Hoy y Después en Valencia
ALFREDO FERMÍN
El Carabobeño 13 de mayo 2012
afermin@el-carabobeno.com
La apatía que tiene Valencia por sus tradiciones y acontecimientos trascedentales de la historia venezolana, es impresionante. Se acaban de cumplir 200 años de que la ciudad fue, por primera vez, capital de la República sin que los gobiernos regional ni municipal se acordaran de aquel acontecimiento cuando el primer Congreso se trasladó para sesionar en esta ciudad que después fue víctima de Monteverde, el jefe del ejército español que sometió a los habitantes a terribles sacrificios hasta prohibirles el acceso al agua.
La Academia de la Historia del Estado Carabobo recordó el acontecimiento el sábado 5 de mayo, con un acto académico en el que fueron pronunciados discursos interesantes pero sin el apoyo ni la presencia de quienes representan a las principales instituciones del estado. Indudablemente que este bicentenario debió celebrarse con la participación de amplios sectores populares tomando en cuenta que Valencia es la única ciudad venezolana que le ha disputado la capitalidad a Caracas en 1812, 1830 y 1858 poco tiempo antes de comenzar la Guerra Federal.
Hoy se celebra, jubilosamente, el Día de las Madres y son pocos los que saben que esta fiesta universal tuvo su origen en Valencia cuya municipalidad extendió invitaciones a las principales ciudades del país para que continuaran la iniciativa que pocos años después fue adoptada por las capitales de otros países.
La festividad fue iniciativa del destacado médico Jesús María Arcay, quien como presidente de la Sociedad Caridad y Concordia, logró su aprobación el 4 de enero de 1921.
En aquellos días se preparaba la celebración del centenario de la Batalla de Carabobo y se consi-deró apropiado rendir homenaje a las madres que contribuyeron con sus sacrificios a que Venezuela lograra su libertad en el Campo de Carabobo. Se escogió el 24 de mayo, Día de María Auxiliadora.Aquel domingo de 1921 hubo una misa en la iglesia San José durante la cual hombres, mujeres y niños llevaron en el lado izquierdo, en parte visible, una flor roja, los que tenía viva a su madre y una flor blanca los que la tenían fallecida.
Al año siguiente, 82 municipalidades habían acordado celebrar el Día de la Madre, el cuarto dommingo de mayo por lo cual la Sociedad Caridad y Concordia se dirigió al Congreso Nacional para que le diera carácter de fiesta nacional al Día de la Madre lo cual fue aprobado de manera unánime por la Cámara de Diputados.
El éxito de la iniciativa hizo que el doctor Arcay, con el respaldo de la sociedad que presidía, convocara a un concurso para escoger la letra para el Himno a la Madre, en el cual salió triunfador el doctor Luis Bouquet. El texto impresionó a Pedro Elías Gutiérrez, autor del Alma Llanera y director de la Banda Marcial de Caracas. La pieza fue cantada durante muchos años en escuelas y colegios durante los homenajes a las madres.
El doctor Arcay, motivado por el éxito de la iniciativa, logró que la municipalidad de Valencia aprobara la creación de un monumento inspirado en una de las estrofas del himno del doctor Bouquet que se refiere a la madre del cielo, a nuestra madre y a la madre patria. El historiador Francisco Gonzalez Guinand afirma en su libro Tradiciones de mi Pueblo, que éste fue el primer monumento erigido en el mundo en honor a las tres madres.
El monumento fue construido con mármol de Carrara, bajo la dirección de Alberto Roversi. La inauguración tuvo lugar el 20 de septiembre de 1925, en el Parque de Las Tres Madres, situa-do en el bulevar entre el Teatro Municipal y a la antigua Facultad de Derecho, durante un acto presidido por el primer obispo de Valencia, monseñor Francisco Granadillo.
De acuerdo con los datos aportados por González Guinand cada una de las tres estatuas de un metro sesenta de altura, descansaba sobre un artístico pedestal también de mármol. La estatua de la Madre de Dios lleva el escudo de la Sociedad Caridad y Concordia y la inscripción en su parte inferior Viva María. La estatua de la Madre de Dios, colocada en el centro, lleva en sus brazos al Niño Jesús presentándolo al mundo. La Madre Patria lleva en su mano derecha la Bandera Nacional y con la izquierda se apoya en el Escudo Nacional. La estatua de la Madre del Hombre, colocada a la izaquierda presenta a la Madre de Dios a su pequeño hijo que le ofrece como “flor simbólica” del Día de la Madre.
El monumento fue trasladado posteriormente al Hospital de Niños del Hospital Central, donde permaneció inadvertido. Pero peor fue cuando lo trasloaron a una plaza situada detrás de la Cruz Roja, donde le acompañan el abandono que amenaza con destruirlo o con desaparecerlo como ha sucedido con la Estatua de la Libertad y el formidable monumento a José Antonio Páez que estaba en el Distribuidor de La Florida. Esas obras de arte están abandonadas en en el Parque Recreacional Sur por la indiferencia que caracteriza a los gobernantes de estos tiempos de presenta revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario