De andar y ver
La insoportable levedad del ser
- Mariahé Pabón (Notitarde / )
Mariahé Pabón
Abro comillas: "En estos 15 años de chavismo han desnudado el cerebro nacional y lo primero que se nota son neuronas asoleándose, en bermudas y bebiendo caipiriña permanentemente. Muchas han sido las oportunidades históricas de resolver la crisis, pero se han perdido, y cito a Milán Kundera, por la "Insoportable levedad del ser" de la mayoría de los políticos, intelectuales, columnistas, artistas, periodistas, y profesionales venezolanos, quienes ni siquiera parecen haberse enterado qué tipo de mal confrontamos.
El triunfalismo electorero que periódicamente apaga todas las voces de alerta, la selección como líder opositor de un imberbe que no sabe dónde está parado, y las marchitas con manicure y peluquería son apenas algunos de los síntomas más emblemáticos de la frivolidad. Nunca ha habido un genuino debate de nada, aquí las ideas se vuelven aire, perdiéndose entre el sonido de los pitos y serpentinas de las voces populares, la de los chicos chévere que siguen las modas, se disfrazan de pueblo y plagian hasta la modulación de sus palabras.
Sigan con la frivolidad y a lo mejor el sucesor de Maduro termine siendo Mickey Mouse". Cierro comillas. Juan C. Azpúrua, El Universal, 6 de febrero, 2014
El llamado a la calle
Si una logra leer cada día las variopintas columnas en las cuales cada quien expone su criterio acerca de todo aquello que nos está ocurriendo, invitándonos a dar la cara, dejar la apatía, comernos la calle, invadir los edificios públicos, llega a la conclusión de que estamos en un túnel sin salida posible y que en realidad las marchas y protestas callejeras nos volverán a mostrar que a cada paso del estudiante o del ama de casa o del empleado público, o de los periodistas, hay una muralla de uniformados, dispuestos a meternos unas cuantas balas en el cuerpo, así que retrocedemos porque todavía no tenemos ni la fuerza física, ni las armas que han esgrimido en recientes contiendas mundiales en la cuales los opositores salen a romper sus camisas para exponer sus pechos a la brutal agresión de policías entrenados, como los de aquí para matar todo bulto humano que se les aparezca, solo que esos bultos tienen sus armas a buen resguardo y las usan para defender sus derechos.
Los diarios internacionales han publicado conmovedoras escenas de niños despedazados por la agresión siria que en esta semana asesinó a 250 personas en Alepo, mediante un bombardeo. Aquí los asesinan a plomo limpio en los barrios, las urbanizaciones, los autopistas, el Metro, las plazas, los parques, las camionetas, mientras Maduro se enfrenta a la Guerra Económica, amenazando a los comerciantes que si no firman una hoja llamada de los precios justos, los expropia de inmediato.
La Guerra silente ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nos estamos ahogando en una Guerra silente a la que Maduro ha bautizado como la "Guerra económica" tras de la que se esconde la represión a comerciantes y empresarios, el desabastecimiento, la corrupción de todos sus ministros sin excepción y la absoluta censura en los periódicos mal llamados libres que nos quedan y pronto desaparecerán porque el alto mando les ha negado los dólares necesarios para importar papel. Estamos solos, sin protección alguna, rogando a Dios que nos permita vivir el tiempo que merecemos, ya que los llamados líderes comenzaron ya su Guerra interna con órdenes expresas para patear la calle, como si fuéramos robots.
Leo en un noticiero internacional que la policía iraquí abusa de las mujeres, que el tesorero de la Merkel deja el cargo, por gestionar fondos en paraísos fiscales, que a los opositores ucranianos los masacran en salas de tortura y que Estados Unidos alerta de bombas escondidas en pasta de dientes. Aquí, están matando poco a poco a los presos políticos y ya Iván Simonovis no le queda parte de su cuerpo que no esté sufriendo.
La última ilusión
La última ilusión
Ayer los partidos del Gobierno y la oposición en Ucrania acordaron una reforma de la Constitución para que el país retorne a un modelo de Estado mixto, recortando los poderes presidenciales, mientras en las calles de Kiev proseguía la protesta opositora. Aquí no pasa nada, porque de los militares involucrados en el alijo de cocaína, solo uno ha salido a la palestra pública y al resto los enviarán a una embajada.
Quizá Sosa Azpúrua tenga razón en la frivolidad conque a veces tomamos la vida, pero si él tiene la fórmula mágica para salir de este desasosiego que la publique y registre, a ver si podemos salvarnos de la Guerra económica de Maduro para que mañana nos gobierne un hombre, no el fantasma de un pajarito. Y menos Mickey Mouse, Dios nos libre.
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