Hoy y Después en Valencia
Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com
afermin@el-carabobeno.com
Lo que celebra El Carabobeño, este primero de septiembre, no son ochenta años de fundado, es el acontecimiento de que, en tantas décadas, ha logrado mantenerse como un diario independiente comprometido con la verdad, con los intereses del país y de sus comunidades. Un diario que, siendo imagen y semejanza de Valencia, no ha utilizado su influencia para adquirir cuotas de poder político, como se hizo en otros tiempos, cuando hubo medios que negociaban respaldos a cambio de representantes en los poderes del Estado y en los ministerios.
El Carabobeño sigue siendo -en su presentación- un diario conservador de su tradición, pero adaptado a la contemporaneidad con las últimas tecnologías de las redes sociales, para informar al instante y para compartir con nuestra audiencia sus intereses y preocupaciones.
Decía el coronel y periodista Robert R. McCormick, que un buen diario se adelanta a los sentimientos públicos, posee los medios para obtener informaciones a las que el público no tiene acceso, es de intuición rápida y no es lento cuando se trata de formar juicios precisos sobre los hombres y las cosas. El Carabobeño es uno de esos casos a lo que se agrega el milagro de no haber cambiado nunca de propietario para permanecer fiel a sus principios normativos.
En una de las pocas entrevistas que concedió Eladio Alemán Sucre, comentó, a la Revista Avepe, 1969 que, en 1955 cuando Valencia cumplió 400 años de fundada, un empresario norteamericano le ofreció miles de dólares por este diario y respondió: El Carabobeño no está en venta.
En la misma entrevista recordó que estando el diario en una situación económica muy difícil, el ejecutivo del estado Carabobo le ofreció una asignación mensual. ”Rechazamos la oferta porque El Carabobeño seguirá siendo un periódico con vida independiente”.
Fieles a esa tradición, El Carabobeño demuestra el deseo de sus editores de sostener, en alto, el estandarte del periodismo responsable levantado por Eladio Alemán Sucre. Es una tarea que gasta y desgasta, como decía San Pablo, porque -diariamente- deben enfrentar arremetidas que solo buscan la intimidación y la autocensurar para imponer la falsa tesis de la objetividad y el equilibrio en la información, mientras que los medios oficiales pueden ofender, difamar, hostigar y agredir, sin limitaciones, a quienes no comparten la ideología gobernante.
Este día es magnífico para recordar un pensamiento de Joseph Pulitzer: “Quiera Dios que esta casa siga siendo el hogar de lucha contra toda forma de mal, siempre independiente, por siempre avanzando en la causa de la ilustración y el progreso, aferrada a ser una fuerza moral, elevándose siempre a un plano superior de perfección como institución pública”.
Más de Media Vida
En este diario, ha transcurrido mucho más de la mitad de nuestra vida, ejerciendo la profesión que escogimos como una forma de contribuir a la divulgación y a la promoción de nuestra cultura. Hemos pasado por diferentes fuentes informativas pero siempre nuestro mayor interés ha sido el arte, los artistas y sus diversas formas de expresión, hoy en completo abandono por la ignorancia de un gobierno, cada vez más torpe, que desprecia los reales valores y símbolos de la identidad venezolana para imponer los del sufrido pueblo cubano, víctima de las mentiras de la más despreciable dictadura que ha vivido pueblo alguno de Latinoamérica.
Es una satisfacción personal haber permanecido aquí tantos años y, al mismo tiempo, un acto de firmeza sintiendo la soledad que se constata que los compañeros, los colegas, los grandes amigos de generación y de la que nos siguieron, se han ido o no resistieron la dureza de un oficio tan satisfactorio como decepcionante. Nos correspondió vivir la época de oro del periodismo venezolano, la década de los años 70, cuando comenzó a regir la Ley de Ejercicio del Periodismo como nuestra biblia gremial.
Jamás pensamos que después de tantas luchas por lograr esa ley, sería irrespetada y apartada por conveniencias políticas. ¿Pero de qué nos quejamos, cuando la Constitución Nacional que, según el difunto Presidente, era la mejor Constitución del mundo, solo sirve para justificar la corrupción y para vengarse con crueldad de los disidentes?
Los jóvenes periodistas quizás piensen que siempre las cosas fueron así y, por eso, ahora el ejercicio de la profesión tiene un carácter intimista. Cada quien está en lo suyo, consulta, redacta y se va. Es raro cuando comparten sus impresiones por las noticias del día. Probablemente creen que es suficiente con colocar las notas en la página web, el Twitter o facebook que jamás sustituirán el testimonio personal. Pronto cada quien redactará desde sus casa y desaparecerán las redacciones de los periódicos.
No es que todo tiempo pasado fue mejor y, aunque no nos gusta vivir de recuerdo, llegamos a la conclusión de que, en nuestra profesión, eso es cierto. Sin embargo, aquí en El Carabobeño, estando entre tantos colegas jóvenes en vez de servir de maestro estamos aprendiendo de ellos a la experiencia de que, el futuro, es hoy.
HAY CONSTERNACIÓN en el sector cultural por la gravedad de Luis Ovalles, curador de la Casa Páez y del artista Wladimir Zabaleta, quien se encuentra en terapia intensiva en el policlínico La
Viña, afectado por un paro respiratorio que le ocasionó daños neurológicos.
Luis Ovalles fue sometido, en el centro médico Guerra Méndez, a una operación quirúrgica en el colón, durante la cual le fueron detectadas patologías producidas por diabetes. La gobernación del estado Carabobo, representada por la secretaria de Cultura, Emir Giménez, se comprometió a cancelar parte de los elevados costos de la operación, lo cual sabemos agradecer su familia y sus amigos. Pero siguen faltando los recursos. Una generosa colaboración puede ser depositada a nombre de su hijo Nixon Ovalles, cédula de indentidad 18783106, @hotmail.como. Cuenta de ahorro Banco Mercantil : 01050040127040041081.
No hay comentarios:
Publicar un comentario