50% DE POPULARIDAD
José Domingo Blanco (Mingo) | marzo 5, 2017 / Web del Frente patriotico
Enterarnos que Chávez tiene, a la fecha, 50% de popularidad no tendría nada de extraño si el personaje que goza de “la preferencia de la audiencia” no estuviera muerto. Que el porcentaje de aceptación del Difunto Ex Presidente, luego de cuatro años de su muerte siga siendo tan alto, debo confesarles, me desconcierta. Y la razón es muy simple: a mi juicio, el padre, el creador, el responsable, ¡el culpable! de la lamentable situación de miseria y muerte que azota en la actualidad a Venezuela es, precisamente, ese quien todavía hoy ostenta tanto reconocimiento.
¿Qué es esto? ¿Masoquismo? ¿Sadismo? ¿Ceguera ideológica? ¿Sumisión enfermiza? Porque ese amor al Difunto, en las condiciones de pobreza, hambre e inseguridad, que él generó -y Maduro potencia- es como el Síndrome de Estocolmo; o como un caso más de violencia doméstica en el que, la esposa maltratada, sigue venerando al marido a pesar de que es el autor de los golpes y moretones.
Permítanme ilustrar lo que digo con un ejemplo que encontré leyendo el libro de mi admirada amiga, Isabel Pereira, “Por un país de Propietarios”. Relata la anécdota que transcribe Isabel que la revolución rusa estaba a punto de sucumbir por el desencanto del pueblo con la dictadura del proletariado, una dictadura que sólo les proporcionaba represión y miseria. Los colaboradores de Stalin, preocupados por la situación, decidieron pedirle consejo para evitar una rebelión popular. Stalin les recibió y, sin mediar palabra, los llevó al patio de su casa en una fría mañana de invierno. Agarró una de las gallinas y, cruelmente, le arrancó todas las plumas. Luego puso al animal en el suelo y exclamó: “ya eres libre”; pero el ave, con la piel amoratada debido al frío siberiano y al dolor causado por el suplicio, no hizo otra cosa que pegarse a los zapatos de su torturador restregándose con la tela de sus pantalones. Los colaboradores creían que la gallinácea saldría huyendo, espantada, después del brutal acto. Sin embargo, Stalin les explicó que el ejemplo representaba la base del socialismo para controlar a la ciudadanía: “Igual que la gallina, el pueblo humillado se postraría ante él suplicando sobrevivir, cuanto más lamentables fueran sus condiciones de vida en un escenario de terror”.
El régimen –con Chávez aún a la cabeza, por lo que demuestran los números- se dio a la tarea de crear una sociedad sumisa, como la gallina desplumada de Stanlin, aterrada y completamente dependiente de las dádivas –bolsas Clap y Carnet de la Patria. Un segmento de la población, esperando no caer en desgracia, sigue viendo en el Difunto Ex Presidente al salvador y a Maduro como el médium a través de quien el Difunto se “materializa”. Por eso, ni Nicolás ni el resto de los parásitos que ocupan los cargos gubernamentales, lo dejan descansar en “paz”. Por eso desde el miércoles 1 de marzo, la nueva consigna del PSUV es “Aquí Amamos a Chávez”, porque Chávez sigue gobernando y porque, gracias a él, este régimen sigue aferrado al poder.
Hace cuatro años, cuando anunciaron que Chávez había muerto, escribí un artículo titulado “Idus de Marzo”. Quiero compartir con ustedes lo que, en ese momento, expresé:
Intento escribir mientras, en cadena nacional, transmiten el cortejo fúnebre de Hugo Chávez. ¡Quién diría que seríamos testigos de una noticia como ésta? Chávez el eterno. El que aseguraba que se quedaría en el poder “hasta el 2000 siempre”. Con su muerte, por ahora, hay algunos anuncios, ninguno de ellos más allá de lo que las exequias de un personaje de su investidura exige: siete días de duelo nacional, clases suspendidas, velatorio en la Academia Militar, funerales con honores de Jefe de Estado previstos para este viernes, mandatarios de otras naciones que llegaron para rendirle tributo. Ante lo irremediable, Jaua anuncia la falta absoluta, ratifica a Maduro como Presidente encargado y menciona que en 30 días tendremos elecciones. ¡Llegaron los idus de marzo a Venezuela!
La historia de los idus de marzo me viene a la mente y no por casualidad. La popularidad de la fecha -que según el calendario romano correspondía al decimoquinto día del mes de Martius, y eran días de buenos augurios- se debe a que Julio César fue asesinado en el idus de marzo del año 44 a.C. Cuenta Plutarco que César había sido avisado del peligro, pero había desestimado el vaticinio. Un vidente le dijo del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo. Ese día, cuando Julio César iba al Senado, encontró al adivino y riendo le dijo: “los idus de marzo ya han llegado”; a lo que el vidente contestó compasivamente: “sí, pero aún no han acabado”. Marzo apenas está comenzando.
Tras el anuncio de la muerte de Chávez, me sorprendo ante las noches de auto toque de queda que se han impuesto los venezolanos, las colas inmensas en las estaciones de servicio para poner gasolina, la cautela con la que están abriendo algunos negocios por temor a ser saqueados. Percibo nerviosismo y miedo. La incertidumbre se posa aún más, como una nube negra, sobre nuestro país. Llegaron los idus de marzo; pero, no creo que estén cargados de buenos augurios. El líder de esta pseudorrevolución murió. Desde hace mucho que ya no estaba. Y comienzo a ver lo que en tantas otras oportunidades advertí: el surgimiento del Chávez supraterrenal y omnipresente que seguirá rigiendo los destinos del país, ¡quién sabe por cuánto tiempo más!”.
Hoy, como hace cuatro años, Marzo apenas está comenzando… y Chávez aún sigue gobernando.
@mingo_1
LA GUERRA DE LAS NEURONAS
NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ | marzo 5, 2017 | Web del Frente Patriotico
INCAPACIDAD PARA DISCERNIR
Maduro es como un billete falso, no vale nada. Todo en él es un disfraz, se viste de rojo para demostrar que es comunista, se viste de bandera para aparentar ser venezolano, se viste de verde para parecer militar, adopta poses y los discursos de Chávez, habla de tropas, de guerras. Mientras más vocifera, más se asemeja a la marioneta de madera de un ventrílocuo.
Ser títere es su verdadera naturaleza, aparenta hablar sin mover los labios, la voz sale del vientre residenciado en la Habana. En realidad, habla sin mover las neuronas, situación que toma visos de patología, además contagiosa, visto como se difunde entre los representantes del régimen y en algunos opositores.
Las guerras de las que habla Maduro existen solo en su imaginación, eso lo saben bien los militares corruptos, disimulan el asco que sienten, repiten la frase “Chávez vive”, para justificar que lo hacen por el muerto… así soportan la vergüenza de tener que fingir, frente a tamaño deshonor que es servirle a Maduro… el títere traidor de la Patria.
Pero que se le va a hacer, es cuestión de negocios, con este “Cantinflas” del caribe, y que me perdone el artista, tienen asegurada su cuota de poder y su participación del botín.
En Venezuela la única guerra es de las neuronas, la gente parece haber perdido la capacidad de discernir, por eso tenemos soldados idiotizados violando el juramento de defender la patria y hacer respetar la Constitución. Banqueros, comerciantes y boli-burgueses que, sin creer en el marxismo habanero, aprovechan la situación para llenarse los bolsillos, sin considerar que están destruyendo al país.
Jueces vendidos, violadores de la ley, sin importarles la deontología profesional; diputados oficialistas que asisten a la Asamblea Nacional para torpedear sus funciones, sin importarles el principio democrático de la separación de poderes. Un Tribunal Supremo de Justicia, abocado a destruir la voluntad popular; un CNE en manos de unas delincuentes que impiden elecciones; bandas de colectivos asesinos y ladrones, armadas por el régimen, que han transformaron la ciudad en terreno minado, convirtiéndose en el verdadero problema del estado de derecho.
Una población sometida por el chantaje, el hambre y la miseria, que no termina de concientizar de que es mayoría… y que de tomar una decisión no podrían contra ella.
Y una parte de la oposición que prefiere fingir que estamos en democracia, exigiendo respeto a sus derechos, pidiendo elecciones y pequeñas cuotas regionales, sin enfrentar como se debe a un verdugo a la cabeza de una dictadura. Una trágica situación que al final significa, que todos se encuentran …fuera del perol.
Mientras Maduro realiza ejercicios militares, para supuestamente ganar la guerra, nuestras fuerzas armadas, ni siquiera pueden dar con el paradero de un helicóptero caído en territorio nacional.
Mientras sumas astronómicas se dedican para comprar armas, destinadas a ser usadas contra los venezolanos, la guerra del hambre hace estragos entre la población… y la guerra de la escasez se apodera definitivamente de los hospitales, los abastos y los estómagos del pueblo.
Las únicas guerras del chavismo, fueron contra la libre empresa, la inversión privada, las fuentes de trabajo, contra PDVSA, contra los servicios de agua y luz, contra la educación, las universidades, los sindicatos y los estudiantes… siguiendo el consejo de Fidel. Y vaya que lograron destruir.
La guerra que si perdieron fue la del apoyo popular, esa es nuestra arma… con esa indiscutible mayoría podemos ganar.
La guerra que no se atreve a enfrentar, es la de Trump, el gobierno del Norte ha sancionado al vicepresidente Tarek el Aissami, por narco traficante, lavado de dólares y apoyo a grupos extremistas, investigación que tiene años realizándose. El implicado ha respondido, como era de esperarse, la mini canciller, contrario a su naturaleza “perrerosa” (en lenguaje maracucho), ha sido cauta.
El régimen ha exigido al Ministro de la Defensa Padrino López, que se haga garante de la honestidad de Tarek, menudo compromiso, de ahora en adelante tendrá que velar por su reputación, para terminar de volverse loco.
A Maduro el cerebro no le da, para brindarle seguridad al país, tendría que acabar con sus socios colectivos, tampoco le sirve para producir en el país los alimentos que necesita, como hacerlo si con los CLAP somete al pueblo, como acabar con la corrupción sin meter preso a la mitad de los dirigentes chavistas y sus respectivos testaferros. Difícil rompe cabezas para quien tiene que consultar todo con la Habana.
Le guerra de las neuronas dejó a mucha gente idiota, sino como explicar las declaraciones del presidente del Banco Bicentenario del Pueblo, Pérez Abad, quien aseguró que “la revolución es indetenible, porque tiene la lealtad de todo un pueblo”, ¡pobre hombre! Cada vez que ve una encuesta entra en crisis, calculando los días que le quedan con casi un 90% de opinión negativa.
Las personas no trastocadas como él, tenemos que interpretar lo que quiso decir cuando agregó, “Con el legado del comandante Chávez y ahora junto al Presidente Maduro sigamos construyendo el socialismo productivo”, tengo que concluir que perdió el juicio o no es normal, este régimen puede ser de todo… menos productivo.
Aquí son muchos los que perdieron la cabeza, recientemente el propio Maduro generó una crisis nacional, al suprimir el billete que existía de mayor denominación, sin que hubieran llegado al país los que servirían para sustituirlo, un verdadero desquiciado que generó una ola de protestas, con terribles consecuencias humanas.
Al final tuvo que echarse para atrás, luego que voceros del régimen mintieron diciendo que los billetes estaban en Venezuela. Locos como Vielma Mora gobernador del Táchira y Reverol ministro del interior, se apresuraron a afirmar que los disturbios no eran por hambre, sino planificados y orquestados por la oposición, el único problema que enfrentaron es que nadie les creyó.
Una buena amiga me repetía el consejo de su excepcional abuela, me estimuló a seguir adelante en mis denuncias, una y otra vez, que al final lograremos que la verdad sea vista. Porque en realidad el país está como los tres monitos: ciego sordo y mudo… pero también deberíamos hablar de un cuarto “el indiferente” el que está esperando que otros hagan, lo que todos deberíamos estar haciendo.
Ese que también parece haber perdido el sentido común y no se da cuenta que, si no enfrentamos la dictadura de frente, esta pueda acabar con todo espacio de libertad. Ante la estupidez de los slogans del régimen, acompañado de los golpes sucios, las violaciones constitucionales, las “marramuncias leguleyas” y el atropello a los ciudadanos, el único camino es recuperar la fuerza del espíritu libertario del venezolano.
EL CULTO A LA PERSONALIDAD: ¡UN VICIO DE NUESTRO TIEMPO !
Marco Tulio Cicerón | marzo 5, 2017 | Web del Frente Patriótico.
Uno de los primeros en iniciar en tiempos modernos el culto a la personalidad fue Josef Stalin, quien permitió el embalsamamiento del cadáver de Lenín para la adoración perpetua de los fieles de la iglesia marxista-comunista. Luego, el gran dictador permitió la erección en vida de estatuas suyas en toda Rusia y hasta en países satélites. Ni Gengis Khan tuvo tanto poder porque además del gigantesco territorio de la URSS más los países satélites de potencia soviética, nunca el conquistador mongol, tuvo a los ciento y pico de partidos comunistas en todo el mundo incluyendo a los partidos de Francia, Alemania, Italia, España y en América los de Venezuela, Colombia, Perú, Brasil etc. El culto a la personalidad fue denunciado por Nikita Krushev en ocasión del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), como una desviación perjudicial de la doctrina marxista de la historia. Alguien me contó, que una vocecita en el fondo del Congreso: “dijo:
-¿ Dónde estabas tú, secretario general cuando eso sucedía ? De inmediato hubo un silencio sepulcral, hasta el vuelo de una mariposa se podía escuchar.
- ¿ Quién dijo eso ? Replicó, con una cara profunda de enojo el líder soviético. Y enseguida, exclamó:
– Yo, estaba, camarada en ese entonces, !en el mismo sitio donde tu estás sentado ahorita.!
Características por supuesto del culto a la personalidad ¡ del líder!
1 Exagerada devoción de todas las personas con el líder. Excedida adulación y adoración unipersonal al caudillo mimetizado con la figura del estado al que rige. Hasta cuando el caudillo se enferma, se pretende que enferma el país. Cuando Chávez estaba enfermo en Cuba, en los ministerios y empresas del Estado se harían obligatorias las oraciones por la salud de Chávez.
- Presencia de un “enemigo común” que justifica el papel histórico del líder como una potencia enemiga extranjera, un grupo económico o religioso, o un sistema político contrario al que se profesa. Dicho enemigo común puede ser interno y externo a la vez, trabajando generalmente de forma coordinada contra el régimen y la integridad física del líder. ¡ Siempre se anunciaban atentados contra Chávez, y en la actualidad contra Maduro !
- Recepción sin crítica de las expresiones en la opinión pública de la persona admirada. Quién cuestiona al líder suele ser tildado de traidor “¡ Aquí no se habla mal de Chávez!
- 4. Persecución de los críticos de la persona admirada, en parte con amenazas de muerte o a la salud de los críticos; aprehensión y desaparición de los críticos.
- Mimetizar la figura del líder con el Estado. Si el líder es amenazado, pues la patria es amenazada. Si el líder no mandara más, la patria sería ingobernable, mandaría la anarquía.
- Presencia exagerada de imágenes, fotografías y consignas y temas en escuelas, edificios y en los medios. “Los ojos de Chávez pintados en los edificios”.
- Designación de empresas, edificios públicos, escuelas, calles, avenidas, plazas, canchas deportivas, ciudades con el nombre del líder o con nombres propios y relevantes dentro de la ideología que este profesa (por ejemplo: Topónimos de Lenin).
- Utilización de imágenes del líder o símbolos del partido en las carteleras de los proyectos del gobierno o sitios gubernamentales.
- Elaboración de relaciones (a menudo absurdas desde un punto de vista crítico) entre el líder y todos los aspectos de la vida. “Ser rico es malo, ser pobre es bueno” “gran” idea de !Hugo Chávez !
- Tendencia a creer la noción de que los problemas que puedan ocurrir de ninguna forma son responsabilidad directa del líder. !Siempre hay alguien a quien echarle la culpa ¡ a Donald Trump, al imperialismo yanqui, etc.
- Tendencia a confusión entre los actos del Estado y los de la fuerza política que la gobierna, colocación se símbolos partidarios o colores elegidos para identificarse políticamente en espacios públicos y en los principales actos de gobierno. PSUV, franelas rojas, el adjetivo “bolivariano” a todo,etc.
En Venezuela, el culto a la personalidad comenzó con Antonio Guzmán Blanco, cuya celebración del centenario del nacimiento del Libertador lo asoció con su propia figura. En vida se hizo erigir estatuas, que luego eran derribadas cuando salía del poder. Ni siquiera José Antonio Páez fundador de la tercer república – la actual que estamos viviendo- se atrevió a tanto. Luego, con Cipriano Castro la adulación a la figura del presidente cogió grandes fuerzas, basta leer El Cabito de Pio Gil, para darnos cuenta de lo nauseabundo de los ambientes de la adulación a la figura del Jefe de Estado. También al Juan Vicente Gómez, se le rendía admiración y adulación, aunque el hombre de la Mulera sabía escaparse de tales zalamerías.
Con la llegada de Hugo Chávez al poder, y muerte siendo presidente se ha resucitado a niveles cursi y exagerados el culto a la personalidad. Según el extraordinario libro La miedocracia de Luis José Uzcátegui las técnicas más usuales que se emplean para sembrar el miedo entre los ciudadanos por parte del “Gran Hermano” son las siguientes:
- Amenazar todos los días.
- Burlarse de lo que el ciudadano piensa y siente.
- Mofarse de las leyes, haciendo lo contrario de lo que dictan.
- Mostrarse -sin serlo – como un personaje con autoridad y moral.
- Presentarse como amante del pueblo.
- Aparentar ser invencible.
- Invitar a los ciudadanos que se vayan del país.
- Apresar a unos pocos y amenazar a todos.
- Modificar leyes al antojo y capricho.
- Cerrar medios de comunicación.
- Invadir la propiedad privada
- Mostrar imagen de seguridad y poder.
- Proclamar que por décadas estará en el poder.
- Amenazar que todo será peor si él se va.
- Venderse como mártir y bueno.
- Acusar de enemigos a millones de ciudadanos.
- Decir que son mayoría, cuando cada día son menos.
En los actuales momentos como apoteosis de la muerte de Hugo Chávez se está organizando un gran homenaje con 200 invitados que vendrán del exterior, me pregunto si habrán invitado a Heinz Dieterich de México, ex asesor de Chávez y cobrador de honorarios en USA $, o a el Padre Ernesto Cardenal otrora cantor de loas a la otrora revolución sandinista hoy en franca oposición al presidente Daniel Ortega, o porqué no a Cristina Kichner ex presidenta de Argentina. La familia Chávez Frías que ya forma parte de la clase media alta en Venezuela tiene mucho que agradecerle a su vástago más famoso. Por lo tanto su hermano Adán Chávez, está organizando esta orgía de ditirambos y homenajes a la desparecida figura de Hugo Chávez.
Dictaduras sin culto a la personalidad, son raras e inexistentes: Hitler tenía sus juventudes hitlerianas, Franco estaba hasta en la peseta “Caudillo de España por la gracia de Dios”, Mao Tse Tung tenía su libro de Mao especie de dichos, proverbios o verdades que tenían que tener siempre presente los chinos. Todavía hay franceses que veneran la memoria del gran Napoleón.
Y por supuesto Juan Domingo Perón sigue presente en los recuerdos gratos e ingratos del pueblo argentino, sobre todo cuando hay elecciones es necesario invocar su nombre. En Santo Domingo se llegó a comparar al bestial tirano con Dios. Y ya en Cuba presenciamos la apoteosis de los funerales del carismático super dictador Fidel Castro.
BADUEL ¿ESPEJO Y REHÉN?
Agustín Blanco Muñoz | marzo 5, 2017 | Web del Frente patriótico.
¿El cuadro histórico de este expaís es hoy explosivo? El gobierno militar-civil aumenta su control en todos los frentes mientras la MUD reestructurada está obligada por el CNE a validarse. Más dividida y débil permitirá que siga sin tropiezos el dominio revolucionario.
Sin embargo, UNoticias (23/02/17) informa de la detención de siete sargentos, el Gral. Brigada ® Ramón Antonio Lozada Saavedra y el TTe.Cnel. Carlos Enrique Viana Sosa que “se han estado organizando en un movimiento encaminado al alzamiento o rebelión en contra del Poder Ejecutivo”.
Los Srgtos formarían parte del anillo de seguridad del ‘papa’, alias atribuido al general en jefe ® Raúl Isaías Baduel, para la fecha recluido de nuevo en Ramo Verde (RV), al ser revocado el 12/01/17 la medida de casa por cárcel. Se comentó que el alto oficial, condenado a casi 8 años por presunta sustracción de capitales de las FANB, estaba conspirando.
Desde RV, Baduel hace un pronunciamiento en el cual señala que el lugar de su arbitraria reclusión se constituye ahora “en el puesto de comando principal de las acciones ciudadanas para el desconocimiento constitucional de un régimen totalitario, que es contrario a los valores y garantías democráticas, e igualmente menoscaba los derechos humanos”.
Invoca el Art. 350 de la CRBV y llama a los “dignos integrantes de las FAN a que cumplan con el Art. 328 de la CRBV. Le pide al Gral. Padrino López “que reconsidere su actitud, porque RV se puede convertir en el nuevo puesto de comando de la FAN.” ¿Pero se pronunciarán esos militares por encima de la maquinaria de control venecubana?
Y para este 02/03/17, a horas de cumplirse el término de su prisión, se ordena un nuevo juicio a RB por presuntos delitos de traición a la patria e instigación a la rebelión.
¿7 sargentos son peligro de insurgencia en las FANB o a RB se le presenta como espejo de lo que hace la revolución con quien se aparte de sus lineamientos, sin importar como en este caso que se trate de quien haya sido como un hermano de Chávez y su salvador el 11A-02? ¿Se trata de tener rehenes que sirvan de espejo a quien se desvíe del mando revolucionario? ¿Se hará una nueva condena a RB sin que aparezcan los “dignos oficiales”?
Sancho, la historia rehén-espejo de RB reproduce buena parte de las tortuosas vidas en eso que llaman revoluciones!
LA VICTORIA MORAL DEL CHAVISMO Por: Robert Gilles Redondo. (Primera Parte)
LA VICTORIA MORAL DEL CHAVISMO
Primera Parte
Los últimos dieciocho años en Venezuela han sido amargos. Las rotativas de los medios y las redes sociales se han convertido en púlpitos del horror, de la muerte, de la miseria y del retroceso moral al que ha sido sometida nuestra sociedad. El chavismo rompió sin pudor alguno la precaria escala de valores que heredamos del rentismo petrolero, de la vida fácil, de la desviación de la democracia y quizá también de lo que Rómulo Betancourt llamaba “el nuevo riquismo”. En 1977 él, dos veces presidente de Venezuela y el hombre de estado más sólido de nuestra historia contemporánea, advertía que nuestra nación corría el riesgo de podrirse y desintegrarse.
La historia moral o de los valores en Venezuela es algo aún no escrito y yo no pretendo en modo alguno hacer siquiera un esbozo. No es tiempo para ello. Pero debe sí observarse el progresivo deterioro que durante el siglo XX y el siglo XXI ha sufrido la esencia moral de los venezolanos. A nuestra propia degeneración hemos reaccionado con sentimientos de horror y rechazo, como es de esperar, pero también ha empezado a cohabitar con nosotros una extraña fascinación y una impactante resignación ante el mal que nos rodea. Así las noticias criminis y los grandes escándalos de hoy (que no tienen comparación con los del pasado) se someten al relativismo de la cotidianidad y la principal víctima ha sido la misma sociedad venezolana que ha tomado forzosamente como lema de vida el célebre carpe diem.
Y como resultado de muchos eventos nuestro país se ha convertido en una diaria cámara lenta de la escena salvaje del depredador que tras una insistente cacería consigue atrapar a su presa, la cual al final espera con absoluta pasividad su muerte, haciendo algunos tímidos esfuerzos por salir corriendo.
Claro está que nuestro problema no es fundamentalmente moral, es política, es humana, es económica, es cultural. Apenas somos otro eslabón de la crisis mundial. De eso que Benedicto XVI llamó el relativismo moral. Pero aunado a todas las crisis que el chavismo ha desatado está la moral y en esa ellos han conseguido una evidente victoria.
Que nadie se escandalice cuando admito que el narcochavismo ha obtenido una holgada victoria amoral sobre los venezolanos. Esto que somos hoy, una sociedad amorfa, desorientada, incapaz de resistir la inclemente involución que ha significado para nosotros el siglo XXI, lo demuestra. Por muchos valores comprados que puedan haber, como la ex Fuerza Armada Nacional, se hace injustificable el paisaje de horror que tenemos delante y que nada ni nadie sea capaz de pararse, más allá de las palabras, a decir que ya basta.
El narcochavismo ha profesado, como su análogo nacionalsocialismo, una fe inquebrantable en el triunfo de su anacrónico proyecto y tras el desmantelamiento de las instituciones, derivando al Estado en ente fallido, ha conseguido poner al revés nuestra escala de valores sin que eso produzca escándalo, conduciéndonos sin reparos a una extraña conformidad a modo de Síndrome de Estocolmo. Nuestras rabias por la escasez duran lo que una cola para comprar comida o medicinas; la indignación por la gente que come de la basura o perros, lo que demora en subir una foto o un video a las redes sociales. Los crímenes de la inseguridad y la violencia sin control son parte de nuestra cotidianidad y convivimos con eso sin reaccionar realmente.
La odiosa agresión verbal es parte ahora de nuestro gentilicio. Las malas palabras son tan comunes como las colas de tránsito. La marginalidad, como el hecho de estar apartado de los parámetros sociales, es forma de vida asumida por millones de venezolanos. La atroz escasez ha conducido al desbarajuste estético de personas y ciudades. Esto ha sido el chavismo en su triunfo sobre lo que fuimos alguna vez. La impecabilidad que siempre nos caracterizó ya no se ve por estas calles.
Nunca como ahora hemos sido tan violentos. La ley del más fuerte es nuestra Constitución. La impunidad ha dado como fruto escenas atroces que sólo causan sensacionalismos: la quema de personas en vías públicas, los descuartizamientos, el linchamiento, el bullying en las instituciones educativas.
Llevamos dieciocho años intentando cargarnos de razones para detener al chavismo y parece que solo conseguimos estar cada vez más atrapados en el abismo desfondado en el que caímos, sin encontrar la clave para motivarnos de verdad.
El incólume desprecio a la vida que manifiesta el narcochavismo en todas sus acciones es mucho más que temerario. Es inaceptable en pleno Tercer Milenio. Y nada tiene que reaccionar por nosotros. Somos nosotros los que debemos reaccionar. No debe esperanzarnos las tímidas acciones de la comunidad internacional y sus organismos. Debe esperanzarnos nuestro propio valor. No somos una masa, somos una sociedad entrampada pero con una flamante historia que derrotó una y otra vez todos los laberintos en el que fuimos sumidos por caudillos, dictadores y demagogos.
La victoria moral del chavismo son estos dieciocho años que nos retrocedieron a esa Venezuela que apenas existía tras los veinte años de la guerra de Independencia. Pero nuestra victoria como país debe ser nuestra motivación para rescatar de forma urgente nuestra identidad ética. Tenemos cómo y con qué. No podemos seguir cruzados de brazos en atendant les barbares.
En una réplica de d’Alembert a Federico II de Prusia sobre la religión que debía ser el fundamento de la vida social, el matemático le dice:
«El pueblo es sin duda un animal imbécil que se deja conducir a las tinieblas cuando no se le presenta nada mejor; pero ofrecedle la verdad: si esta verdad es simple, y sobre todo, si va directa a su corazón, como la religión que propongo predicarle, no querrá otra».
Para nosotros tal verdad, tal religión debería ser nuestro futuro común como país. Nuestra verdad tiene que volver a ser VENEZUELA, no como promesa incumplida, sino como promesa que al conjuro de nuestra decidida acción conseguirá derrotar la victoria del chavismo.
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