Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

lunes, 21 de octubre de 2013

Entre parras y vides leamos lo que nos dice el Papa Francisco que es más refrescante que el vino piche que nos están dando las noticias en los diarios cotidianos

Parras y vides...El tema del valenciano en estos días


El papa Francisco en el Ángelus recuerda que la oración nos hace sentir más cerca a Dios
Esta mañana en ví­a de la Conciliación se ha celebrado "100 metros de carrera y de fe"
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de octubre de 2013 (Zenit.org) - Un domingo más, el santo padre se ha unido a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro para rezar juntos el Ángelus. Minutos antes de comenzar la oración mariana, en la Vía de la Conciliación se ha estado celebrando la iniciativa del Consejo Pontificio de la Cultura y el Centro Deportivo Italiano, "100 metros de carrera y de fe", en la que personas de todas las edades y representando distintas nacionalidades han realizado el tramo corriendo, en esta actividad que se enmarca en el Año de la Fe.
Con este evento, se  ha querido subrayar la importancia del deporte como bien cultural, educativo y espiritual y llamar la atención de los diversos componentes del mundo católico sobre el papel formativo que puede asumir el deporte en la catequesis cristiana. Durante el desarrollo del evento, varios corredores han dado testimonio y compartido con los presentes su historia de fe y el mundo del deporte.
Ante una repleta plaza de San Pedro y alrededores, el santo padre ha reflexionado sobre la viuda del Evangelio de hoy, invitando a los presentes y a los fieles a no cansarse nunca de rezar, porque Dios nos invita a rezar con insistencia, no porque no sepa qué necesitamos o porque no nos escuche. Del mismo modo, Francisco ha recordado que en "nuestro camino cotidiano, especialmente en las dificultades, en la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos con Él al lado, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia y también su ayuda".
En la jornada mundial misionera que se celebra hoy, el santo padre ha querido recordar que la misión de la Iglesia es difundir en el mundo la llama de la fe, que Jesús ha encendido en el mundo. Así, ha nombrado a dos testigos de la fe que supieron cumplir esta misión de anunciar el Evangelio aunque les costara la vida; Afra Martinelli, italiana asesinada en Nigeria hace unos días y Stefano Sándor, que ayer fue proclamado beato en Budapest.
Un pensamiento especial también hoy para las mujeres, que como la viuda del Evangelio, luchan por su familia, que rezan, que no se rinden nunca. Un recuerdo hoy todos nosotros a estas mujeres que con su actitud nos dan un verdadero testimonio de bien, de valentía, de poder de la oración. También ha saludado especialmente a las madres argentinas, ya que hoy se celebra el día de la madre en la tierra natal del papa.


Francisco: Dios escucha siempre y conoce todo de nosotros
Durante la oración del Ángelus, el santo padre ha dedicado un pensamiento a las mujeres que dan un verdadero testimonio
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de octubre de 2013 (Zenit.org) - A las 12 de esta mañana el santo padre se ha asomado a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Estas son las palabras de papa antes de la oración  mariana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!,
en el Evangelio de hoy Jesús cuenta una parábola sobre la necesidad de rezar siempre, sin cansarse. La protagonista es una viuda que, a fuerza de suplicar a un juez deshonesto, consigue que él la haga justicia. Y Jesús concluye: si la viuda consiguió convencer a aquel juez, ¿queréis que Dios no nos escuche, si lo rezamos con insistencia? La expresión de Jesús es muy fuerte: "Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? (Lc 18, 7)
"Gritar día y noche" ¡hacia Dios! Nos toca esta imagen de la oración. Pero preguntémonos: ¿por qué Dios quiere esto? ¿Él no conoce ya nuestras necesidades? ¿Qué sentido tiene "insistir" con Dios?
Esta es una buena pregunta, que nos hace profundizar en un aspecto muy importante de la fe: Dios nos invita a rezar con insistencia no porque no sabe qué necesitamos, o porque no nos escucha. Al contrario, Él escucha siempre y conoce todo de nosotros, con amor. En nuestro camino cotidiano, especialmente en las dificultades, en la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos con Él al lado, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia y también su ayuda. Pero la lucha contra el mal es dura y larga, requiere paciencia y resistencia - como Moisés, que debía tener los brazos alzados para hacer vencer a su pueblo (cfr Ex 17, 8-13) Y así: hay una lucha que llevar adelante cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza y la oración es la expresión de esta fe. Por eso Jesús nos asegura la victoria, pero nos pregunta: "Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" (Lc 18, 8) Si se apaga la fe, se apaga la oración y nosotros caminamos en la oscuridad, nos perdemos en el camino de la vida.
Aprendamos por tanto de la viuda del Evangelio a rezar siempre, sin cansarnos. Era buena esta viuda, sabía luchar por sus hijos, y pienso en tantas mujeres que luchan por su familia, que rezan, que no se cansan nunca. Un recuerdo hoy todos nosotros a estas mujeres que con su actitud nos dan un verdadero testimonio de bien, de valentía, de poder de la oración. Un recuerdo a ellas. Luchar, rezar siempre ¡Pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras! ¡Él sabe mejor que nosotros qué necesitamos! Más bien la oración perseverante es expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer al mal con el bien.
Después de la oración del Ángelus, el santo padre ha dirigido a los presentes estas palabras:
¡Queridos hermanos y hermanas!
Hoy celebramos la Jornada Mundial Misionera. ¿Cuál es la misión de la Iglesia?. Difundir en el mundo la llama de la fe, que Jesús ha encendido en el mundo: la fe en Dios que es Padre, Amor, Misericordia. El método de la misión cristiana no es el proselitismo, sino el de la llama compartida que calienta el alma. Doy gracias a todos los que con la oración y la ayuda concreta apoyan la obra misionera, en particular la preocupación del obispo de Roma para la difusión del Evangelio. En esta Jornada estamos cerca a todos los misioneros y las misioneras, que trabajan mucho sin hacer ruido y dan la vida. Como la italiana Afra Martinelli, que ha trabajado  durante mucho años en Nigeria: hace algunos días fue asesinada, por robo; todos han llorado, cristianos y musulmanes. La querían mucho. Ella ha anunciado el Evangelio con la vida, con la obra que ha realizado, un centro de instrucción; así ha difundido la llama de la fe, ¡ha combatido la buena batalla! Pensemos en esta hermana nuestra y le saludamos con un aplauso, todos.
Pienso también en Stefano Sándor, que ayer fue proclamado beato en Budapest. Era un salesiano laico, ejemplar en el servicio a los jóvenes, en el oratorio y en la instrucción profesional. Cuando el régimen comunista cerró todas las obras católicas, afrontó las persecuciones con valentía, y fue asesinado a los 39 años. Nos unimos a la acción de gracias de la Familia salesiana y de la iglesia húngara.
Deseo expresar mi cercanía a la población de Filipinas afectada por un fuerte terremoto, y os invito a reza por esa querida nació, que recientemente ha sufrido distintas calamidades. Saludo con afecto a todos los peregrinos presentes, comenzando por los jóvenes que dan dado vida  a la manifestación "100 metros de carrera y de fe, promovida por el Consejo Pontificio de la Cultura. ¡Gracias, porque nos recordáis que el creyente es un atleta del espíritu! ¡Muchas gracias!
Acojo con alegría a los fieles de la diócesis de Bologna y de Cesena-Sarsina, guiados por el cardenal Caffarra y del obispo Regattieri; como también a los de Corrientes de Argentina y de Maracaibo y Barinas de Venezuela. Hoy en Argentina se celebra el día de la madre. Dirijo un saludos a las madres de mi tierra.
Saludo al grupo de oración "Raio de Luz", de Brasil; y las Fraternidades de la Orden Secular Trinitaria.
Las parroquias y  las asociaciones italianas son muchas, no puedo nombrarlas, ¡pero saludo y doy las gracias a todos con afecto!
¡Feliz domingo! ¡Hasta pronto! ¡Buen provecho!

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