¿Quién recuerda a Julián Pacheco y a Chuchín Marcano?
Dos villanos de postín
EL NACIONAL 7 DE OCTUBRE 2014 - 12:01 AM CET
Elaborada e impresa hace dos semanas, la caricatura de Roberto Weil que debía aparecer en la revista Dominical de Últimas Noticias el pasado domingo 5 de octubre fue suprimida debido a que dos integrantes del alto gobierno asociaron el dibujo con un hecho acaecido muchos días después, como lo fue la muerte violenta del dirigente del PSUV Robert Serra.
Hay que ser en extremo ignorante como periodista para no saber que las revistas se diseñan y se imprimen con suficiente antelación por razones técnicas y de producción. Se supone que el licenciado Ernesto Villegas debería conocer muy bien de estas cosas pero privó, por encima de la razón, la necesidad de meter cizaña y confundir a la opinión pública.
No satisfechos con aplicar la censura basada en meras sospechas, los dirigentes rojos se volcaron a las redes sociales para prodigar insultos contra el dibujante. No había razón alguna para irritarse al punto de calificar de miserable y de hijo de p… al caricaturista, como hizo el gobernador El Aissami, o para que Villegas sospechase de inspiraciones siniestras por la funesta coincidencia de la frustrada publicación con el funeral de Robert Serra.
Muy al contrario de la horda rojita, el joven Roberto Weil, decentemente a través de Twitter, precisó la fecha en la que había hecho la caricatura, lo cual le alejaba de toda sospecha de haber actuado de mala fe o con intenciones oscuras y siniestras. El dibujante, además, ofreció gentilmente sus excusas si había ofendido a alguien, aunque no tenía por qué hacerlo pues el ofendido era él.
Lo más grave es que ahora Weil corre el peligro de que un fanático descerebrado de los que tanto abundan aquí y en el Medio Oriente se lance contra él y le produzca daños físicos. Debe quedar claro que, si ello sucediera, hay dos personas, funcionarios, que abiertamente atizaron el odio y el desprecio contra el artista y eso constituye un delito.
Están frescas en la memoria las vicisitudes de Rayma Suprani y su traumática separación del medio en el que hizo carrera. Al respecto escribimos que los caricaturistas habían sido y siguen siendo perseguidos y amenazados dentro y fuera del país, y recordamos la célebre cayapa de la cual fue víctima Leoncio Martínez, Leo, y la terrible fatwa que pendió sobre el danés Kurt Westergaard, autor de una serie de dibujos satíricos sobre Mahoma.
Ha sido el nuestro un continente pródigo en dibujantes humorísticos y también en acosos contra su ingenio; para muestra: las arremetidas del peronismo contra José Antonio Ginzo, Tristán, en Argentina; el secuestro de Eduardo del Río, Rius, perpetrado, en 1969, por el Ejército mexicano o, más recientemente, la querella en contra de Xavier Bonilla, Bonil, por el gobierno de Correa, en Ecuador.
El episodio de Roberto Weil no es sino otro más de la cadena de tropelías contra la prensa y su gente por parte de un régimen militar fascista que no ha ocultado su hostilidad hacia cualquier órgano de divulgación que le sea adverso.
Hay que ser en extremo ignorante como periodista para no saber que las revistas se diseñan y se imprimen con suficiente antelación por razones técnicas y de producción. Se supone que el licenciado Ernesto Villegas debería conocer muy bien de estas cosas pero privó, por encima de la razón, la necesidad de meter cizaña y confundir a la opinión pública.
No satisfechos con aplicar la censura basada en meras sospechas, los dirigentes rojos se volcaron a las redes sociales para prodigar insultos contra el dibujante. No había razón alguna para irritarse al punto de calificar de miserable y de hijo de p… al caricaturista, como hizo el gobernador El Aissami, o para que Villegas sospechase de inspiraciones siniestras por la funesta coincidencia de la frustrada publicación con el funeral de Robert Serra.
Muy al contrario de la horda rojita, el joven Roberto Weil, decentemente a través de Twitter, precisó la fecha en la que había hecho la caricatura, lo cual le alejaba de toda sospecha de haber actuado de mala fe o con intenciones oscuras y siniestras. El dibujante, además, ofreció gentilmente sus excusas si había ofendido a alguien, aunque no tenía por qué hacerlo pues el ofendido era él.
Lo más grave es que ahora Weil corre el peligro de que un fanático descerebrado de los que tanto abundan aquí y en el Medio Oriente se lance contra él y le produzca daños físicos. Debe quedar claro que, si ello sucediera, hay dos personas, funcionarios, que abiertamente atizaron el odio y el desprecio contra el artista y eso constituye un delito.
Están frescas en la memoria las vicisitudes de Rayma Suprani y su traumática separación del medio en el que hizo carrera. Al respecto escribimos que los caricaturistas habían sido y siguen siendo perseguidos y amenazados dentro y fuera del país, y recordamos la célebre cayapa de la cual fue víctima Leoncio Martínez, Leo, y la terrible fatwa que pendió sobre el danés Kurt Westergaard, autor de una serie de dibujos satíricos sobre Mahoma.
Ha sido el nuestro un continente pródigo en dibujantes humorísticos y también en acosos contra su ingenio; para muestra: las arremetidas del peronismo contra José Antonio Ginzo, Tristán, en Argentina; el secuestro de Eduardo del Río, Rius, perpetrado, en 1969, por el Ejército mexicano o, más recientemente, la querella en contra de Xavier Bonilla, Bonil, por el gobierno de Correa, en Ecuador.
El episodio de Roberto Weil no es sino otro más de la cadena de tropelías contra la prensa y su gente por parte de un régimen militar fascista que no ha ocultado su hostilidad hacia cualquier órgano de divulgación que le sea adverso.
Aseguran que el caricaturista Roberto Weil fue despedido
La comunicadora Beatriz Adrián calificó de "injusta" esta acción y expresó su solidaridad con el dibujante
El caricaturista Roberto Weil fue despedido de la revista Dominical debido a la publicación de una caricatura en la edición que debía circular el domingo, la cual generó molestias en algunos sectores.
La periodista Andreina Flores aseguró que el medio había prescindido del trabajo de Weil: "Caricaturista Weil fue despedido hoy de la revista Dominical por viñeta que el gobierno asocia a muerte de Robert Serra".
La comunicadora Beatriz Adrián calificó de "injusta" esta acción y expresó su solidaridad con el dibujante.
La periodista Andreina Flores aseguró que el medio había prescindido del trabajo de Weil: "Caricaturista Weil fue despedido hoy de la revista Dominical por viñeta que el gobierno asocia a muerte de Robert Serra".
La comunicadora Beatriz Adrián calificó de "injusta" esta acción y expresó su solidaridad con el dibujante.
La revista emitió un comunicado en el que aseveró que envían las ediciones a la imprenta dos semanas antes de la fecha de su publicación.
"Tras las trágicas muertes del joven diputado Robert Serra y de María Herrera, ocurridas el pasado miércoles 1 de octubre, y ya con la revista en nuestras manos, decidimos responsable y respetuosamente suprimir la página donde estaba impresa la caricatura de Roberto Weil de la edición de este domingo, a fin de evitar cualquier asociación que de carácter político o impropia se le pudiera dar a la mencionada caricatur", cita el texto.
ni tan al margen, política
Despedido Weil de la Revista Dominical, confirma Espacio Público
6 Octubre, 2014
Espacio Público / 6 oct 2014.- El caricaturista Roberto Weil fue despedido el 6 de octubre de sus labores como caricaturista de la Revista Dominical, producto del Grupo Últimas Noticias que circula cada domingo en todo el país.
Para la edición que circuló el 5 de octubre Weil había diseñado, con dos semanas de antelación, una caricatura de un velorio. Pero en vista de que el 1 de octubre se conoció el asesinato del diputado de la Asamblea Nacional Robert Serra, la dirección de la revista decidió eliminarla de la edición que ya estaba impresa con dos semanas de anticipación.
Pese a que los trabajos del ilustrador en la Revista Dominical no tienen relación con temas políticos, de igual forma manifestó, a través de su cuenta en la red social Twitter (@weil_caricatura), que estaba de acuerdo con eliminar la caricatura. Nilda Silva, directora de la revista, también dio a conocer la decisión del caricaturista y del medio a través de un comunicado.
Aunque la caricatura fue sacada de algunas ediciones, el Gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, tildó a Weil de “miserable”, entre otros insultos, a través de su cuenta en Twitter. Por su parte, Ernesto Villegas, vicepresidente de Agitación, propaganda y comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela, propuso que se debe levantar una investigación para determinar qué inspiró a Weil al momento de realizar esta caricatura.
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