Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

lunes, 17 de octubre de 2011

El Carabobeño 13 octubre 2011

César Esteves || Scorpius

La democracia y la reforma agraria
cgep2007@hotmail.com
Mancheta de hoy: La mancheta decapitada la vez anterior se debió probablemente a que era de Martín Luther King en la que él expresara una idea hermosa de una revolución hermosa que dice más o menos así: "Que lo que más a él le preocupaba, no era la delincuencia ni sus efectos sino la frialdad de la gente sana y buena".
La Reforma Agraria en Venezuela fue creada en nuestro medio durante el primer quinquenio democrático en el año de 1960 o sea en la administración de don Rómulo Betancourt y cuya ley fue promulgada en el Campo de Carabobo con todo el fervor de creación de una patria nueva y próspera, tuvo lugar el 5 de marzo de 1960. En este proyecto o idea verdaderamente nacionalista, fue producto de un consenso nacional en donde participaron sectores de toda índole principalmente algunos de oposición doctrinaria como el partido comunista y la iglesia mancomunados en este caso por la implicidad de la tenencia de la tierra, porque al que se le adjudicaba una parcela para su explotación agrícola o pecuaria, se le entregaba sus papeles de propiedad.
Las principales metas de la Reforma Agraria en Venezuela, eran: La tierra para quien la trabaje, para ello se estipulaba en la ley la distribución equitativa de la tierra con el importantísimo complemento de la ayuda o asistencia integral y los créditos correspondientes a los fines dimensionales de la explotación por parte del campesinado favorecido con tanta preciosa medida que rezaba además que con ello se aseguraba la estabilidad económica de nuestro labrador, fundamento de su progresivo bienestar social y sobre todo garantía de una vida mejor por su bienestar y dignidad consecuencial.
Bien sabemos que antes del afinamiento del tal proyecto, predominaba lo que todavía predomina, el latifundio que persiste aun en todo el continente, era (y es) una costumbre heredada desde la época colonial que se mantuvo institucionalizado en la República con las características siguientes: Monopolio en el manejo de la propiedad rural, las tierras se encontraban en manos de muy pocas personas. El trabajador de la tierra, era aquel que arrendaba unas hectáreas a terrateniente del sector o simplemente se construía un ranchito a veces con pleitos con los dueños de los fundos y se transformaba en un conuquero que es la reforma agraria por antonomasia en Venezuela desde que es la "reforma agraria natural en Venezuela desde que es Venezuela. En otros casos y en mayoría no despreciable, el trabajador del campo siempre ha sido el peón del terrateniente.
Poco duró aquella flor abierta a los ojos de las satisfacciones personales y nacionales. La reforma agraria betancuariana duró lo que el periodo de su misma orientación, el quinquenio del Dr. Leoni. Ya en la época del Dr. Caldera sucesor de Leoni, todo se vino abajo. La gran mayoría de los parceleros, dueños de cooperativas abandonaron sus empresas por motivos sorpresivos, comenzaron por ofrecerlas en venta a veces a precios irrisorios, este servidor pudo constatar personalmente parcelas con casa tierra maquinarias todo por la cantidad de Bs. 300. Los monopolios no desaparecieron por completo y dentro de las mismas cooperativas, aparecieron otros nuevos que haciendo negocios sucios instaban al pusilánime tímido a vender sus pertenencias, abundó la corrupción a tratarse de créditos y todo se volvió un despelote y adiós a la reforma agraria que con tanto amor patrio fundó don Rómulo Betancourt. Luego de desaparecida aunque no totalmente tan primoroso programa buena voluntad popular.
Con el tiempo, sin embargo, no desapareció del todo y permaneció durante mucho tiempo con vida sedentaria como la cenicienta de los cuentos de Hoffmann la Bella Durmiente hasta que el señor Chávez la cercenó de un sablazo. La problemática de la distribución de la tierra ha sido ampliamente discutida por múltiples pensadores quienes fuera de toda duda han admitido que la concentración de la propiedad de la tierra se había convertido en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas del campo y la industria.
Para darnos una idea de lo que es la importancia de la tierra; a partir de la Revolución Francesa, las nuevas elites burguesas recién llegadas se dieron cuenta de la gravedad del problema de la tierra e intentaron buscar la solución más sencilla planteando la distribución y la democratización de la misma y a esa iniciativa la llamaron Reforma Agraria.

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