Notitarde 03-01-13
Trinchera
Oligarcas rastreros
La visita del ciudadano Maduro a Carabobo, es la muestra de la conducta disociadora del diestro maquinista.
Sin lugar a dudas, ignora que la oligarquía está donde está el poder, y esta categoría social, -para hablar en términos marxistas- ha encontrado en Miraflores un nicho más que propicio.
Fundamentalmente, o sea la primera acepción del desgraciado vocablo, se refiere a gobierno de pocos, cualquiera que revise la lista de ministros del régimen chavista, podrá observar que los ministros siempre son los mismos, que no han desaparecido de la nomina de Miraflores en ningún momento. Pasan como figurantes de un organismo a otro, y algunos cuyo desempeño ha sido brutal contra la república, se han visto recompensados con una inamovilidad asombrosa, léase: Rafael Ramírez. A saber, el sueldo de Ramírez, jamás permitirá que pase hambre, pues al salir del cargo, será uno de los venezolanos más ricos de América del Sur, o sea uno de los oligarcas burgueses más encumbrados. Basta observar el sueldazo y los proventos que goza. Solo piénsese que una de las pequeñas colaboraciones hechas como obsequio a la señora Kirchner, para que adobara su campaña electoral, enviados vía maletín, fueron ¡ochocientos mil dólares!.. Quizá cuando el señor encargado, estudie el aspecto económico del régimen, se encontrará con sorpresa el monto de dólares/Bolívares que posee el genio de la lámpara petrolera.
Nuevos elementos en la oligarquía de Miraflores, son sin duda los hermanos del señor ministro de Interior y Justicia hermanos Chacón, a quienes les fue echado en cara por el propio Chávez, que habían llegado en chancletas a Caracas y que en el momento vivían como príncipes y se daban el lujo -nada proletario por cierto- de practicar lo que llaman el turf, poseyendo una cuadra de purasangres contrastando con las chancletas a las que se refirió Chávez en la cadena. Lo de oligarquía rastrera (4ta.) quizá sea una observación hecha in situ, por Maduro, es más fácil ver desde las profundidades del Metro lo que se desplaza a nivel de tierra. Esto por lo que se refiere a este ítem. Los afortunados cobijados a la sombra del gobierno son los oligarcas, medran, e inmediatamente pasan a la categoría de burgueses bolivaristas.
Con respeto a los señores Salas que han gobernado este estado, tenemos que hacerle una corrección a Maduro, el problema de las mafias narco, debería preguntárselo a los señores Mayor General Alcalá Cordones, y al señor General Acosta Carlez, es vox populi, -además de haber ocupado la prensa regional-, el affaire entre estos dos representantes de la más encumbrada oligarquía chavista, es decir la Boloña, quienes se acusaron mutuamente de ilícitos en sus lugares de trabajo: el Fuerte Paramacay el uno, y el Capitolio de Valencia el otro. Por demás se sabe por Makled, quienes fueron sus colaboradores y en que establecimientos del país, le dieron cobijo a su asunto.
La Mafia de Puerto Cabello, fue obra del gobernador Acosta Carlez, quien otorgó mediante documento público el puerto de Puerto Cabello al ilustre señor. Maduro, dice ahora tener el propósito de acabar con las mafias en Carabobo, él oligarca de uña en el rabo, pues medra desde hace catorce años en el poder de un cargo a otro, bien pudo hacerlo. En Carabobo no hay odio, señor Maduro. Páez, quien le restituyó la soberanía a nuestra Patria, arrancándola de la oligarquía bogotana asesina del negro venezolano Leonardo Infante, lo hizo con el respeto merecido por los carabobeños ¡Sin odio! mediante Congreso Constituyente Soberano, en la Casa de la Estrella, y recobró la soberanía de 1812. Así lo volveremos hacer librándonos del tirano de Cuba!
Sin lugar a dudas, ignora que la oligarquía está donde está el poder, y esta categoría social, -para hablar en términos marxistas- ha encontrado en Miraflores un nicho más que propicio.
Fundamentalmente, o sea la primera acepción del desgraciado vocablo, se refiere a gobierno de pocos, cualquiera que revise la lista de ministros del régimen chavista, podrá observar que los ministros siempre son los mismos, que no han desaparecido de la nomina de Miraflores en ningún momento. Pasan como figurantes de un organismo a otro, y algunos cuyo desempeño ha sido brutal contra la república, se han visto recompensados con una inamovilidad asombrosa, léase: Rafael Ramírez. A saber, el sueldo de Ramírez, jamás permitirá que pase hambre, pues al salir del cargo, será uno de los venezolanos más ricos de América del Sur, o sea uno de los oligarcas burgueses más encumbrados. Basta observar el sueldazo y los proventos que goza. Solo piénsese que una de las pequeñas colaboraciones hechas como obsequio a la señora Kirchner, para que adobara su campaña electoral, enviados vía maletín, fueron ¡ochocientos mil dólares!.. Quizá cuando el señor encargado, estudie el aspecto económico del régimen, se encontrará con sorpresa el monto de dólares/Bolívares que posee el genio de la lámpara petrolera.
Nuevos elementos en la oligarquía de Miraflores, son sin duda los hermanos del señor ministro de Interior y Justicia hermanos Chacón, a quienes les fue echado en cara por el propio Chávez, que habían llegado en chancletas a Caracas y que en el momento vivían como príncipes y se daban el lujo -nada proletario por cierto- de practicar lo que llaman el turf, poseyendo una cuadra de purasangres contrastando con las chancletas a las que se refirió Chávez en la cadena. Lo de oligarquía rastrera (4ta.) quizá sea una observación hecha in situ, por Maduro, es más fácil ver desde las profundidades del Metro lo que se desplaza a nivel de tierra. Esto por lo que se refiere a este ítem. Los afortunados cobijados a la sombra del gobierno son los oligarcas, medran, e inmediatamente pasan a la categoría de burgueses bolivaristas.
Con respeto a los señores Salas que han gobernado este estado, tenemos que hacerle una corrección a Maduro, el problema de las mafias narco, debería preguntárselo a los señores Mayor General Alcalá Cordones, y al señor General Acosta Carlez, es vox populi, -además de haber ocupado la prensa regional-, el affaire entre estos dos representantes de la más encumbrada oligarquía chavista, es decir la Boloña, quienes se acusaron mutuamente de ilícitos en sus lugares de trabajo: el Fuerte Paramacay el uno, y el Capitolio de Valencia el otro. Por demás se sabe por Makled, quienes fueron sus colaboradores y en que establecimientos del país, le dieron cobijo a su asunto.
La Mafia de Puerto Cabello, fue obra del gobernador Acosta Carlez, quien otorgó mediante documento público el puerto de Puerto Cabello al ilustre señor. Maduro, dice ahora tener el propósito de acabar con las mafias en Carabobo, él oligarca de uña en el rabo, pues medra desde hace catorce años en el poder de un cargo a otro, bien pudo hacerlo. En Carabobo no hay odio, señor Maduro. Páez, quien le restituyó la soberanía a nuestra Patria, arrancándola de la oligarquía bogotana asesina del negro venezolano Leonardo Infante, lo hizo con el respeto merecido por los carabobeños ¡Sin odio! mediante Congreso Constituyente Soberano, en la Casa de la Estrella, y recobró la soberanía de 1812. Así lo volveremos hacer librándonos del tirano de Cuba!
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