Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

jueves, 14 de agosto de 2014

Acción Democrática nació como iniciativa de solidaridad con los más débiles. Así lo expresaba nuestro Secretario general en la clandestinidad, Leonardo Ruíz Pineda, quien pagó con su vida el resteo suyo y el de nuestro partido con los preteridos de nuestra tierra: “Somos un partido policlasista

Notirapida


Publicado agosto 14, 2014

Ecarri y los trabajadores

Antonio Ecarri Bolívar Vicepdte AD: Nuestra

política es para los trabajadores

 Ecarri Bolívar
Acción Democrática nació como iniciativa de solidaridad con los más débiles. Así lo expresaba nuestro Secretario general en la clandestinidad, Leonardo Ruíz Pineda, quien pagó con su vida el resteo suyo y el de nuestro partido con los preteridos de nuestra tierra: “Somos un partido policlasista (…) Dentro de esta empresa tienen su puesto de acción todos los venezolanos anhelosos de honestidad administrativa, paz económica y social, nacionalismo económico, democracia agraria, progreso industrial, ejercicio de libertades públicas y soberanía popular”. Esa definición la hemos enriquecido con el tiempo, pero se mantiene inalterable en lo medular: nuestra solidaridad con los trabajadores y con “el progreso industrial”. Estos son temas irrenunciables para nosotros, por ello a nadie debe extrañarle que la seccional de AD en Carabobo haya aceptado dialogar con el gobernador de esa entidad, Francisco Ameliach Orta, para tratar de frenar el proceso de desindustrialización que amenaza con dejar sin empleo a más de cien mil (100.000) trabajadores que laboran para las empresas de la otrora “ciudad industrial de Venezuela”.
En efecto, El gobernador recogió el guante que lanzamos y aceptó el diálogo que propuso AD, por lo que hubiese sido una postura irracional e incomprensible si no acudíamos a la cita. A la reunión concertada y celebrada en la gobernación de Carabobo, acudimos: el Secretario General de AD en Carabobo. Dr. Rubén Limas, nuestra Secretaria de Organización y Concejal de Valencia Dra. Mariela Domínguez de Rojas y quien esto escribe. Estuvieron presentes, además, el Presidente de Pequiven, Saúl Ameliach Comisionado del Gobernador para las relaciones empresariales y los Presidentes de las empresas General Motors, Ford Motors Company, Chrysler de Venezuela, Axalta, Bridgestone Firestone, Danaven, Encava y los Presidentes de las Cámaras de Industriales y el de los Fabricantes Venezolanos de Productos Automotrices (FAVENPA).
Justificamos nuestra participación y propuestas al informarles que fue en el gobierno del compañero Rómulo Betancourt cuando se dio inicio a la política de sustitución de importaciones que generó, en consecuencia, la industrialización de Venezuela. Esta política fue aprovechada por un Concejo Municipal pluralista, con sentido patriótico y no menos pragmático, que logró armonizar esa política nacional con ordenanzas que motivaron el traslado de empresas a Valencia, donde además de los incentivos fiscales se les vendió, a precio simbólico, más de 8 mil hectáreas de terrenos que conformaron así la zona industrial más grande de Venezuela y América Latina.
No es casual que las dos grandes avenidas que conducen a la zona industrial lleven los nombres de Humberto Celli y Henry Ford. El primero, uno de los concejales adecos más preocupado por la creación de empleos en toda nuestra historia y, el segundo, porque la Ford Motors fue la pionera entre las industrias en llegar a Valencia.
El gobernador Ameliach prometió plantearle al presidente de la República estas inquietudes y la necesidad de resolverlas de inmediato y le llevó nuestra primera exigencia: congelar la importación de más de 13 mil carros chinos y las solicitudes de despido masivo, porque ambas son contradictorias si es que ciertamente se va a reactivar el aparato productivo. El Presidente anunció, por cadena nacional, que aceptaba éstas y todas las demás propuestas del gobernador para reactivar el plantel industrial.
El gobierno tiene la palabra y a nosotros nos corresponderá ahora hacerle seguimiento con “Contraloría Social” junto a los trabajadores. Hagamos votos para que este desastre no ocurra. De lo contrario, este gobierno cerrará las puertas del futuro para sí, pero también para Venezuela. Esto último es lo que nos preocupa.
Finalmente, a los radicales de ambos sectores les decimos: Si ser solidarios con los trabajadores es un error de AD…permítannos seguir equivocándonos, porque… ¡no vamos a renunciar a ese derecho!

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