La literatura debe salir de las aulas a la vida de cada ser humano
Rosales dijo que para él es importante ver la respuesta de los asistentes a la feria.(Foto Prensa Filuc)
Cada vez se hace más necesaria la aplicación de diversas estrategias en el aula con el fin de promocionar la lectura en los estudiantes, ya que es de esta manera que tienen la posibilidad de “vivir otras vidas y de conocer otros personajes”.
En el segundo día del 6° Encuentro Latinoamericano: lectura, escritura y literatura en el aula “El libro: ventana para los niños”, la profesora Flor Gallego Delima, explicó que la literatura no es sólo para la escuela, sino para la vida. “La escuela no inventó la escritura y la lectura, más bien brinda herramientas para que el niño se acerque a ellas”.
Desde su experiencia, Gallego Delima afirmó que con la creación de cuentos los niños y jóvenes pueden expresar la realidad, actuar sobre lo real por medio de lo imaginario, convirtiéndose la literatura en un espacio para la libertad y el lugar de lo posible, porque leer y escribir es como realizar un viaje a mundos desconocidos.
En el encuentro también estuvo presente la profesora Magaly Pimentel, quien inició su participación con el relato “El Maestro”, del escritor Eduardo Galeano. Destacó que los cuentos cortos son para los niños una herramienta con el que aprenden rápidamente a leer y a desarrollar la memoria.
Pimentel señaló que a los maestros no deben preocuparle que los niños se equivoquen cuando comienzan a leer o a escribir. Es a partir de la lectura de un texto, cuento o poesía, que los niños descubrirán cómo se escribe correctamente. “A escribir se aprende leyendo. Nadie soporta que un niño escriba una letra al revés porque en seguida lo asocian con alguna dificultad de aprendizaje y no es así, precisamente a partir de los errores los niños comienzan a aprender”, subrayó.
Por otra parte, el ilustrador y diseñador Oswaldo Rosales, explicó la relación que debe existir entre la imagen y el texto en los libros. “La ilustración debe ser pensada para todos los lectores, aunque el libro sea para niños, debe estar dirigido para el público en general”.
Rosales manifestó sorpresa por la presencia de tantas personas en el encuentro; para él es importante ver la respuesta de los asistentes a la feria dispuestos a compartir espacios de reflexión sobre el libro y la lectura.
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