Como devota admiradora de Monseñor Salvador Montes de Oca,
creo oportuno señalar algo que creo un error, que aparece en la pag.34 del libro escrito por el Cardenal Baltasar
Porras, titulado “Camino a los altares, breve biografia de Mons. Salvador
Montes de Oca”, publicado por la Arquidiocesis de Merida y la Fundacion “Monseñor
Salvador Montes de Oca” con motivo de reeditar lo escrito sobre el Obispo
Martir, II Obispo de Valencia (Edo. Carabobo), en vías de su esperada y
merecida canonización.
Fui muy amiga de la honorable dama, Doña Carmen Teresa Figueredo
de Araujo, y ella me conto, dada mi admiración por Monseñor Montes de Oca, uno
de los más graves problemas que enfrentó el Obispo y que fue una de las mas
significativas causas de su expulsión de la ciudad valenciana que le fue tan
ingrata al ilustre Prelado, y que la señora Carmen Teresa narra como testigo de
excepcion con su lenguaje tan sencillo, en su libro “RECUERDOS”, Edicion
privada de 1000 ejemplares por Polster Publicidad, Foto reproducción Raul
Clemente Editores, Impreso en Venezuela por Cromotip 1993, (170) pags. hecho que aparece registrado en las pags.
66-67-68-69 y 70 y que sucedió con una honorable dama, “para esa época una de
las muchachas mas lindas” llamada Maria Orozia Viso “una morena con ojos bellísimos,
pelo negro…” quien después de haber sufrido un hondo agravio por su novio oficial
que se caso con otra, decidió aceptar por esposo al Gobernador de Valencia:
Hugo Fonseca “un hombre ya maduro, buen mozo, que vestia impecablemente y olia
siempre a perfume, usaba un gran brillante en el dedo y era sumamente agradable”
quien “no dejaba de seguirle los pasos”. “Aquello en aquel tiempo fue algo
insólito”; Maria Orozia al corroborar en casa de los Figueredo la triste
realidad del matrimonio de su novio con otra dama valenciana, solicito prestado
a Doña Colombia de Figueredo el teléfono, para llamar a Hugo Fonseca, quien al
poco tiempo se apareció “con una cesta de “Marciano”, (una tienda de “delicatesses”
de la época) que era famosa aquí, llena de todo, de champaña, vinos, dulces,
chocolates, manzanas, uvas, todo un derroche. A mi (Doña Carmen Teresa
Figueredo) me parecía una maravillosa realidad, era como un mago. Desde ese dia
empezaron los amores de Maria Orozia y Hugo. El era divorciado y la gente estaba
horrorizada, pues en esa época era como un pase directo al infierno. Don
Augusto Viso, el papa de Maria Orozia, no quería por nada esos amores, misia
Concha, su mama, sufria mucho con todo esto. Don Augusto dijo que Hugo no entraría
a su casa jamas como novio de su hija, pero como ella estaba decidida a casarse
con el, entonces el dijo que iria el dia de su matrimonio y punto. Misia Concha
le suplico a mama que si Hugo iba a casa y se encontraba con Maria Orozia lo
aceptara. Por supuesto, eso y mucho mas hubiera hecho mama en vista de todo lo
que los Viso habían hecho por nosotros durante el tiempo de la prisión de mi
papa”…(Ibid pp 66-67)
”Continuando con Hugo Fonseca el siempre iba a casa encontrarse
con Maria Orozia y allí planearon su boda. A causa de esto, mama se echo el mundo
encima. Mama era la presidenta de las “Damas Catolicas” y un dia cuando llego a
la reunión, no la dejaron entrar, luego le dijeron que se habían reunido de
urgencia y decidieron no solo quitarle el cargo de presidenta sino expulsarla
de la sociedad. Eso fue horrible para mama, la llamaron “alcahueta” y muchas
cosas mas. Esas mismas “Matronas” al pasar el tiempo tuvieron que aguantar que
sus hijas se casaran con divorciados. Asi es la vida. ¡Un boomerang!. Monseñor
Montes de Oca trato de influir para que no se casara Maria Orozia con Hugo.
Desde días antes estaba hablando en la catedral sobre las que se desposaban con
divorciados, que eran excomulgados, que no eran recibidos por la Iglesia, que
vivian en concubinato y que no deberían ser tratados por las personas católicas.”(
Ibid pag.69)
“El dia de la boda, se distribuyeron hojitas en las
iglesias, diciendo mas o menos todo lo anterior. Hubo intentos de boicotear el
acto del matrimonio.” (Ibid pag.69)
“A papa y a mama le enviaron un sobre con una carta de esas,
mama lloro y se mortifico aun mas, cuando supo que Don Augusto y Misia Concha habían
recibido también un sobre con una nota anexa terrible. Nunca se supo quien la
envio” (Ibid pag. 69)
“Como el General Gomez vivía en concubinato, asimismo otros
mas, parece que la actitud del Obispo disgusto a mucha gente y le llamaron y
recomendaron que se fuera un tiempo a Italia, mientras se aplacaban las cosas aquí”
(Ibid pag.70)
“Esto que escribo juro que fue cierto. No juzgo a nadie, eso
lo dejo a Dios, pero como he oído tantas cosas sobre el tema, quise aclararlo y
eliminar unas cuantas versiones que circularon” (Ibid pag.70)
Fiel a mi amistad con Doña Carmen Teresa y a mi devoción por
Monseñor Montes de Oca, a quienes Dios tiene en su Gloria, publico estos párrafos
del libro “RECUERDOS”, para que se sepa la historia como es, y para que si es
posible su Excelencia el Cardenal Baltasar Porras corrija que el nombre del
Gobernador de Valencia que el cita en su opúsculo en la pag.34, Santos Matute Gomez, no es el protagonista de
ese hecho capital en la vida de Monseñor Montes de Oca, sino Don Hugo Fonseca.
Muchas gracias.
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