La ciudad de Valencia está en mora con su desarrollo
(Foto El Carabobeño)
Beatriz Rojas | brojas@el-carabobeno.com
Quienes habitan en Valencia desean que esta ciudad se desarrolle armónicamente al ritmo que lo hacen las grandes metrópolis del mundo, sin embargo, la tarea aparentemente no resulta tan fácil para los futuros inversionistas.
Grandes y llamativos edificios como el del hotel Embassy Suite, el Reda Building, el Instituto Docente de Urología y las torres empresariales BOD, Movistar, Principal y Davinci ya no se construyen con frecuencia en Valencia, que hoy cumple 458 años de fundada.
La presidenta de la Cámara Inmobiliaria de Carabobo, Noelia Ortiz, considera que uno de los principales motivos para que ya no se construyan desarrollos habitacionales como antes, es la aprobación de leyes que afectan el sector. Citó que la Ley Contra la Estafa Inmobiliaria y la de Arrendamiento frenaron la inversión en el área residencial, entre otras cosas porque pocas personas quieren construir un edificio, teniendo en cuenta que debe destinar el 10 por ciento del inmueble para alquiler, pese a que esa es prácticamente su ganancia.
Ortiz señala que la Ley Contra la Estafa Inmobiliaria establece que todo conjunto residencial proyectado debe ser concluido en dos años, sin tomar en cuenta la escasez de cemento, cabilla y otros insumos de la construcción, por la que atraviesa el país.
Hay que enamorarse de Valencia
Ingrid Suárez, vicepresidenta de Estadísticas de la Cámara Inmobiliaria, piensa que para querer a Valencia hay que enamorarse de ella, conocerla.
A su entender la visión de lo que debe ser Valencia no es solo una idea, sino que debe ser compartida, tanto por los líderes como por sus colaboradores.
La arquitecta considera que todos deberíamos preguntarnos si Valencia es la ciudad que todos quieren tener... ¿Cómo se verá en unos años? ¿Tienen los ciudadanos una visión compartida de la ciudad? ¿Están preparados para enfrentar los retos que Valencia exige como ciudad?
Suárez observa que las ciudades de hoy son diseñadas mediante un proceso completo de acción y transacciones entre el sector público y el privado, en un marco institucional que conlleva regulaciones, inversiones, subsidios e incentivos. Todo esto implica la participación de grupos sociales organizados, para la aceptación o rechazo de las políticas, programas y proyectos que contribuyen a la construcción de la forma y la estructura urbana.
Las ciudades son el resultado de las decisiones, acertadas o no, de autoridades nacionales, regionales y municipales, así como inversionistas, constructores y profesionales que tienen deseos de “hacer ciudad”, estima Suárez, quien propone generar un espacio de diálogo social, en el que instituciones representativas del sector público y privado intercambien ideas para la formulación de proyectos estratégicos, que guíen a la ciudad hacia un horizonte de desarrollo, podría parecer muy ambicioso o tal vez utópico.
La Cámara Inmobiliaria de Carabobo desea ser el ente articulador que promueva y fomente el intercambio de experiencias, que guíe a la ciudad durante los próximos años, con la mirada puesta en un verdadero cambio cultural y en un diseño de ciudad que todos queremos y merecemos. Suárez sostiene que un nuevo desafío lo representa la sensibilidad ecológica, las ciudades sostenibles en el más amplio sentido de la palabra. No solo en términos ambientales y energéticos, sino también sociales y económicos.
“No se puede pensar en una ciudad sin hacerlo en el impacto que ésta tendrá en la naturaleza. La contaminación del agua, aire, sónica y visual no puede ser ajena a la gestión de la ciudad. Lo que está en juego es la imagen de la ciudad, la expresión de su identidad, la calidad de vida de sus habitantes y el mejor uso de sus recursos”.
Crecimiento residencial más que comercial
El presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del estado Carabobo, Gustavo Marvez, estima que Valencia ha venido creciendo en los últimos 30 años, sobre todo a nivel urbano y de arquitectura.
Pero el crecimiento ha sido básicamente hacia el área residencial, en todos los niveles, y no en el comercial. Marvez cree que pese a algunas trabas que tienen los constructores para la ejecución de las obras, como es el caso del desabastecimiento de algunos materiales, se mantiene buen movimiento a nivel de proyectos.
Por eso es que se puede apreciar que en los últimos 10 años, los grandes y modernos centros comerciales se han construido en otros municipios que conforman la Gran Valencia.
El más nuevo de la capital carabobeña es el Trigaleña Plaza.
Marvez observa que el hecho de que no se haya concluido la línea dos del Metro de Valencia, ha alejado a los inversionistas de la avenida Bolívar Norte, aunque piensa que cuando esta obra se concluya se acercarán nuevamente.
El dirigente gremial detalla que últimamente en la urbanización Carabobo, por habérsele cambiado la zonificación, se produce un desarrollo de hoteles y de edificios corporativos. Destacó que en la ciudad se ejecutan proyectos de hotelería, porque los bancos del Estado y los privados financian los desarrollos en el área turística.
Gustavo Marvez comenta con satisfacción que el sur y este de Valencia hayan crecido en forma ordenada, lo cual se evidencia con la construcción de distintas urbanizaciones para las clases populares. A su entender, la zona industrial debería entrar en un proceso de actualización y modernización, porque prácticamente quedó encerrada en el área urbana.
Considera que el gran problema de Valencia es la falta de vialidad adecuada, y si las autoridades se dedican a solucionarlo, este permitiría la atracción de inversionistas. La avenida más nueva, que debe ser concluida para que mejorar la transitabilidad, es la Paseo Cabriales.
Desarrollo interesante
Para el presidente de Induval, Marcos Meléndez, Valencia ha tenido un desarrollo interesante en los últimos años, en cuanto a espacios públicos y a participación ciudadana.
“En principio el plan Valencia 2020 y el Valencia comunal han dado sus frutos”, sostiene. El funcionario incluye en su conteo la primera etapa del Metro de Valencia y espacios públicos importantes en el norte y el sur de la ciudad. Aseguró que aumentó el índice de bienestar humano, al permitir el acceso al agua potable y a los servicios públicos a la gente.
Meléndez considera que queda como tarea pendiente el desarrollo agrícola de la parroquia Negro Primero, donde se conformó la primera comuna del país.
Está pendiente otra deuda con el centro histórico de Valencia, pues a pesar de la importante inversión que ha hecho el municipio en los últimos años, todavía falta la conciencia ciudadana para que los factores se unan de manera despartidizada para el rescate del alma del centro de la ciudad.
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