Violan el debido proceso
Las supuestas pruebas que se extraen en procedimientos policiales aparecen en manos distintas de las de funcionarios de la Fiscalía
16 DE AGOSTO 2013 - EL NACIONAL
Alfredo Romero, director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, denunció que la violación en la cadena de custodia de las evidencias se ha vuelto una práctica recurrente por algunos organismos del Estado.
“¿Cómo es posible que una presunta prueba que está incluida en un proceso judicial, aparezca en manos de un diputado en televisión nacional?”, se preguntó Romero.
Aseguró que esos funcionarios debieron “robar” esas pruebas porque, en caso contrario, “el Ministerio Público y la DIM las cedieron y la violación a la ley sería más grave”.
Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD, coincide con Romero en preguntarse cómo el material que debería estar en manos del Ministerio Público lo manipulen diputados del PSUV. Catalogó las acciones como una “nueva modalidad de corrupción”.
“Se supone que estas supuestas pruebas presentadas por diputados del oficialismo provenían de un allanamiento policial”, expresó Aveledo en una entrevista en Unión Radio.
Las declaraciones fueron con motivo a la presentación de fotografías privadas de Óscar López en la Asamblea Nacional, en la sesión del martes.
Alfredo Romero, director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, denunció que la violación en la cadena de custodia de las evidencias se ha vuelto una práctica recurrente por algunos organismos del Estado.
“¿Cómo es posible que una presunta prueba que está incluida en un proceso judicial, aparezca en manos de un diputado en televisión nacional?”, se preguntó Romero.
Aseguró que esos funcionarios debieron “robar” esas pruebas porque, en caso contrario, “el Ministerio Público y la DIM las cedieron y la violación a la ley sería más grave”.
Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD, coincide con Romero en preguntarse cómo el material que debería estar en manos del Ministerio Público lo manipulen diputados del PSUV. Catalogó las acciones como una “nueva modalidad de corrupción”.
“Se supone que estas supuestas pruebas presentadas por diputados del oficialismo provenían de un allanamiento policial”, expresó Aveledo en una entrevista en Unión Radio.
Las declaraciones fueron con motivo a la presentación de fotografías privadas de Óscar López en la Asamblea Nacional, en la sesión del martes.
Pedro Carreño a tilda de homosexual a Capriles Radonski - YouTube
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www.youtube.com/watch?v=22qCy899h0c
hace 2 días - Subido por Últimas Noticias
El diputado de la Asamblea Nacional, Pedro Carreño calificó al ex candidato presidencial Henrique Capriles ...
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hace 2 días - Subido por Últimas Noticias
El diputado de la Asamblea Nacional, Pedro Carreño calificó al ex candidato presidencial Henrique Capriles ...¡Asamblea albañal!
JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO) | EL UNIVERSAL
viernes 16 de agosto de 2013
Les puedo asegurar que el tema de mi artículo de hoy no era este. Pero, resulta que nuestro país siempre da de qué hablar y los hechos noticiosos, esos sobre los que es obligatorio opinar y reflexionar, cambian con una velocidad sorprendente. El martes en la noche, no sé si por martirio o autoflagelación o por ese afán de estar enterado de las noticias, vengan de donde vengan, estaba haciendo zapping entre VTV, ANTV y TVES y me topé con un nuevo "show", esta vez escenificado desde la Asamblea Nacional, que atrapó de inmediato mi atención. Era retorcido, escandaloso, muy parecido al programa "Laura en América" del que nunca fui fanático, pero que tuvo tanta aceptación en los sectores populares, precisamente por lo escabroso de los temas y la manera tan arrabalera de plantearlos.
Lo que estaban televisando los canales del Estado –a modo de cadena nacional– no era la retransmisión de un episodio de "Laura en América", esta vez con Diosdado como anfitrión del espacio televisivo. No, no se trataba de eso. Era la sesión de la Asamblea que, para variar, estaba cargada de ira, insultos soeces y vulgaridades, sin restricciones, sin censura, ni mucho menos los pitos que se usan en TV para ocultar las groserías de quienes tienen el derecho de palabra.
No me lo contaron. Lo vi, fui un televidente testigo de lo que se presentó en el hemiciclo. Por, supuesto, quedé perplejo. Y no precisamente por lo que denunciaban, sino por la bajeza, la falta de solemnidad, la falta de altura política, la falta de léxico y gallardía de quienes tuvieron el derecho de palabra esa noche. ¡Qué lejos estamos de los debates que se escenifican en los parlamentos europeos, por ejemplo! Los diputados de Europa discuten sus diferencias –es más, no dudo que hasta tengan ganas de arremangarse las camisas e irse a los golpes– pero, ante todo, conservan la compostura, la calidad de sus debates y el orden de sus discursos. Lo comento porque, hace poco, Televisora Española transmitió la comparecencia de Rajoy ante los parlamentarios españoles. Pérez Rubalcaba, el secretario del PSOE, después de escuchar el discurso de Rajoy, bombardeó los argumentos del Presidente del Gobierno, quien parecía inmutable ante los cuestionamientos de su oponente. De allí no pasó: no hubo gritos, no hubo puños, no hubo rostros ensangrentados, no hubo sillas volando de un bando a otro. Todo un ejemplo de civilidad a pesar de las diferencias y las denuncias.
En cambio aquí, de nuevo, ¡pan y circo! Un espectáculo pobretón, de baja monta, ordinario. De nuevo sentí pena ajena. Una que otra toma, dejó ver la cara perpleja y desencajada de María Corina. Imagino que, así como ella, otras diputadas –incluso del oficialismo– tuvieron que sentir en algún momento que lo que estaban escuchando era más acorde para un prostíbulo de mala muerte de la Av. Baralt que para la Asamblea Nacional. Porque tengo que ser honesto, Pedro Carreño pudo haber dicho lo mismo que dijo pero sin expresiones tan escatológicas ni orilleras.
Aquí no está en discusión que se quiera acabar con las mafias y la corrupción. Eso, no sólo está bien, sino que es urgente, prioritario y necesario. Esta lucha es siempre bienvenida, si y solo si es igual para todos. Caiga quien caiga. El peso de la ley no puede estar solo del lado de quienes adversan al gobierno. Queremos ver cómo no sólo los de un bando, sino también los de otro, responden por las irregularidades, por las partidas forjadas, los dineros públicos desviados, los negocios de maletín, las empresas fantasmas que han quedado impunes y sin culpables tras las rejas.
Los venezolanos queremos ver a los responsables de los "supuestos" hechos ilícitos dando la cara. Exigimos ver a los funcionarios públicos con sus declaraciones juradas en las manos y sus estilos de vida acordes con los ingresos que reflejan sus balances y estados de cuentas bancarias. Necesitamos verlos abandonando los cargos para los que fueron electos o asignados, sin que sus patrimonios se hayan duplicado o cuadruplicado.
Porque, si algo es público y notorio, es que estos revolucionarios –como bien comentaba esa noche la diputada Dinorah Figuera, compañera de barriada de Darío Vivas– han cambiado su estatus a uno que no concuerda con los sueldos que perciben. Hoy andan en camionetotas blindadas –de esas de las que no se consiguen en los concesionarios y cuestan una fortuna–, tienen escoltas y visten ropa elegante. ¿Dónde es que vivía Darío Vivas? ¿En Artigas? Por lo que dijo la diputada, desde hace mucho no habita por esos predios, ni se moviliza en metro como solía hacerlo cuando era militante del MAS.
La lucha contra la corrupción, las mafias, las redes de prostitución y el enriquecimiento ilícito no debe poner tras las rejas sólo a los "chinitos de Recadi"; mientras los verdaderos capos y cabecillas de las bandas siguen campantes, ocupando sus cargos, a manera de traje blindado.
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1
Lo que estaban televisando los canales del Estado –a modo de cadena nacional– no era la retransmisión de un episodio de "Laura en América", esta vez con Diosdado como anfitrión del espacio televisivo. No, no se trataba de eso. Era la sesión de la Asamblea que, para variar, estaba cargada de ira, insultos soeces y vulgaridades, sin restricciones, sin censura, ni mucho menos los pitos que se usan en TV para ocultar las groserías de quienes tienen el derecho de palabra.
No me lo contaron. Lo vi, fui un televidente testigo de lo que se presentó en el hemiciclo. Por, supuesto, quedé perplejo. Y no precisamente por lo que denunciaban, sino por la bajeza, la falta de solemnidad, la falta de altura política, la falta de léxico y gallardía de quienes tuvieron el derecho de palabra esa noche. ¡Qué lejos estamos de los debates que se escenifican en los parlamentos europeos, por ejemplo! Los diputados de Europa discuten sus diferencias –es más, no dudo que hasta tengan ganas de arremangarse las camisas e irse a los golpes– pero, ante todo, conservan la compostura, la calidad de sus debates y el orden de sus discursos. Lo comento porque, hace poco, Televisora Española transmitió la comparecencia de Rajoy ante los parlamentarios españoles. Pérez Rubalcaba, el secretario del PSOE, después de escuchar el discurso de Rajoy, bombardeó los argumentos del Presidente del Gobierno, quien parecía inmutable ante los cuestionamientos de su oponente. De allí no pasó: no hubo gritos, no hubo puños, no hubo rostros ensangrentados, no hubo sillas volando de un bando a otro. Todo un ejemplo de civilidad a pesar de las diferencias y las denuncias.
En cambio aquí, de nuevo, ¡pan y circo! Un espectáculo pobretón, de baja monta, ordinario. De nuevo sentí pena ajena. Una que otra toma, dejó ver la cara perpleja y desencajada de María Corina. Imagino que, así como ella, otras diputadas –incluso del oficialismo– tuvieron que sentir en algún momento que lo que estaban escuchando era más acorde para un prostíbulo de mala muerte de la Av. Baralt que para la Asamblea Nacional. Porque tengo que ser honesto, Pedro Carreño pudo haber dicho lo mismo que dijo pero sin expresiones tan escatológicas ni orilleras.
Aquí no está en discusión que se quiera acabar con las mafias y la corrupción. Eso, no sólo está bien, sino que es urgente, prioritario y necesario. Esta lucha es siempre bienvenida, si y solo si es igual para todos. Caiga quien caiga. El peso de la ley no puede estar solo del lado de quienes adversan al gobierno. Queremos ver cómo no sólo los de un bando, sino también los de otro, responden por las irregularidades, por las partidas forjadas, los dineros públicos desviados, los negocios de maletín, las empresas fantasmas que han quedado impunes y sin culpables tras las rejas.
Los venezolanos queremos ver a los responsables de los "supuestos" hechos ilícitos dando la cara. Exigimos ver a los funcionarios públicos con sus declaraciones juradas en las manos y sus estilos de vida acordes con los ingresos que reflejan sus balances y estados de cuentas bancarias. Necesitamos verlos abandonando los cargos para los que fueron electos o asignados, sin que sus patrimonios se hayan duplicado o cuadruplicado.
Porque, si algo es público y notorio, es que estos revolucionarios –como bien comentaba esa noche la diputada Dinorah Figuera, compañera de barriada de Darío Vivas– han cambiado su estatus a uno que no concuerda con los sueldos que perciben. Hoy andan en camionetotas blindadas –de esas de las que no se consiguen en los concesionarios y cuestan una fortuna–, tienen escoltas y visten ropa elegante. ¿Dónde es que vivía Darío Vivas? ¿En Artigas? Por lo que dijo la diputada, desde hace mucho no habita por esos predios, ni se moviliza en metro como solía hacerlo cuando era militante del MAS.
La lucha contra la corrupción, las mafias, las redes de prostitución y el enriquecimiento ilícito no debe poner tras las rejas sólo a los "chinitos de Recadi"; mientras los verdaderos capos y cabecillas de las bandas siguen campantes, ocupando sus cargos, a manera de traje blindado.
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Castro se disculpa por la homofobia de la revolución
Centenares de gays fueron obligados a trabajos forzosos - "Fue una gran injusticia", dice el ex presidente cubano
EMILIO DE BENITO Madrid 1 SEP 2010
No llega a pedir expresamente perdón, pero lo parece. En la primera entrevista concedida a un medio extranjero (el mexicano La Jornada)desde su reaparición pública, el ex presidente cubano, Fidel Castro, asume la persecución contra los homosexuales de hace medio siglo. Aquellas políticas fueron la causa de que centenares de homosexuales fueran enviados a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (campos de trabajo forzado) bajo la acusación de ser contrarrevolucionarios. Otros acabaron en el exilio. "Sí, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros... Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios", afirma.Más adelante asume que él fue el responsable de esa "injusticia". "Si alguien es responsable, soy yo", dice. Aunque se justifica: "En esos momentos no me podía ocupar de ese asunto. Nosotros no lo supimos valorar... Teníamos tantos problemas de vida o muerte que no le prestamos atención... Piensa cómo eran nuestros días en aquellos primeros meses de la Revolución: la guerra con los yanquis, el asunto de las armas, los planes de atentados contra mi persona...".Pero que no lo supiera valorar no quiere decir que no le dedicara tiempo en sus discursos. Por ejemplo, en uno de 1963. "Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones". También se permitió especular con por qué hay gays: "Yo no soy científico, pero sí observé siempre una cosa: que el campo no daba ese subproducto. Estoy seguro de que independientemente de cualquier teoría, hay mucho de ambiente y de reblandecimiento en ese problema. Pero todos son parientes: el lumpencito, el vago, el elvispresliano, el pitusa".
La situación, sin embargo, ha cambiado, al menos oficialmente. Como reconoce la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA por sus siglas en inglés), en este momento en la isla no están perseguidas legalmente las relaciones entre hombres o entre mujeres, aunque eso no evite una cierta discriminación social. Tampoco hay diferencia en la edad de consentimiento. Además, de la mano de Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), desde 2008 el Estado financia las operaciones de cambio de sexo.