Papa Francisco cerró la Puerta Santa del Jubileo, pero pidió no cerrar la puerta del perdón
Ante más de 70.000 personas en Plaza San Pedro, el Sumo Pontífice puso fin hoy al Jubileo Extraordinario de la Misericordia que había iniciado el 8 de diciembre
"Dios no tiene memoria del pecado, sino de nosotros, de cada uno de nosotros, sus hijos amados. Y cree que es siempre posible volver a comenzar, levantarse de nuevo". El papa Francisco le puso fino hoy al Jubileo Extraordinario de la Misericordia no sólo cerrando la pesada puerta de bronce de la Basílica del Vaticano -un gesto simbólico-, sino con un fuerte llamado a mantener la actitud de compasión, perdón y esperanza que caracterizaron el Año santo.
"Pidamos la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón, sino de saber ir más allá del mal y de las divergencias, abriendo cualquier posible vía de esperanza. Como Dios cree en nosotros, infinitamente más allá de nuestros méritos, también nosotros estamos llamados a infundir esperanza y a dar oportunidad a los demás. Porque, aunque se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo", afirmó Francisco en la misa de cierre del Jubileo, que concelebró con los 17 cardenales de cinco continentes creados ayer en su tercer consistorio.
El rito solemne comenzó minutos antes de las 10 de la mañana (las 6 en la Argentina), cuando, después de leer una fórmula, Francisco, con el rostro serio, concentrado en la oración, cerró la pesada puerta de bronce de la Basílica de San Pedro. Entonces, reinaba un silencio sobrecogedor en el atrio del templo más grande del mundo. A diferencia de lo ocurrido en la ceremonia de apertura, no participó Benedicto XVI, que ayer saludó a su sucesor y a los nuevos cardenales al final del consistorio.
La puerta santa de la Basílica de San Pedro, símbolo del perdón y la conversión, fue la última en cerrarse: en el resto de la diócesis del mundo, donde también se abrieron puertas santas, se habían cerrado el domingo pasado. Se mantendrá cerrada hasta el próximo Jubileo ordinario, previsto para el 2025.
El Año Santo de la Misericordia convocado por Francisco, que comenzó formalmente el 8 de diciembre pasado, se distinguió de los anteriores por su universalidad y por una apertura anticipada por primera vez en la historia fuera del Vaticano. En un fiel reflejo de su visión de Iglesia en salida hacia las periferias, el ex arzobispo de Buenos Aires quiso abrir la puerta santa en la catedral de ladrillo de Bangui, capital de la República Centroafricana, un país pobre y castigado por años de guerra civil, el 28 de noviembre pasado.
Se estima que durante el Año Santo, en el que el papa sumó a las audiencia de los miércoles audiencias jubilares, los sábados, se estima que cruzaron la Puerta Santa unos 22 millones de personas. Aunque muchos más pudieron hacerlos en las catedrales de sus países, en todos los continentes.
"Muchos peregrinos han cruzado la Puerta santa y lejos del ruido de las noticias has gustado la gran bondad del Señor. Damos gracias por esto y recordamos que hemos sido investidos de misericordia para revestirnos de sentimientos de misericordia, para ser también instrumentos de misericordia. Continuemos nuestro camino juntos", pidió el papa, en una homilía inspirada en la fiesta de Cristo Rey y centrada en la importancia de la misericordia, siempre
"Este Año de la misericordia nos ha invitado a redescubrir el centro, a volver a lo esencial", afirmó, al recordar que la Iglesia sólo resplandece cuando es "acogedora, libre, fiel, pobre en los medios y rica en el amor, misionera". Y que Dios "está dispuesto a borrar por completo y para siempre el pecado, porque su memoria, no como la nuestra, olvida el mal realizado y no lleva cuenta de las ofensas sufridas".
En medio de ingentes medidas de seguridad, unas 70.000 personas lo escuchaban en una jornada fría pero soleada. Entre ellos se destacaban el primer ministro de Italia, Matteo Renzi y el presidente, Sergio Mattarella, así como delegaciones de países como República Centroafricana, Mauricio, Bangladesh y Lesotho, que desde ayer tienen un cardenal. Entre las multitud, de hecho, se destacaban banderas de estos países de la periferia del mundo, ahora presentes en el Colegio Cardenalicio.
Al final de la misa, el papa firmó la Carta Apostólica "Misericordia et misera", dirigida a toda la Iglesia para continuar a vivir la misericordia con la misma intensidad experimentada durante el Jubileo extraordinaria, que será difundida mañana. Saludó luego, uno por uno, a los miembros del colegio cardenalicio y tuvo un baño de multitud al recorrer la Plaza de San Pedro en papamóvil, cuando fue aclamado por la gente.
Con la mesa de diálogo la MUD ha perdido capacidad de negociación
Margarita López Maya y Miguel Ángel Martínez Meucci consideran que el gobierno solo ha dado señales de mala fe que alejan la salida electoral
Apenas dos días después de que el gobierno y la oposición se comprometieron a “poner en práctica una hoja de ruta que permita normalizar la relación constitucional entre los poderes del Estado”, el Tribunal Supremo de Justicia amenazó con enviar a la cárcel a los diputados de la Asamblea Nacional que se atrevan a juzgar políticamente al presidente Nicolás Maduro o a promover protestas en su contra. Y en contraste, la Mesa de la Unidad Democrática accedió a desincorporar a los tres legisladores de Amazonas, con lo cual perdió su mayor patrimonio político, obtenido con ribetes épicos el 6 de diciembre de 2015: la mayoría calificada del Parlamento.
Luego del primer acuerdo escrito de la mesa de diálogo, leído el 12 de noviembre por el representante del Vaticano monseñor Claudio María Celli, ha aumentado la incertidumbre sobre una solución de la crisis del país a corto plazo, asegura la analista política Margarita López Maya.
“Hay un inmenso y legítimo temor de que todo se reduzca a un pacto de élites en perjuicio de los derechos de los venezolanos. Ha quedado en evidencia que el chavismo se vale de formalidades democráticas para perpetuarse en el poder, pues fuera de la mesa de diálogo el chavismo solo ha dado señales de mala fe. Es muy probable que cuando se sienta más fortalecido, se retire sin hacer concesión alguna”, afirma la profesora del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela.
El politólogo y profesor de la Universidad Simón Bolívar, Miguel Ángel Martínez Meucci, ofrece un balance: “El gobierno suma tres puntos a su favor. En primer lugar, ha ganado tiempo para dificultar un eventual cambio de presidente este mismo año, lo cual podía tener un efecto cascada de todo el régimen. En segundo lugar, logró disminuir el impacto de una maniobra francamente autocrática, como fue suspender el referéndum revocatorio a través de tribunales regionales no competentes para ello y trasladó el foco de atención a un diálogo que, como era de esperarse, obtendría apoyo internacional. Y en tercer lugar, ha generado dificultades internas en la MUD, así como entre esta y sus seguidores”.
Salida electoral remota
Salida electoral remota
El referéndum revocatorio presidencial tampoco figura en este segundo acuerdo, ni siquiera la idea sobrevenida de elecciones generales.
“En la mesa de diálogo está sentado un sector muy radical del chavismo, que nunca ha estado dispuesto a negociar. No está garantizado que habrá proceso electoral alguno, ni revocatorio, ni regionales, ni nada; sencillamente porque el gobierno sabe que ha perdido el respaldo de la mayoría del electorado. Después del 6 de diciembre, para cuando está fijada otra reunión entre las partes, seguramente el gobierno profundizará los mecanismos dictatoriales que ha emprendido, entre ellos la militarización de la gestión pública”, insiste López Maya.
Martínez Meucci añade: “Buena parte del liderazgo opositor presume que el gobierno puede demorar fraudulentamente unas elecciones, pero no evitarlas por tiempo indefinido.
Y que cuando estas se realicen será irremisiblemente derrotado. Por tanto, es posible que algunos de los negociadores de la oposición hayan considerado la anulación del revocatorio como un hecho consumado, y que lo más que se podía lograr era el compromiso del gobierno de mejorar las condiciones de las próximas consultas electorales, así como la liberación de algunos presos políticos”.
Ambos analistas temen que la oposición quede entrampada en un diálogo que se ha desarrollado en los términos impuestos por el gobierno, tanto así que reproduce la retórica oficialista sobre las causas de la crisis.
“La MUD es una estructura electoral exitosa, pero no es mucho más que eso. Y ahora tiene un desafío inmenso: presentar un proyecto de país alternativo y viable, que incluya el rescate de la democracia”, advierte López Maya.
Martínez Meucci pone el acento en la genuflexión del Poder Judicial: “Es imposible negar que el TSJ forma parte del oficialismo y que intenta desarmar a la MUD. Una mesa de diálogo es apenas uno de los escenarios en los que se hace valer el poder con el que cuentan los negociadores, y ese poder se expresa a través de capacidades. En la medida en que se acaten fallos, como el que acaba de dictar el TSJ, la Mesa de la Unidad Democrática queda desprovista de varias capacidades importantes y, por ende, pierde poder de negociación. En definitiva, con la sentencia del TSJ el gobierno ya ha comenzado a incumplir la palabra empeñada en la mesa de diálogo”.
Cifra
34 sentencias ha dictado el TSJ contra la AN desde diciembre de 2015. La N° 948 es un mandamiento de amparo que, si es desacatado, podría llevar a prisión a la directiva del Parlamento
34 sentencias ha dictado el TSJ contra la AN desde diciembre de 2015. La N° 948 es un mandamiento de amparo que, si es desacatado, podría llevar a prisión a la directiva del Parlamento
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