que la metafísica es una necesidad inevitable; Schopenhauer define al ser humano como ‘animal metafísico’.
Renunciar a la metafísica es negar la inteligencia”. Y añadía que “La metafísica potencia e integra el conocimiento de la realidad, dando unidad, dirección y sentido al concebir y quehacer humano frente a tres reduccionismos esenciales: primero, frente al reduccionismo filosófico, significado en la actitud protagórica, en la que el hombre es la medida de todas las cosas, promulgando el egocentrismo; segundo, frente al reduccionismo político, significado en la actitud maquiavélica, en la que el hombre queda dominado por el poder, promulgando la manipulación, la ética a la deriva y el libertinaje; tercero, frente al reduccionismo religioso, significado en la actitud pelagiana, en la que el hombre tiene intrínseca capacidad de salvación, promulgando la negación de la iniciativa y el poder de la gracia”.
Y en su discurso de clausura del Congreso, sintetizaba el esfuerzo de los presentes con las siguientes palabras: “Sigamos los pasos de una nueva metafísica, viva, vívida, fundamentante y transformante que, teniendo como objeto la realidad suprema, cuya intimidad constitutiva tienen que ser personas divinas, nos ponga en diálogo con las diversas mentalidades, con la sabiduría que nos han legado, como afirma Aristóteles, los que nos han precedido, con los avances de la ciencia y de la técnica, con las diversas formas del arte y de la cultura; pero sobre todo, nos enseñe a valorar la riqueza inconmensurable, sagrada —afirma Séneca—, deitática —cincela Rielo— que es el ser humano”.
El Congreso se ha estructurado en cuatro Mesas Redondas con 16 ponentes y 16 sesiones de comunicaciones, distribuidas según cinco grandes áreas temáticas: a) Mística (experiencia e interpretación de lo divino en la persona humana), b) Ciencias experienciales (relacionadas con el estudio del sujeto humano abierto al absoluto: teología, sicología, antropología, derecho, economía, bioética, entre otras, c) Epistemología / Conocimiento, d) Estética (creatividad y percepción artística), e) Ciencias experimentales y formales. Esta variedad de disciplinas ha proporcionado un amplio horizonte para el diálogo enriquecedor entre los especialistas que han intervenido en las diferentes áreas.
El Presidente de la Escuela Idente, Dr. D. José María López Sevillano, pronunció la conferencia de apertura, sobre “Complementariedad de la metafísica y de la mística, según el pensamiento de Fernando Rielo”, señalando el nexo íntimo entre los dos campos que habría de caracterizar muchas de las intervenciones del Congreso: concebir un absoluto intrínsecamente comunicativo, que da origen a una riqueza de vida interior y vínculos interpersonales. Entre las muchas aportaciones de los ponentes, o "Main Speakers", se pueden citar, a título de ejemplo, las de Lourdes Grosso García —"Fundamentación ontológica  de la comunión eclesial"—, Joseph Rice —"Metaphysical Foundations of Catholic Education"—, Juan Manuel Morilla Delgado —"Teresa de Ávila y Fernando Rielo: De la teología de la mística a la mística como ontología"—, Jesús Conill Sancho —"Metafísica de la intimidad personal"— y Ildefonso Murillo —"Superación metafísica del naturalismo científico"—.
La sensibilidad presente en el Congreso en orden a unir la claridad del pensamiento con la vivacidad y pasión del mundo de las vivencias ha dado una particular energía y dinamicidad a muchas conferencias, de las que ha podido disfrutar el variado auditorio.
El Arzobispo de Madrid y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, D. Carlos Osoro, en la clausura del Congreso expresó, en sintonía con el arte cristiano de los primeros siglos, que Cristo es el filósofo que supo enseñar el arte esencial, el arte de ser hombre de manera recta, el arte de vivir y el arte de morir”, y añadía que “la metafísica, desposada con la mística, y con una epistemología potenciante, incluyente y dialogante, puede ponerse a la cabeza de un humanismo vital, creador, que está en el centro de la pregunta por la persona humana”. Y concluía que “el papa Francisco nos invita con su teología pastoral –verdadera y auténtica teología– a dar respuesta a todo el que pida razón de la esperanza”.
La rectora de la UPSA, Dra. Myriam Cortés, después de invitar a los presentes a hacer una breve oración por la paz en el mundo y especialmente por las víctimas del atentado de París y por sus familias, animó a todos los presentes a seguir trabajando, como en este Congreso se ha hecho, por aumentar la conciencia de la necesidad de desarrollar la dimensión transcendente del ser humano sobre la que se asienta la verdadera dignidad de la persona en su condición de hijos de Dios”.
El Director del Congreso, D. David Murray, leyó una breve declaración final suscrita por todos los presentes en los siguientes términos:
“El VI Congreso Mundial de Metafísica expresa su profundo dolor por las víctimas de la violencia indiscriminada que ha tenido lugar ayer en Francia. Y declara que el amor divino en el ser humano y entre los seres humanos es el origen, principio y fin de la vida, de la cultura, de la sociedad y de la religión. La validez de todo pensamiento y de toda acción en este mundo se deriva de su compatibilidad con este fundamento absoluto”.