Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

viernes, 31 de marzo de 2017

En Venezuela siempre habra un futuro de esperanzas y Fe en sus valores...Siempre habra un venezolano en alguna parte del mundo que demuestre el valor del gentilicio y talento nacional


El sábado 11 de marzo, en la Catedral Metropolitana de Valencia, se dio inicio formal al proceso de beatificación y canonización del Siervo De Dios Monseñor Salvador Montes de Oca, segundo Obispo de Valencia (1.927-1.934) y monje de la Cartuja Farneta, en Lucca (Italia).



15 marzo, 2017 \ ENPAISZETA

El sábado 11 de marzo, en la Catedral Metropolitana de Valencia, se dio inicio formal al proceso de beatificación y canonización del Siervo De Dios Monseñor Salvador Montes de Oca, segundo Obispo de Valencia (1.927-1.934) y monje de la Cartuja Farneta, en Lucca (Italia). La ceremonia en cuestión fue presidida por Su Eminencia Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida, acompañado de Su Eminencia Jorge Liberato Cardenal Urosa Savino, Arzobispo de Caracas; de Monseñor Reinaldo Del Prette Lissott, Arzobispo de Valencia y de otros distinguidos prelados. Contó  asimismo con la presencia de una nutrida representación del Clero Arquidiocesano y de fieles de la Arquidiócesis que se hicieron presentes en forma masiva para testimoniar su reconocimiento y admiración por la figura de un venezolano de méritos excepcionales que transita hoy el camino de la santidad.
Nota de prensa
Durante la homilía, el Cardenal Porras resalto las cualidades extraordinarias del personaje signadas por su sencillez de vida, verticalidad de su carácter y entrega total y apasionada a su ministerio sacerdotal, a la Sagrada Eucaristía y a la devoción mariana.


Monseñor Reinaldo Del Prette arzobispo de Valencia, su Eminencia Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo arzobispo de Mérida, Reyna Lara de Montes de Oca presidente de la Fundación Monseñor Salvador Montes de Oca, Monseñor Luis Armando Tineo Obispo de Carora y Pbro Antonio Arocha vice postulador de la causa
Finalizada la celebración eucarística y aprovechando los modernos recursos audiovisuales de la remozada Catedral de Valencia, se presentó a la concurrencia un vídeo documental sobre la vida y obra de Salvador Montes de Oca; seguidamente se procedió a la instalación del tribunal de la causa para dar cabal cumplimiento a lo ordenado por los miembros de la Congregación para la causa de los Santos en el Vaticano,  quienes acogieron con beneplácito la solicitud que en este sentido les presentara la Dra. Silvia Correale, postuladora ante la Santa sede de la Causa de Beatificación y Canonización de Salvador Montes de Oca y en consecuencia autorizó dar inicio al importantísimo y vital proceso diocesano que conocerá sobre la vida, virtudes, fama de santidad e intercesión de quien fuera 2do Obispo de la Diócesis de Valencia y hoy en día en camino a los altares.

Presentación del libro ¨Camino a los Altares, una breve biografía de Monseñor Salvador Montes de Oca

Momento de la instalación y juramentación del tribunal y la comisión de historiadores que trabajarán en las investigaciones de la vida y obra del Obispo Montes de Oca
El Tribunal quedo integrado de la siguiente manera: Pro. Lic. Nelson Rogelio Borges Figueredo, Juez Delegado; Pbro. Lic. Rudy Rajk Miscovich, Promotor de Justicia; Pbro. Lic Elking V. Rincón, Notario y el Pbro. Lic. Antonio Luis Arocha MendozaVice Postulador de la causa.
La comisión histórica, una herramienta vital de apoyo al proceso, será presidida por el Cardenal BaltazarPorras Cardozo y en ella estarán también presentes los historiadores Pbro Luis Manuel Díaz, María Elena Mestas, Luis Cubillan Fonseca y el Pbro Alberto Álvarez. Una vez instalado el tribunal y la mencionada comisión, todos sus integrantes, junto al Arzobispo y al Vice Postulador de la Causa, presentaron el juramento correspondiente.



Para finalizar el acto de la apertura de la causa, fue develada una fotografía de Monseñor Montes de Oca que permanecerá en la catedral de Valencia. Luego Su Eminencia Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo presentó el libro de su autoría con el título: “Camino a los Altares, una breve biografía de Monseñor Salvador Montes de Oca¨, publicado por la arquidiócesis de Mérida y la fundación Monseñor Salvador Montes de Oca. Durante la presentación del libro, Reyna Lara de Montes de Oca,  presidenta de la fundación, expresó su alegría y emoción de poder ser parte de todo el proyecto y contar pronto con la aprobación por parte de la Iglesia. La fundación “Monseñor Salvador Montes De Oca” invitó a los familiares y a la comisión a un compartir fraterno en las instalaciones del Seminario de Valencia.
De esta manera se dio inicio al ansiado proceso de beatificación y canonización que  – Dios mediante -, en un tiempo no lejano, servirá para inscribir en el catálogo de los santos, a uno de los venezolanos de mayor relevancia y significación de la historia de la Iglesia venezolana.
Fotos Especial ENPaís/Zeta


 Jesuitas






Jornada de estudio sobre Mons. Salvador Montes de Oca

El jueves 26 de febrero de 2015 se celebró en la UCAB esta jornada, en el marco de los 70 años de la muerte de este prelado venezolano, poco conocido del gran público.
Nació en Carora en 1895 de una familia muy religiosa, en la que se cuenta con más de 100 sacerdotes desde los tiempos coloniales. Tuvo sin embargo que colaborar con el sostenimiento de su familia vendiendo de niño dulces caseros y empanadas y cuidando chivos de sus parientes. Muy pronto sintió la vocación sacerdotal y se lo manifestó al obispo de Barquisimeto en una de sus visitas pastorales.
Ingresa en el seminario y recibe la ordenación de Mons. Alvarado el 14 de mayo de 1922. Desde el comienzo manifestó su carácter rectilíneo en defensa del orden social y moral. A escasos cinco años de su ordenación sacerdotal recibe el nombramiento como obispo de Valencia, antes de cumplir los 32 años. Pero su enfrentamiento con el gobierno regional con motivo del matrimonio contra las normas de la Iglesia de un mandatario, le llevó a la expulsión del país, hecho que ocurrió en 1929.
Pudo regresar a su diócesis dos años más tarde, pero luego renunció a ella para ingresar en Italia en la Congregación de los Sacramentinos. Posteriormente reforzó la llamada que sentía de Dios a más perfección en la vida cartujana e ingresó en la cartuja de Farneta, donde José Gregorio Hernández había pasado cerca de un año en 1908. Por el hecho de haber amparado a refugiados de la guerra fue apresado por los soldados alemanes y fusilado el 10 de septiembre de 1944.


Los conferencistas de la Jornada presentaron diversos aspectos de su vida sacerdotal y religiosa, enmarcadas en la situación de la Iglesia en las primeras décadas del siglo XX, culminando con la vigencia de su figura para los tiempos actuales. Marielena Mestas, Rodrigo Conde, Egilda Rangel, Manuel Donís, María Soledad Hernández, Horacio Biord Castillo, Oswaldo Montilla y Mons. Baltazar Porras encantaron al auditorio con su saber y las anécdotas de la vida de Mons. Montes de Oca.
El auditorio estuvo compuesto por el Sr. Nuncio, Mons. Diego Padrón y muchos seminaristas del Alto Hatillo, de Santa Rosa de Lima y de Valencia, además de profesores de la UCAB y familiares directos de Mons. Salvador, que pertenecen a la Fundación Montes de Oca, patrocinadora del evento junto con la Cátedra Fundacional padre Luis Azagra, Cátedra Fundacional Marcel Granier y la Facultad de Ingeniería de la UCAB.

Mons. Salvador Montes de Oca, víctima venezolana en la Segunda Guerra Mundial
mayo 8, 2015 -  Jesús María Aguirre
Con motivo de la firma del armisticio el 7 de mayo de 1945 y para celebrar el triunfo de los Aliados y de la Unión Soviética sobre la Alemania de Hitler, se han organizado numerosos eventos en los países europeos y también Venezuela se ha sumado a ellos. El mismo Presidente Maduro y su homólogo de Cuba, Raúl Castro han ido a Moscú para conmemorar la victoria del Ejército Rojo. (Véase en la revista SIC el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Moscú en 1945)
Los periodistas Alejandro Hinds y Manuel Tovar del diario El Nacional han hecho un buen arqueo sobre los venezolanos que fueron enlistados en esta Segunda Contienda Mundial. Según el reportaje “a diferencia de la Primera Guerra Mundial, cuando más de 30 connacionales lucharon en las filas aliadas, apenas un puñado de venezolanos participó en la Segunda Guerra Mundial”. Un conocedor de la historia bélica, Clemente Balladares, considera que la intervención venezolana contra el Eje Roma-Berlín, se dio inmediatamente después de que los nazis mataran al caroreño Mons. Salvador Montes de Oca en la masacre del monasterio de los Cartujos en Massa (Italia), si bien ya en 1942, cinco venezolanos habían muerto en el ataque de un submarino alemán al vapor Monagas.
Para lo cristianos esta muerte cobra un especial significado por las circunstancias en que se produjo y por la inocencia de las víctimas, enclaustradas en un monasterio. En el Diario La Religión de 1944 apareció la noticia sobre la detención de algunos Sacerdotes y algunos civiles en la Cartuja y ahí se notifica de su ejecución con otras 30 personas.
En 1945 se hizo pública la muerte de Mons. Montes de Oca y la Iglesia venezolana decretó máximo duelo en reconocimiento de su vida y muerte martirial . Fue sepultado en la Catedral de Valencia.
La Cátedra por la Paz, UCAB y la C.E.V quisieron honrar en marzo pasado la memoria del ilustre prelado, que dignifica a la Iglesia Católica de Venezuela
La siguiente biografía se la debemos a la Lic. Marielena Mestas, quien en las Jornadas de Jornadas de Estudio “Mons. Salvador Montes de Oca: Vida, Tiempo y Trascendencia” en el marco del 85 aniversario de su  expulsión de Venezuela y 70 de su muerte, realizó una reseña histórica de la vida de Mons. Salvador Montes de Oca.
Nació el 21 de octubre de 1895 en Carora, Edo. Lara. En el año 1910 entra al Seminario Santo Tomás de Aquino y en 1927 fue consagrado Obispo de Valencia, allí defendió sus arraigadas convicciones en pro de la libertad y los derechos humanos, demostrando especial preocupación por los presos políticos confinados en el castillo Libertador. Dedicó especial atención a los familiares de los detenidos, cuando muchos les dieron la espalda.  No perdía  tiempo para predicar. El  aspecto que resalta  es que se dedicaba a escribir para llegar hasta los feligreses. En su labor Pastoral lleva a cabo visitas a todos los poblados más recónditos de Venezuela, realizando bautismos, confirmaciones y comuniones. Algunos aspectos resaltantes de su pontificado son: Es nombrado Director del Centro de Damas Católicas. Visitas a los presos y a sus familiares con las Damas Católicas, como forma de acompañamiento cercano. Les inculca amor a los Sacramentos y fervor Mariano. Inicia la construcción del Seminario de Valencia, con sus propios recursos. Anima la primera peregrinación Coromotana hasta Guanare.
Fue muy caritativo y cercano a los intereses espirituales de su diócesis. Su actuación decidida a favor de la libertad, su enfrentamiento con la política del gobierno en cuestiones relacionadas con la Iglesia le hicieron merecedor de la expulsión de Venezuela el 11 de octubre de 1929. El día de su expulsión venía de Valencia, lo interceptaron  en Los Teques. Luego fue conducido al puerto de La Guaira y de allí a la Isla de Trinidad. Desde allí dirige la Diócesis a distancia. En 1931 el Presidente Gómez suspende el decreto de expulsión. Se incorpora a la Radio para predicar sobre moral y religión. En 1934 fallece su madre, este acontecimiento cambia mucho su ánimo. Luego se enferma de peritonitis. En 1935 entra a la orden de Los Sacramentinos y en 1942 abandona la vida contemplativa  e ingresa a la Cartuja. En septiembre de 1944 los nazis tomaron la Cartuja. Por acoger y defender personas inocentes Mons. Montes de Oca fue llevado a Monte Magno. Allí, luego de padecer durante varios días salvajes torturas, fue fusilado, junto al prior, el día 7. Contaba entonces con 49 años. Sus restos, al igual que los del Prior Brintz fueron incinerados,  permaneciendo desaparecidos hasta que se hallaron y exhumaron el  7 de febrero de 1947. Recibió honores póstumos en la Catedral de Lucca y en la Iglesia de los Sacramentinos, en Roma. Sus restos fueron trasladados a Venezuela, arribando el 11 de junio. Desde el día 15 de ese mes, reposan bajo el presbiterio de la catedral de Valencia.
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Salvador Montes de Oca a la beatificación
Richard Alexander Lameda/ con información de José Colmenárez (Curia) | 
El 11 de marzo se apertura oficialmente el proceso de beatificación del caroreño Salvador Montes de Oca, en una misa en la Catedral de Valencia, estado Carabobo, presidida por monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, y por el obispo de Carora Luis Armando Tineo.
Del Prette dio a conocer en Carora y a todo el país los pasos que a finales del año pasado y a principios de 2017 se realizaron con relación a dicho proceso para que Montes de Oca sea llevado a los altares de Venezuela y el mundo.
Cabe destacar que los responsables de la causa de beatificación de Salvador Montes de Oca son monseñor Del Prette, el obispo Luis Armando Tineo; Marielena Mestas, historiadora y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello y Reyna Lara de Montes de Oca, presidenta de la fundación Monseñor Salvador Montes de Oca.
El arzobispo de Valencia recordó que Montes de Oca nació en la ciudad levítica de Carora el 21 de octubre de 1895, y el pasado 06 de septiembre se cumplieron 72 años de su muerte. También rememoró su fusilamiento por los nazis durante la II Guerra Mundial en Italia, en 1944. Sus restos fueron arrojados en una fosa común y al ser recuperados en 1947 se trasladaron a Venezuela para enterrarlos bajo el presbiterio de la Catedral de Valencia, donde fue obispo entre 1927 y 1934.
La primera etapa para el proceso de beatificación constituye la introducción al petitorio en la ciudad de Roma, ante la Santa Sede, de un informe que fue admitido, el cual relata principalmente la vida de Montes de Oca, contada testimonialmente por personas con más de 90 años que lo conocieron en persona, “y son testigos fieles de que Montes de Oca es un Santo”.
Detalló Del Prette que entre los requisitos para su beatificación era poder tener la afirmación del obispado de la ciudad de Lucca en Italia, lugar donde fue fusilado este mártir caroreño.
Consideró que esta causa histórica se encuentra muy adelantada y se espera el decreto por parte de Roma para abrir formalmente el proceso con las comisiones que considere el Vaticano.
Explicó que una vez que la congregación para las causas de los Santos inicie formalmente, ya la iglesia puede considerar venerable y siervo de Dios a monseñor Montes de Oca, hecho que para los caroreños y valencianos sería un gran mérito y los impulsaría a seguir trabajando hasta poder hacerlo santo.
Afirmó que luego que comiencen los estudios en Roma el siguiente paso sería declararlo venerable, luego de haber estudiado su vida basada en las virtudes humanas y cristianas en grado heroico.
Del Prette explicaba que una vez que sea declarado venerable se debe difundir por toda Venezuela su vida y obra para que el mártir pueda realizar un milagro bajo la intercesión de Dios y éste sea aprobado por la Santa Sede para declararlo Beato. Posterior a ello se necesitaría un segundo milagro para que la iglesia universal lo considere Santo y sea canonizado.
Ante la pregunta si el proceso seria largo, el prelado detalló que por tratarse de un Mártir y una causa histórica, el proceso de beatificación es mucho más rápido y fácil que las beatificaciones ordinarias.

Pronto se abrirá el proceso de beatificación de Salvador Montes de Oca
José Colmenárez | Prensa Diócesis de Carora |Noviembre 28, 2016

La mañana de este viernes Monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, dio a conocer a la ciudad de Carora y a todo el país los pasos que se han dado en relación al proceso de beatificación de Monseñor Salvador Montes de Oca, II Obispo de Valencia.
Monseñor Del Prette, estuvo acompañado de monseñor Luis Armando Tineo, obispo de Carora; Marielena Mestas, historiadora y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello, y Reyna Lara de Montes de Oca, presidenta de la Fundación Monseñor Salvador Montes de Oca, quienes son los responsables de la causa de beatificación de monseñor Salvador Montes de Oca.
Al inicio de la intervención el arzobispo de Valencia recordó que monseñor Salvador Montes de Oca, nació en la ciudad levítica de Carora, el 21 de octubre del 1895 y el pasado 06 de septiembre se cumplieron 72 años de la muerte de este obispo caroreño, quien fue fusilado por los nazis durante la II Guerra Mundial en Italia en el año 1944 y sus restos fueron arrojados en una fosa común, donde fueron recuperados en 1947 y trasladados a Venezuela y enterrados bajo el presbiterio de la Catedral de Valencia, capital carabobeña de la cual fue obispo entre 1927 y 1934.
Su excelencia, explicó que para los valencianos siempre ha existido un sentido de fe y que sin duda alguna están ante la presencia de un Santo, por lo que afirmó que es el momento de que se haga el estudio de la vida de Salvador Montes de Oca para que sea llevado a los altares de Venezuela y el mundo entero.
El prelado informó al pueblo de Carora y a todo el país, que ya se encuentran en la primera etapa, e iniciaron el proceso de beatificación con la introducción al petitorio en la ciudad de Roma, ante la Santa Sede.
En este informe presentado ante la causa, los miembros antes mencionados relatan principalmente la vida de Montes de Oca. “En los textos introducidos hablan de toda su obra mediante testimonios de algunos testigos con más de 90 años que lo conocieron en persona y son testigos fieles de que monseñor Salvador Montes de Oca es un Santo”.
Detalló monseñor Del Prette que entre los requisitos para su beatificación era poder tener la afirmación del obispado de la ciudad de Lucca en Italia, lugar donde fue fusilado este mártir caroreño.
Expresó con mucha alegría que esta introducción petitoria fue aprobada por la Iglesia de ese país.
Consideró que esta causa histórica se encuentra muy adelantada con todos estos pasos iniciados. “Estamos ante una causa histórica y ya nos fue aprobada la primera etapa de este mártir. Ahora esperamos el decreto por parte de la ciudad de Roma para abrir formalmente el proceso con las comisiones que considere el Vaticano”
Explicó que una vez que la congregación para las causas de los Santos inicie formalmente la causa, ya a monseñor Salvador Montes de Oca, la Iglesia lo puede considerar venerable y siervo de Dios, hecho que para los caroreños y valencianos sería un gran mérito y los impulsaría  a seguir trabajando hasta poder hacerlo Santo.
Por otra parte, afirmó que luego que comiencen los estudios en Roma el siguiente paso sería declararlo venerable, luego de haber estudiado su vida basada en las virtudes humanas y cristianas en grado heroico.
Del Prette explicaba que una vez que sea declarado venerable se debe difundir por toda Venezuela su vida y obra para que el mártir pueda realizar un milagro bajo la intercesión de Dios y este sea aprobado por la Santa Sede para declararlo Beato.
Posterior a ello se necesitaría un segundo milagro para que la Iglesia Universal lo considere Santo y sea canonizado.
Ante la pregunta si el proceso sería largo, el prelado detalló que por tratarse de un mártir y una causa histórica, el proceso de beatificación es mucho más rápido y fácil que las beatificaciones ordinarias.
Consideró este sea un proceso corto ya que cuentan con diversos estudios, análisis y relatos que aportarían significativamente hechos considerables ante la congregación para la causas de los santos y finalmente monseñor Salvador Montes de Oca sea venerable.
Encuentro con feligreses de la Diócesis de Carora
Una vez culminado el encuentro con los medios de comunicación, los integrantes de la Fundación Monseñor Salvador de Montes de Oca, mantuvieron un encuentro con autoridades civiles, religiosas y movimientos de apostolados de la Diócesis de Carora en la casa del Apostolado Seglar, para exponer ante todos los presentes, lo que concierne a la causa de beatificación, como también la vida y obra de este Mártir que fue fusilado por los nazis.
Monseñor Luis Armando Tineo, quien preside la Iglesia local, manifestó su profundo agradecimiento a todas las personas que integran esta fundación, por llevar este hermoso trabajo y poder en lo posible hacer aportes considerables ante la Iglesia católica, para que este caroreño pueda ser canonizado y sea el Santo de todos los caroreños, valencianos y además para que toda Venezuela pueda ver en él un Santo que luchó por la paz, la justicia y sobre todo por defender el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia en aquellos tiempos de dictadura.


jueves, 30 de marzo de 2017

Este teatro. la trágica Venezuela, lo montamos nosotros. Cada quien en su esfera optó por ser esclavo. Por eso los dirigentes no ofrecen Libertad, pero sí aseguran perpetuar la esclavitud. Ser el nuevo caudillo, un gran salvador. Venezuela busca “el líder” porque vivimos de la magia. Mitos y leyendas de un alma cobarde, negada a crecer.


VENEZUELA: EL PAÍS DE LOS ESCLAVOS
Juan Carlos Sosa Azpúrua | marzo 29, 2017 | Web del Frente Patriotico
Viajamos el siglo XXI atrapados en una cápsula. Lo que experimentamos no tiene vínculo sano con un mundo moderno y sorprendente.

Con instituciones sociales sólidas, el ser humano progresa a estadios existenciales superiores. Se afecta lo más íntimo de su esencia, mutando rasgos mentales y espirituales hacia modelos novedosos, enfocados en preguntas y no en las respuestas. Stephen Hawking afirmó que el conocimiento logrado, en los millones de años de nuestro planeta, no supera el 1% de los misterios que se asoman. Para que el ejercicio imaginativo fluya, la fórmula necesita una constante: Libertad; esencia del Hombre, mecha del alma encendida.

Afuera hay personas descubriendo curas a los males “incurables”, diseñando viajes a Marte y ciudades verdes. Se elevan expectativas y la Tierra se baña en lagos de esperanza. Pero en Venezuela, hablar de esto es lucir extraterrestre, mínimo lunático.
¿Por qué son tan bajas nuestras expectativas?

Somos prisioneros en la máquina del tiempo. Quizás nos metimos en un agujero gusano y llegamos al mundo superado. El país se erige sobre mitos y leyendas. Nuestros pies caminan en la fantasía. No encaramos la realidad de lo que somos. Usamos un disfraz. Ocultamos el miedo, no deseamos confrontarlo. La Libertad es un trofeo del espíritu, el premio al esfuerzo y al valor. Al no confrontar nuestros temores, somos miedosos, incapaces de Libertad. Ser valiente no es fácil.

Conocerse es superar el autoengaño. Vernos a nosotros mismos con rigurosidad, siendo críticos honestos. Al responsabilizarnos de nosotros mismos, perdemos el ansia de escaparnos. No necesitamos a otro que nos regale seguridad y convalide nuestra vida, reafirmando lo que valemos. Madurez es no depender sino de sí mismo para confrontar los dilemas de la existencia.

La mitología griega simboliza el interior de los Hombres con monstruos. Solo enfrentándoles puede vencérseles. Esa lucha, la victoria, es Libertad. Nuestros dragones y culebras somos nosotros mismos. Esa incapacidad que tenemos de confrontar la oscuridad. El miedo a ser libres.

Lo que sufrimos en Venezuela es el fruto podrido del árbol despreciado. Personificamos la sociedad que no se tomó la molestia de pensarse en serio y asumir la vida con rigurosidad crítica, confrontando demonios internos.

Lo más significativo de estos tiempos recientes, es la connotada incapacidad de asumir las riendas de nuestras vidas. Buscamos afuera lo que está adentro. El caudillo es un mesías de almas perdidas. Ansían la salvación, porque están condenadas. Una sociedad persiguiendo salvadores está muerta, porque es esclava. Venezuela suelta el ancla en esa mar y nos ahogamos.

El miedo que no se confronta es cobardía. La valentía es ese temor derrotado. ¿A qué le tememos los venezolanos?

Una comunidad madura protege su Libertad y la defiende con la vida. Sin ella, nada vale la pena, todo es un cementerio. El “Poder” es un espejismo, fantasmas nacidos de las sombras del miedo. El niño grita: El emperador está desnudo. Lo hace, porque no teme. El resto prefiere verlo con traje, joyas y corona. Esta ilusión, facilita el escape. No cargar el peso que implica ser lo emperadores de nuestras vidas.

Este teatro. la trágica Venezuela, lo montamos nosotros. Cada quien en su esfera optó por ser esclavo. Por eso los dirigentes no ofrecen Libertad, pero sí aseguran perpetuar la esclavitud. Ser el nuevo caudillo, un gran salvador. Venezuela busca “el líder” porque vivimos de la magia. Mitos y leyendas de un alma cobarde, negada a crecer.

Estos años lamentables, son escuela. Se han impartido las lecciones de lo que somos, del por qué llegamos a esto. Pero aquí, los alumnos son flojos. Lanzan taquitos y hacen burlitas a sus compañeritos. Pocos estudian. Los estudiantes de nuestra tragedia quieren respuestas rápidas, en chuletas. Hacer las preguntas es demasiado esfuerzo.

El día que cada quien asuma su propio destino, sentirá Libertad. Y ese día, Venezuela dejará de ser esclava.

@jcsosazpurua

El Foro de Sao Paulo comandado por Inacio lula da Silva y Fidel Castro pasó casi 20 años diseñando la toma del poder a nivel mundial, desde ese entonces Venezuela por las riquezas de su suelo fue designada como país financista del proyecto, solo era necesario trazar una ruta y encontrar a un títere que pudiera ser convenientemente manejado por Fidel Castro

¿BROMA O GLOBO DE ENSAYO?

Mercedes Montero | marzo 30, 2017 | Web del Frente Patriotico

El Foro de Sao Paulo comandado por Inacio lula da Silva y Fidel Castro pasó casi 20 años diseñando la toma del poder a nivel mundial, desde ese entonces Venezuela por las riquezas de su suelo fue designada como país financista del proyecto, solo era necesario trazar una ruta y encontrar a un títere que pudiera ser convenientemente manejado por Fidel Castro, Ese traidor se llamaba Hugo Chávez Frías, quien hizo cumplir la ruta trazada al pie de la letra: destrozar al país, anulando la independencia de los poderes del Estado, robarlo hasta empobrecerlo, saquear sus riquezas naturales, quebrar al Estado y la economía privada; acabar con la moral de la nación, borrar de la mente del pueblo la memoria histórica, condenarlo al hambre, miseria, insalubridad, seguridad, servicios Básicos, promoviendo la prostitución, la maternidad y paternidad precoz, logrando que la brutalidad e ignorancia sustituyeran a una buena educación a la que todo ser humano tiene derecho.
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Recordemos que poco tiempo después de la toma de posesión de Hugo Chávez como presidente de Venezuela, Fidel Castro hizo una visita a Canaima, quería ver con sus propios ojos el botín que el “comandante” le había puesto en bandeja de plata. Después de haber pasado revista Fidel, experto en el oficio del robo sabía que el saqueo requería tiempo y fiel cumplimiento de la hoja de ruta explicada en el párrafo anterior.
A lo largo de los 17 años transcurridos hemos visto la demolición de Venezuela como país y nación hasta la vergonzante situación en la que se encuentra hoy en día. La maldad del régimen del anticonstitucional Maduro ha llegado al punto de robarle al pueblo las bolsas de alimentos donadas por el gobierno Mejicano para palear aunque sea por unos días el hambre de parte del pueblo venezolano.
El régimen Castro comunista de Chávez y Maduro después de quebrar las economías pública y privada, empeño al país con todos aquellos países y empresas que haciéndose pasar por amigos le vendieron a Venezuela a precio de pepitas de oro todo aquello que otrora se producía en el país, además de concedieron prestamos con intereses leoninos, entre estos se destacan Brasil, Rusia y China que a partir de estas operaciones ha enviado una gran cantidad de sus ciudadanos a Venezuela quienes han establecido sus guetos particulares. Por no hablar de la cantidad de personajes del medio oriente que forman parte del tren gubernamental. Por supuesto ha llegado la hora de pasar la cuenta y el régimen venezolano no tiene como pagar, pero sigue manteniendo al régimen cubano, sin importarle que el pueblo venezolano este padeciendo una crisis humanitaria sin precedentes, increíble en un país con tanta riqueza. El país ha sido destruido y su pueblo condenado a la miseria.

En el sur de Venezuela hay un gran tesoro al que todos los acreedores de Venezuela le tienen el ojo puesto: son los tepuyes, el Salto Ángel, es la maravilla ecológica de la región, un paraíso de especies vegetales y animales que serían el paraíso para que los chinos saciaran sus deseos de destrozo de la naturaleza, Pero esta traición al país es una barbaridad, por lo tanto requería hacer un sondeo previo de opinión, que en este caso tenía el equivalente a dos módulos. 1- El envió de 60 soldados de la patria a la rivera del Arauca en territorio colombiano. Aparentemente el presidente colombiano Juan Manuel Santos (quien también es miembro del Foro de Sao Paulo) le “mostró los colmillos al contingente venezolano, reforzando con 400 soldados colombianos (el ejército colombiano es el mejor formado de toda América Latina) y llamo la atención a Maduro. Mientras tanto nadie en Venezuela se comió el cuento.

Paralelamente al “incidente” ya descrito corrió por las redes un video, equivalente a un globo de ensayo en el que un señor ataviado como un pastor del medio oriente proponía como homenaje a la memoria del “comandante eterno”: tallar en la cara frontal del Auyantepui el rostro del Chávez, trabajo que podría tomar “fácilmente unos 30 años”. Sería sumamente costoso, pero financiado por los chinos, (quienes siempre le han tenido puesto el ojo a tamaña riqueza y tesoro ecológico) que desarrollarían un complejo turístico que atraería gente de todas partes del mundo, por supuesto se explotarían además de los minerales, maderas, animales exóticos, especies vegetales, etc.
Después de la propuesta viene un sondeo de opinión en que hay igual número de respuestas a favor y en contra del barbarismo, queriendo decir que todavía a estas alturas un pueblo esclavizado, torturado y muerto de hambre está dividido en dos partes igualitas a favor y en contra de la inmoral propuesta. El asunto no termina ahí, al final el “artista” dice que se trataba de una broma.
Señores si no reaccionamos y permanecemos bajo el Castro comunismo perderemos país, libertad, democracia, moral, prosperidad y condenado a las generaciones que nos siguen a una vida peor que la que se vive actualmente en Venezuela y Cuba.

¿Que es para mi el regimen cubano y la prolongacion que hizo Hugo Chavez del mismo con la complicidad de un pais que voto en unas elecciones de forma visceral e infantil?

Alien: el octavo pasajero, o simplemente Alien en su idioma original, es una película de ciencia ficción y terror dirigida por el cineasta británico Ridley Scott y estrenada en 1979. El reparto estuvo integrado por los actores Sigourney WeaverTom SkerrittVeronica CartwrightHarry Dean StantonJohn HurtIan Holm y Yaphet Kotto, y la trama relata el acecho de una criatura alienígena a la tripulación de una nave espacial.
Dan O'Bannon y Ronald Shusset redactaron el guion basándose en varias obras de ciencia ficción y terror como The Thing from Another World (1951); Forbidden Planet (1956); y Terror en el espacio (1965).
En el año 2122 la nave espacial de transporte comercial U.S.C.S.S. Nostromo regresa a la Tierra proveniente del planeta Thedus, con un remolque de veinte millones de toneladas de mena. Los siete miembros de la tripulación están en un estado de sueño criogénico. Al recibir una transmisión de origen desconocido, procedente al parecer de la luna de un planeta cercano, el ordenador central de la nave, «Madre», despierta a la tripulación. En un principio creen que están en las proximidades de la Tierra, hasta que descubren que se hallan en una región fuera del sistema solar. El capitán Dallas les comenta que la computadora cambió el rumbo de la nave para acudir a una señal anormal que la nave recibe cada doce segundos, y que Madre identifica como una alerta de auxilio. Dallas asume la responsabilidad de investigarla y, con la ayuda del oficial científico Ash, persuade al resto del equipo para que colabore. Gracias a cálculos de trayectoria realizados por la nave, descubren que están en el sistema extrasolar Zeta II Reticuli, en los límites de astronavegación, y se dirigen hacia un destino desconocido. Finalmente, la Nostromo llega a la luna de un planeta gigantesco gaseoso anillado e inexplorado. En ella, la tripulación desengancha a Nostromo del remolque y la nave desciende hacia donde se originó la transmisión; en su aterrizaje, la nave sufre algunos daños. El capitán Dallas, el oficial ejecutivo Kane y la navegante Lambert salen a la superficie del planetoide a investigar el origen de la señal, mientras que la suboficial Ellen Ripley, Ash, y los ingenieros Brett y Parker se quedan en la nave para monitorearlos y hacer reparaciones.
Dallas, Kane y Lambert descubren que la señal proviene de lo que parece ser una nave espacial alienígena abandonada desde hace tiempo. Dentro encuentran los restos fosilizados de un extraterreste gigante sentado en la silla del piloto, con un boquete en su abdomen perforado de adentro hacia afuera. Mientras tanto, Ripley ordena a Madre que realice una minuciosa decodificación binaria del código extraterrestre para su interpretación; durante la actividad, se percata de que el mensaje es de advertencia y no una solicitud de socorro como les hizo creer la computadora. Dentro de la nave abandonada, Kane descubre una enorme cámara llena de numerosos huevos, uno de los cuales libera una criatura que se adhiere a su casco, derritiendo su visor y dejándolo inconsciente. Dallas y Lambert lo llevan a la Nostromo, donde Ash les permite entrar, a pesar del protocolo de cuarentena activado por Ripley. Una vez en el interior de la nave, Dallas y Ash intentan arrancar la alimaña del rostro de Kane, pero descubren que la sangre de la alimaña es un ácido extremadamente corrosivo. Finalmente, la criatura se desprende por sí sola y cae muerta. Con la nave reparada, la tripulación despega, acopla el remolque y retoma el viaje hacia la Tierra.
Kane despierta aparentemente ileso, pero durante una comida antes de entrar nuevamente en hipersueño, Kane comienza a asfixiarse convulsivamente hasta que una larva emerge violentamente de su pecho, matándolo en el acto, y escapando para ocultarse en la nave. La tripulación intenta localizar y capturar al monstruo con sensores de movimiento, armas de electrochoque y lanzallamas, pero se dan cuenta que la sangre de la criatura es corrosiva y por lo tanto es inmune a las anteriores armas. Mientras Brett busca a «Jones», el gato de la tripulación, llega a una sala en la que encuentra al engendro ya desarrollado, que presumiblemente lo asesina antes de desaparecer por los conductos del sistema de ventilación de la nave. Dallas lo sigue con la intención de forzar a la cosa a entrar en una esclusa donde pueda ser expulsada hacia el espacio, pero el ser le tiende una emboscada y aparentemente lo mata. Lambert les pide a los demás que escapen en una lanzadera, pero Ripley, siguiente al mando, se niega alegando que la lanzadera no podría dar soporte vital a cuatro personas. Tras acceder a «Madre», Ripley descubre que Ash recibió secretamente órdenes de llevar la nave hasta su corporación propietaria con el alienígena dentro, a expensas de lo que le pudiese ocurrir a los demás pasajeros. Ash le ataca bruscamente, pero Lambert y Parker intervienen, siendo este último quien golpea a Ash con un extintor y lo decapita, revelando a la tripulación que en realidad Ash es un androide. Antes de ser incinerado, Ash les indica a los tripulantes que no sobrevivirán. Más tarde, el resto de la tripulación idea un plan para activar el sistema de autodestrucción de la Nostromo y escapar en la lanzadera.
Mientras Ripley inicia la secuencia de autodestrucción, Lambert y Parker son emboscados y asesinados por la criatura mientras recolectan pertrechos para el escape. A continuación, Ripley se dirige a la lanzadera con Jones, y aunque el Alien le bloquea el camino, esta alcanza a escapar. Luego intenta sin éxito abortar la autodestrucción, tras lo cual vuelve a la compuerta de la lanzadera. Para su alivio, el ser ya no se halla ahí y Ripley logra escapar en la cápsula antes de que la Nostromo explote. Mientras se prepara para entrar en hipersueño, Ripley descubre que el monstruo se encuentra con ella en la lanzadera. Tras ponerse un traje espacial, despresuriza la lanzadera al abrir la escotilla, y logra expulsar al organismo fuera de la nave con ayuda de un gancho que lanza contra la criatura. Sin embargo el cable del gancho termina atascándose en la puerta y el xenomorfo se mantiene sujeto al cable tratando de introducirse en la nave por uno de los motores. Finalmente Ripley activa los motores y el impulsor envía al monstruo al espacio, deshaciéndose de él. En las escenas finales se ve a Ripley entrando en hipersueño junto con el gato antes de su retorno a la Tierra


QUE SOSTIENE TODAVÍA AL CHAVISMO EN EL PODER?
GUSTAVO CORONEL | marzo 30, 2017 | Web del Frente Patriotico
El analfabeto Nicolás Maduro está aún en Miraflores, después de terminar de  arruinar al país pero, como vimos ayer, todavía en la OEA la mayoría de los países que conocen bien la tragedia venezolana hablan de la necesidad de un diálogo entre el narco-régimen y sus víctimas venezolanas. En 1942 estos hipócritas hubieran pedido un diálogo constructivo entre el nazismo y sus víctimas judías, justo antes de ser llevadas a los crematorios
¿Por qué se mantiene todavía el chavismo en el poder? Hay cuatro razones principales:
1.    El dinero petrolero, libremente distribuido por Chávez y, lo que queda, por Maduro, para comprar conciencias y lealtades, como se compra una hora de “amor” en un burdel. Ayer vimos que los únicos países que votaron en contra de la reunión en la OEA  sobre Venezuela fueron los paisitos miembros de PetroCaribe y los parásitos del ALBA. Es un vulgar soborno a países cuyos gobiernos mercenarios serán castigados por la democracia venezolana;
2.    Los intereses políticos coyunturales de dos países de la región: USA y Colombia. La USA de Obama prefirió sacrificar la democracia venezolana a sus sueños de persuadir a Raúl Castro a entrar al redil de la democracia. Lo que logró USA fue atornillar a Maduro en el poder sin lograr que Cuba cediera un milímetro en su postura dictatorial. Pero ya Tomás Shannon no está manejando esta relación. La postura de USA ya cambió. En Colombia, Santos necesita a Maduro como alcahueta en la relación con las FARC y ello lo hace mantenerse “neutral” en la OEA, pidiendo un diálogo absurdo. Esta postura de Santos no va a cambiar abruptamente.

3.    La prostitución de la Fuerza Armada Venezolana. La cual ha convertido esta institución de ser parasitaria de la democracia a ser cómplice activo del crimen que se ha cometido contra la Nación. El llamado Alto Mando Militar, generales narcos y rasos rapaces son hoy el mayor sostén del régimen y colaboran con entusiasmo en el saqueo a la Nación;
4.    La combinación de controles y humillaciones  por parte del régimen y de pasividad y falta de coraje ciudadano por parte de las mayorías. Los venezolanos han adoptado una actitud de sobrevivencia y no de resistencia frente al régimen. A pesar del heroísmo de quienes están presos o libres pero perseguidos, una buena parte del liderazgo democrático se ha plegado al chavismo, buscando acomodo con el narco-régimen y cabildeando activamente por un diálogo, la solución “cómoda” pero inefectiva, puesto que garantiza la permanencia del chavismo en el poder.
Esas son las cuatro razones principales.  Todas se están debilitando, quizás con la excepción de la actitud de la Fuerza Armada, la cual permanecerá en su papel de cómplice hasta el último momento, hasta que desaparezcan las otras tres razones. 
El dinero se acaba. La postura estadounidense ha cambiado radicalmente y una oposición verdadera, como es el caso de GANA Venezuela, está reemplazando progresivamente a la falsa oposición.

Todavía tengo la certeza de que el chavismo no llegará al término “normal’ de su satrapía. Dejarlo llegar sería una derrota moral de primer orden para el país decente.



La semana pasada, la Gran Alianza Nacional (GANA) envió una carta a Luis Almagro, donde explica que, por instrucciones del gobierno cubano, Maduro infiltró a la MUD



Enrique Aristeguieta Gramcko (Puerto Cabello, 7 de mayo de 1933)
GANA SE QUEDÓ CORTA, LA INFILTRACIÓN DE LA MUD ES MUCHO PEOR
Luis José Semprum | marzo 29, 2017 | Web del Frente Patriotico
La semana pasada, la Gran Alianza Nacional (GANA) envió una carta a Luis Almagro, donde explica que, por instrucciones del gobierno cubano, Maduro infiltró a la MUD. La carta señala entre los infiltrados a Manuel Rosales, Henry Falcón, Timoteo Zambrano y José Gregorio Correa, aunque aclara que ellos no son los únicos. Aquí el texto completo de la carta http://bit.ly/2nk0DHL.

La Gran Alianza Nacional, GANA, envió este viernes una carta “con carácter de urgencia” al Dr. Luis Almagro, Secretario General de la OEA, para “para ponerlo al tanto de lo que ocurre dentro de la oposición venezolana y que afecta directamente las gestiones adelantadas por usted para activar la Carta Democrática Interamericana”.

La carta, firmada por Enrique Aristeguieta Gramcko, asegura que: “Siguiendo instrucciones de Cuba, el sector oficial logró infiltrar a la oposición venezolana… Esta operación ha logrado contaminar a factores importantes de los partidos políticos pertenecientes a la MUD, siendo los voceros colaboracionistas más conspicuos –no los únicos– Manuel Rosales, Henry Falcón, Timoteo Zambrano y José Gregorio Correa”.

Según GANA, esto explica que sectores de la oposición hayan planteado el año pasado un diálogo que “no sirvió para solucionar ninguno de los graves problemas por los que atravesamos, sino para postergar la activación de la Carta Democrática”. La Gran Alianza Opositora considera que estos mismos sectores de la oposición están maniobrando para impedir la suspensión de Venezuela de la OEA, “con el fin de comprar tiempo para el régimen y obtener beneficios particulares en detrimento de los venezolanos”.

Finalmente, GANA le pide a Almagro que siga adelante con sus esfuerzos en pro de la democracia en nuestro país y le plantea que “Si la Carta Democrática no se activa y si no se produce un pronto cambio de gobierno, Maduro terminará de destruir a Venezuela y provocará una explosión social sin precedentes, con repercusiones en toda la región”.

Seguidamente, el texto completo de la carta:


Ciudadano
Dr. Luis Almagro Lemes
Secretario General de la OEA
Washington.-

Estimado señor:

Le escribo con carácter de urgencia, en nombre de la Gran Alianza Nacional, GANA, para ponerlo al tanto de lo que ocurre dentro de la oposición venezolana y que afecta directamente las gestiones adelantadas por usted –las cuales agradecemos y acompañamos millones de ciudadanos dentro y fuera de nuestras fronteras– para activar la Carta Democrática Interamericana (CDI) en contra del régimen de Maduro.
 Siguiendo instrucciones de Cuba, el sector oficial logró infiltrar a la oposición venezolana al punto que, el año pasado, cuando usted presentó su primer Informe sobre la crisis en nuestro país, la respuesta de factores de la oposición agrupada en la MUD, fue plantear un diálogo que la mayoría sospechábamos que no serviría para solucionar ninguno de los graves problemas por los que atravesamos, sino para postergar la activación de la Carta contra la dictadura imperante en Venezuela. Un año ha transcurrido desde entonces, tiempo en el cual la crisis humanitaria se agravó terriblemente, cobrando miles de vidas: unas por desnutrición, otras por falta de medicamentos y muchas a causa de la criminalidad.
 Recientemente, usted presentó su segundo Informe. La respuesta de la Asamblea Nacional fue pedir la activación Artículo 20 de la Carta Democrática (realizar gestiones diplomáticas), en lugar de solicitar, además de lo anterior, la activación del Artículo 21 (suspender a Venezuela de la OEA). Paralelamente, otros voceros opositores se manifestaron abiertamente en contra de la invocación de la Carta, favoreciendo así la continuidad de la dictadura de Maduro, a costa de mayor sufrimiento para nuestro pueblo.
 La infiltración de la oposición por parte del oficialismo se produce de variadas formas, pero, sin temor a equivocarme, la vía de la compra de consciencias es la más utilizada. Esta operación ha logrado contaminar a factores y/o personalidades importantes de los partidos políticos pertenecientes a la MUD, siendo los voceros colaboracionistas más conspicuos –no los únicos– Manuel Rosales, Henry Falcón, Timoteo Zambrano y José Gregorio Correa, quienes, al hablar, pretenden hacerlo a nombre de los venezolanos que sufren y padecen los embates de la dictadura, cuando en realidad siguen lineamientos del oficialismo, con el fin de comprar tiempo para el régimen y obtener beneficios particulares en detrimento de los venezolanos. Los planteamientos de estos voceros nada aclaran, sino que, por el contrario, confunden, desmoralizan y dividen, a la vez que acusan de “divisionistas” a quien los señalen.
 Aprovecho para comentarle que la situación en nuestro país se vuelve más crítica cada día. A la escasez de alimentos y medicinas, a la destrucción de la infraestructura, a la inflación más alta del mundo y a la inseguridad desbordada, ahora se le suma también la falta de gasolina y de gas. ¡Imagínese usted Dr. Almagro! ¡Un país petrolero donde no hay gasolina! Esos son los resultados del Socialismo del Siglo XXI. Si la Carta Democrática no se activa y si no se produce un pronto cambio de gobierno, Maduro terminará de destruir a Venezuela y provocará una explosión social sin precedentes, con repercusiones en toda la región.
 Por eso, respetuosamente me atrevo a solicitarle que siga usted adelante en su importante labor de defender la democracia venezolana y de hacer valer los preceptos de la Carta Democrática Interamericana.
 Mucho le agradecería la difusión de esta carta a los señores embajadores acreditados en la OEA, así como a los secretarios de las otras organizaciones multilaterales, entre ellas Unasur y Mercosur, para que hagan caso omiso de las declaraciones e intervenciones de individuos que obvian la realidad venezolana y que pretenden vender, otra vez, la posibilidad de acuerdos diplomáticos que sabemos, no llegarán a nada
 Sin más a que hacer referencia, le reitero, como venezolano, nuestro agradecimiento por la histórica gestión que realiza en pro de las libertades, los derechos humanos y la democracia en nuestro país y en toda la región.

Muy atentamente,
Enrique Aristeguieta Gramcko
Presidente de la Gran Alianza Nacional (GANA)

Pero en mi humilde opinión, GANA se quedó corta, porque la maniobra de infiltración es mucho más extensa y profunda. Los agentes dentro de la MUD no son solamente los que reciben dinero de enchufados (caso de José Gregorio Correa con Raúl Gorrín), o los que declaran en favor del gobierno (caso Manuel Rosales cuando se opone a la aplicación de la Carta Democrática), sino también aquellos que pecan por omisión.
Cuando Henry Ramos Allup era Presidente de la Asamblea Nacional, estaba en sus manos destituir a Maduro debido a su nacionalidad colombiana, mediante el denominado Decreto Gramcko, pero Ramos Allup le dio largas al asunto y engavetó la abundante información sobre los orígenes colombianos del indocumentado.
Durante el mandato de Julio Borges, el pasado 9 de enero, la Asamblea declaró el abandono del cargo por parte de Nicolás Maduro, pero inmediatamente después Borges se hizo el loco y, en lugar de exigir el desalojo inmediato del indocumentado, comenzó a pedir la realización de elecciones regionales, eso sí, con Maduro en la presidencia. ¡Vaya contradicción!
Son también cómplices aquellos integrantes de la MUD que, sabiendo todo esto, no denuncian a sus compañeros traidores, para no “atentar contra la unidad”. Para ellos, el término “unidad” significa permitir cualquier cosa, aunque perjudique al pueblo venezolano, con tal de aparecer todos juntos en la foto con el logo de la manito. 
Culpables también son los militantes de los partidos que, en lugar de denunciar el colaboracionismo o la pasividad de sus jefes, prefieren seguir la “línea del partido”, para no ser apartados o expulsados. 
En resumen, la MUD, toda ella y no solo una parte, es responsable de las acciones u omisiones de sus miembros en favor del gobierno de Maduro. Lo único que puede redimirla, en caso de que eso fuese posible, es que los miembros sanos denuncien públicamente a las manzanas podridas.  Ojalá lo hagan, en beneficio de ellos mismos y del país. En caso contrario, serán desplazados por el nuevo liderazgo, que se agrupa rápidamente en torno a GANA.



@LuisSemprumH‎

miércoles, 29 de marzo de 2017

Y para completar un servicio informativo a mis lectores, presentare tambien otro icono llevado a lugar comun, que los izquierdistas de todas las epocas pretenden emular: la Comuna de Paris, que Hugo Chavez y Fidel Castro, no podian pelarse ese boche de "instalar en Venecuba" (Venezuela), bajo el disfraz del Ministerio de las Comunas $$$$$$. Con sus mas conspicuos y preparados ministros. Favor no confundir nombres ni acciones con la original de Paris porque salimos perdiendo en etica y valentia, solo reprodujo Hugo Chavez las caracteristicas destructivas del patrimonio cultural y social del que podiamos estar orgullosos con el despido de todos los gerentes culturales, cuando era Manuel Espinoza, Presidente del CONAC, quien haciendo alarde de su bonhomia y nobleza, despidio a todos los que habian permitido su ascenso a ser figura de la plastica nacional, Premio nacional de Artes Plastica y Exposicion "Todo el Museo de Arte Contemporaneo" en tiempos de Sofia Imber solo para el y su obra, asestandoles la puñalada trapera ordenada por Hugo Chavez, a todos sus amigos y compañeros de farras y exquisitos condumios y exposiciones. Lean nuevamente y comparen para poder discernir la verdad y lo que nos quieren hacer ver.

Paris, 1871.
Ministro de las Comunas en Venezuela.

Otra confusión propia del onanismo mental de la revolución chavista/madurista que quiere hacer realidad lugares comunes izquierdistas de la historia universal, en especial de la francesa, con la creacion de caricaturas de esos iconicos movimientos, pero eso si, sin la fiereza y valentia que aquellos exigian, ¡NO! son adaptados a la version de la izquierda de Ignacio Ramonet, la izquierda “caviar”. Uno de esos lugares comunes que ya hieden es la tan vilmente interpretada y escenificada Comuna de París (en francésla Commune de Paris) que fue un breve movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de París del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871, instaurando un proyecto político popular autogestionario, que para algunos autores, se asemejó al anarquismo o al comunismo.
Tras la derrota y derrumbe del gobierno imperial de Napoleón III en la guerra franco-prusiana (1870-1871), París fue sometida a un sitio de más de cuatro meses (19 de septiembre de 1870-28 de enero de 1871), que culminó con la entrada triunfal de los prusianos —que se retiraron de inmediato— y la proclamación imperial de Guillermo I de Alemania en el Palacio de Versalles.
Debido a que París no aceptaba rendirse, la nueva Asamblea Nacional y el gobierno provisional de la República, presidido por Adolphe Thiers, prefirieron instalarse en Versalles y desde ahí doblegar a la población rebelde. El vacío de poder en París provocó que la milicia ciudadana, la Guardia Nacional Francesa, se hiciera de forma efectiva con el poder a fin de asegurar la continuidad del funcionamiento de la administración de la ciudad. Se beneficiaron del apoyo y de la participación activa de la población obrera descontenta, del radicalismo político muy extendido en la capital que exigía una república democrática, y de la oposición a la más que probable restauración de la monarquía borbónica. Al intentar el gobierno arrebatarles el control de las baterías de cañones que habían sido compradas por los parisinos por suscripción popular para defender la ciudad, estos se alzaron en armas. Ante esta rebelión, Thiers ordenó a los empleados de la administración evacuar la capital, y la Guardia Nacional convocó elecciones para el consejo municipal que fue copado por radicales republicanos y socialistas.
La Comuna (el término commune designaba entonces y aún designa al ayuntamiento en francés) gobernó durante 60 días promulgando una serie de decretos revolucionarios, como la autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños, la creación de guarderías para los hijos de las obreras, la laicidad del Estado, la obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas. Muchas de estas medidas respondían a la necesidad de paliar la pobreza generalizada que había causado la guerra. Sometida casi de inmediato al asedio del gobierno provisional, la Comuna fue reprimida con extrema dureza. Tras un mes de combates, la reconquista del casco urbano provocó una fiera lucha calle por calle, la llamada «Semana Sangrienta» (Semaine sanglante) del 21 al 28 de mayo. El balance final supuso unos 10 000 muertos, el destrozo e incendio de más de 200 edificios y monumentos históricos, y el sometimiento de París a la ley marcial durante cinco años.
Ya que los sucesos de la Comuna de París tuvieron lugar antes del cisma entre anarquistas y marxistas, ambos movimientos políticos la consideran como propia y la celebran como la primera toma de poder de las clases proletarias en la historia de Europa occidental. Karl Marx la describió como el primer ejemplo concreto de una dictadura del proletariado en la que el Estado es tomado por el proletariado,8 a lo que Bakunin respondió que —al no depender de una vanguardia organizada y no haber arrebatado el poder al Estado francés o intentado crear un estado revolucionario— la comuna parisina era anarquista.
Trasfondo
Guardia Nacional en el frente de batalla. (Francia)

Ministro de la Defensa de la Revolucion castro/chavista/madurista en el frente del jalabolismo.

La revolución puso inesperadamente el poder en manos de la Guardia Nacional, responsable de la defensa de la ciudad durante la guerra, mientras el Gobierno de Defensa Nacional dirigido por Adolphe Thiers se encontraba refugiado en Burdeos. La comuna fue posible gracias a un levantamiento popular de todas las tendencias republicanas dentro de París después de que la Guerra Franco-prusiana terminase con la derrota de Francia.9 La guerra con Prusia, comenzada por Napoleón III (Louis Napoléon Bonaparte) en julio de 1870, se desarrolló desastrosamente para Francia, y en septiembre del mismo año, tras la derrota en la Batalla de Sedán, los diputados republicanos derrocaron el (segundo) Imperio y proclamaron la República.10 Días después, París quedó bajo el asedio del ejército enemigo prusiano.
La escasez de comida, sumada al constante bombardeo prusiano, llevó a un descontento general. Desde la revolución de 1848 la población se había vuelto cada vez más receptiva a ideas republicanas más radicales. Una demanda específica fue la de que París debía poseer un gobierno autónomo, con una comuna elegida por la propia población, algo que ya disfrutaban la mayor parte de las ciudades francesas, pero que era negado a París por un gobierno temeroso de la indócil población de la capital. Un deseo más vago pero también relacionado fue el de un sistema de gestión de la economía más justo, no necesariamente un sistema socialista, resumido en el grito popular de «la république démocratique et sociale!».
En enero de 1871, cuando ya habían transcurrido 4 meses de asedio, Louis-Adolphe Thiers, futuro jefe ejecutivo (más tarde presidente) de la Tercera República Francesa, buscó un armisticio que fue firmado el día 26 en el Palacio de Versalles, a la espera de que se lograran acuerdos de paz definitivos. El Canciller Otto von Bismarck, que se había instalado en Versalles, representaba al emperador de Alemania exigió para París la rendición de las plazas fuertes de las fortificaciones que rodeaban la capital, el desarme de los soldados que aseguraban la defensa de la capital, la posibilidad de entrar en París y el pago de un rescate de 200 millones de francos.
Por aquel tiempo más de 200.000 parisinos eran miembros armados de la «Guardia Nacional», una milicia de ciudadanos dedicada al mantenimiento del orden público en tiempos de paz, pero que desde septiembre de 1870 se había expandido mucho (de 60 a 254 batallones) para ayudar a defender la ciudad. Los batallones elegían a sus propios oficiales y poseían algunos cañones que habían sido fabricados en París y pagados por suscripción pública. La ciudad y su Guardia Nacional habían resistido el ataque de las tropas prusianas durante seis meses, por lo que la población de París consideraba humillante tanto la rendición como la ocupación.
En el mes de febrero, 2000 delegados de la federación de los batallones de la Guardia Nacional eligieron un «Comité Central» que votó nuevos estatutos para reorganizar la Guardia y aprobó que no se dejarían desarmar por el gobierno, llamando a las principales ciudades francesas a que les imitaran. Las tropas prusianas tenían previsto entrar simbólicamente en París el 1 de marzo, dejando a Thiers que se encargara de la rendición de la capital. La víspera, el 28 de febrero, el comité de la Guardia Nacional mandó pegar en todo París el «Cartel negro» (Affiche noire), un cartel bordeado de negro en señal de luto recomendando a los parisinos que no salieran de sus casas y evitaran todo altercado o manifestación. El día 1 de marzo el ejército prusiano desfiló en una ciudad desierta, limitándose a los distritos XVIXVII y VIII. La abandonaron el mismo día sin ningún incidente.
Días antes de que los prusianos entraran en París, la Guardia Nacional, ayudada por civiles, había puesto los cañones (que consideraban de su propiedad) a salvo de los prusianos y los había almacenado en distritos seguros situados en las colinas de Montmartre y Belleville, en los límites de la ciudad. El principal «parque de cañones» estaba en las alturas de Montmartre.
Mientras tanto las elecciones legislativas del 8 de febrero, destinadas a sustituir el Gobierno de Defensa Nacional, habían dado a la Asamblea Nacional una amplia mayoría monárquica (dividida entre legitimistas y orleanistas) seguida de los republicanos conservadores, todos partidarios de firmar la paz. En París, el voto fue mayoritariamente republicano radical, encabezando las listas de diputados Louis BlancVíctor HugoLéon Gambetta y Giuseppe Garibaldi. Por el Pacto de Burdeos, Thiers aseguró a la Asamblea que su gobierno se iba a dedicar a levantar el país, y que de momento no se plantearía el tipo de régimen a adoptar para Francia, dejando de lado la instauración de la República, a petición de los monárquicos, bonapartistas y representantes de la alta burguesía.
Alzamiento y naturaleza de la Comuna
Instauración de la Comuna
Pero París continuaba cercada mientras el problema de las indemnizaciones de la guerra afectaba gravemente a la población. El 3 de marzo una asamblea de los delegados de la Guardia Nacional eligió un Comité ejecutivo provisional de 32 miembros que prometió defender la República. El mismo día el gobierno de Thiers nombró comandante jefe de la Guardia Nacional al general monárquico Louis d'Aurelle de Paladines, que había apoyado militarmente el golpe de Estado de Napoleón III del 2 de diciembre de 1852. Ante lo que se interpretaba como una provocación, la prensa y el pueblo protestaron y el Comité Central lo rechazó y lo ignoró. El 10 de marzo, la Asamblea Legislativa y el gobierno se trasladaron de Burdeos a Versalles, pero Thiers decidió residir en París.
Las primeras medidas aprobadas por la nueva Asamblea confirmaron las inquietudes de la población, recordándoles las medidas impopulares impulsadas por Thiers durante la II República en 1848: el 10 de marzo suprime la moratoria sobre letras de pago, alquileres y deudas que han de pagarse casi inmediatamente, lo que aboca en París a 300.000 obreros, pequeños talleres y tiendas a la quiebra. Suprime el salario de los guardias nacionales, dejando a miles de familias sin recursos. El general Joseph Vinoy, recién nombrado comandante jefe del ejército en París, prohíbe seis periódicos republicanos, de los que 4 tenían cada uno una tirada de más de 200.000 ejemplares y manda condenar a muerte en ausencia a Gustave Flourens y Auguste Blanqui por su participación en la revuelta de octubre de 1870.
Al mismo tiempo que el Comité Central de la Guardia Nacional estaba adoptando una posición cada vez más radical y ganando firmemente autoridad, el gobierno no podía permitirle indefinidamente tener 400 cañones y ametralladoras a su disposición. Y así, como primer paso, al alba del 18 de marzo Thiers ordenó a sus tropas tomar los cañones almacenados en los altos de MontmartreBelleville y en el parque des Buttes-Chaumont En Belleville y en Montmartre, los residentes avisados a toque de campana se precipitaron para interponerse, mujeres a la cabeza: en vez de seguir las instrucciones, los soldados fraternizaron con la Guardia Nacional y la población. En Montmartre, cuando su general, Claude Martin Lecomte, les ordenó disparar a una muchedumbre desarmada, le apearon de su caballo. En contra de la opinión de los miembros del comité del distrito, fue fusilado en el mismo barrio junto con el General Clément Thomas, un antiguo comandante de la Guardia Nacional, responsable de la represión durante la rebelión popular en junio de 1848. El 18 de marzo marca oficialmente el inicio del gobierno de la Comuna.
Otras unidades armadas se unieron a la rebelión, que se esparció tan rápidamente que el Jefe del ejecutivo Thiers ordenó la evacuación inmediata de París de las fuerzas regulares que aún le seguían siendo leales, tales como la policía y los empleados de todas las administraciones públicas. Él mismo huyó, a la cabeza de sus hombres, a Versalles. Según Thiers, 100.000 parisinos abandonaron la capital. En los días siguientes, la mayoría de los habitantes de los barrios residenciales del oeste de París (el XVI y el XVII), tradicionalmente conservadores, se refugiaron en Versalles. El Comité Central de la guardia nacional era ahora el único gobierno efectivo en París: casi inmediatamente renunció a su autoridad y organizó elecciones para una comuna, propuestas para el 26 de marzo.
La Comuna de París fue constituida el 28 de marzo. Los 92 miembros del «Consejo Comunal» incluían obreros, artesanos, pequeños comerciantes, profesionales (tales como médicos y periodistas), y un gran número de políticos. Abarcaban todas las tendencias republicanas: desde republicanos reformistas y moderados, socialistas, anarquistasproudhonianosblanquistas e independientes, hasta jacobinos que tendían a mirar nostálgicamente la Revolución francesa. El socialista Auguste Blanqui fue elegido presidente del Consejo, pero esto ocurrió en su ausencia ya que había sido arrestado el 17 de marzo y estuvo retenido en una prisión secreta durante la vida de la Comuna.
Medidas adoptadas por la Comuna
A pesar de las diferencias internas, el Consejo tuvo un buen comienzo al mantener los servicios públicos esenciales para una ciudad de dos millones de habitantes; también fue capaz de alcanzar un consenso sobre ciertas políticas que tendían hacia una democracia social progresista más que a una revolución social. Debido a la falta de tiempo (la Comuna pudo reunirse menos de 60 días en total) sólo unos pocos decretos fueron implementados. Estos incluían: remisión de las rentas, que habían sido aumentadas considerablemente por caseros, hasta que se terminase el asedio; la abolición del trabajo nocturno en los cientos de panaderías de París; la abolición de la guillotina; la concesión de pensiones para las viudas de los miembros de la Guardia Nacional muertos en servicio, así también como para sus hijos; la devolución gratuita de todas las herramientas de los trabajadores, a través de las casas de empeño estatales; se pospusieron las obligaciones de deudas y se abolieron los intereses en las deudas; y, alejándose de los estrictos principios reformistas, el derecho de los empleados a tomar el control de una empresa si fuese abandonada por su dueño.
El Consejo terminó con el alistamiento y reemplazó el ejército convencional con una Guardia Nacional de todos los ciudadanos que podían portar armas. La legislación propuesta separaba la iglesia del Estado, hacía que todas las propiedades de la iglesia pasaran a ser propiedad estatal, y excluía la religión de las escuelas. Se les permitió a las iglesias seguir con su actividad religiosa sólo si mantenían sus puertas abiertas al público por la tarde para que se realizasen reuniones políticas. Esto hizo de las iglesias el principal centro político participativo de la Comuna. Otra legislación proyectada trataba de reformas educativas que permitirían que la educación y la práctica técnica fueran disponibles para todo el mundo.
La Comuna adoptó durante su breve existencia el anteriormente descartado Calendario de la I República Francesa, así como la bandera roja en vez de la tricolor.
La carga de trabajo fue facilitada por varios factores, aunque se esperaba de los miembros del Consejo (que no eran «representantes» sino «delegados» y podían ser inmediatamente cambiados por sus electores) que realizasen algunas funciones ejecutivas aparte de las legislativas. Las numerosas organizaciones ad hoc establecidas durante el asedio en los barrios («quartiers») para satisfacer las necesidades sociales (cantinas, estaciones de primeros auxilios, etc.) continuaron creciendo y cooperando con la Comuna.
Al mismo tiempo, estas asambleas locales perseguían sus propias metas, normalmente bajo la dirección de trabajadores locales. A pesar del reformismo formal del Consejo de la Comuna en su conjunto, la actuación comunal era mucho más revolucionaria. Las tendencias revolucionarias predominantes incluían anarquistasblanquistasjacobinos e independientes. Adam Gopnik argumenta que "aquello que unía al frente comunero no era una teoría económica, ni siquiera el socialismo; era el anti-clericalismo. (...) Había muy pocos en el bando versallés que se hubieran reconocido como ateístas." La Comuna de París ha sido celebrada por anarquistas y socialistas marxistas continuamente hasta la actualidad, en parte debido a la variedad de tendencias, el alto grado de control por parte de los trabajadores y la notable cooperación entre los diferentes bandos revolucionarios.
En el IIIe arrondissement, por ejemplo, se proporcionó material escolar gratuitamente, tres escuelas se transformaron en entidades laicas y se estableció un orfanato. En el XXe arrondissement, se proporcionó a los escolares ropa y comida gratuita. Existieron muchos casos más de este tipo. Pero un ingrediente vital en el relativo éxito de la Comuna en su etapa fue la iniciativa mostrada por trabajadores sencillos en el dominio público, que se las arreglaron para tomar las responsabilidades de los administradores y especialistas que habían sido evacuados por Thiers.
Friedrich Engels, el más cercano colaborador de Marx, mantendría después que la ausencia de un ejército fijo, las políticas autónomas de los «quartiers» y otras características tuvieron como consecuencia que la Comuna no fuese como un Estado en el sentido represivo del término: era una forma de transición en dirección a la abolición del Estado como tal. Su posible evolución futura, sin embargo, fue una cuestión teórica: después de solo una semana la comuna fue atacada por el ejército (que incluía antiguos prisioneros de guerra liberados por los prusianos) creado rápidamente en Versalles.
"Semana Sangrienta”

La Comuna fue asaltada desde el 2 de abril por las fuerzas del gobierno del ejército de Versalles y la ciudad fue bombardeada de manera constante. La ventaja del gobierno era tal que desde mediados de abril negaron la posibilidad de negociaciones.
La zona exterior de Courbevoie fue capturada, y un intento tardío de las fuerzas de la Comuna para marchar sobre Versalles fracasó ignominiosamente. La defensa y la supervivencia se transformaron en las principales consideraciones. Las mujeres de la clase trabajadora de París formaban parte de la Guardia Nacional e incluso formaron su propio batallón, con el que más tarde pelearon para defender el Palacio Blanche, pieza fundamental para Montmartre. (Es importante también señalar que incluso bajo el gobierno de la Comuna las mujeres no tenían derecho a voto, ni tampoco había miembros femeninos en el Consejo de gobierno.)
Una gran ayuda también vino desde la comunidad extranjera de refugiados y exiliados políticos en París: uno de ellos, el polaco ex-oficial y nacionalista Jaroslaw Dombrowski, se convirtió en general destacado de la Comuna. El Concilio estaba influenciado por el internacionalismo, por lo que la Columna Vendôme, que celebraba las victorias de Napoleón I y era considerada por la Comuna como un monumento al chovinismo, fue derribada.
En el extranjero, había reuniones y mensajes de buena voluntad enviados por sindicatos y organizaciones socialistas, incluyendo algunos en Alemania. Pero las esperanzas de obtener ayuda concreta de otras ciudades de Francia fueron pronto abandonadas. Thiers y sus ministros en Versalles se las arreglaron para evitar que saliera de París casi toda la información; y en los sectores provinciales y rurales de Francia había siempre existido una actitud escéptica hacia las actividades de la metrópolis. Los movimientos en NarbonneLimoges y Marsella fueron rápidamente aplastados.
Mientras la situación se deterioraba, una sección del Concilio ganó una votación (a la que se oponía Eugène Varlin —un corresponsal de Carlos Marx— y otros moderados) para crear un «Comité de Salvación Pública», modelado a imagen del órgano jacobino del mismo nombre formado en 1792. Sus poderes eran extensos. Pero ya casi había pasado la hora en la que una autoridad central fuerte podía haber ayudado.
El 21 de mayo fue forzada una puerta en la parte occidental de las murallas de París y comenzó la reconquista de la ciudad por parte de las tropas de Versalles, primero ocupando los prósperos distritos occidentales, donde fueron bien recibidos por los vecinos que no habían dejado París tras el armisticio.
Las fuertes lealtades locales que habían sido una característica positiva de la Comuna se convirtieron en una cierta desventaja: en lugar de una defensa planeada globalmente, cada barrio luchó por su supervivencia y fue derrotado cuando llegó su turno. Las redes de calles estrechas que hicieron inexpugnables distritos enteros en revoluciones anteriores habían sido en gran parte reemplazadas con anchos bulevares. Los de Versalles disfrutaban de un mando central y disponían de artillería moderna.
Destrucción de patrimonio histórico-artístico

Manuel Espinoza, el heroe inicial de la destruccion del patrimonio cultural de Venezuela

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El 23 de mayo, después de tener poco éxito en la lucha contra el ejército del gobierno francés, miembros de la Comuna empezaron a tomar venganza incendiando edificios públicos que simbolizaban al gobierno. Los hombres liderados por Paul Brunel, uno de los primeros líderes de la Comuna, tomaron bidones de petróleo y prendieron fuego a los edificios cerca de la Rue Royale y la Rue du Faubourg Saint-Honoré. Siguiendo el ejemplo programado por Brunel, otros comuneros incendiaron docenas de inmuebles en la calle Saint-Florentin, Rue de Rivoli, calle de Bac, calle de Lille, y otras calles. Son los pétroleurs, llamados así por llevar consigo cubos de petróleo.
El Palacio de las Tullerías, que había sido la residencia de la mayoría de los monarcas de Francia desde Enrique IV hasta Napoleón III, fue defendido por un destacamento de unos trescientos soldados de la Guardia Nacional con treinta cañones dispuestos en el jardín. Habían sido partícipes en un duelo de artillería contra el ejército gubernamental. Alrededor de las siete de la tarde, el comandante del destacamento de la Comuna, Jules Bergeret, dio orden de quemar el palacio. Las paredes, suelos, cortinas y molduras fueron rociados con petróleo y aguarrás, y se colocaron barriles de pólvora al pie de la gran escalinata y en el patio, después se iniciaron los incendios. El fuego permaneció activo durante 48 horas y arrasó el palacio, excepto el ala situada más al sur, el Pavillon de Flore. Bergeret envió un mensaje al edificio del ayuntamiento: "Los últimos vestigios de la realeza acaban de desaparecer. Deseo que lo mismo ocurra a todos los monumentos de París."
La biblioteca Richelieu del Louvre, conectada a las Tullerías, fue igualmente incendiada y completamente destruida. El resto del Louvre se salvó por los esfuerzos de los curadores del museo y las brigadas de bomberos. Más tarde defensores de la Comuna declararon que los fuegos habían sido causados por la artillería del ejército francés.

Además de edificios públicos, la Guardia Nacional también quemó las casas de algunas personas asociadas con el régimen de Napoléon III, tales como la vivienda del dramaturgo Prosper Mérimée, autor de la ópera Carmen, y cuyos libros, objetos de recuerdo, correspondencia y manuscritos quedaron reducidos a cenizas.
La destrucción generalizada en París de edificios simbólicos del Estado es atribuible tanto a la dureza de los combates como, sobre todo en el caso de los días 23 y el 24 de mayo, a los incendios provocados por los grupos de la Comuna. La columna de la Plaza Vendôme, coronada por una estatua de Napoleón, fue derribada y demolida el 16 de mayo.
La destrucción y quema de inmuebles civiles (Rue Royale, de Lille, de Rivoli, Bulevar VoltairePlaza de la Bastilla, etc.), están relacionados con los combates a pie de calle y con el fuego de artillería tanto del gobierno francés como de la Comuna. Algunos incendios fueron también provocados por razones tácticas, para contrarrestar el avance del ejército gubernamental versallés.
Importantes edificios fueron pasto de las llamas:
El ministerio de finanzas  fue igualmente destruido por un incendio el 22 de mayo. Fuentes contemporáneas a los hechos argumentaron que el fuego fue provocado por los proyectiles de artillería del ejército del gobierno francés, que tenía por objetivo la barricada de la Comuna en la esquina de la calle Saint-Florentin.
La cronología de esta destrucción sigue precisamente la reconquista de París por las tropas del gobierno francés de Versalles: el 22 de mayo, el ministerio de finanzas; la noche del 23 al 24, las Tullerías, el Palacio de Orsay y el hotel de Salm; el 24 el Palacio Real, el Louvre, el Ayuntamiento y el palacio de Justicia; el 25, los Graneros de reserva; el 26, los almacenes de la Villete y la columna de la Bastilla; el 27, Belleville y el cementerio de Père-Lachaise.
El Ayuntamiento de París fue quemado por los comuneros el 24 de mayo de 1871.39 La biblioteca del Ayuntamiento y la totalidad de los archivos de París fueron igualmente destruidos,40 al igual que todo el registro civil parisino41 (una copia existía en el palacio de Justicia, y la otra en el Ayuntamiento, y ambas fueron presa de las llamas); solo un tercio de los 8 millones de actas destruidas pudieron ser recuperadas. La anarquista Louise Michel pronunció el 17 de mayo la siguiente frase: «¡París será nuestro o no existirá jamás!». Este hecho irreparable hace difíciles e incompletas las investigaciones históricas y genealógicas en París.
Gran parte de los archivos de la policía también sufrieron el incendio del palacio de Justicia. Algunas oficinas de la Prefectura de Policía estaban por aquel entonces radicadas en los edificios del palacio; la Conciergerie también se vio afectada. Los libros de contabilidad a su vez desaparecieron en el fuego del palacio de Orsay.
Otras riquezas culturales corrieron la misma suerte, como la casa de Jules Michelet. La Fábrica de los Gobelinos fue afectada un poco por el fuego, al igual que la Iglesia de San Eustaquio, el teatro Bataclan, los cuarteles de Reuilly, o el Teatro del Châtelet. También fue programada la quema de la Biblioteca del Arsenal, del Hôtel-Dieu y de Notre Dame. El fuego iniciado en la catedral fue extinguido por los internos del Hôtel-Dieu. Por contra, el Théâtre de la Ville se vio afectado en gran medida, y el Teatro de la Porte Saint-Martin y el teatro des Délassements-Comiques fueron completamente devastados por el fuego. El gobierno publicó a posteriori una lista de más de doscientos edificios afectados por las llamas.
Los Archivos Nacionales se salvaron por la iniciativa del comunero Louis-Guillaume Debock, teniente de la Guardia Nacional de Francia y director de la Imprenta nacional durante la Comuna, quien se opuso in extremis al incendio ordenado por otros comuneros.
El 24 de mayo el palacio del Louvre y sus colecciones escaparon del fuego gracias a la acción de Martian de Bernardy de Sigoyer, comandante del 26º batallón de zapadores a pie (perteneciente a las fuerzas de Versalles), quien hizo intervenir a sus soldados para evitar que el fuego se propagara del palacio de las Tullerías al museo. Murió encabezando los combates al frente de su batallón. Su cuerpo fue encontrado perforado por balas el 26 de mayo por la mañana, entre el Boulevard Beaumarchais y la calle Jean-Beausire.
Violencia comunera
Los comuneros aprobaron conscientemente la represión mediante el decreto sobre rehenes del 6 de abril según el cual deberían ser arrestados todos los sospechosos contrarrevolucionarios y en el caso de ser considerados culpables, pasarían a la condición de “rehenes del pueblo de París”. En el mismo se dictamina que por cada comunero que fuera ejecutado por los versalleses se fusilaría a tres de estos rehenes como represalia. De este modo, el 23 de mayo los revolucionarios fusilan a cuatro rehenes, entre los que estaba el abogado y periodista Gustave Chaudey. El 24 a seis ocupantes de la prisión de la Roquette, el arzobispo de París, Georges Darboy, el presidente del comité de apelación, Louis Bernard Bonjean, al abad Gaspard Deguerry y a tres jesuitas más. El 25 fueron cinco dominicos y ocho civiles. El 26 son masacrados 50 rehenes en la calle de Haxo, 36 gendarmes, 10 religiosos y 4 civiles, y ya por último el arcediano de Notre Dame, Monseñor Sunat. En total, los revolucionarios asesinaron a un centenar de personas.
Últimos enfrentamientos

La resistencia más acérrima llegó en los distritos más de clase trabajadora del este, donde la lucha continuó durante ocho días de combates callejeros (La Semaine sanglante, la semana sangrienta). El 27 de mayo sólo quedaban unos pocos focos de resistencia, los más notables los de los más pobres distritos del este de Belleville y Ménilmontant.
Durante el asalto, las tropas del gobierno fueron responsables de la matanza de ciudadanos desarmados: se disparó a los prisioneros que estaban fuera de control y las ejecuciones múltiples fueron algo común. A las cuatro de la tarde del día siguiente cayó la última barricada, en la rue Ramponeau de Belleville, y el mariscal MacMahon lanzó una proclama: «A los habitantes de París. El ejército francés ha venido a salvaros. ¡París está liberada! A las cuatro en punto nuestros soldados tomaron la última posición insurgente. Hoy se ha acabado la lucha. El orden, el trabajo y la seguridad volverán a nacer».
Las represalias comenzaron en serio. Se declaró un crimen haber apoyado a la Comuna en cualquier modo, de lo que se podía acusar —y se acusó— a miles de personas. Varios miles de comuneros fueron fusilados masivamente (de diez en diez) en lo que ahora se llama «El Muro de los Comuneros» en el Cementerio de Père-Lachaise mientras que otros miles de personas fueron llevados a Versalles u otras localidades en las afueras de París, para ser juzgados. Pocos comuneros escaparon, principalmente a través de las líneas prusianas hacia el norte. Durante días columnas de hombres, mujeres y niños hicieron, escoltados por militares, un camino hacia barrios o campos baldíos de Versalles convertidos en prisiones temporales o más bien en campos de concentración. Quizás sean los primeros campos de concentración que registra la Historia . El gobierno arrestó a aproximadamente 40.000 personas y las persecuciones siguieron hasta 1874. Más tarde muchos fueron juzgados y varios condenados a muerte, aunque otros muchos fueron ejecutados sumariamente; otros fueron condenados a trabajos forzados o encarcelados en fortalezas penitenciarias en territorio francés; otros más fueron deportados temporalmente o de por vida a unos penales situados en islas francesas del Pacífico.
Nunca se ha podido establecer de manera segura el número de muertos durante la Semaine sanglante. Algunos miembros de la Comuna, como Prosper-Olivier Lissagaray, autor de una conocida obra sobre la Comuna, señalan que en realidad fueron dos semanas de ejecuciones. Algunas estimaciones son de entre 20.000 y 30.000 parisinos muertos en los combates o ejecutados entre el 3 de abril y el 31 de mayo, y muchos más heridos. Según Lissagaray y otros testigos de la época los ejecutados durante las dos semanas sangrientas que siguieron a la toma de París fueron 50.000, sin hacer distinción de edad o sexo. Varios centenares de obreras parisienses, conocidas como «petroleras», fueron también fusiladas en los muros del cementerio de Père Lachaise. Unas 7.000 personas fueron deportadas a penales improvisados en Nueva Caledonia, como fue el caso de la maestra anarquista Louise Michel. Miles de personas tuvieron que exiliarse. Para los presos (sólo algunos centenares) hubo una amnistía general en 1889. En total, las pérdidas del gobierno rondaron los 1000 hombres.
París estuvo bajo la ley marcial durante cinco años.
Retrospectiva de la Comuna

Émile Zola, como periodista del diario Le Sémaphore de Marseille, informó sobre la caída de la Comuna y fue uno de los primeros reporteros en entrar a la ciudad durante la Semana Sangrienta. El 25 de mayo escribió: "Nunca en tiempos civilizados un crimen tan terrible había asolado una gran ciudad... Los hombres del Ayuntamiento no pueden ser más que asesinos y pirómanos. Pelearon como bribones, huyendo vergonzosamente del ejército regular, y vengándose de su derrota sobre los monumentos y las casas. (...) El incendio de París ha llevado al límite de su exasperación al ejército. (...) Aquellos que incendian y masacran no merecen otro juez que el disparo de un soldado.
Aunque existen discrepancias sobre la motivación de su construcción, la basílica del Sacré-Cœur de París fue erigida en el lugar donde comenzó la insurrección de la Comuna, y en la época se mencionaba que fue erigida para "expiar los crímenes de los comuneros".
La clase acomodada de París, y la mayoría de los antiguos historiadores de la Comuna, vieron aquel hecho como un clásico ejemplo del «dominio de la muchedumbre», terrorífico y al mismo tiempo inexplicable. La mayoría de los actuales historiadores, incluso aquellos de derechas, han reconocido el valor de alguna de las reformas de la Comuna y han deplorado el salvajismo con el que fue reprimida. Sin embargo, han encontrado difícil de explicar el odio sin precedentes que la Comuna despertó en las clases medias y altas de la sociedad. Odio sin justificación contra un gobierno que además de ser grandemente pluralista, no tomó nunca medidas enérgicas contra sus enemigos. Según Lissagaray, mientras la Comuna estaba de fiesta y celebrando sus moderadas reformas, Versalles sólo pensaba en «...desangrar a París».
Edwin Child, un joven londinense en París, sostuvo que durante la Comuna, "las mujeres se comportaban como tigresas, vertiendo petróleo por doquier y distinguiéndose por la furia con la que peleaban". A pesar de ello, se ha deliberado en investigaciones recientes que estas famosas figuras femeninas pirómanas de la Comuna, o pétroleuses, podrían haber sido exageradas o constituir un mito. Lissagaray declaró que debido a este mito, cientos de mujeres de la clase trabajadora fueron ajusticiadas en París a finales de mayo, acusadas falsamente de ser pétroleuses. Lissagaray también aseguró que el fuego de artillería del ejército francés fue responsable de probablemente la mitad de los fuegos que consumieron a la ciudad durante la Semana Sangrienta. Sin embargo, las fotografías de las ruinas del Palacio de las Tullerías, del Ayuntamiento, y de otros importantes edificios gubernamentales muestran que los exteriores quedaron libres de impactos de artillería, mientras que los interiores fueron completamente engullidos por el fuego; y célebres comuneros como Jules Bergeret, quien escapó para vivir en Nueva York, reclamó orgullosamente el mérito de los más conocidos actos pirómanos.
Dentro del espectro de la izquierda política, hay quienes han criticado a la Comuna por mostrarse demasiado moderada, especialmente dada la situación política y militar de cerco en la que se encontraba. Karl Marx encontró agravante que los miembros de la Comuna «perdieran valiosísimos momentos» organizando elecciones democráticas en vez de terminar de una vez por todas con Versalles. El banco nacional de Francia, ubicado en París con la reserva de millones de francos, fue dejado intacto y desprotegido por los miembros de la Comuna. Tímidamente pidieron prestado dinero del banco (que, obviamente, obtuvieron sin ninguna vacilación). Los miembros de la Comuna optaron por no coger los recursos del banco por miedo a que el mundo entero los condenara. De esta manera, se movieron grandes sumas de dinero desde París a Versalles, dinero que terminó por financiar el ejército que dio fin a la Comuna. En el momento de retirada de Thiers y sus generales y tropas, los comuneros y en particular los dirigentes de la Comuna, permitieron que la técnica militar principal de París partiera íntegra hacia Versalles en manos de la reacción, sin intervenirla. La vacilación en tomar esas armas y entregárselas al pueblo fue fatal para la Comuna. Según los socialistas radicales y comunistas, la Comuna tenía que asegurarse la ciudad y el país antes de darle una vida tan idealmente democrática.
Algunos comunistasizquierdistasanarquistas y otros simpatizantes han visto a la Comuna como un modelo para, o como base de una sociedad liberal, con un sistema político basado en la democracia participativa como eje de la administración. Marx y EngelsBakunin y posteriormente Lenin y Trotsky intentaron sacar lecciones teóricas (en particular en lo que concierne a «la marchitación del Estado») desde la limitada experiencia vivida por la Comuna. El crítico Edmond de Goncourt obtuvo una lección más pragmática: tres días después de La Semaine sanglante escribió «... El derramamiento de sangre ha sido total, y un derramamiento de sangre como este, al asesinar la parte rebelde de la población, solo pospone la siguiente revolución... La vieja sociedad tiene por delante 20 años de paz...».
La Comuna de París ha sido parte de las citas de muchos líderes comunistas. Mao se refería a ella con bastante frecuencia. Lenin, junto a Marx, consideraban la Comuna un ejemplo real de la dictadura del proletariado. En su funeral su cuerpo fue envuelto en los restos de una bandera roja preservada desde la Comuna. La nave espacial Vosjod 1 portaba parte de un estandarte de la Comuna de París. También, los bolcheviques renombraron la nave de combate Sebastopol como Parízhskaya Kommuna en honor a la Comuna.
¿Qué pide la Comuna?
El reconocimiento y la consolidación de la República como única forma de gobierno compatible con los derechos del pueblo y con el libre y constante desarrollo de la sociedad.
La autonomía absoluta de la Comuna, que ha de ser válida para todas las localidades de Francia y que garantice a cada municipio la inviolabilidad de sus derechos, así como a todos los franceses el pleno ejercicio de sus facultades y capacidades como seres humanos, ciudadanos y trabajadores.
La autonomía de la Comuna no tendrá más límites que el derecho de autonomía igual para todas las demás comunas adheridas al pacto, cuya alianza garantizará la Unidad francesa.
Declaración de la Comuna de París al Pueblo Francés, 19 de abril de 1871
 Erika farias y Elias Jaua, dos Ministros modelicos de los Comuneros de Paris.


Toda esa historia que aquí mezclan con la Revolucion Francesa, con la castrista de Cuba y cuanto ingrediente se les ocurra, fue resumida en la creación del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social (MPComunas), sucesor del Ministerio de la Economía Comunal, creado bajo el nombre de Ministerio de Economía Popular, fue renombrado en marzo de 2009, absorbiendo al mismo tiempo las competencias en materia de participación asignadas al suprimido Ministerio de Participación y Protección Social. Entre sus funciones se encuentra "dirigir y coordinar la ejecución de las políticas de formación y desarrollo comunal aprobadas por el Presidente de Venezuela".2 Así como "coordinar y evaluar todo lo relativo a las políticas de formación permanente, relacionadas con la economía comunal."
El 3 de marzo de 2009, el ministro Jesse Chacón anunció que, dentro de una reforma mayor de gabinete, el Ministerio del Poder Popular para la Economía Comunal pasaba a llamarse Ministerio del Poder Popular para las Comunas, asumiendo algunas competencias del Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social, que era disuelto.
Estructura del Ministerio
  • Viceministerio de Sistemas de Formación Comunal y Movimientos Sociales
  • Viceministerio para la Organización y Participación Comunal y Social
  • Viceministerio de Comunas y los Movimientos Sociales
  • Viceministerio de la Economía Comunal
Órganos y Entes Adscritos al Ministerio
  • Gran Misión Hogares de la Patria
  • Misión Negra Hipólita
  • Banco del Pueblo Soberano
  • FundaComunal
  • Fondemi
Ministros
Cuando el Ministerio fue reformado, en marzo de 2009, Érika Farías, entonces ministra de Participación y Protección Social, reemplazó a Pedro Morejón, quien pasó a ocupar la cartera de Turismo.
El 22 de junio de 2010, Chávez reformó de nuevo su gabinete, y colocó a Isis Ochoa, entonces ministra de la Secretaría, en reemplazó de Farías, quien se postuló como candidata en las elecciones parlamentarias de ese año.
Ministros de Comunas y Protección Social de Venezuela
Orden
Nombre
Período
Presidente
1
2004 - 2005
2
2005 - 2007
3
David Velásquez
4
Érika Farías
2007 - 2010
5
Isis Ochoa
2010 - 2013
6
2013 - 2014
7
2014 - 2015
8
8
2017 - En el cargo