Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Yo sufrí Mobbing Laboral hoy Bullying" en carne propia entre el 2004 y el 2008 en FUNDAPATRIA de Carabobo y de ahi mi Fibromialgia (enfermedad crónica que reenvié) por eso declaro que lo mismo estamos viviendo los venezolanos y hay que tener una estructura identitaria fuerte y unida para salir adelante...Se puede


El “bullying” o acoso es un comportamiento agresivo e intencional, que supone un desbalance de poder y que se repite a lo largo del tiempo. El “bullying” puede darse a través de diferentes formas de hostigamiento: físico, verbal, psicológico, virtual. También incluye modalidades tales como las amenazas, el pedido de dinero, el acoso sexual entre pares (a través de insultos o agresiones físicas) y la generación de rumores. El “bullying” es una forma de violencia.


“Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en tiempos de crisis moral mantienen su neutralidad.”

Dante Alighieri (1265 – 1321) poeta italiano, autor de La Divina Comedia, obra maestra de la literatura universal.



Charito Rojas

ND 20 Noviembre, 2013

El “bullying” contra Venezuela






Cuando veo a compatriotas llevando sol y lluvia en gigantescas colas que inician desde la madrugada para adquirir electrodomésticos o lo que sea que esté en obligada rebaja, me convenzo que la revolución prostituyó totalmente el espíritu del “bravo pueblo” que mienta nuestro himno nacional.

Es la culminación del proceso de humillación iniciado por el finado, que a cuenta de manejar los dineros públicos, se creyó dueño absoluto del erario, sin obligación de rendir cuentas, para un reparto arbitrario y discrecional que depende directamente del grado de adhesión al régimen.



En casi 15 años de poder absoluto han ido creando un venezolano nuevo, claro que sí. Ese hombre nuevo es un mendigo de las dádivas del estado, un pensionado que vive de asistir a mítines, concentraciones, manifestaciones y marchas de defensa de la causa. Agita su banderita cubana, ama al líder y grita ¡No volverán!, sin tener la más p… idea de quiénes no volverán y por qué no lo harán. Es un lumpen fanático, sin valores democráticos, que piensa solo en sus intereses de sobrevivencia. Al que no le guste la palabra lumpen, le invito a ver las filmaciones de los saqueos recientes, a escuchar los gritos de la turba, a verlos cometer delito de hurto y daños a la propiedad privada, sin que la fuerza pública intervenga.



Ese hombre nuevo, prostituido por la revolución, se burla de cualquier llamado a la moral, a los valores, a la decencia. Para ellos, esto es “burgués”. El hombre nuevo puede ser un boliburgués enriquecido con los dólares que le niegan a las escuelas, a los hospitales, a la infraestructura y servicios del país. Fortunas depositadas en paraísos fiscales, que pertenecen al pueblo venezolano y que algún día, si existe la justicia en Venezuela, serán confiscadas y retornadas a las arcas nacionales. Los enriquecidos a costa de la revolución no son dogmáticos ni chavistas, ni castristas ni nada: El dinero no tiene color y a ellos lo único que les interesa son los reales. Muchos de estos boliburgueses ganaron su primera fortuna en la llamada cuarta república. ¿Pidió Maduro la Habilitante para combatir a esta banda de corruptos, comisionistas y zamuros de los dineros públicos que merodean alrededor del poder? No creo.



Los más pendejos son los que venden su alma por una camioneta, la presidencia de un consejo comunal, la promesa de un apartamento o de algún beneficio. Llegan hasta a creer que es verdad lo de la revolución y no se dan cuenta que han montado en el poder con su voto y fervor a una partida de ineptos ambiciosos que solo quiere eternizarse en el mando y en las bóvedas de este país. El fanatismo con que defienden un régimen a todas luces mentiroso, a toda prueba autoritario y sin duda alguna corruptor de los valores de dignidad y libertad de las personas que habitan esta tierra es sin duda similar a la de las masas por Hitler o por Mussolini, que hicieran lo que hicieran, hipnotizaban con su cuento de camino revolucionario.



Y los peores son los que guardan silencio, los que no están de acuerdo pero no hablan, los que creen que manteniendo un bajo perfil no les pasará nada, los que callan las corruptelas y los abusos, los que abortan cualquier maniobra de rebelión por miedo o por conveniencia.

Aquí no se trata de ser oposición ni de ser caprilista o de apoyar un partido o un candidato. Se trata de ser venezolanos, de luchar por el país decente en el cual queremos que vivan nuestros hijos. Se trata de ser ese bravo pueblo que no admite yugos, que tiene honor, que no permite humillaciones, que no se arrodilla.

Lo que estamos enfrentando no es una lucha de partidos, es la batalla porque nos devuelvan nuestro país, por recuperar la dignidad atropellada por quienes nos quieren obligar a reconocerlos como dueños de vidas y bienes.



La clase gobernante revolucionaria está aplicando sobre Venezuela y sobre los venezolanos un “bullying”*: Es Maduro con sus órdenes por encima de cualquier acuerdo sensato y sus amenazas contra quien no se someta; es la cúpula militar sirviendo a un solo sector y accionando ferozmente contra el otro; es Cabello con sus acusaciones, burlas y escarnios públicos contra diputados legítimamente electos por más de la mitad de los venezolanos.

Ustedes me dirán cómo unos generales de 4 estrellas, que nunca han sido productivos, van a venir a calificar de usurera a una tienda, sin siquiera haber hecho un análisis de costos. Estos generales, en los cuales ha invertido la nación 30 años de formación para que comanden tropa, defiendan la soberanía y las fronteras, ahora están ocupados de ponerle precio a televisores, bluerays, DVD’s, planchas y licuadoras.

Nadie duda que haya especuladores. Pero es irresponsable y arriesgado someter a todo el comercio de un país a una ola de saqueos, amenazas, rebajas arbitrarias de precios. A menos, claro, que lo que se persiga sea la quiebra de la actividad comercial privada. ¿Quién gana con esto? El consumidor resultará perjudicado, miles de empleados quedarán cesantes, muchos comerciantes honestos quebrarán. Y caeremos en manos de un Gobierno ineficiente que teniendo dólares, puertos, transportes, almacenes, control de expendios, ha dejado que en el país haya escasez de alimentos, de cemento, de materias primas, de repuestos.



Pregúntense esto: ¿Por qué el país con mayor reserva probada de petróleo en el mundo no tiene dólares para sus ciudadanos? ¿Por qué con 10 años de control de cambio, la economía está enferma, la inflación pasa del 50% y la escasez del 22%? ¿Por qué teniendo la refinería más grande de América, Pdvsa compra gasolina en el mercado internacional para autoabastecerse? Pregúntense por qué si tenemos hierro, acero, gas, tierras ricas y petrodólares en abundancia, estamos la mayoría de los venezolanos pasando trabajo para comer, para vestir, para transportarnos, para educarnos, para transitar, para curarnos, para viajar. Finalmente, pregúntense por qué hemos llegado a esta crisis con un Gobierno que tiene 15 años con el control total de ingresos, de poderes y de todo en Venezuela, es decir, sin excusas.

Ya no hay dudas del panorama que nos espera si no nos oponemos con firmeza: El fin de la empresa privada, el cierre de los comercios, la centralización de la importación en manos de estos ineficientes. Esto significa desempleo, escasez, hambruna.



Si eres venezolano de verdad, de los bravos que tienen más de 200 años echándole pichón a este país para que sea una nación buena y próspera para vivir, sabes la respuesta: Luchar hasta la muerte por lo que queremos. No hay que callar, el Gobierno cree que cerrando las páginas que informan sobre el dólar negro, no nos enteraremos; que prohibiendo las palabras escasez, desabastecimiento, saqueo, esto no existe.

Me uno a las palabras de la profesora Marta Colomina: El Gobierno está apagando fuego con gasolina. El incendio será de pronóstico, pero a grandes males, grandes remedios.

La locura de la rebatiña va a tener sus efectos negativos en pleno diciembre. Y deberán reflejarse en los resultados electorales: Veremos el temple de los venezolanos de verdad, pero también la cuantía de los envilecidos. Será la última elección en dos años y abrirá un período de lucha intensa por valores opuestos. Que Dios nos ampare.



*El “bullying” o acoso es un comportamiento agresivo e intencional, que supone un desbalance de poder y que se repite a lo largo del tiempo. El “bullying” puede darse a través de diferentes formas de hostigamiento: físico, verbal, psicológico, virtual. También incluye modalidades tales como las amenazas, el pedido de dinero, el acoso sexual entre pares (a través de insultos o agresiones físicas) y la generación de rumores. El “bullying” es una forma de violencia.

Edgardo Parra, ex alcalde de Valencia, rompe el silencio y afirma por escrito que cumplió órdenes del Partido Socialista Unido de Venezuela en la búsqueda de fondos para campañas electorales desde 2009 hasta 2013. En la base territorial del Sebin-Carabobo, en Naguanagua, entregó un comunicado a integrantes de los Círculos Bolivarianos, que a su vez lo enviaron a El Nacional

Parra: Proveedores de la alcaldía financiaron campañas del PSUV

Edgardo Parra califica de injusta su detención | Foto Archivo
Edgardo Parra califica de injusta su detención | Foto Archivo
En un escrito niega que tenga relación con oficina paralela al despacho municipal, y dice que buscó fondos para Chávez, Ameliach y Maduro 

 Edgardo Parra, ex alcalde de Valencia, rompe el silencio y afirma por escrito que cumplió órdenes del Partido Socialista Unido de Venezuela en la búsqueda de fondos para campañas electorales desde 2009 hasta 2013.
En la base territorial del Sebin-Carabobo, en Naguanagua, entregó un comunicado a integrantes de los Círculos Bolivarianos, que a su vez lo enviaron a El Nacional, en el que admite cómo en parte una oficina aledaña al edificio de la alcaldía –como denunció la Fiscalía General– servía para presionar a comerciantes.
Parra señala en una primera parte: “Cumpliendo instrucciones del buró político de mi partido (PSUV) del estado Carabobo fui responsable del financiamiento y logística de todas las actividades político electorales del municipio Valencia desde 2009 (referéndum reelección indefinida), 2010 (elecciones diputados a la Asamblea Nacional), 2012 (elecciones presidente Chávez y gobernador Ameliach) y 2013 (elecciones presidente Maduro), así como todas las actividades de carácter político del PSUV y partidos aliados Gran Polo Patriótico durante estos cinco años”.
En la segunda parte revela un hecho: “Y por supuesto todos los recursos financieros para la realización de todas esas actividades fueron obtenidos mediante contribuciones voluntarias de los contratistas y proveedores de confianza amigos del Proceso de la Alcaldía de Valencia, como se hace en todas partes y eso no es ilegal”.
El dirigente, que califica de “injusta” la detención en el Sebin-Carabobo desde el 12 de octubre, reconoce: “El trato en la base del Sebin ha sido respetuoso y bueno en general. Me han trasladado a tres audiencias en los tribunales 9° y 6° de Control. La primera en el Tribunal  9° de Control que, con un expediente de 22 páginas presentado por la Fiscalía, sin elementos probatorios en mi contra, se me dictó privativa y reclusión en el Sebin. En la segunda y tercera, testigos presentados ante el Tribunal 6° de Control confirmaron mi desvinculación con las actividades en la oficina allanada por el Sebin en la 4° avenida de Valle de Camoruco, Valencia”.
La Fiscalía General acusó a Parra el 28 de este mes de los delitos de concierto con contratista, corrupción propia; peculado doloso impropio, y asociación para delinquir, establecidos en la Ley contra la Corrupción y la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; así como a Victoria Eugenia López y Bell Smythe Romero de legitimación de capitales por el manejo de 14 cooperativas y 2 empresas con la alcaldía.
“Me declaro inocente de todas las imputaciones del Ministerio Publico. Confío en Dios, en el pueblo de Valencia, en mis abogados, en mi familia y en el sistema judicial para demostrarlo. Soy un honesto militante revolucionario que ha cumplido y seguiré cumpliendo en cualquier circunstancia con el legado del comandante supremo Hugo Chávez”.

“¿Qué es la maldad?

Sobre la maldad

Busto de Marco Aurelio | Internet
Busto de Marco Aurelio | Internet

“¿Qué es la maldad? Es lo que has visto muchas veces. Y a propósito de todo lo que acontece, ten presente que eso es lo que has visto muchas veces. En suma, de arriba abajo, encontrarás las mismas cosas, de las que están llenas las historias, las antiguas, las medias y las contemporáneas, de las cuales están llenas ahora las ciudades y las casas. Nada nuevo; todo es habitual y efímero.
Las máximas viven. ¿Cómo, de otro modo, podrían morir, a no ser que se extinguieran las imágenes que les corresponden? En tus manos está reavivarlas constantemente. Pudo, respecto a esto, concebir lo que es preciso. Y si, como es natural, puedo, ¿a qué turbarme? Lo que está fuera de mi inteligencia ninguna relación tiene con la inteligencia. Aprende esto y estás en lo correcto. Te es posible revivir. Mira nuevamente las cosas como las has visto, pues en esto consiste el revivir.
Vana afición a la pompa, representaciones en escena, rebaños de ganado menor y mayor, luchas con lanza, huesecillo arrojado a los perritos, migajas destinadas a los viveros de peces, fatigas y acarreos de las hormigas, idas y venidas de ratoncillos asustados, títeres movidos por hilos. Conviene, en efecto, presenciar estos espectáculos benévolamente y sin rebeldía, pero seguir y observar con atención que el mérito de cada uno es tanto mayor cuanto meritoria es la tarea objeto de sus afanes.
Es preciso seguir, palabra por palabra, lo que se dice, y, en todo impulso, su resultado; y, en el segundo caso, ver directamente a qué objetivo apunta el intento; y en el primero, velar por su significado. ¿Basta mi inteligencia para eso o no? Si me basta, me sirvo de ella para esta acción como si fuera un instrumento concedido por la naturaleza del conjunto universal. Pero si no me basta, cedo la obra a quien sea capaz de cumplirla mejor, a no ser, por otra parte, que no sea de mi incumbencia, o bien pongo manos a la obra como pueda, con la colaboración de la persona capaz de hacer, con la ayuda de mi guía interior, lo que en este momento es oportuno y beneficioso a la comunidad. Porque lo que estoy haciendo por mí mismo, o en colaboración con otro, debe tender, exclusivamente, al beneficio y buena armonía con la comunidad. ¡Cuántos hombres, que fueron muy celebrados, han sido ya entregados al olvido!
¡Y cuántos hombres que los celebraron tiempo ha que partieron! No sientas vergüenza de ser socorrido. Pues está establecido que cumplas la tarea impuesta como un soldado en el asalto a una muralla. ¿Qué harías, pues, si, víctima de cojera, no pudieras tú solo escalar hasta las almenas y en cambio, te fuera eso posible con la ayuda de otro?
No te inquiete el futuro; pues irás a su encuentro, de ser preciso, con la misma razón que ahora utilizas para todas las cosas presentes. Todas las cosas se hallan entrelazadas entre sí y su común vínculo es sagrado y casi ninguna es extraña a la otra, porque todas están coordinadas y contribuyen al orden mismo del mundo. Que uno es el mundo, compuesto por todas las cosas; uno el dios que se extiende a través de todas ellas, única la sustancia, única la ley, una sola la razón común de todos los seres inteligentes, una también la verdad, porque también una es la perfección de los seres del mismo género y de los seres que participan de la misma razón”.
NOTA: Este texto es un fragmento del Libro VII, de Meditaciones. Marco Aurelio nació en Roma en el año 121 y murió en el año 180.

Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars, de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña, Margot Römer, Carlos Zerpa, Nelson Moctezuma, José Antonio Dávila, Pedro León Zapata son algunos de los nombres de venezolanos que encontramos en la muestra y que discurren en diálogos visuales con otros íconos como Red Grooms, Tom Wesselmann, Jeff Koons.

Una genealogía del Pop Art que estrechó vínculos

Pasajeros, José Antonio Dávila 1974 | Cortesía Centro Cultural BOD
Pasajeros, José Antonio Dávila 1974 | Cortesía Centro Cultural BOD
Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars, de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña

Durante el mes de octubre el Centro Cultural BOD trajo al escenario visual caraqueño un interesante diálogo entre el Pop Art norteamericano y las adaptaciones y reinterpretaciones que, durante las últimas cinco décadas, hicieron los artistas venezolanos. Pop Art y figuración. Estados Unidos-Venezuela es el título de esta muestra curada por María Luz Cárdenas quien apunta que "si bien es cierto que la influencia del Pop Art como forma de expresión cultural y artística distendió su brillo hacia todo el planeta; en cada región manifestó idiosincrasias específicas aunque los hilos muchas veces se cruzan y diseminan sus atributos. El objetivo de [este] proyecto es trazar un posible mapa de esos lazos y correspondencias".

Estos lazos estrechados y puestos en diálogo crearon un discurso expositivo que, sin duda, constituyó una interesante genealogía a leerse a través de un poco más de 50 piezas. Duchamp, antecedente de aquella búsqueda de acercar lo cotidiano al arte ­y viceversa. Rauschenberg, Rivers, Johns, Indiana. Warhol y su factoría imprescindibles.

Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars (1967), de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña y de quien agregó uno de sus happenings al filme. Marisol, evocada en sus esculturas no sólo como pionera del movimiento Pop en el arte venezolano, sino como musa de Warhol y amiga cercana a Rolando Peña.

La genealogía se hace cercana y estrecha vínculos. Margot Römer, Carlos Zerpa, Nelson Moctezuma, José Antonio Dávila, Pedro León Zapata son algunos de los nombres de venezolanos que encontramos en la muestra y que discurren en diálogos visuales con otros íconos como Red Grooms, Tom Wesselmann, Jeff Koons. La lista sigue para trazar el camino hacia una concatenación entre referentes de las culturas de masas venezolana y norteamericana que en lo visual marcaron hito en el siglo XX. 

Algunos analistas sostienen que vivimos bajo una media dictadura, situación que se presta tanto a interesantes reflexiones políticas como a incesantes ambigüedades morales. Tal estado de cosas me recuerda un consejo que le dan a los jóvenes amantes en el Morro de Puerto Santo: “Introduzca solamente la mitad… ¿Y la otra mitad?... Esa es para ir y venir”.

Una dictadura y media

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Algunos analistas sostienen que vivimos bajo una media dictadura, situación que se presta tanto a interesantes reflexiones políticas como a incesantes ambigüedades morales. Tal estado de cosas me recuerda un consejo que le dan a los jóvenes amantes en el Morro de Puerto Santo: “Introduzca solamente la mitad… ¿Y la otra mitad?... Esa es para ir y venir”.
En un ir y venir, pero siempre con más de una mitad adentro, se nos está acabando la vida y ya algunos exclaman: “¿Cuándo será que esto por fin se va a llamar dictadura?”, y miran a los lados con cara de turistas recién asaltados.
Alicia en el país de las maravillas nos asoma a una posible respuesta. Mientras Alicia está corriendo a toda velocidad aferrada a la mano de la Reina, se fija en algo muy curioso: “Los árboles que se encontraban alrededor de ella no cambiaban de lugar en absoluto y parecía que no adelantaban nada”. Alicia pregunta:
—¿Estamos ya cerca?
—¡Cerca! –respondió la Reina–. Hace ya diez minutos que pasamos la meta. ¡Más de prisa, más de prisa!
Al final se detienen agotadas y Alicia comenta sorprendida:
—Creo que hemos estado todo el tiempo bajo este árbol. Todo es como era.
—¡Así debe ser! –le dice la Reina–. Aquí hace falta correr muy aprisa si quieres mantenerte en el mismo lugar.
En medio de este afán a lo Gatopardo de correr para permanecer igual, me pregunto si no hace ya bastante tiempo que hemos pasado la meta y en vez de media dictadura estamos bajo una dictadura y media, una situación que conlleva problemas morales absolutos, aunque se encuentre mimetizada por una cruel relativización de la política.
Este argumento se basa en que la mitad que falta parece ser la mitad que sobra. Un ejemplo notorio es la paradoja de un gobierno orgulloso de su contextura socialista-militar que, al mismo tiempo, es reconocido mundialmente por su alto nivel de inseguridad. Y no me refiero ahora a la inseguridad jurídica o la económica, sino a los peligros que enfrenta una niña al caminar por una calle cualquiera. Las Alicias en este país de maravillas están acostumbradas a correr sin hacer demasiadas preguntas.
Una media dictadura atrozmente insegura equivale a una olla llena de agua hasta la mitad que se rebosa al hervirla; y en la nuestra ya se ven los borbotones. Hasta donde entiendo, un congreso que fue elegido con 52% de votos a favor de la oposición, terminó aprobando por mayoría aplastante una habilitante que le quitó sus poderes y se los entregó al presidente. Puede que a una velocidad normal esta historia se expanda en patrones geográficos y allanamiento de inmunidades hasta distraernos con la emocionante historia de unos ilusos votantes y heroicos congresistas; pero si uno acelera los hechos, hasta resumirlos en una frase, lo que resalta es una burda y artera jugarreta dictatorial que revela con claridad la fórmula de “una dictadura y media”.
Recuerdo al maestro de ceremonias de un circo que anunciaba: “Estimable público, como el hombre bala hoy tiene gripe, aquí les va una andanada de enanos”. Esa sumatoria de pequeñas y grandes trampas para llegar al poder absoluto, y mantenerlo, es más perniciosa que una dictadura convencional, pues va socavando lo mejor de la democracia y el socialismo al invocar lo que se termina negando, drenando así su sentido, su capacidad de revisar, rectificar, rescatar, renacer, como ocurre al utilizar la representatividad de un poder legislativo para convertirlo en un ente inexistente, fantasmal, al punto de que su jefe de ceremonias todavía celebra enardecido su inexistencia.
Este componente de drama e ilusión, o el constante entrar y salir de la mitad que supuestamente falta, es lo que sustenta y maquilla a la mitad que sobra. Lo más doloroso del sistema que nos domina, y más se presta a que los árboles parezcan seguir en su mismo sitio mientras van desapareciendo, es su cínica capacidad de hacer creer que la más acicalada de las dictaduras es la más alegre, justa y participativa de las democracias, confundiendo constantemente las causas con las consecuencias. La secuencia es patética: reprimir aún más para arreglar lo que de manera más notoria se destroza.
La reina le explica a Alicia: “En este país, si quieres avanzar debes duplicar la velocidad a la que hemos corrido”. No nos queda otra opción que acelerar el paso, pero conscientes de que en el amor y en la política nada viene por mitades. Tarde o temprano te lo meten completo.

En el extenso territorio de la literatura el oficio más ingrato es el de los editores, cuya obra es su catálogo y que deben verle el lado financiero a la creatividad, por lo cual deben lidiar con frecuencia con los egos de los escritores, los vaivenes del mercado y la incomprensión del medio.

Carmen Verde Arocha: “Publicar textos literarios es un apostolado”

La rigurosidad en la escritura y la concepción de un proyecto es la recomendación fundamental de Verde Arocha | Foto WILIAM DUMONT
La rigurosidad en la escritura y la concepción de un proyecto es la recomendación fundamental de Verde Arocha | Foto WILIAM DUMONT
Cómo editar y publicar un libro surge luego de 20 años de trabajo en la dirección del sello Eclepsidra

En el extenso territorio de la literatura el oficio más ingrato es el de los editores, cuya obra es su catálogo y que deben verle el lado financiero a la creatividad, por lo cual deben lidiar con frecuencia con los egos de los escritores, los vaivenes del mercado y la incomprensión del medio.
Con la proliferación de las empresas que se encargan de las ediciones de autor, las librerías han comenzado a llenarse de libros autopublicados que quizá se hubieran beneficiado de una lectura más atenta a sus contenidos antes de entrar en imprenta, como esa que se hace justamente en las editoriales. Y ahora que la crisis del papel apremia...
En Cómo editar y publicar un libro: El dilema del autor Carmen Verde Arocha echa mano de las dos décadas de experiencia que tiene dirigiendo el sello independiente Eclepsidra, de su trabajo como asesora editorial y de los tres años que tiene impartiendo talleres en el Instituto de Creatividad y Comunicación y en la Biblioteca Francisco Herrera Luque para ofrecer una perspectiva novedosa del complejo mundo editorial. La obra está especialmente diseñada para los escritores que quieran conocer más a fondo el oficio y nació de la convicción que tiene la editora de que un autor solo puede entender completo el proceso de la escritura una vez que también conoce cómo las ideas que fraguó en su intimidad se convierten en un libro.
“Cuando una obra sale de imprenta, el autor culmina el proceso que comenzó en soledad. Los manuscritos son asuntos que desarrollamos solos, hacia adentro, pero cuando se evalúan en una editorial o entran en la imprenta ya se convierten en un trabajo literario que se desarrolla hacia fuera”, apunta Verde Arocha, que también es poeta y en este género ha publicado Cuira (1997) y Magdalena en Ginebra (1997).

Publicación acerca de publicaciones. El libro comienza con las consideraciones sobre qué significa ser un escritor y quién debe considerarse autor, y continúa refiriéndose a la coordinación editorial, una figura que propone Verde Arocha como una especie de mediador entre autor y editor y que estaría encargada de evaluar el manuscrito antes de recomendarlo para un catálogo.
"Estamos en un momento muy duro para las editoriales venezolanas, pero creo que tenemos oportunidades, porque eso sucede en las crisis. Debemos replantearnos el oficio y buscar nuevas maneras de establecer las relaciones con los autores, las imprentas y las distribuidoras”, señala la editora que en 1993 comenzó con el proyecto de Eclepsidra y que, harta del hincapié que la cultura contemporánea hace sobre el espectáculo, ha tomado como un lema profesional el trabajo con publicaciones que inviten a pensar, aunque no sea la profesión con la cual más dinero se gane. “Publicar textos literarios es un apostolado. Me gusta apostar por el trabajo creativo, pues pienso que esto es una de las pocas cosas que perdura, pero hay un precio grande que uno paga por cerrarle la puerta a lo efímero. Sin embargo, mi recomendación fundamental del libro es trabajar con espíritu y rigurosidad”, concluye.

"LA ESCRIBANA DEL VIENTO" POR: ROBERTO LOVERA DE-SOLA


TALLER CRITICO
LA ESCRIBANA DEL VIENTO[1]
POR: ROBERTO LOVERA DE-SOLA

“A mediados del siglo XVII se desarrolló en Caracas uno de los más largos, enojosos y terribles episodios de nuestra historia”.
José Antonio Calcaño: El atalaya. Caracas: Monte Ávila Editores,1977,p.101.



Nuestra escritora Ana Teresa Torres(1945) ha sido una de las cultoras de la novela histórica en las últimas décadas. Esos libros tocan momentos de la vida venezolana. Las registramos cronológicamente de acuerdo con los tramos de la historia venezolana: debemos comenzar aquí por Doña Inés contra el olvido(Caracas: Monte Ávila Editores, 1992. 239 p.) que se inicia en los días coloniales y llega hasta el siglo XX; tiempo en que se sucede El exilio del tiempo(Caracas: Monte Ávila Editores, 1990. 263 p.); no podríamos dejar de mencionar Los últimos espectadores del Acorazado de Potemkin(Caracas: Monte Ávila Editores, 1999.309 p.), relativa a la lucha armada de los años sesenta. Pero la historia empapa otras de sus novelas como La favorita del señor(Caracas: La Nave va/Editorial Blanca Pantin, 2001. 190 p.), cuyo asunto se desarrolla en la España Islámica de la Edad Media.  
Ese mismo periplo creador nos lleva ahora a su nuevo libro La escribana del viento(Caracas: Alfa, 2013.383 p.), cuya anécdota sucede en nuestro siglo XVII, la centuria que menos conocemos de nuestra historia, de la cual se ha escrito poco. Ella logra mirar en su obra su suceso más singular.
Creemos que la lectura de La escribana del vientodebemos comenzar deteniéndonos ante dos asuntos:

BREVE ESCOLIO SOBRE
LA NOVELA HISTORICA

Un breve escolio para entrar en La escribana del viento, ya que se trata de una novela histórica, un género que abunda en nuestra producción literaria, la gran crisis de la democracia latinoamericana explica  su proliferación, pese a ser “casi” el modo fundador de la novela latinoamericana, ya que si bien esta se inicio en 1816 ya en 1826, a una década de El periquillo Sarmiento, de José Joaquín Fernadez de Lizardi(1776-1821), la fundadora del genero en nuestras letras, se publica la novela de autor anónimo Xicotencatl, que es la novela histórica fundadora del modo. Se ha pensado siempre que una novela histórica no es novela ni es historia. Nada más errado. Las novelas históricas constituyen una fuente para el conocimiento del pasado. Este punto, el que hacemos nuestro, lo ha examinado con especial atención el profesor Germán Carrera Damas(1930)[2].
Y, en Venezuela, desde la aparición de nuestra primera novela, en 1842, Los mártires, de Fermín Toro(1806-1865), estamos ante una novela histórica por el lugar y los hechos que relata su autor, tanto que el tratadista del tema entre nosotros, Alexis Márquez Rodríguez(1931). reconoce que Los mártires, “sin ser histórica en el estricto sentido del término, si tiene mucho de la técnica de la novela histórica”[3]. Nosotros si la consideramos plenamente histórica. No es el sitio aquí para exponer en que basamos nuestro aserto.
Nos basamos para el estudio de las novelas históricas, y en este caso para La escribana del viento, en varias citas sobre el asunto hechas por Carrera Damas. La primera es de Mariano Picón Salas(1901-1965), en ella se lee: “lo que tiene más valor en la producción cultural venezolana, son algunas obras de imaginación donde el instinto del artista como en ciertas páginas de poesía o de novela tropezó más inconsciente que concientemente con el secreto o el enigma nativo[4]. O aquella de Arnold Toynbee(1889-1975), quizá el mayor historiador del siglo XX, “Nunca he logrado prescindir por entero de elementos de ficción…en realidad, al observar y presentar las instituciones sociales y registrar su operación, el uso de la ficción parace ser un artificio mental indispensable; y las formas más paladinas del artificio son realmente las menos censurables, ya que son las menos suspectibles de que se les tome erróneamente por realidades en lugar de tomárselas por lo que son”[5]. O Enrique Bernando Nuñez(1895-1964), al decir en su novela histórica La galera de Tiberio(1938), “debemos establecer nuevas conjeturas. Sólo así podremos ser buenos historiadores”[6].Tambien Francisco Herrera Luque(1927-1991) utilizó en Los viajeros de Indiaslos testimonios literarios para el análisis de los hechos históricos que refiere en su libro[7].
Las novelas históricas nos muestran la intra-historia de la que habló don Miguel de Unamuno(1864-1936), logran con su imaginación llegar más allá de la apariencia y logran averiguar aquello que “está encerrado en el saco”[8].
Es decir, que para comprender la esencia más honda del discurrir histórico hay que detenerse ante el trabajo de los novelistas, quienes utilizan la imaginación a la hora dediscurrir sobre el suceder, que dijo Toynbee; la necesidad de tropezar, según anotó Picón Salas, con lo “más que insconsciente que conscientemente, con el secreto o el enigmático”; hay que llegar al “secreto o enigma nativo” según Enrique Bernardo Nuñez. De allí la importancia que como el conocimiento de nuestra historia, y para que este llegue a las masas, el valor que tuvieron a principios del siglo XX los Episodios venezolanos, de don Francisco Tosta García(1846-1921), suerte de Benito Pérez Galdós(1943-1920), cuando escribió para España sus Episodios nacionales. O a finales del siglo XX, las historias fabuladas de Herrera Luque, novelización histórica de todos los períodos de la historia venezolana, desde la conquista al siglo XX.
Son estas ficciones fuentes de conocimiento del pretérito porque como anota Guillermo Morón(1926): “La novela no elimina la historia sino una la ilumina”[9]. O como lo dice un personaje de La escribana del viento: “Isabel había abierto una puerta en mi imaginación”(p.203) pues lo que hace el novelista de este modo es iluminar la historia con la imaginación.
Y hay que referir también que al examinar la historia con los ojos y modos de la literatura, los novelistas históricos logran penetrar mucho más adentro que los historiadores, cuya discurso debe detenerse en el momento en que concluye el documento. En cambio el creador puede seguir, ahondar, llegar a lo más hondo, sobre todo al suceder psicológico del pasado, lo cual nos conduce a hondos por qués.

UN SUCESO EN LA CARACAS DE 1642

Tocamos brevemente la esencia del sucede que Ana Teresa Torres recrea en La escribana del viento con mano maestra. Son estos los sonados escándalos de los días del obispado de fray Mauro de Tovar Báñez(1605-1666), en el siglo XVII(1640-1654), tal lo revelan quienes han estudiado el tema como Andrés F.Ponte(1881-1948) en su Fray Mauro de Tovar[10], Blas Millán(1901-1960) en su delicioso El agresivo obispado caraqueño de don fray Mauro de Tovar, este estupendo escritor, demasiado olvidado fue el primero en dar cuenta que era necesario utilizar la psiquyiatría para poder comprender aquellos sucesos[11]. Y después Francisco Herrera Luque enLos amos del valle[12]. El historiador Luis Alberto Sucre(1865-1942) caracterizó al mitrado así: “Era Fray Mauro joven todavía, fogoso, de espíritu invasor, de carácter tiránico, fanático, imbuido de las ideas de los inquisidores españoles; con talento, honrado y ambicioso, procedía con decisión extralimitando sus atribuciones, convencido de que trabajaba para el bien y por el triunfo de la justicia”[13]. Y Lucas Guillermo Castillo Lara(1921-2002), dijo de él que era “Apasionado en extremo, defendía a ultranza lo que creía…poseía una personalidad dominante y hasta tiránica, orgulloso, despiadado y hasta arbitrario en sus procederes”[14]. Ángel Raúl Villasana(1920-2004), nuestro sutil bibliógrafo, lo llamó “Fogoso y pendenciero obispo”[15]. Fray Mauro siempre tuvo grandes polémicas, tanto con la comunidad Mercedaria como contra el gobernador Rui Fernández de Fuenmayor(1603-1651).
Pero la más intensa algarabía que provocó fue con sus polémicas del llamado “caso Ponte”. Este comenzó, explicó don Ramón Díaz Sánchez(1903-1968), “por una cuestión meramente administrativa…de interés financiero, que luego deriva hacia materias más complicadas. El obispo, bien lo pinta Millan en su libro, amaba el dinero y era, como buen castellano, hombre autoritario y apasionado. Recien llegado a Caracas entra en tratos con don Pedro Navarro y Campos(también se apellidaba Villavicencio) y acuerda confiar a éste la venta de las bulas de la Santa Cruzada. Las bulas son unos documentos de categoría pontificia que S.S.el Papa expide para determinados asuntos…Bien mirada el caso, fray Mauro procedió cuerdamente a exigir a don Pedro Navarro una fianza para poner en sus manos aquellas bulas que valían dinero y que de seguro iban a tener excelente demanda entre los caraqueños…don Pedro era un hombre de buena familia, buen católico y ventajosamente relacionado...Pero carecía de fortuna propia y su reputación no era tan diáfana que se diga. Exigida la fianza por el Obispo, él[don Pedro] pensó en su mujer, doña Ana de Cepeda,que si poesía bienes. Pero doña Ana estaba encamada y sus relaciones con su marido andaban tan mal qie hasta había llegado a pensar en separarse de él. Intervienen entonces otros parientes, maquinan un subterfugio y logranm que doña Ana firmé la fianza aunque neutralizada con un documento privado(unaexclamación llamaban en aquel tiempo a esta suerte de documentos) por el cual se retractaba del anterior alegando que le había sido arrancado por el temor”.
Pero a poco don Mauro logró tener noticia de lo hecho por doña Ana, sobre todo de la firma de la “Exclamación” que anulaba, si era necesario, la “Fianza”. Allí ardió todo. Prosigue Díaz Sánchez: “Tal el origen de uno de los más resonantes conflctos de que guarda memoria la historia venezolana, Arrebatado por su genio irascible, fray Mauro reacciona contra el engaño y pone en prisión a doña Ana. Quiere que se convierta en acusadora de su marido para llevar a don Pedro a un litigio que podría conducirlo a la ruina, y como la señora se niega a ello no vacila en mantenerla en la cárcel[eclesiástica] por más de dos años…A partir de aquel acto de reacción en reacción el prelado multiplica sus agresiones sin detenerse en ningún atropello, ante ninguna crueldad” [16].
Doña Ana de Cepeda, lo sabemos, había pedido al obispo el divorcio de su esposo Pedro Navarro a quien acusó de los malos tratos de él recibidos por ella y por estar amancebado con su hermana Jimena Ponte. Después de los interrogatorios el obispo dio la orden de detención de los dos hermanos, Jimena y Pedro; también excomulgó a los hermanos Gabriel Navarro y Elvira Ponte por haberse negado a presentarse al juicio incoado por el metropolitano contra su familia. En 1643 los dos acusados, Pedro Navarro y Jimena Ponte, una vez condenados por fray Mauro se escaparon de la prisión. También condenó a la madre de ambos por encubrir el incesto de los dos hermanos. Fue entonces cuando la familia Ponte acudió a pedir justicia ante la Real Audiencia de Santo Domingo y el arzobispado de esa ciudad, pidiendo justicia. También el gobernador acusó a fray Mauro ante el rey Felipe IV(1606-1665). En ese momento tanto el gobernador Fernández de Fuenmayor, su teniente general y los alcaldes ordinarios había sido excomulgados por el obispo por su actutud en defensa de los acusados. Entonces al pedirle la Real Audiencia y al arzobispado a fray Mauro los papeles del juicio este se negó a entregárselos, lo que era ilegal, por lo cual fray Mauro también fue excomulgado por la arquidiocesis de Santo Domingo, de la cual dependía el obispado caraqueño, El caso fue entonces enviado al Consejo de Indias. En 1646 el Consejo de Indias perdonó y amonestó a fray Mauro, mándandolo a cumplir la leyes. En 1650 el Consejo de Indias nombró a fray Mauro obispo de Chiapas. Después de haber provocado todos estos sucesos, fray Mauro en el momento de tomar el barco en La Guaira dijo sacudiendo sus sandalias: “De Caracas no quiero ni el polvo, ahí se los dejó”[17].
Desde luego, la gran controversia sucedida en una ciudad tan pequeña como Caracas, que no tenía aun ni 6000 habitantes, fue grande escándalo. Y aquello tuvo connotaciones sexuales, dado el asunto que se trató ante el mitrado: un caso de incesto, dadas las acusaciones que se hicieron de particulares amistades del diocesano con algunas mujeres que comían con él. Cierta connotación sexual tuvo  también por el hecho de haber mandado el obispo a latigar a doña Jimena, medio desnuda en plena calle.
No queda duda por las características de su carácter y por las tropelías que hizo, que este obispo que tanta bulla creó en Caracas era una personalidad psicopática, por cierto, según Herrera Luque, tan abundantes en la vida venezolana desde muy atrás[18].

DENTRO LA NOVELA

La escribana del viento, títula Ana Teresa Torres su libro. La palabra le otorga un hondo sesgo femenino a la novela. De hecho nos recuerda “La salvaja” de la mexicana Carmen Boullosa.
Layéndola lo primero que fascina al lector son las descripciones geográficas que podemos encontrar en ellas: las de la peninsula de Paraguana, “El viento sopla constantemente en la península y resistirlo produce un gran cansancio”(p.33). O las de Caracas y sus alrededores. Tal cuando dice del Ávila: “Pienso que nosotros no hemos necesitado edificar esos bastiones porque el valle, custodiado por la Sierra Grande, queda naturalmente fortificado y defendido de los ataques por mar. Si guardo alguna nostalgia(y la guardo) es por esa mirada a la montaña que está siempre presente en cualquier parte que nos encontremos en Caracas”(p.230).
Igual el precioso pasaje, el más bello seguramente de esta ficción, en el que cuenta un traslado desde Caracas a Guatire, hasta llegar al mar, pasando luego por Camurí hasta arribar a La Guaira(p.298-301), tres páginas primorosas son estas, de exaltado amor por nuestra tierra.
Pero la esencia de la novela es recordar, escribir para que no se olvide lo sucedido, ya que sin memoria los pueblos no pueden andar. Y sería terrible no hacer memoria de las tropelías de fray Mauro, ya que “Olvidar de lo que es capaz, imposible”(p.136).
Además esta es siempre ficción. Ella misma confiesa en “El testimonio de la autora”, con que se cierra el tomo, que sus lectores no deben pensar que se haya propuesto intentar “por mi parte de esclarecer la veracidad de la historia”(p.381). Ella la cuenta y lña recrea. Y cuando, lo que es propio de este tipo de obras, le faltaron datos “en los vacíos me sentí libre de inventar”(p.377), ya “que en mi novela la veracidad de los hechos circula en terrenos poco verificables”(p.377).
Mientras leemos La escribana del viento nos damos cuenta lo que se puede hacer cuando se usa la imaginación.
Hay, también, una notable parte de la novela en la que describe la vida conventual venezolana de aquella época, en especial el convento de las  monjas concepcionistas, puesto en marcha en  Caracas en 1637, situado en el mismo lugar en donde está hoy el Palacio Federal.
También, o esencialmente, la idea de la “pertenecia” es fundamental en esta historia, el ser de un lugar y un tiempo. Importante aquí pues fray Mauro los lanza a todos al desarraigo al sacarlos de sus casas, a lo no pertenencia.

NOVELA EN LA NOVELA

Característica muy especial de La escribana del viento es el hecho de ser esta una novela en la novela. De hecho su autora es Ana, la escribana a quien la protagonista de los sucesos le dicta lo acaecido. Pero también Ana, mientras toma el dictado, va comprendiendo aquellos sucesos, lo hace con la imaginación como guía(p.203).
Y puede dictarle a Ana porque descubre que es una mujer que sabe escribir(p.15), cosa rara en aquellos días del siglo XVII, recordemos que la educación privada de las mujeres comenzó en Caracas en 1768, gracias al canónmigo Simón Malpica(1714-1776) y la publica fue propuesta, por a don Simón Rodríguez(1769-1854) en 1793. .
Cuando la invita a que tome sus recuerdos y los pase al papel le dice: ”Esto es para que escribas lo que te voy a dictar…¿Una carta?...Una larga carta, en efecto…¿Para sor Isabel Atienza?...Para mi…Nunca había escuchado que alguien se escribiera a sí mismo…¿Y para qué escribir lo que ya sabe?...Para que no se me olvide, ni a ti tampoco…¿Y para qué debo recordar todo eso que usted quiere escribir…Si tienes paciencia y haces menos preguntas lo comprenderás…Fui a buscar en la casa un taburete, y sentada en él comecé a ser su escribana”(p.34). En verdad, ”Una escribana no pregunta a quien le dicta las razones de su dictado, se limita a copiar correctamente”(p.37). Quien dicta está consciente que”Todo hay que escribirlo”(p.191), que en su dictado no debe omitir nada “quiero que toda la verdad sea escrita”(p.44).
La reacción contra las tropelías de fray Mauro es tal que cuando Catalina, como Sor Juana, llega a Coro con la idea de fundar un convento, Ana dice: “Y por eso le pregunté a sor Juana si tenía licencia de fundación; se rió y me dijo que no quería nada con los poderes de la Iglesia”(p.14), desde luego.
Y cuando va llegando la hora final el trabajo se hizo más intenso, ”Fue una época febril en la que me hizo tomar su dictado muchas horas”(p.291). Y tenía que escribir lo vivido porque las palabras dichas a viva voz de la lleva el viento.

LAS CRIATURAS DE LA FICCION

A lo largo de La escribana del viento todos los testigos de los desafueros del prélado van dando cuenta de lo que vieron, sintieron y padecieron.
Los personajes que más interesan son Ana Ventura, la escribana, su singular apellido nos dice no solo del goce de contar sino del placer de hacer memoria a tráves de la palabra.
Quien se llama Sor Juana en la novela, en verdad es Catalina de Campos, quien fue en la vida real Jimena de Ponte y Campos), una de las víctimas de fray Mauro, quien ha llegado a Coro huyendo de los sucesos de Caracas(p.32), quien invita a Ana a pasar con ella a Paraguaná, que es donde esta, una vez descubierta su verdera identidad, le cuenta los hechos que Ana trascribe.
Desde luego Fray Mauro de Tovar. Y a su lado el “sabandija”(p.178) presbítero Marcos de Sobremonte, secretario del obispo, hombre dispuesto a todo, uno de esos “pobres diablos” que siempre aparecen en todos los procesos sociales, en Venezuela los conocemos de sobra. Sobremonte siempre estuvo dispuesto a todo lo que inventara hacer fray Mauro, por peor que aquello fuera. Era un hombre de los peores que hallamos en el relato, auque siempre fray Mauro le gana.
Y las victimas del preelado: Beatriz Cepeda y Rivera, esposa de Pedro Navarro Villavicencio, este escribano mayor del Cabildo de Caracas;  Elvira de Campos y Catalina de Campos e Isabel de Atienza, priora fundadora del convento caraqueño de las concepcionistas.

EL OBISPO PERSEGUIDOR

Debemos reiterar que todo aquello fue mucho  más escandaloso en aquella pequeña Caracas, entonces de 6000 habitantes(p.63), donde la alta clase si acaso podría llegar a las 500 personas. Como pequeñísima urbe “Aquí en Santiago León se sabe todo”(p.79).
Fray Mauro de Tovar más que hombre peleón fue una personalidad psicopática, incapaz de respetar fuero alguno, no tenía amor por nadie, sus pasiones eran las peores, tal como lo dejó sentado en su acción en Caracas. Y, sin duda, prosiguió en Chiapas, por era su modo de ser era crear líos a cada paso. Sería interesante que algún día alguién se tomara el trabajo de estudiar su vida en España, antes de llegar a Caracas, para entender las raíces de aquella personalidad descoyuntada, como la suya.
Fue fray Mauro hombre de pasiones, las más lejanas en un religioso, más es un Benedictino, orden de contemplativos.
Apenas llegó comenzó a enfrentarse con el gobernador Rui Fernández de Fuenmayor(1603-1651) y con la comunidad Mercedaria, también protegida por el Gobernador. Fue el comiezo de sus mil controversias, en ella dejó clara la perversidad de su espíritu y su psicopatía, pese a ser hombre de iglesia. No creemos que el análisis de su  personalidad enferma pueda ser omitido en nuestros días, con los instrumentos científicos que tenemos, los propios de la ciencia de la conducta.
Tanto fue que en La embarazada del viento se lee: ”desde que llegó don fray Mauro las cosas se han puestos difíciles…por los presos que tiene, y los clérigos armados y las excomuniones”(p.199). Tanto que a Beatriz ”le repugna que Pedro[su esposo] esté en tratos con Tovar, considera que el obispo ha ofendido muchas veces al Cabildo, ha mostrado una conducta impía con los frailes mercedarios, ha sido enemigo de nuestro gobernador, y se pasea por la ciudad flanqueado por clérigos armados, lo que nunca se había visto”(p.123).Todo aquello “Fue la desgracia para la ciudad. Fue mi desgracia y la de toda mi familia”(p.32).
A poco de llegar fray Mauro, con la idea de poner a andar el Colegio Seminario de Caracas, aprobado por el rey ya en 1592. Pero ello no fue posible porque el 11 de junio de 1641 se produjo un gran terremoto, este asoló a Caracas y a La Guaira. Todo debió detenerse entonces. Fray Mauro tenía apenas menos de siete meses de haber llegado a Caracas y tomado posesión del obispado(diciembre 20,1640).
A poco hubo la proposición del Gobernador, dados los daños cuasados por el cataclismo, de mudar la ciudad al este. Fray Mauro se opuso, ya que lo suyo era siempre llevarle la contraria al Gobernador, la autoridad civil de la Provincia. Por ello la población se amotinó(p.99), unos de acuerdo con Fernandez de Fuenmayor, otros con el obispo, quien deseaba que la ciudad no fuera mudada. A poco comenzará su persecusión de los Ponte, esta se inició en 1642.

PERFIL DEL OBISPO

En La escribana del viento hallamos trazado el perfil de don fray Mauro. Era hombre de ”voz alterada y ademas de enojo”(p.99);  ”Lo que quería era sembrar cizaña, desunir los ánimos, y cualquier motivo, hasta la catástrofe, le parecía útil a sus fines”(p.99); ”es que Tovar es un hombre un tanto avaricioso”(p.124); ”Fray Mauro es implacable. No hay argumentación que lo conforme cuando se ha enardecido y eso ocurre con toda frecuencia”(p.129); no  respetaba ley alguna del reino: “Mi jurisdicción es hasta donde es mi gusto”(p.136), llegó a decir; las triquiñuelas legales “eran su especialidad”(p.136); pensaba que “pleitear le refrescaba la sangre”(p.140); .”Ese hombre no tiene ninguna clase de escrúpulos”(p.221); nunca gustó de los Mantuanos: “Estos señores quieren estar por encima de todo, se creen dueños de esta ciudad y se las quieren dar de esto y lo otro cuando son unos campesinos”(p.170); los muchos castigos que impuso, muchos bajo tortura dirigida por él mismo, “Lo que Tovar hace es un remedo de estos castigos que aplica a delito que no son contra de la fe de la Iglesia sino contra la fe de su persona”(p.262).
Y no hace caso a nadie, como lo observamos al leer este diálogo: ”Te preocupa mucho ese don Pedro. No es él, su ilustrísima, sino usted mismo. Si llega a morir toda la ciudad se pondrá contra usted y no faltará quien le escriba a la Real Audiencia dando cuenta de que ha fallecido en la prisión de la casa episcopal el escribano del cabildo, y además notario del Santo Oficio”(p.169). Fue esto lo que a la larga sucedió, lo que terminó por derrotar a aquel metropolitano: se fue de Caracas con las tablas en la cabeza, por su propia culpa, inmerso en los conflictos que él mismo había provocado.

LOS CRIOLLOS

Consecuencia de su animadversión a los Mantuanos es esto que debemos señalar: cuando el obispo Tovar llegó a Caracas el 20 de diciembre de 1640 la ciudad tenía setenta y tres años de fundada(1567), y ya habían personas nacidas y crecidas aquí: los criollos.
Los criollos, en los días del señor Tovar, estaban tan molestos con lo que veían sucederse, algo que no había sucedido antes entre Obispos y Gobernadores, algo que no sucedería en el fururo, pese a las controversias que hubo entre los dos poderes a lo largo de nuestro devenir. Pero dentro de aquellas condiciones escandalosas nunca. Basta leer los Anales eclesiíasticos venezolanos de monseñor Nicolás Eugenio Navarro(1867-1960) para comprobarlo[19]. Quizá el único ejemplo llamativo fue la conducta y los malos consejos que el presbítero Antonio José de Sucre(1831-1895), un sobrino de el Gran Mariscal, dio al arzobispo Silvetre Guevara y Lira(1814-1882) durante las controversias con el presidente Antonio Guzmán Blanco(1829-1899), sin ellos es posible que se hubiera encontrado otro sendero, pero tales fueron las “diabluras” del arcediano, que como todos los psicópatas todo lo enrredan.
Por ello entonces: ”Algunos vecinos gritaban en contra del obispo. ¡Respeto a los criollos”, se escuchó una voz”(p.162). O este otro signficativo pasaje: ”No pude contenerme más. Mira Agustín[de Palma], ¿cómo es posible que siendo tu criollo y criado en Santiago de León con todos nosotros, te hayas convertido en nuestro enemigo…Eres un lambucio, que lo único que quieres es ganar méritos porque entre Sobremonte, Navas, Becerra y Sevillano acaparan todos los favores del obispo y a ti lo que te dejan son las sobras”(p.273). Estas palabras de doña Paula de Ponte al padre Agustín de Palma nos hablan de que ya estaba fundado aquí un sentido de identidad de los aquí nacidos, de la venezolanidad, de la pertenecia. El maestro José Antonio Calcaño(1900-1978) concedió un especial valor a lo dicho por doña Paula a gritos  aquella noche del 3 de junio de 1643[20].

EL DOLOR DE UNA FAMILIA

Si algo conmueve al lector de La escribana del vientolo constituye el dolor que padece la familia objeto de la persecusión del Obispo. Es mucho el sentimiento que hallamos en la descripción que leemos de aquel trubulento suceder.
Los Ponte llegaron a dolerse de aquello, “Nosotros le dimos la bienvenida a quien procuró destruirnos”(p.85).
Todo comenzó a suceder en el momento de la prisión de Beatriz, el 30 de diciembre de 1641. Llevada entonces a las Casas Episcopales fue interrogada por el Obispo, aplicándole torturas, momento terrible aquel ya que ella estaba embarazada. El capítulo en que lee el interrogatorio constituye uno de los momentos mas arduos, y estilísticamente memorables, de la novela(p.145-155).
De allí que digan las gentes, “No se prende a una mujer principal así como así, y llevamos dos. ¿Qué es lo que quiere Tovar?¿desaparecer a nuestra familia?”(p.162). Ante aquellas tropelías: “Hay que presentar una denuncia que de una vez lo incapacite como obispo”(p.142).
El proceso siguió: “Dos días después de la fuga[de Beatriz y Pedro], el 22 de juio de 1643, el obispo pronunció la sentencia contra doña Elvira de Campos por los delitos de consentimiento y encubrimiento del incesto entre sus hijos Pedro Navarro y Catalina de Campos, y por no haber bautizado a ninguno de sus hijos habidos con Pablo de Ponte…y como guinda del postre incluyó a Diaz Meza, sin sentencia ni condena, sino eso, como parte del castigo por la fuga de don Pedro y de su hermana Catalina, quien también huyó esa misma noche del convento”(p.262).
La familia logró llegar hasta la Real Audiencia de Santo Domingo, ser escuchados, esta obligó “al obispo a absolver a los excomulgados en el término de tres días, otorgar las apelaciones, entregar los autos a los acusados para que los remitiesen, e inhibirse de estas causas en el ínterin. En resumen los jueces eclesiásticos fallaban a favor de doña Elvira de Campos y sus hijos Pedro Navarro y Villavicencio y Catalina de Campos y Villavicencio”(p.286). Pese a ello, el obispo no obedeció, esa era su costumbre(p.288)
Por ella Catalina le dice a Isabel, la priora del convento, a donde esta había sido traslada cuando se acercaba su parto, “Lo único que puedo hacer es esperar a que Tovar sea trasladado de sede, o que se muera, o por lo menos que mis hermanos logren algo en la audiencia de Santo Domingo, pero en estas condiciones, Pedro encarcelado, Gabriel medio escondido, Tomás en algún servicio del gobernador, no hay esperanza”(p.203)
Todos los maltratados por aquel obispo inicuo sufrieron mucho, hasta el punto que Felipa de Ponte dijo: “No quiero regresar al tiempo de antes, a lo que fuimos, a lo que sufrimos”(p.321); o Gabriel Navarro de Campos, “En mi memoria están frescos todos los sufrimientos a que nos vimos expuestos”(p.337).
Por ello escribió la monja Isabel de Atienza a Catalina: “Soy solo una mujer que vivió de cerca el sufrimiento que tú y tu familia tuvieron que soportar. En fin, esta es la gran noticia que ha regocijado mi corazón: don fray Mauro de Tovar acaba de morir, el 3 de noviembre de 1666 en Ciudad Real de Chiapas, la diócesis de Guatemala a donde fue trasladado de su obispado de Caracas”(p.29).

RAZONES DEL CONFLICTO

Antes de comenzar a sucederse los hechos Ana de Cepeda[Beatriz en la novela] a través del su tío [Melchor]Candamo “le ha solicitado a Tovar la separación, ¿no estabas enterado? No, no lo estaba pero no quise decirselo”(p.114). La razón era el adulterio continuado por parte de su esposo Pedro, con su media hermana, Jimena de Ponte, lo que era además un incesto. A este hecho lo considera Ana Teresa Torres, en el apéndice, “el primer caso dcumentado de una joven venezolana enjuiciada por un delito sexual que hoy veríamos como abuso”(p.377). Por ello Jimena fue condenada y encarcelada.
Pese a este hecho, ya hemos indicado que las razones del conflicto fueron económicas, la venta  de las Bulas, “Don fray Mauro le otorga la recaudación a Pedro[Navarro y Villavicencio] pero exige una fianza y la que puede poner sus bienes en garantía es Beatriz. En realidad, como sabes, ella, en su condición de mujer casada no se la puede negar, es derecho del marido proceder, pero últimamente. Últimamente las cosas se han complicado porque Beatriz quiere pedir una separación y el obispo lo sabe”(p.121).
Es ello es lo que lleva al personaje de Beatriz en la novela(en la realidad Ana de Cepeda,p.379) a firmar el documento llamado “Exclamación”, el cual “existe en derecho a fin de que quien se vea obligado a conceder algo por fuerza mayor y contrariamente a su voluntad, tenga alguna manera de hacerlo saber. En pocas palabras la ‘exclamación’ afirma la nulidad de lo anteriormente concedido”(p.125). Beatriz pensó firmar ambos, “la garantía de su dote y la Exclamación”(p.125). Y lo hizo. Alguien le contó aquello a Tovar y entonces este se enfureció. “Estos que tengo aquí son pecadores y deben pagar por ello. Pero doña Beatriz, señor, doña Beatriz de qué la acusan. ¿De que la acusan?¿Te parece poco lo que hizo? Me da una fianza pero si se arrepiente me la quita[con la Exclamación]”(p.170), este hecho es la clave de todo, todo el conficto tuvo solo razones monetarias no religiosas, Tovar usó el catolicismo como arma, atribuyéndose incluso potestades que no tenía, como la de “actuar en representación del Santo Oficio?”(p.171).
      


LA LITERATURA VENEZOLANA DEL SIGLO XVII

Escribe Ana Teresa Torres en el colofón de su novela: “Algunos documentos de la época introducidos como intertextos han sido versionados tratando de conservar la mayor parte de su contenido, pero con ciertas intervenciones gramaticales para acercar el lenguaje al lector contemporáneo…Son, por cierto, muy interesantes porque revelan el vivido estilo narrativo de los memoriales y escribanías. No hay herencia literaria del siglo XVII venezolano, y de cómo era el lenguaje común menos sabemos, así que salvando las excepciones mencionadas, la escritura de la novela no pretende reconstruirlo”(p.381).
Todo ello es verdad. No tuvimos una literatura, no tuvimos una obra poética de envergadura, como podrían ser las Elegías de Juan de Castellanos(1522-1607), relativas a la conquista, al siglo XVI, publicadas,  su primera parte, en 1589; no tuvimos un libro de historia que contara los sucesos acecidos entre 1601-1701, los cien años de la centuria. La única obra sobre nosotros aparecida, en 1627, las Noticias historiales, del fray Pedro Simón, que es la segunda historia del país, solo se refiere al siglo XVI y a los primeros diez y nueve años del XVII. La única excpeción son las composiciones poéticas insertas por fray Jacinto de Carvajal en sus Jornadas naúticas(1647), desconocidas hasta 1892 cuando fueron editadas. Algo hay, anota Uslar Pietri, en Piratas en América(1678), del médico de los corsarios Alexander Olivier Exquemeling(c1645-d1707), en las cuales da noticias sobre las tomas de los filibusteros a Maracaibo y Gibraltar. Pero en Venezuela, dice el maestro, no apareció nada, ni siquiera había una imprenta, esta no nos llegaría hasta 1808, tanto que el primer libro venezolano que se imprime, la Historia de la conquista y fundación de la provincia de Venezuela, apareció en 1723, en el siglo siguiente, y fue impresa en Madrid. “Esos cien años que van del libro de Simón al del Oviedo, de 1626 a 1723, son cien años de silencio en la literatura venezoalana. El mas largo silencio que ella haya conocido”[21].
Sin embargo, fuera de Venezuela es un rico siglo de creación literaria, como lo observó José Balza(1939), el primero literariamente hablando del Nuevo Mundo por sus ricas invenciones[22]. Pero también, la oscura y pobre Venezuela estaba entonces lejos de todo, fuera de lo que sucedía en nuestro continente en España se vivía la plenitud del siglo de Oro, la centuria del Quijote, de Quevedo, Calderón y Góngora. La centuria en que por vez primera un hispanoamericano, mexicano de nacimiemto, Juan Ruiz de Alarcón, triunfó con su obra teatral en España, la España, entre otros, de Lope de Vega.


ALGUNAS NOTICIAS

Pese a todo esto, escrudiñando archivos y bibliotecas hemos logrado reunir algunas noticias literarias, que son singulares por las pocas personas que la cultivaron.
Asi, en nuestro siglo XVII, los escritores a examinar son fray Jacinto de Carvajal(¿1567-1647?), Miguel de Ochogavia(1614 o 1617-¿1666?), Alonso Padilla, Juan Jaraquemada, Juan Pacheco y Quiñónez, Pedro Padilla, Cristóbal de Vera y Felipe Colón, todos incluyendo el padre Carvajal, son los llamados cantores de Apure, por aparecer sus composiciones en el libro del fraile sobre el descubrimiento del río Apure. Le sigue fray Cristóbal de la  Concepción, fray Juan Moro(1660-1732), el jesuita Alonso de Neira(1650-1706), las diez personas que formaron la primera elite intelectual caraqueña, una vez fundado el Colegio Seminario: Juan Fernández de Ortiz(16??-1691), Nicolás Herrera y Ascanio(16??-1721), Domingo López de Landaeta, Felix de Acuña(16??-1725), José Mijares de Solórzano(1684-1743), Antonio Tovar y Bañez(1691-1762), José Martínez de Porras(1608-1753) y su hermano Francisco(1682-1739) y José de Oviedo y Baños(1671-1738), todos sacerdotes menos don José. Juan de Arechederra(1686-1751) fue un distinguidísimo alumno de Colegio Seminario, no lo podemos dejar de mencionar. Le siguen Pablo de Orihuela(1636-¿1695?), Diego de los Ríos, Juan Torquemada y Francisco Ubierna(1638-1679), lo cual nos indica que no estuvo tan en la tierra yerma nuestra creación literaria en ese siglo, tan desconocido como es nuestro siglo XVII, pese a las investigaciones de Guillermo Morón en su  Historia de Venezuela, es poco lo que se le ha estudiado. Tenemos además de la obra de Morón, que es el libro que mejor trata esa centuria, Gobernadores y Capitanes Generales de Venezuela, de don Luis Alberto Sucre(1865-1942), un estudio de Oscar Martínez: Maracaibo en el siglo XVII. Sobre los sucesos, casi todos políticos, de esa ciudad y el examen, casi día a día, que fija sus hitos hasta 1640, nos ha ofrecido Alejandro Gerendas Kiss(1946) en un magnífico recuento[23].
Claro, al penetrar en el siglo XVII debemos referirnos al ensayo, que antes hemos citado, que Uslar Pietri dedicó a esta centuria[24] porque ha sido mal entendido por los autores que se refieren a él, más que todo por una poco cuidadosa lectura que no les ha permitido percibir que es a lo que don Arturo se refiere allí, que es a sólo un hecho: que ningún autor que haya vivido en esa época escribió un libro sobre esa centuria. A ella se dijo se referiría Oviedo y Baños en el segundo tomo de su obra el cual si bien fue redactado, como él mismo lo indica en las líneas finales del primer tomo[25], que es el único que fue impreso, el que conocemos como su Historia. El segundo fue destruido e incinerado por los Mantuanos para evitar se conocieran sus tropelías. Sabemos que existió escrita, es posiblemente la que tuvo entre sus libros, en México, el hermano jesuita de don José, don Juan Antonio de Oviedo(1670-1757).
A la carencia en nuestra historiografía de una historia del siglo XVII escrita por un hombre de aquella centuria, y a la carencia de testimonios literarios de aquellos cien años, es lo que se refirió Uslar en su luminoso artículo. El no negó los sucesos de ese período, ni en ningún momento se le escaparon los hechos social y políticamente creadores de esa centuria, la del asentamiento ciudadano, la del desarrollo de las ciudades, terminaba la algarabía de la conquista, que fue el suceder el siglo XVI. Y tiene razón don Arturo porque si bien las Noticias historiales de fray Pedro Simón(1581-d1623) se publicaron en 1627 en ella vuelve a tocar el siglo XVI, como lo hizo al padre Pedro de Aguado(1538-d1589), el primer historiador de Venezuela. Simón sólo toca el siglo XVII solo hasta 1619 y el único testimonio del XVII que existe son las Jornadas naúticas del padre Carvajal, que interesa también a la literatura. De allí en adelante lo que hay es silencio bibliográfico, aunque la documentación existente es numerosa, tanto que quienes han estudiado en el tiempo contemporáneo, Sucre, Morón, Martínez, Gerendas Kiss, han encontrado perfiles dignos de todo examen. También en el análisis de la documentación del período se basan las noticias que sobre el siglo XVII utilizó Herrera Luque al concebir y su desarrollar su novela histórica Los amos del valle, obra en la cual la desaparición del segundo tomo de la Historia de Oviedo y Baños es asunto sustancial, vacío que el desarrollo de su ficción trata de llenar. Los mantuanos en general son condenados por sus hechos en Los amos del valle, pero allí están los sucesos que en su documentación Herrera Luque estudió en los archivos de España como lo hicieron Morón y Martínez. Sin embargo, Herrera Luque llegó a explicar lo dificultosa que era la lectura de los papeles del siglo XVII, ya que esos tiempos las palabras se escribían pegadas unas de otras, lo cual hacía más laboriosa su lectura, como le sucedió a él cual estudió aquellas hojas.
Pero, desde luego, en aquellos tiempos, pese a los testimonios que hemos señalado, no se podía hablar de la existencia de una literatura venezolana porque una literatura “es un sistema continúo de producciones que traze el perfil original de esta comunidad”, como nos enseño Segundo Serrano Poncela(1912-1976)[26]. Y eso no sucedió aquí hasta el siglo XVIII.



[1] Trabajo leído en la sesión de “Los tertulieros se reúnen”, celebrada en la Fundación Francisco Herrera Luque, la tarde del jueves 28 de noviembre de 2013. Publicado en www.analitica.com: Caracas: noviembre 28,2013.
[2] Germán Carrera Damas: Aviso a los historiadores críticos. Caracas: Ediciones GE,1995.446 p. En cuyas páginas 155-157, nota 87. examina aquello de lo que tratamos.
[3] Alexis Márquez Rodríguez: Historia y ficción en la novela venezolana. Caracas: Monte Ávila Editores, 1991.257 p. La cita procede de la p.80
[4] Citado por Germán Carrera Damas: Aviso a los historiuadores críticos,p.155.
[5] Arnold Toynbee: Estudio de la Historia. Buenos Aires: Emecé, 1953, t.V,p.480-482.
[6] Enrique Bernardo Nuñez: La galera de Tiberio. Crónica del Canal de Panamá. Prólogo: Augusto Germán Orihuela.- Caracas: Universidad Central de Venezuela,1967. 205 p. La cita procede de la p.102. La primera edición de esta obra fue impresa en Bruges: Desclee de Browner,1938. 163 p. esta edición fue inmediatamente destruida por su autor para seguir trabajando sobre ella, la edición que cita Carrera Damas fue preparada por un grupo de amigos de Nuñez tras su deceso. Pese a ello nosotros, como crítico literario, consideramos que la edición de 1938 es superior a la de 1967. Se puede hacer el cotejo en Cubagua/La Galera de Tiberio. Prólogo: Domingo Miliani. La Habana: Casa de Las Américas,1978. XLV,239 p., en donde aparece la edición de 1938.
[7] Francisco Herrera Luque: Los viajeros de Indias,p.617-624.
[8] Mariano Picón Salas: Comprensión de Venezuela. Prólogo: Guillermo Sucre. Caracas: Monte Ávila Editores,1976. 238 p. La cita procede de la p.69.
[9] Guillermo Morón: Escritores Latinoamericanos contemporáneos. Caracas: Equinoccio,1979.387 p. La cita procede de la p.330, referencia que aparece en el capítulo en donde examina Terra nostra(1975) de Carlos Fuentes.
[10] Andrés F. Ponte: Fray Mauro de Tovar..Caracas: Editorial Cecilio Acosta,1945.359 p.
[11] Blas Millán: El agresivo obispado caraqueño de Fray Mauro de Tovar.Caracas: Tipografía Vargas,1956. XII,205 p.
[12] Francisco Herrera Luque: Los amos del valle, t.II,p.21-82. Sobre este hecho se debe consultar hoy la novela histórica de Ana Teresa Torres: La escribana del viento. Caracas: Alfa, 2013. 283 p.
[13] Luis Alberto Sucre: Gobernadores y Capitanes General de Venezuela.2ª.ed. Caracas: Litografia Tecnocolor, 1964.323 p.La cita procede de la p.131. La primera edición de esta obra, aun de vigencia plena, fue impresa en 1928.
[14] Lucas Guillermo Castillo Lara: Los Mercedarios y la vida politica y social de Caracas en los siglos XVII y XVIII. Caracas: Academia Nacional de la Historia,1980. 2 vols. La cita procede del t.I,p.83. Esta parte es un buen estudio, el más certero a la hora de tratar este asunto, que se haya dedicado al obispado de fray Mauro. Esta obra es, además, una rica fuente para el estudio del siglo XVII venezolano, centuria de la cual seguimos careciendo de un mayor número de estudios, después del que nos ofrece Guillermo Morón en su Historia de Venezuela.
[15] Angel Raúl Villasana: Ensayo de un repertorio bibliográfico venezolano(1808-1950). Caracas: Banco Central de Venezuela,1969-1976. 6 vols. La cita procede de la t.V,p.599.
 [16] Ramón Díaz Sánchez: Diez rostros de Venezuela.3ra.rd. Caracas: Editorial Lisbona, 1978. 296 p. Ver: “El turbulento Obispo y su mundo”(p.81-94). La citas proceden de las p.83-85.
[17] Hemos seguido aquí, bastante de cerca, a Astrid Avendaño en “Tovar, Mauro de”, en Varios Autores: Diccionario de Historia de Venezuela. 2ª.ed.aum. Caracas: Fundación Polar,1997,t.IV,p.69-71.
[18] Consultar aquí el libro psiquiátrico de Francisco Herrera Luque: Las personalidades psicopáticas. 11.ed. Caracas: Alfaguara, 2007.221 p. Este estudio académico, especialmente concebido por sus alumnos de la Cátedra de Psiquiatría de la UCV, publicado originalmente en 1969,  nos permite comprender las ideas que aplicó a la descripción del personaje en su novela histórica Los amos del valle.
[19] Monseñor Nicolás Eugenio Navarro: Anales eclesiásticos venezolanos.2ª.ed.aum. Caracas: Tip. Ameriacana,1951. XLVI,579 p.
[20] José Antonio Cañcaño El atalaya. Nuevos estudios antiguos. Caracas: Monte Avila Editores, 1977.199 p. Ver: “Tesoro de documentos”(p.99-103). El hecho está tratado en las p.101-102.
[21] Arturo Uslar Pietri: Letras y hombres de Venzuela. Caracas: Monte Ávila Editores, 1995. 319 p. Ver: “El siglo silencioso”(p.27-31).  Alexander Olivier Exquemelin es Piratas en América. Prólogo: Carlos Barral. Barcelona: Barral Editores, 1971.225 p. Su ´primera edición apareció en 1678.
[22] José Balza: Iniciales. Anuncios de la teoría literaria enAmpérica Latina. Caracas: Monte Ávila Editores,1993.110 p.
[23] Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Caracas: Italgráfica,1971. 5 vols; Oscar Martínez: Maracaibo en el siglo XVII. Caracas: Editorial Arte,2006;  Alejandro Gerendas Kiss: Historia de Venezuela narrada año por año,1410-1640. Caracas: Edimax, 2005. 734 p. Ver las p.691-704.
[24] Arturo Uslar Pietri:  “El siglo silencioso” en sus Letras y hombres de Venezuela,p.27-31. Este artículo fue publicado originalmente como “El siglo silencioso” en El Nacional, Papel Literario, Caracas: Octubre 29,1950,p.1.
[25] José Oviedo y Baños: Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela,p.327
[26] Segundo Serrano Poncela: La literatura occidental. Caracas: Universidada Central de Venezuela, 1971. 719  p. La cita procede de la p.570.