Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

lunes, 16 de octubre de 2017

Se cumplieron las profecías y el MEGAFRAUDE SE HIZO REALIDAD

EL 19 DE ABRIL DE LOS TARTUFOS

“Asómese a la calle y dígame si observa la misma pasión que lo llevó a su centro electoral el 6 de diciembre del 2015. O compruebe por Internet el discurso motivador de nuestros populares y apreciados personajes de nuestra farándula. ¡Cuánta razón tenía el alemán Carlos Marx! Ciertamente, las tragedias de la historia se repiten, pero como farsas.”
Antonio Sánchez García
@sangarccs
En las vísperas de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 tuve la certeza de que se estaba ante un deslave político electoral de grandes dimensiones. El deseo de participar y el expreso entusiasmo de la gente por hacerlo vibraba en las calles. Era la histórica ocasión de vengar tanto abuso y tanto sufrimiento. El recuerdo de las muertes y atrocidades cometidas por los esbirros de la dictadura contra los jóvenes protagonistas de la Revolución de Febrero estaba vivo. Había llegado la era de pasarles la factura.
Las encuestas no lo reflejaban. Lo reflejaban los ascensores, los automercados, los pasillos, los centros comerciales, el Metro, los carritos por puesto, las aceras. Una complicidad general a flor de piel me convenció de que la oposición, por primera vez tan amplia, generalizada y categórica, venía decidida a arrasar con Maduro, Padrino y sus pandillas. Fue un momento pre revolucionario, pre insurreccional, una erupción de voluntades libertarias comprimidas como un escape de gas acumulado a punto de estallar.
Y estalló, si bien a través de la válvula de seguridad electoral. Pero siguió tan viva, activa y presente, que Maduro, Padrino y sus pandillas se vieron compelidos a reconocer sus resultados.
No lo hicieron por demócratas, que no lo fueron, no lo son y jamás lo serán: lo hicieron porque de no hacerlo, de no quitarle la tapa a la válvula, la explosión se hacía inevitable y el control de esa fuerza prerrevolucionaria pasaba, de los partidos, perfectamente controlables, corrompidos o corruptibles, al pueblo insurrecto. Único y verdadero enemigo del régimen castrocomunista y mafioso imperante.
Lo hicieron porque, conocedores del maquiavélico arte de la política y en perfecto conocimiento de las ambiciones, las capacidades, las debilidades, las inconsistencias, las taras, debilidades y vicios del adversario – La Habana les conoce hasta sus secretos de alcoba – supieron que encapsular esa potencia insurreccional en los espesos y turbios salones del hemiciclo y sus inútiles y estériles componendas y deliberaciones, sería fácil quebrarlo, comprarlo, comprometerlo. A La Habana no le preocupan la MUD, los partidos y los estridentes y gangosos cacareos de sus líderes – corruptos o pusilánimes, bocones o silenciosos, mezquinos o traidores, ingenuos o malvados. Los saben despreciables. Les preocupan las masas anónimas y ya desesperadas, capaces de dar sus vidas, incorruptibles, generosas y corajudas.
La indignación fue canalizada, domeñada y mantenida bajo el perfecto control del diálogo y las tortuosas ambiciones de los tartufos. Recibieron sus honores, se inflamaron de promesas y saciaron las ansias revolucionarias de las masas dándole seis meses de vida al dictador y retirando una gigantografía de las paredes del capitolio. Ese fue el asalto al Palacio de Invierno de Ramos Allup, Julio Borges y Freddy Guevara. El 19 de Abril de los tartufos. La revolución de Octubre de los pigmeos.
El acomodo les duró dos años y medio. Cuando se tomaron en serio los poderes obtenidos, La Habana ya había picado’alante: los castró con un TSJ de mentira. Y ante el horror de las masas desbordadas, nuevamente emancipadas y actuando por sus fueros, los ridiculizaron con una contraparte digna de tartufos: la ANC. Pues como los conocen, los retan permanentemente al duelo: “si tienen cojones enfréntennos”. ¿Enfrentarlos Julio Borges, que no resiste un empujón de un coronel de mala muerte? ¿Enfrentarlos lengua’e víbora, con el demoledor poder de la sin hueso? Para culminar la faena, decidieron terminar con la comedia del Conde de Montecristo. Lo mandaron pa’su casa. Se acabaron los cien días que conmovieron al mundo.
Lo que este 15 de octubre se escenifica es el epílogo de la farsa del 19 de Abril de los tartufos. Un simulacro. Ya sin bríos ni ímpetus liberadores. Un mero trámite de conveniencias. Orquestado en República Dominicana o en Ramo Verde. Asómese a la calle y dígame si observa la misma pasión que lo llevó a su centro electoral el 6 de diciembre del 2015. O compruebe por Internet el discurso motivador de nuestros populares y apreciados personajes de nuestra farándula. ¡Cuánta razón tenía el alemán Carlos Marx! Ciertamente, las tragedias de la historia se repiten, pero como farsas.


Tras una jornada electoral que transcurrió entre votantes re-ubicados, pocas colas y lentitud en algunos centros electorales por fallas en las máquinas, la presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), presentó un primer boletín electoral en que aseguro que con el 61,14 % de participación y una trasmisión de 95,8% el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se alzó con 17 gobernaciones mientras que la alianza opositora logró solo 5. El estado Bolívar estaría sin resultados irreversibles.
En una declaración, que sorprendió por la hora, apenas minutos después de las 10 de la noche, una vez leídos los datos, Lucena autorizó a las Juntas Regionales Electorales para adjudicar el triunfo a los ganadores. Dijo que en el caso del estado Bolívar anunciaran en las próximas horas el resultado definitivo.

Estos son los resultados anunciados por el CNE:

Amazonas: Miguel Rodríguez (PSUV) 59%,85% – Bernabé Gutiérrez (MUD) 32%
Anzoátegui: Antonio Barreto Sira (MUD) 52,01% – Aristóbulo Istúriz (PSUV) 46,74%
Apure: Ramón Carrizales (PSUV) 51,92% – José Mootilla (MUD) 32.56%
Aragua: Rodolfo Marcos Torres (PSUV) 56,83% – Ismaael Garcia (MUD) 39,6%
Barinas: Argenir Chávez (PSUV) 52,58% – Freddy Superlano (MUD) 34,35%
Bolívar: No fueron anunciados por no haber una tendencia irreversible
Carabobo: Rafael Lacava (PSUV) 51,96% – Alejandro Feo La Cruz (MUD) 46,41%
Cojedes: Margot Godoi (PSUV) 55,48% – Alberto Galindez (MUD) 42,91%
Delta Amacuro: Lissete Hernández 60,5% (PSUV) – Larissa González (MUD) 39,5%
Falcón: Víctor Clark (PSUV) 51,86% – Eliezert Sirit (MUD) 44,4%
Guárico: José Vásquez (PSUV) 61,68% – Pedro Loreto (MUD) 37,38%
Lara: Carmen Melendez (PSUV) 57,65% – Henri Falcón (MUD) 40,93%
Miranda: Hécyor Rodríguez (PSUV) 52,54% – Carlos Ocariz (MUD) 45,92%
Mérida: Ramón Guevara 51,05% (MUD) – Yeison Guzmán (PSUV) 43,6%
Monagas: Yelitze Santaella (PSUV) 53,94% – Guillero Call (MUD) 43,97%
Nueva Esparta: Alfredo Díaz (MUD) 51,81% – Carlos Mata Figueroa (PSUV) 47,46%
Portuguesa: Rafael la Calle (PSUV)  64,24% – María Beatriz Martínez (MUD) 33,22%
Sucre: Edwin Rojas (PSUV) 59,89% – Robert Alcalíá (MUD) 38,68%
Trujillo: Henry Ranegl Silva (PSUV) 59,9% – Carlos González (MUD) 37,82%
Táchira: Laidy Gómez (MUD) 63,29% – José Vielma Mora (PSUV) 35.38%
Vargas: Jorge Luis García Carneiro (PSUV) 52,35% – Jose Manuel Olivares (MUD) 46,22%
Yaracuy: Julio Leon Heredia 61,68% – Luis Parra 35.81%
Zulia: Juan Pablo Guanipa (MUD) 51,6% – Francisco Arias Cardenas (PSUV) 47,13%

PLAGIO OPORTUNO….NECESARIO. ANTE DESVARÍO EPIDÉMICO VENEZOLANO

En esta hora difícil, quizás la más fatídica de nuestra historia, deseo hacer llegar a los hogares de todos mis compatriotas, mis conciudadanos, tanto en la patria como en el extranjero, este mensaje que les expreso a todos con la misma emoción profunda como si cruzara su puerta y les hablase personalmente a cada uno.

Por segunda vez en la Historia de nuestra nación desde el 5 de julio de 1811, estamos en guerra. Una y otra vez hemos tratado de encontrar una salida pacífica de las diferencias entre nosotros y los que ahora son nuestros invasores quienes ocupan nuestro territorio con los traidores que los sirven, pero ha sido en vano. Nos han forzado a un conflicto. Hemos sido llamados por nuestros aliados para afrontar el desafío de un principio que, si tuviera que prevalecer, sería fatal para cualquier orden civilizado en el mundo.

Es el principio que permite a un Estado la búsqueda egoísta del poder, que hace caso omiso de los tratados y sus solemnes promesas, que consciente y promueve el uso de la fuerza o la amenaza con ella contra la soberanía y la independencia de su propio pueblo y de las de otros estados.

Este principio, instaurado en nuestra nación y despojado de su máscara, es sin duda la simple doctrina primitiva que dice que la fuerza es el derecho fundamental, que en el siglo XXI es del ámbito del crimen organizado transnacional que si llegase a instaurarse en todo el mundo, la libertad del resto de la Comunidad de Naciones estaría en peligro. Pero mucho más que eso, los pueblos del mundo serían sostenidos en la esclavitud del miedo, todas las esperanzas de paz que nos formáramos y de la justicia y la libertad entre y dentro de las naciones estarían acabadas.

Esta es la última cuestión que nos enfrenta. Por todo el bien de lo que nos es querido y del orden y la paz mundial, es innegable que nosotros nos neguemos a cumplir este desafío.

Es por este alto objetivo que ahora convoco a mis compatriotas, a mis conciudadanos, en sus hogares y a los que están en el exterior escapando del acoso y la persecución promovida por algunos y absurdamente tolerada por las mayorías confundidas por el terror, para que hagan propia nuestra causa. Les solicito que se mantengan firmes, en calma y unidos en estos tiempos de prueba. La tarea será difícil.

Puede haber días más oscuros por delante y la guerra no se limita al campo de batalla, pero sólo podemos hacer lo correcto, como vemos lo justo, y con reverencia comprometer nuestra causa a Dios.

Si todos y cada uno nos mantenemos firmemente fiel a ella, listos para cualquier servicio o sacrificio que se pueda exigir, entonces, con la ayuda de Dios, prevaleceremos.

Que Él nos bendiga y nos guarde a todos.

Jorge VI de Inglaterra. Palacio de Buckingham. 3 de septiembre de 1939.

(*) Miembro del Poder Electoral de Venezuela en el “exilio” a partir de 22AGO2003.


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