Stanley Milgram (Nueva York, 15 de
agosto de 1933 - Nueva York, 20
de diciembre de 1984) fue un psicólogo graduado de la Universidad de Yale que condujo los experimentos del mundo pequeño (la
fuente del concepto de los seis grados de separación) y el Experimento de Milgram sobre la obediencia a
la autoridad.
De familia hebrea, su padre era húngaro y su madre rumana.
Aunque se lo considera uno de los más importantes
psicólogos del siglo XX, Milgram nunca estudió psicología durante sus
estudios de ciencias políticas en Queens College, Nueva York, donde se graduó
en 1954. Se
presentó a un postgrado en psicología social en la Universidad de Harvard y fue rechazado
inicialmente a causa de falta de estudios de psicología. Fue aceptado en 1954
después de tomar seis cursos de psicología y se graduó en 1960.
Murió en 1984 de un ataque al corazón a la edad de 51 años en su
ciudad de nacimiento, Nueva York.
Henry Lisandro Ramos Allup (Valencia, Venezuela; 17 de
octubre de 1943) es un abogado, político y fue el 7º presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela durante
el año 2016. Es dirigente del partido socialdemócrataAcción Democrática, en el cual ocupa la posición
de secretario general electo por la militancia del partido. En la actualidad es
la máxima autoridad de su partido ante la Mesa de la Unidad Democrática,
coalición de partidos opositores al gobierno del presidente Nicolás
Maduro.
Mónica Corrales | 20/10/2017 | Web del
Frente Patriótico
Desde hace algunos años, muchos nos preguntan el motivo de
la pasmosa permisividad del venezolano frente a la tiranía que nos oprime.
Tienden a avergonzar nuestra actitud de pasividad y conformismo, con
comparaciones históricas resaltadas por héroes de la talla de Bolívar y
Miranda, entre otros.
El día de ayer -11 de abril- la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia declaró la inconstitucionalidad de la Ley de
amnistía y Reconciliación Nacional sancionada por la Asamblea Nacional el
pasado 29 de marzo.
Para nadie resultó sorpresivo el pronunciamiento, ya que
llevamos casi dos décadas condicionados a lo que el psicoanalista Erich Fromm
definió como “El Concepto de la conformidad Automática”, en su obra “El miedo a
la Libertad”.
Pero, ¿qué nos llevó a la adaptación autómata de sanciones y
decretos que violan nuestros derechos fundamentales?. ¿Por qué razón nos
adaptamos a un sistema oprobioso sin ejercer la requerida resistencia?. ¿Quién,
o quiénes nos condicionaron?.
En días pasados se llevó a cabo dentro del Aula Magna de la
Universidad Católica Andrés Bello, un evento que contó con la participación del
presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup. Decenas, o cientos de
jóvenes, en edades comprendidas entre dieciocho y veinticinco años, se
concentraron en la entrada del recinto para poder escuchar el “conversatorio”
del sujeto en cuestión.
Con un aforo que hasta el propio Luis Chataing ha debido
envidiar, arrancó el discurso -show- que para algunos -inocentes- se ha
convertido en una suerte de “libreto humorista”. Mientras que para otros -más
analíticos- concordamos en que el “libreto” ha sido concebido estructuralmente
para cumplir algunas funciones específicas:
Reforzar la conducta de la obediencia.
Reforzar la conducta de la obediencia.
* Asegurar la estabilidad política.
* Enfocar el voto como única “salida”.
* Reforzar el socialismo/populismo.
* Enfocar el voto como única “salida”.
* Reforzar el socialismo/populismo.
No tenemos que hurgar con pinzas para encontrar todos estos
elementos en el conjunto de las declaraciones de los líderes, o diputados, que
conforman la Mesa de la Unidad. Pero específicamente en el caso que nos ocupa
del discurso de Henry Ramos Allup en la UCAB, me atrevo a sugerirle al amigo
lector utilizar las “pinzas”.
La confesión pública de sus “amistades impresentables”,
obedece a la sinceridad espontánea del orador, ¿o se trata más bien de la
intención de afianzar la conducta de la permisividad?. Narrar repudiables
episodios pasados de Hermam Escarrá infiltrado en la oposición, y al mismo
tiempo excusar y justificar la amistad por motivo de “tiempo compartido”.
Adjudicarle el calificativo “jocoso” de” Rey Momo” a quien merecidamente
algunos preferimos catalogar de: TRAIDOR, es solo uno de los ejemplos a los que
nos tiene acostumbrados este señor.
Provocar la carcajada de cientos de jóvenes -entre los
cuales probablemente se encontraban algunas de las víctimas, o familiares, del
aparato opresor del régimen de Nicolás Maduro – mientras les afianzaba la
conducta de aceptación del “presidente buena gente”, hizo que recordara a
Stanley Milgram y su controversial experimento de psicología social -Experimento
Milgram- sobre la obediencia a la autoridad.
La finalidad de la prueba era medir la disposición de los
participantes para obedecer órdenes de una autoridad aún cuando estas pudieran
entrar en conflicto con su conciencia personal. ( https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram
“Los aspectos legales y filosóficos de la
obediencia son de enorme importancia, pero dicen muy poco sobre cómo la mayoría
de la gente se comporta en situaciones concretas. Monté un simple experimento
en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano
corriente a otra persona simplemente porque se lo pedían para un experimento
científico. La férrea autoridad se impuso a los fuertes imperativos morales de
los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las
víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad
subyugaba con mayor frecuencia. La extrema buena voluntad de los adultos de
aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad constituye el
principal descubrimiento del estudio”.
Stanley Milgram. The Perils of Obedience (Los peligros de la
obediencia. 1974)
Encontrar una explicación lógica para descifrar nuestra
actitud de sumisión ante atropellos que son inaceptables para otros países y
sociedades, debe hacernos reflexionar sobre aspectos psicológicos inducidos.
Desde niños nos refuerzan la conducta de la obediencia, mientras la
desobediencia es castigada. Poco a poco nos vamos condicionando al “reflejo de
la obediencia”.
Nos han estado adaptando a pautas que disfrazan de “sentido
del deber” nuestros principios éticos y morales para formar parte de una masa
de autómatas programados para la obediencia.
Como en el “Experimento Milgram” los sujetos que cumplen
órdenes son capaces de cometer actos atroces y considerarse inocentes, hasta
llegar a ver sus actos crueles como simples espectadores.
Desobedecer comienza a verse como normal cuando otros
comienzan a desobedecer, por eso el régimen es tan meticuloso en el castigo
“ejemplar” contra la deserción de un individuo, es un peligro que podría
despertar las conciencias de otros.
¿En qué punto fue que los venezolanos comenzamos a ver la
libertad como una idea abstracta?. ¿Tenemos miedo a ejercer la libertad?.
¿Idealizamos a quienes nos inducen a obedecer órdenes para protegernos de
responsabilidades?.
Todavía no entendemos por qué el mismo día de la instalación
de la Asamblea, no se aprovechó la apertura de un micrófono que estuvo
silenciado durante 17 años, para denunciar la pérdida de nuestra soberanía, la
entrega de nuestro petróleo a Cuba, la obscena injerencia de la satrapía
Castrista en nuestras FF.AA, la inexistencia del Acta de defunción de Hugo
Chávez, pero sobre todo, la EXIGENCIA de la presentación de la renuncia – si la
hubiera- a la nacionalidad colombiana por parte de Nicolás Maduro Moros –
independientemente de donde haya nacido, ya que por ser hijo de una madre
colombiana y haberse residenciado en territorio colombiano durante su juventud,
hecho comprobable porque realizó estudios en una escuela primaria colombiana;
nuestra propia Constitución estipula en su artículo 41 que goza de doble
nacionalidad, lo cual sería un impedimento para ejercer la Presidencia de la
República-
Por qué luego de lo que -aparentemente- fue una lucha
titánica por acceder a la palestra, a la cadena nacional y al micrófono; un
cursado y veterano político como Henry, prefirió que sus primeras palabras ante
el país y el mundo, fuesen un concierto legitimador hacia quien usurpa un
cargo. Personalmente perdí la cuenta de las veces que pronunció la rimbombante
frase: “Presidente Constitucional de Venezuela”
Nos preguntamos, ¿cómo se sentirán los estudiantes que
cometieron el pecado de querer ser libres y rescatar la república -esos que a
pesar de todo ingenuamente les votaron- se le diera carácter constitucional a
sus días y meses tras las rejas, a sus heridas y cicatrices, a las torturas
recibidas?.
¿Por qué extraña razón, quienes se suponen adversan al
régimen, no aprovecharon la magnífica fecha del pasado Día de La Juventud para
darle voz a las víctimas de esta tragedia?
¿Por qué entre tantos héroes anónimos, prefirieron “sacar
del sombrero” a un cantante?, que si bien es cierto ha ganado merecidamente su
fama, también es cierto que para nada representa un simbolo de lucha
libertaria.
¿Por qué nos estimulan el acato y la obediencia a las
autoridades ilegítimas?
Demasiadas preguntas que aún esperan respuestas…seguramente
el tiempo se encargará de darnos luces.
Esta fue la frase que el presidente de la Asamblea Nacional
tuvo el atrevimiento de pronunciar para el cierre de su discurso refiriéndose a
Nicolás:
“Un rey que nada más es una buena persona, es en realidad un
pobre rey”.
… Acá le dejo mi respuesta de cierre: “Y un tirano usurpador
que nada más es un agente de Castro, es en realidad un peligro para nuestra
soberanía y libertad”
Mónica Corrales
@monicacorrales
#LibertadOnada
#SalvaTuVoto
EXPRESIDENTES HISPANOPARLANTES: FUERZAS POLÍTICAS QUE
PARTICIPARON EN ELECCIONES EN VENEZUELA FUERON “INSTRUMENTO DEL FRAUDE”
SABRINA MARTÍN | 20/10/2017 | Web del Frente
Patriótico
Exjefes de Estado respaldaron las críticas que hizo Luis
Almagro, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la
oposición venezolana tras participar en las fraudulentas elecciones regionales
que se efectuaron el pasado 15 de octubre.
Los expresidentes aseguraron que los partidos miembros de la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD) “Se transformaron en instrumento esencial
del eventual fraude y demuestran que no tienen reflejos democráticos”.
Los expresidentes miembros de la Iniciativa Democrática de
España y las Américas (IDEA) pidieron a la comunidad internacional que sancione
al régimen de Nicolás Maduro por las violaciones constantes a la democracia.
En una declaración conjunta se unieron a las declaraciones
de Almagro al asegurar que no se pueden reconocer los resultados de las
elecciones regionales en Venezuela, porque “no existen garantías para el
ejercicio efectivo de la democracia”.
Los 17 exjefes de Gobierno que firman la declaración se
solidarizaron con el pueblo venezolano “en sus aspiraciones de libertad”.
Además recordaron a “quienes no tienen voz: las víctimas
mortales producto de la represión del Estado y del hambre, los presos
políticos, los exiliados, los miles de migrantes que en búsqueda de libertades
que huyen del Gobierno dictatorial de Nicolás Maduro Moros y su Asamblea
Nacional Constituyente de facto”.
También hacen un llamado a la comunidad internacional para
que avance en “la disposición de las medidas” sancionadoras “contra los
integrantes del régimen de Maduro” a fin de alcanzar “el restablecimiento en
Venezuela del orden constitucional y democrático que se ha visto fracturado”.
Firman la declaración Oscar Arias, Miguel Ángel Rodríguez,
Rafael Ángel Calderón y Laura Chinchilla (Costa Rica), José María Aznar
(España), Nicolás Ardito Barletta y Mireya Moscoso (Panamá), Alfredo Cristiani
(El Salvador), Vicente Fox, (México), César Gaviria, Andrés Pastrana y Álvaro
Uribe (Colombia), Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad (Ecuador), Luis Alberto
Lacalle (Uruguay) y Jorge Tuto Quiroga (Bolivia).
El pasado 16 de octubre Luis Almagro dio a conocer su
opinión sobre el fraude electoral en Venezuela tras conocerse la victoria del
chavismo con 17 gobernaciones de un total de 23.
“La secretaría general de la OEA rechaza todos los actos
ilegítimos convocados por Gobiernos ilegítimos, y condena especialmente, una
vez más, los abusos (…) No se pueden reconocer los resultados de una elección
en un país en el cual no existen garantías para el ejercicio efectivo de la
democracia”, dijo.
“Solamente podemos esperar resultados como estos —fraude y
violación a los Derechos Humanos— si la estrategia y acción política se alejan
de los principios democráticos y se conforman con acuerdos fáciles y
circunstanciales”, esgrimió el secretario general de la Organización de Estados
Americanos.
Y es que la oposición venezolana representada por la Mesa de
la Unidad Democrática (MUD) decidió en medio de miles de críticas, participar
en las elecciones regionales conociendo las circunstancias irregulares y los
abusos del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El organismo electoral hizo hasta lo “imposible” para lograr
que Nicolás Maduro obtuviera la victoria: retrasó las elecciones hasta que
ajustó una fecha a conveniencia; impidió el registro de nuevos electores;
modificó el registro de votantes; reubicó a última hora los centros de
votación; eliminó el uso de la tinta indeleble y el captahuellas; viólo la ley
al impedir la sustitución de candidatos en el tarjetón y permitió el ventajismo
descarado por parte del oficialismo.
A esto se sumó la desmotivación de los electores que no
estaban de acuerdo con votar con un CNE que se inventó cifras cuando se eligió
la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Votar o no votar fue y sigue siendo un dilema en Venezuela:
si se salía a votar se estaría legitimando a un CNE fraudulento, y si no se
salía a votar se entregarían o regalarían todas las gobernaciones sin luchar;
sin embargo, hubo fraude con y sin votos y el chavismo obtuvo casi todas las
gobernaciones.
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