Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

martes, 14 de agosto de 2012

Hablan el experto criminólogo: Elio Gómez Grillo sobre la realidad de las cárceles en Venezuela


Gómez Grillo: "La cárcel venezolana es la más violenta del mundo"

Dom 06/11/2011 - 00:34 

Motín carcelario de El Rodeo.jpg
Por: 
 Enrique Meléndez (La Razón)
El criminólogo Elio Gómez Grillo afirma que en las cárceles venezolanas hay
una guerra civil donde cada calabozo es una trinchera y cada preso es un
francotirador, armado con armas muy potentes.
En una larga conversación sostenida con La Razón, Gómez Grillo analizó el
tema de la prisión en Venezuela, y así llegó a la conclusión de que, además,
 de mantener el Estado a una población de cincuenta mil personas,
completamente desocupada, sin trabajo ni estudio, ni mucho menos sin
ofrecérsele actividades culturales o deportivas, la cárcel venezolana es la más
violenta del mundo.
“Aquí se mata más de un preso diario, si tomamos en cuenta que al año se
registra una tasa de más de cuatrocientos muertos al año; mientras que
Brasil, con una población penal de cuatrocientas mil personas, registró
sólo treinta y cinco muertes el año pasado”, asienta el también docente de
la Universidad Central de Venezuela.
- ¿Cuál es la situación hoy en día de las cárceles en Venezuela?
- Lo primero que hay que hacer en todo sistema carcelario es clasificar a
los presos. Hay muchas maneras de clasificar y ubicar, de acuerdo al
delito cometido por la persona. Es muy distinto uno que va a la cárcel
por homicidio, que uno que va por hurto. Ahora, ¿funciona eso en Venezuela?
¡No! Aquí están todos juntos y revueltos.
“Luego, el tiempo de ocio del preso. En los países socialistas las cárceles
son fábricas. El tema de la cárcel constituye un conocimiento que no se
aprende en libros, sino que se vive. Decía Cesare Lambroso, padre de la
criminología, que tres meses de estadía en una cárcel valían por la lectura de
toda una biblioteca. Yo he pateado cárceles en cinco continentes, y,
fundamentalmente, percibí que en los países socialistas constituyen lugares
de trabajo, es decir, todos los presos trabajan, y tienen las mismas condiciones
laborales que en la calle. ¿Se cumple eso en Venezuela? Según las
estadísticas, no”.
“Estudios: esto ha llegado a tal extremo de rechazo, que a todo aquél, que
descubren que estudia, lo llaman bruja. Hay mucho desprecio en la cárcel
por todo el que se atreve a estudiar. O sea, no estudian ni trabajan. Son
cincuenta mil hombres que no hacen absolutamente nada. Pero, a esto
se agregan las condiciones de vida, y así nos encontramos que hay
cincuenta mil personas para un espacio, donde sólo caben quince mil.
De modo que el hacinamiento se ubica en un trescientos cincuenta por
ciento, y el hacinamiento crítico en un treinta por ciento”.
“Cuando hablamos de la comida: infame. Allí sólo comen los presos a quienes
los familiares les llevan los insumos alimenticios. Asimismo, al referirnos a
las condiciones de vida, también está el tema de la salud: infame. No mueren
más porque son jóvenes, pero allí hay mucha gente que fallece por mengua;
además, en ese hacinamiento proliferan los enfermos de tuberculosis, sida,
de toda clase de enfermedades, y no hay control médico. Las actividades
culturales en las cárceles han desaparecido. Yo recuerdo que la época de
Luis Herrera Campins se hizo teatro en estos recintos. Fue un éxito el Festival
de Teatro Penitenciario dirigido por Agustina Martín. Todo lo que tiene que
ver con el deporte, las condiciones para practicarlo por parte de los reclusos,
 son muy precarias”.
Se criminaliza la pobreza
- ¿Por qué hemos llegado a esa situación en materia carcelaria?
- Esa pregunta tiene varias respuestas; pero, en lo particular, yo resalto
el aspecto de la criminalización de la pobreza. A la cárcel va el pobre diablo,
y más en estos países latinoamericanos, donde hay muchas diferencias
clasistas. Si usted hace un registro de nuestra población penal, allí no
hay ni uno de la oligarquía.
“Es más, se ha dado el fenómeno de que, como la sociedad está tan dolida
por la criminalidad, no falta el que se alegre por lo que sucede en las cárceles.
Esa es la única venganza que se tiene. Pero, en este sistema se criminaliza
la pobreza, si partimos del hecho de que el pobre está desvalido, no tiene
capacidad de presión. Un pobre es un débil jurídico”.
“Es muy difícil que un rico vaya a la cárcel aquí en Venezuela; primero, porque
las policías son muy corruptas; segundo, de la policía pasa a la Fiscalía,
donde sucede lo mismo; de ahí pasa a los tribunales, que no se diferencia
mucho de las otras dos instancias desde el punto de vista moral. Entonces,
es muy difícil que un poderoso llegue a la prisión, si se toma en cuenta el
proceso de mediaciones que hay. Si fueran niños-bien esos que a diario
mueren en nuestras cárceles por violencia intercarcelaria, ya el gobierno hubiera
caído (risas)”.
Está deteriorada la justicia
- ¿Cómo surge la figura del “pran”?
- No sé cómo surgió. Pero, en todo caso, se trataba de llamar a un jefe. Pran es
un modismo lingüístico inglés, que traduce ‘cochecito’, y esto porque se trata
de un sujeto protegido, blindado como si estuviera en un “coche”. Así se habla
de luceros, que son los segundones de estos señores, y modismo que proviene
de la influencia de las cárceles portorriqueñas.
- ¿Desde las cárceles se dirigen buena parte de los crímenes de Venezuela?
- En realidad, yo no soy policía. No te puedo responder esa pregunta. Aunque
sí he leído sobre casos de secuestros, casos de homicidios.
- ¿Se cobra por todo en las cárceles de Venezuela?
- En las cárceles, sí. Es más, se habla de una seguridad de vida que paga
cada preso, y que vale unos cincuenta mil bolívares.
- ¿Vivimos en un país sin justicia?
- Yo sí creo que está muy deteriorada la justicia en Venezuela.
- ¿Qué grado de responsabilidad tiene la Guardia Nacional en la explosiva
situación carcelaria venezolana?
- No tengo prueba de ello. Pero, sí parece que es bastante, y de allí la existencia
de armas y de consumo de drogas entre los recursos. Para que se llegue a eso
tiene que haber mano militar metida en el asunto.
Los sucesos de El Rodeo
- ¿Fue alarmista y sesgada la transmisión de Globovisión sobre los recientes
sucesos de El Rodeo?
- Sinceramente, yo no puedo opinar porque no lo vi. Creo sí que la transmisión de un acontecimiento tan histórico es respetable. Ahora, no te puedo decir aquí cuál
canal manejó de esta forma o de esta otra la situación; sí se que en estos casos
se observa que acuden varios canales de televisión.
Cada calabozo es una trinchera
-¿Qué está ocurriendo en las cárceles venezolanas?
-Uno puede afirmar que en las cárceles venezolanas hay una guerra civil; donde
cada calabozo es una trinchera y cada preso es un francotirador, armado con
armas muy potentes
-No se da un ambiente vital, adecuado para un ser humano en las prisiones
venezolanas, y a esto agregamos la violencia intercarcelaria, que en nuestra
nación es muy grave. En el mundo hay once millones de presos; de los cuales
más de la mitad está en tres países: China, Rusia y Estados Unidos. Seis
millones de presos registran estos países; los cinco restantes están repartidos
en el mundo entero. En América Latina hay un millón; de los cuales cincuenta
mil pertenecen a Venezuela, y se matan más esos cincuenta mil, que los
novecientos cincuenta mil restantes. Aquí se mata más de uno diario. Por
ejemplo, en Brasil que contabiliza cuatrocientos mil presos, el año pasado
sólo mataron a treinta y cinco presos. Nuestras cifras reporta que al año se
matan unos trescientos, y algunas veces llega hasta cuatrocientos, o sea,
más de uno diario. ¡Tenemos el país más violento del mundo!”.
El delincuente se hace
- ¿A qué atribuye el auge de la delincuencia en Venezuela?
- Te lo voy a decir sencillamente: en Venezuela la delincuencia comenzó
desde la llegada de Cristóbal Colón, es decir, desde la llegada de los españoles,
y se ha mantenido, estructuralmente, por una situación de disgregación familiar.
No hay delincuente nato. El delincuente se hace. De eso no es culpable el
individuo, como sí la sociedad. Es decir, en Venezuela ha habido delincuencia,
porque ha habido disgregación familiar. Vivimos en una sociedad donde el
padre hace hijos sin ninguna responsabilidad.
“El padre semental, y cuyo problema se agrava cada día más; por la libertad
sexual que ahora prevalece, sobre todo, entre la población juvenil, y a lo que
se agrega la droga. Aquí hay que tomar en cuenta, no sólo el embarazo precoz,
sino también la paternidad precoz. Hay muchos de esos muchachos, que
liderizan bandas armadas, y que cuando pierden la vida en eso combates
callejeros, que llaman ajustes de cuentas, dejan dos o tres hijos ya con una
edad apenas de adolescentes. O sea, son niños que se van a criar sin padre
 y muchas veces hasta sin madres”.
“A esto se agrega la impunidad, que es terrible. En Venezuela se habla de
que de cien homicidios sólo se castigan diez”.
La justicia está en el suelo
- ¿Nuestro sistema de administración de justicia está en el suelo?
- Está en el suelo, lamentablemente.
- ¿Qué medidas preventivas recomendaría usted para frenar el auge delictivo
en Venezuela?
- Si yo lo supiera se frenaría el delito en el mundo (risas). Educación,
trabajo, cultura.
- ¿Por qué no siguió asistiendo al ex rector Edmundo Chirinos, actualmente
preso en Yare?
- Le respondo con dos palabras: por graves diferencias con el resto de sus
abogados, y conste que esta fue una defensa por la cual nunca cobré,
absolutamente, nada. Es mi amigo, sigo pendiente de él.
- ¿Cree usted que en su caso se cumplió una sentencia justa?
- Justa no lo creo. Esto que está pasando es increíble. Este es un hombre
que tiene setenta y siete años, y de acuerdo con la ley, sólo le saldría una
pena de cuatro años.
Las mejores cárceles están en los países nórdicos
- ¿Qué hace actualmente?
- Cuando uno se jubila es cuando más trabajo tiene, porque de pronto le
salen muchas cosas para hacer. Antes uno sólo tenía un trabajo, ahora
tiene muchos: conferencias, cursillos, seminarios.
- ¿Qué recuerda de su vida en Maiquetía?
- Todo, todo, ahí me quedé sembrado. Tengo a Maiquetía como una parte
muy importante de mis vivencias.
- ¿Quiénes eran sus compañeros de pensión en Santa Rosalía cuando
usted llegó a Caracas a estudiar en la universidad?
- Están fallecidos casi todos. Recuerdo a Rafael Bello Calabria, Carlos Gauna.
- De las cárceles que usted ha visitado en todo el mundo, cuál es la más acorde
con un sistema penitenciario humanista y civilizado?
- Las de los países nórdicos: Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega.
En este último país, incluso, los presos tienen un periódico.
Armas, drogas y corrupción
- ¿En Venezuela nadie puede derrotar a las mafias carcelarias?
- Toda mafia es derrotable. Claro que sí. No hay mafias invencibles.
- ¿En estos trece años de revolución bolivariana se ha agravado la situación
carcelaria en Venezuela?
- Esa es una pregunta muy politizada. Pero, te digo que aquí ha habido un
retroceso penitenciario desde la caída de Pérez Jiménez. Al doctor Tulio
Chiossoni se le debe la instauración de la cárcel nueva en el año de 1937
en Venezuela, a raíz del gobierno de Eleazar López Contreras, y hasta
Pérez Jiménez se mantuvo ese régimen penitenciario. Bajo esa dictadura
hubo muchos problemas, pero las cárceles no eran malas. Había campos
de concentración, como Güasina, especialmente, diseñados para los
presos políticos.
- ¿Cómo llegan las armas y la droga a manos de los presos?
- Por corrupción, por supuesto.
El artículo Gómez Grillo (el 272, Constitucional)
El criminólogo Elio Gómez Grillo fue miembro de la Asamblea Nacional
Constituyente que en el año 1999 redactó la actual Constitución Nacional.
Entre sus aportes a la carta magna estuvo el artículo 272, surgido de su
puño y letra. Allí se prevé el carácter autónomo y profesional del sistema
penitenciario, la descentralización de las cárceles e incluso algunas
modalidades de privatización. También el régimen abierto y las colonias
agrícolas. Letra muerta. A continuación lo transcribimos:
Artículo 272
El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación
del interno o interna y el respeto a sus derechos humanos. Para ello, los
establecimientos penitenciarios contarán con espacios para el trabajo, el
estudio, el deporte y la recreación, funcionarán bajo la dirección de
penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias,
y se regirán por una administración descentralizada, a cargo de los gobiernos
estadales o municipales, pudiendo ser sometidos a modalidades de privatización.
En general, se preferirá en ellos el régimen abierto y el carácter de colonias
agrícolas penitenciarias. En todo caso las fórmulas de cumplimiento de
penas no privativas de la libertad se aplicarán con preferencia a las medidas
de naturaleza reclusoria. El Estado creará las instituciones indispensables
para la asistencia pospenitenciaria que posibilite la reinserción social del
exinterno o exinterna y propiciará la creación de un ente penitenciario con
carácter autónomo y con personal exclusivamente técnico”.
Nunca he asesorado a Iris Varela
- ¿Sigue asesorando a la ministra Iris Varela?
- Nunca la he asesorado.
- ¿Qué opina del planteamiento de la ministra Iris Varela de darle libertad a
la mitad de los presos venezolanos?
- No quiero personalizar eso en un solo ser humano. Personalizar eso en la
ministra Varela me parece fuera de contexto. Yo creo que ese planteamiento
lo debe haber estudiado la ministra con suficientes elementos de juicio, y
con un equipo de trabajo. Así yo no puedo opinar porque sería irresponsable.
- ¿Está de acuerdo con privatizar las cárceles?
- El artículo 272 de la Constitución, cuya hechura me corresponde a mí,
establece algunas modalidades de privatización; sobre todo, para el área
de los servicios: salud, estudios, alimentación, y esto me parece un aspecto
que no es nada capitalista ni mucho menos pecaminoso.
- Igual se habla de la descentralización, que yo lo destaco: las mejores
cárceles socialistas estaban descentralizadas, que eran las de Yugoslavia
y la de Rumania. ¡En los países socialistas había descentralización! Esto
no es una cuestión capitalista”.

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