Quienes creyeron que, el presidente Nicolás Maduro, quería dialogar con la oposición cayeron por inocentes porque ha quedado demostrado que, su concepto de diálogo, es el atropello y el insulto a quienes consideran que él y Diosdado Cabello, del cual dicen que es el que manda, nos han conducido al país a una de las crisis más pavorosas de su historia.Aquí nadie sabe cuál va a ser el destino de este país entregado como un regalo a Fidel y Raúl Castro a los que les enviamos millones de barriles de petróleo para que ellos los vendan a Estados Unidos.

El Carabobeño 23 marzo 2014

Hoy y Después en Valencia

Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com

Quienes creyeron que, el presidente Nicolás Maduro, quería dialogar con la oposición cayeron por inocentes porque ha quedado demostrado que, su concepto de diálogo, es el atropello y el insulto a quienes consideran que él y Diosdado Cabello, del cual dicen que es el que manda, nos han conducido al país a una de las crisis más pavorosas de su historia.Aquí nadie sabe cuál va a ser el destino de este país entregado como un regalo a Fidel y Raúl Castro a los  que les enviamos millones de barriles de  petróleo para que ellos los vendan a Estados Unidos. 

Cuando comenzó a acentuarse el comunismo de Chávez, el hoy cardenal Jorge Urosa Savino, siendo arzobispo de Valencia, insistía en que los únicos que podíamos salvar a Venezuela, del desastre que se aproximaba, éramos los propios venezolanos. “No contemos con que la Organización de Estados Americanos, va aplicar la Carta Interamericana ni a acordar sanciones. Ese es un grupo exclusivo de políticos, pagados por los presidentes, para que no actúen en contra de sus gobiernos”, nos comentaba.

Y ya lo estamos viendo, el presidente del organismo de apellido Insulza, tan parecido a su ineptitud, se las ha arreglado para que, la dictadura de Venezuela, no sea tema de su agenda. Como si los problemas que afectan a los venezolanos no merecieran, por lo menos, una amonestación por la violación de los derechos que tienen los ciudadanos en un país democrático. 

En eso contribuyó -en mucho- el difunto Hugo Chávez regalándole petróleo a islitas del Caribe, algunas más pequñas que Margarita o Coche, cuyo voto tiene el mismo valor que los de Brasil, Estados Unidos y Canadá, a pesar de que esos gobiernos insulares aún dependen de potencias europeas. 

No Olvidemos 

Esa alcahuetería se la debemos a gobernantes como Vilma Rousseff, Pepe Mujica, Cristina Fernández, Evo Morales, Daniel Ortega quienes, en su juventud, lucharon en contra de gobiernos dictatoriales, lo que les ha sido reconocido por sus pueblos poniéndolos al frente de sus países.

Estando en el poder, dirigiendo gobiernos corruptos, ellos  están contentos de Venezuela, que siempre fue solidaria con los pueblos oprimidos, tenga un régimen donde no hay libertad de expresión, con una Fuerza Armada que agrede y mata a sus compatriotas, donde la gente se muere a mengua en los hospitales y donde se aproxima una hambruna espantosa. El gobierno, que ellos apoyan, despilfarró miles de millones de dólares, una de las mayores fortunas del mundo, y ahora no tiene con que importar alimentos ni para producirlos porque el comandante eterno se encargó de destruir todo lo que producía bienestar. 

Por eso, somos de los que creemos que la conmoción que existe en el país la están provocando Nicolás Maduro y  Diosdado Cabello, cuyo odio a las mujeres lo evidenció con el atropello y las expresiones de odio, que le brotaban por sus ojos de felino, que tuvo para María Corina Machado, en la Asamblea Nacional.

El caradurismo es tan grande que los voceros del gobierno se atreven a decir, hasta en organismos internacionales, que los testimonios de la violencia gubernamental contra su propio pueblo, son fotos y videos de los gobiernos de la Cuarta República y de las acciones registradas en Ucrania.

Y Maduro, con cinismo absoluto, respondiendo la pregunta de una periodista internacional, que sólo uno de los muertos, en estos días, era de la oposición como si para él el valor de una vida del chavismo o de la oposición no tiene valor.

Crimenes Politicos 

Por lo menos, en Valencia, la situación se estaba tranquilizando cuando el Tribunal Supremo de Justicia tomó la aberrante decisión de  destituir, como alcalde de San Diego, a Enzo Scarano y de ordenar su prisión en la cárcel de Ramo Verde en Caracas. 

Este caso que comprueba, una vez más, que en Venezuela el Poder Judicial está secuestrado por la camarilla que dirige el gobierno, causó indignación y ahora volvemos a tener una ciudad sitiada con barricadas y con tanquetas militares que han creado una situación pavorosa y de caos.

Siempre se dijo que el ensañamiento en contra de Edgardo Parra, dirigente sobresaliente del PSUV y pupilo del difunto Hugo Chávez, quien tuvo la deferencia de venirlo a juramentar y de darle el privilegio de que participara en el gabinete de ministros, era para justificar una acción más perversa con un dirigente de la oposición.

La acaban de ejecutar con Enzo Scarano a quien no se le perdona que haya ganado su reelección como alcalde de San Diego con el 68 por ciento de los votos y porque, en la próxima elección de gobernadores tenía el triunfo asegurado. Ya se lo quitaron de encima pero, según sostienen juristas, que saben lo que dicen, esa es una decisión que ha herido de muerte a un gobierno que comienza a boquear. 

La decisión es tan absurda que todavía, el Tribunal Supremo de Justicia, no la ha publicado oficialmente en procura de encontrar una justificación que no deje tan mal parada a la presidenta del máximo Tribunal de la República. 

El Proximo Martes, será el día de Valencia. El alcalde Miguel Cocchiola había organizado una programación especial. Por la situación que tenemos, los actos quedaron reducidos a una misa de Acción de Gracias, en La Catedral, a las 9 y una ofrenda floral, a las 10, en la Plaza Bolívar. Es una decisión políticamente correcta porque, en una ciudad en guerra, no hay nada que celebrar, ni siquiera como lo hizo, en 1814, José Tomás Boves después que tuvo sitiada a Valencia durante dos meses. 

Respondiendo: el acto en el cual la Universidad de Carabobo nos iba a conferir el doctorado Honoris Causa, programado para el jueves 20 de este mes, en el Teatro Municipal, fue suspendido hasta cuando mejore la situación, informó la Rectora Jessy Divo. 

 Por una coincidencia, en 1971, el mismo día en que íbamos a recibir el título de licenciado en Comunicación Social en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, el presidente Rafael Caldera allanó por largo tiempo a nuestra querida Universidad. Seguiremos esperando la oportunidad de ver cómo se siente uno de toga y birrete.