Urano genera iluminación en la Luna de Buda
Textos tomados del blog "Termometro Zodiacal" de Pedro Gonzalez Silva.
La Luna Llena que se produce en el ciclo solar de Tauro, es la Luna del Buda, en honor al gran Maestro espiritual, Sidharta Gautama, quien logró llegar a un estado de conciencia expandido y elevado, eso a lo que llamamos iluminación, y ese estado de conciencia, es el estado “búdico”.
Conmemoramos al Buda en Luna Llena, y es bueno tomar en cuenta que nuestro satélite rige nuestro mundo psíquico y emocional, y cuando está en su fase llena, esa marea emocional está al máximo de elevación. La Luna se relaciona con nuestro subconsciente, con nuestra memoria acumulada, y en el subconsciente guardamos nuestras experiencias, cual si fueran álbumes llenos de fotos.
En álbumes de fotos, solemos atesorar nuestros buenos recuerdos, a nadie se le ocurre tener un álbum de malos momentos. Sin embargo, nuestro subconsciente sí acumula las malas experiencias, al igual que las buenas, y se van acumulando como en un baúl.
Esas malas experiencias en nuestro subconsciente, aparentemente se van olvidando, sin embargo afloran a manera de temores o complejos, cuando nos enfrentamos a nuevas experiencias que se parecen a las vivencias pasadas; por ejemplo, la frustración de un fracaso amoroso puede aflorar como temor, cuando nos enfrentamos a la posibilidad de un nuevo enamoramiento.
Todas esas experiencias negativas que podemos haber acumulado, es necesario hacerlas aflorar, tomar conciencia de ellas, y limpiar nuestro subconsciente “perdonando” esas situaciones del pasado.
Un momento muy favorable para hacer esa limpieza del subconsciente es en tiempo de Luna Llena, pues el ambiente se hace más propicio para que aflore todo aquello que hemos acumulado allí.
Y aún más favorable es hacerlo cuando el plenilunio es el que se produce a finales de abril y primera quincena de mayo, cuando el Sol transita por Tauro, pues esa es la Luna Llena de Buda, maestro espiritual que dejó una importante enseñanza para vencer emociones perturbadoras y alcanzar la paz interna y la claridad mental. Buda entendió que el karma a vencer es el sufrimiento, que se reproduce cuando mantenemos ciertos recuerdos fijos en la mente, muchas veces de manera obsesiva.
Las enseñanzas de Buda van más allá de connotaciones religiosas; pueden ser aplicadas desde cualquier creencia o religión, pues tienen que ver con nuestro mundo psíquico y el desarrollo de nuestra mente.
La Luna Llena de Buda se produce cuando nuestro satélite está en Escorpio frente al Sol en Tauro, y en esta ocasión, esto ocurrirá el miércoles 10 de mayo, a las 5:44 de la tarde, hora de Venezuela (21:44 hora universal).
Es muy significativo que la Luna Llena de Buda sea en Escorpio, pues este es un signo intenso y radical, donde la energía lunar se desajusta y nos puede llevar a muy fuertes y perturbadores extremos emocionales, y justamente esta tendencia es ideal para aplicar la enseñanzas de Buda, la cuales son parte de sus propias vivencias personales.
Buda, el príncipe Sidharta Gautama, vivió en carne propia los extremos en su vida; primero la extrema riqueza, aislado en un mundo de fantasía, ajeno a los sufrimientos del resto del mundo, y luego, al entrar en contacto con la realidad, quiso vivir el otro extremo, la pobreza extrema.
Finalmente, comprendió que el punto medio, el punto de equilibrio, era el camino para alcanzar la paz interna; comprendió que toda situación tiene dos caras y hay que colocarse en el medio, desde donde se ve la globalidad, el Todo, desde donde alcanzamos la comprensión perfecta e integramos las aparentes paradojas de la vida. Eso es alcanzar la iluminación, la comprensión de la verdad, y ello lleva a la paz interna, al equilibrio.
La Luna en Escorpio lleva a los extremos emocionales y es un gran trabajo interno meditar con ella para transmutar energías perturbadoras y alcanzar un estado de paz interna.
Buda dejó la enseñanza de vencer el sufrimiento que se produce desde nuestro mundo emocional; cuando nos enganchamos en las emociones perturbadoras nuestra mente se nubla; cuando alcanzamos el punto de equilibrio y aprendemos a ver las emociones desde lejos, sin engancharnos en ellas, damos claridad a la mente, al absoluto presente.
El Sol en Tauro ilumina a la Luna en Escorpio; el signo del toro toma su nombre de la constelación que lleva su mismo nombre, y en ese grupo de estrellas, hay una que destaca por su brillo: Aldebarán, conocida como el “ojo del Toro”, y cuyo simbolismo puede asociarse a la iluminación, al estado búdico.
En esta ocasión, en este plenilunio, se produce una interesante coincidencia astrológica: la conjunción en el signo de Aries de Mercurio, el astro de los procesos mentales, y Urano, el planeta de los poderes visionarios, vanguardistas, renovadores.
Esta coincidencia ayuda a que a través de la meditación en esta Luna Llena, logremos romper viejos esquemas mentales, viejos paradigmas, experimentar un “relámpago” iluminador que nos conecte con la totalidad, que nos haga ver el futuro en el presente, que nos una a todo cuanto existe, que nos lleve a un alto estado de comprensión y nos permita ver las cosas como son.
Les recomiendo visualizar por 5 minutos los dos arcanos del tarot que he colocado como ilustraciones en este artículo: El Loco, arcano 0, cuya energía es de Urano, y nos conecta con la superconciencia, con ese Todo inmanifestado, el poder creador; y el arcano 1, El Mago, cuya energía es de Mercurio, y nos conecta a la autoconciencia, a la capacicad de prestar atención conciente para canalizar ese poder creador y llevarlo a manifestar hechos concretos.
En la Luna Llena de Tauro se celebra el Festival del Wesak, como conmemoración budista donde se le rinde tributo al gran Maestro espiritual. Wesak significa (en lengua pali, de la India) el mes lunar ubicado entre abril y mayo, que es donde se produce la Luna Llena de Buda, en esta ocasión, es el 10 de mayo.
La tradición atribuye al propio Buda la instrucción sobre la manera adecuada de rendirle homenaje. Poco antes de morir, vio a su fiel servidor Ananda, llorando. El Buda le aconsejó no llorar, sino comprender la ley universal de que todas las cosas compuestas (incluyendo incluso su propio cuerpo) no son permanentes.
Hizo hincapié en que la manera de rendirle homenaje era tratando de seguir sinceramente sus enseñanzas. Así es como se espera que los budistas y aquellos que toman en cuenta el legado filosófico y espiritual del Buda, celebren Wesak aprovechando la oportunidad para reiterar su determinación de llevar una vida noble, desarrollar sus mentes, practicar la bondad amorosa y trabajar para traer paz y armonía a la humanidad.
SÁBADO, 29 DE ABRIL DE 2017
Inicia “Misión Leo” del Nodo Norte: Liderazgo…
Los Nodos Lunares han comenzado su proceso para “mudarse” de un signo a otro, por lo cual ya el Nodo Norte tiene “un pie” en Leo y otro en Virgo, y el Nodo Sur, uno en Piscis y otro en Acuario, dando inicio a un gradual cambio energético que promueve un nuevo rumbo en el destino individual y colectivo de cada uno de nosotros, los seres humanos.
Expliquemos esto mejor. Primero que nada, hay que recordar que los Nodos se mueven en pareja, por lo que el Nodo Sur siempre estará en el signo opuesto en el que esté el Nodo Norte, uno frente a otro; el Nodo Norte marca nuestro aprendizaje y misión en esta vida, y el Nodo Sur, nuestro karma, lo que venimos a superar de vidas pasadas.
Los Nodos Lunares no son cuerpos tangibles, sino puntos energéticos que se forman como producto de la interacción de la Luna, el Sol y la Tierra; no obstante, su influencia en los seres humanos es poderosa.
Los Nodos se mueven hacia atrás en el zodíaco, pero a la vez intentan avanzar, algo así como “un pasito adelante y uno atrás”, pero predomina el paso hacia atrás. Eso, astronómicamente se llama “nutación”, y hace que cada Nodo vaya como “bailando” o “vibrando”, de tal forma que por ese motivo, los mismos se calculan de dos maneras: el Nodo “medio”, y el Nodo “verdadero”.
El Nodo medio toma en cuenta todo el espectro vibratorio de este punto energético, y de allí se saca un promedio para tener una ubicación en la rueda zodiacal, ya que como se bambolea, él puede estar en varios puntos casi al mismo tiempo. En cambio, el Nodo verdadero, es el epicentro de esta energía, el punto exacto de donde se origina este campo energético.
El asunto es que los Nodos Lunares “medios”, ya entraron a Leo y Acuario (Nodo Norte en Leo y el Sur en Acuario) el pasado viernes 28 de abril, mientras que los Nodos “verdaderos” entrarán el próximo martes 9 de mayo, por lo que estos días desde el 28 de abril al 9 de mayo, son de transición hacia un nuevo rumbo del destino y de aprendizaje individual y colectivo.
Todas nuestras vivencias acaecidas con el paso de los Nodos por Virgo y Piscis (los Nodos cambian de signo cada año y medio) empezaremos a reconocerlas y a vivirlas en forma tangible, cuando estos puntos se despidan totalmente de este par de signos, para entrar a Leo y Acuario.
La misión del Nodo Norte en Virgo que nos ha de enfocar al orden, al análisis, al sentido práctico y al servicio a los demás; y los arraigos kármicos del Nodo Sur en Piscis, que nos deben llevar a reconocer lo bueno de lo malo, y a no dejarnos enganchar por nuestro mundo emocional sin primero razonar las cosas, serán tareas que ahora podremos poner en práctica con mayor claridad.
Mientras, los Nodos activan la nueva misión, con eventos que se irán enlazando para seguir armando un destino individual y colectivo.
El Nodo Sur en Acuario nos traerá toda una ola de rebeldía, deseos de cambio e innovación, creatividad y visión de futuro, pero deberemos superar arraigos kármicos relacionados con la anarquía, el individualismo, la terquedad y las decisiones irreflexivas, por lo que toda esa energía se canalizará a través del Nodo Lunar Norte en Leo, que nos debe llevar a un aprendizaje relacionado con el liderazgo, con la función social y de generar cambios de ese liderazgo, con la capacidad de organizar toda esa corriente renovadora que está latente, de dar conducción y dirección.
VENEZUELA COMO EJEMPLO
Tomaremos a nuestro país, Venezuela, para dar ejemplo de la importancia que tienen los Nodos Lunares, que cada 18 años aproximadamente, hacen el recorrido completo por la rueda zodiacal.
Nuestro país tiene el Nodo Norte en Virgo y el Nodo Sur en Piscis, por lo que poco más de 18 años atrás, tuvo a los Nodos acoplados a los de su carta astral, y eso “coincidió” con el proceso de cambio político que se fue acentuando entre 1997 y 1998, con el derrumbe de partidos políticos tradicionales, y el surgimiento de nuevas opciones políticas, no tradicionales.
Cuando se concretó el cambio político en Venezuela en las elecciones de diciembre de 1998, ya los Nodos habían salido de Virgo y Piscis, y recién entraban a Leo y Acuario. De aquí sacamos como conclusión, que los Nodos en su paso por donde los tiene Venezuela, generaron un proceso importante de cambios, pero esos cambios se concretaron, una vez los Nodos salieron de donde el país los tiene.
Ahora ocurre algo similar. Los Nodos Lunares han estado transitando por Virgo y Piscis desde octubre de 2015, sobre los Nodos de la carta astral del país; eso empezó a generar un proceso de cambios muy importante, que comenzó especialmente en diciembre de 2015, con las elecciones parlamentarias, que modificaron en forma sorpresiva y contundente, el panorama político existente hasta ese momento.
Ahora que los Nodos Lunares se despiden de Virgo y Piscis, probablemente los aprendizajes kármicos que nos han tocado vivir, podrán ser vistos y analizados con mayor claridad, y también es muy posible que producto de esto, y de los enlaces que nos da el destino, se concreten los procesos de cambio que ha estado viviendo el colectivo venezolano, y se dé inicio a un nuevo gran ciclo. En este aspecto es importante recalcar que esta nueva misión que nos trae el Nodo Norte en Leo, se enfoca en el liderazgo.
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