De andar y ver
Reprimir y amedrentar
Mariahé Pabón
"El método está claramente establecido. Reprimir a opositores para amedrentar y someter. Matar a su propia gente para inculpar a la oposición. Acusar a dirigentes puntuales. Tergiversar los hechos. Llamar a la conciliación y a la paz. Exigir una comisión de la verdad. Retroceder y negociar si aumenta la presión social. Ganar tiempo para realinear fuerzas. Volver a golpear con fuerza para rematar. Y mientras tanto es preciso mantener confundido a todo el mundo. Celebrar el 27 de febrero y condenar el 12 es un acto de cinismo puro. ¿Quién valida un alzamiento popular y no otro? ¿Los triunfadores? Seguiremos entonces hasta el final para que no se vuelva a falsear la historia." Axel Capriles, El Universal, 27 de febrero de 2014.
¿A qué se parece?
Así recuerda la periodista Thays Peñalver los hechos del 27 de febrero de 2004 en su columna de El Universal: "Se había dado la orden de implementar un plan llamando a 'la Quinta Fuerza' con un 'teatro de conflicto' integrado por la 'Guardia Nacional, la Disip, policías municipales, así como civiles armados bajo el comando de chavistas, cubanos y círculos'. La Disip comenzó a 'trabajar con 274 hombres en las detenciones' mientras a los médicos cubanos los trajeron 'a la capital a defender el gobierno de Hugo Chávez'. A partir de allí comenzaron las detenciones masivas y en las calles eran 7 los asesinados con ráfagas de ametralladora mientras se contabilizaban 26 heridos de balas en los hospitales que habían sido declarados en emergencia por los 1.200 heridos por contusión y asfixia. Las víctimas número 11 y 12 cayeron tras una barricada sorprendidos por 'escuadrones ambulantes' que los ajusticiaron de rodillas con un disparo en la cabeza. Y los números 13 al 15 fueron por francotiradores, mientras al asesinado 16 lo torturaron con tal saña que lo reventaron por dentro cuando las guarimbas se apostaban ya como forma de autodefensa en cada urbanización y a las cárceles llegaba el detenido número 417".
Así recuerda la periodista Thays Peñalver los hechos del 27 de febrero de 2004 en su columna de El Universal: "Se había dado la orden de implementar un plan llamando a 'la Quinta Fuerza' con un 'teatro de conflicto' integrado por la 'Guardia Nacional, la Disip, policías municipales, así como civiles armados bajo el comando de chavistas, cubanos y círculos'. La Disip comenzó a 'trabajar con 274 hombres en las detenciones' mientras a los médicos cubanos los trajeron 'a la capital a defender el gobierno de Hugo Chávez'. A partir de allí comenzaron las detenciones masivas y en las calles eran 7 los asesinados con ráfagas de ametralladora mientras se contabilizaban 26 heridos de balas en los hospitales que habían sido declarados en emergencia por los 1.200 heridos por contusión y asfixia. Las víctimas número 11 y 12 cayeron tras una barricada sorprendidos por 'escuadrones ambulantes' que los ajusticiaron de rodillas con un disparo en la cabeza. Y los números 13 al 15 fueron por francotiradores, mientras al asesinado 16 lo torturaron con tal saña que lo reventaron por dentro cuando las guarimbas se apostaban ya como forma de autodefensa en cada urbanización y a las cárceles llegaba el detenido número 417".
La mecha que encendió la rabia
De no haber sido por el vil y espantoso crimen cometido por un grupo de imberbes malandros, hubiéramos continuado con la tradición de las marchas para protestar por los muertos causados por la violencia, la inseguridad y el desabastecimiento que ha humillado a ricos y a pobres por igual. La muerte de una reina de belleza y de su compañero fue la chispa que encendió la protesta, el agua que colmó el vaso, y que unidas a la detención irregular de Leopoldo López aupó la furia estudiantil que se lanzó a la calle para convertirse en llama que no se quiere apagar y encontró en el pueblo tachirense y en las mujeres de todo el país, la razón para seguir en la batalla, llenar las plazas, autopistas y calles hasta que renuncie el culpable de todo este desasosiego que se ha llevado ya más de veinte muertos, centenares de heridos, encarcelados y maltratados sin piedad por las fuerzas militares y paramilitares que se enorgullecen de sus proezas.
De no haber sido por el vil y espantoso crimen cometido por un grupo de imberbes malandros, hubiéramos continuado con la tradición de las marchas para protestar por los muertos causados por la violencia, la inseguridad y el desabastecimiento que ha humillado a ricos y a pobres por igual. La muerte de una reina de belleza y de su compañero fue la chispa que encendió la protesta, el agua que colmó el vaso, y que unidas a la detención irregular de Leopoldo López aupó la furia estudiantil que se lanzó a la calle para convertirse en llama que no se quiere apagar y encontró en el pueblo tachirense y en las mujeres de todo el país, la razón para seguir en la batalla, llenar las plazas, autopistas y calles hasta que renuncie el culpable de todo este desasosiego que se ha llevado ya más de veinte muertos, centenares de heridos, encarcelados y maltratados sin piedad por las fuerzas militares y paramilitares que se enorgullecen de sus proezas.
El país se divide nuevamente
Unos quieren la paz, otros la guarimba. Unos se retiran, otros desobedecen las órdenes de bajar la guardia , pero nadie les dice a cambio de qué. No hay promesas por parte de quienes gobiernan. Todos responden con amenazas, mentiras, vocablos altisonantes y fuera de lugar. La respuesta es que no se puede dialogar con esta gentuza apoyada por las hordas cubanas que se han venido apoderando de Venezuela sin que en los foros internacionales se proteste por la indefensión en la cual nos encontramos sin medios de comunicación y sin derecho a palabra en los medios oficiales.
Las muchedumbres siguen en las calles. Se llora por la muerte de numerosos estudiantes , mientras Maduro baila salsa y los ministros insultan y ordenan persecuciones. ¿Cómo se puede establecer una mesa de diálogo para la paz en estas circunstancias conociendo a los contrincantes?
Unos quieren la paz, otros la guarimba. Unos se retiran, otros desobedecen las órdenes de bajar la guardia , pero nadie les dice a cambio de qué. No hay promesas por parte de quienes gobiernan. Todos responden con amenazas, mentiras, vocablos altisonantes y fuera de lugar. La respuesta es que no se puede dialogar con esta gentuza apoyada por las hordas cubanas que se han venido apoderando de Venezuela sin que en los foros internacionales se proteste por la indefensión en la cual nos encontramos sin medios de comunicación y sin derecho a palabra en los medios oficiales.
Las muchedumbres siguen en las calles. Se llora por la muerte de numerosos estudiantes , mientras Maduro baila salsa y los ministros insultan y ordenan persecuciones. ¿Cómo se puede establecer una mesa de diálogo para la paz en estas circunstancias conociendo a los contrincantes?
Lo que quiere el país
Lorenzo Mendoza dio una lección breve de cómo se puede hacer país sin recurrir a la violencia y llamó al gobierno a que por centésima vez se siente con los empresarios para convertir a Venezuela en un país próspero que deje la política de lado y se ocupe de su progreso, porque tiene gente para hacerlo y cuenta con los medios suficientes para echar adelante los proyectos detenidos.
Lorenzo Mendoza dio una lección breve de cómo se puede hacer país sin recurrir a la violencia y llamó al gobierno a que por centésima vez se siente con los empresarios para convertir a Venezuela en un país próspero que deje la política de lado y se ocupe de su progreso, porque tiene gente para hacerlo y cuenta con los medios suficientes para echar adelante los proyectos detenidos.
¿Quieren guarimba? La tendrán. Si en verdad no desean convertirse en los verdugos de esta país que ya ha perdido la paciencia, deberán hacer borrón y cuenta nueva, aceptando las propuestas de quienes no queremos más violencia . Unos y otros, ya estamos demasiado lastimados y heridos. Las divisiones nos han creado distancias que antes no teníamos y no es lo que deseamos para las generaciones futuras.
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