Venezuela llegará en curiara a Venecia
Flix y Argelia Bravo serán los representantes del país en la 56ª exposición internacional de arte que comenzará el 9 de mayo. Por el mal estado del pabellón casi se suspende la participación
Un entramado de líneas de colores guiará el recorrido de Venezuela en la 56º Exposición Internacional de Arte de Venecia. Un tejido visual que acompañará los discursos plásticos de Flix y Argelia Bravo, los artistas elegidos para representar al país en una de las citas ineludibles de la escena contemporánea mundial.
El acceso al pabellón nacional será invadido por una intervención geométrica-abstracta. “Una serie de líneas irrumpirán las paredes y los pisos de las salas. Invitarán al público a conectarse con el poema 'Sobre salvajes' de Gustavo Pereira y con las obras documentales de Argelia Bravo”, indica Flix sobre la idea general del proyecto.
El artista volverá a sus orígenes, vinculados a las representaciones étnicas. De ahí surge la idea de incorporar una curiara como elemento contemplativo dentro de la exposición, que se convertirá en la médula espinal. “El entramado de colores hará alusión a los tejidos indígenas. La embarcación la utilizaremos como metáfora del cruce del Atlántico para llegar a Venecia, la ciudad de las góndolas. Lo haremos navegando para plasmar un poema, que se enmarca en el lema de nuestra delegación: Te doy mi palabra”, señala el artista.
La idea inicial era hacer un registro fotográfico de la intervención de la curiara. Imágenes de Flix saliendo del Amazonas por el río Orinoco hasta encontrarse con el mar abierto que lo llevaría al Astillero, el puerto por el cual se entra a Venecia. “Como los canales son espacio patrimonial, esa parte del proyecto tuvo que ser desechada. Hasta había pensado en intervenir una góndola, pero es imposible. Lo que sí está en estudio y posiblemente aprueben es que pueda plasmar mi arte urbano en los Vaporettos, las paradas de las embarcaciones. Que la gente vea una imagen de un niño warao en una curiara puede causar un impacto, que luego se conectará con la exposición”.
La intervención de Flix será bautizada con el nombre Ma-Jokaraisa, que significa “mi otro corazón” en warao, la forma en que la tribu suele llamar a sus amigos.
Las críticas
Argelia Bravo llevará una videoinstalación que se colocará en una de las partes techadas del Pabellón de Venezuela, que se titula ¡¡¡Si nos importa el bledo!!! Una revisión de toda su obra, marcada por denuncias de los problemas de alimentación y daños al ambiente. Su serie La virgen de la leche tendrá un espacio dentro de la Bienal de Venecia con el retrato de varias mujeres amamantando a sus bebés con los rostros cubiertos por pasamontañas.
Las propuestas de Bravo y Flix no tienen nada en común desde el punto de vista plástico ni discursivo. Fueron seleccionados por el curador Oscar Sotillo y las autoridades del Iartes, ente del Estado dirigido por Morella Jurado, comisaria de la delegación venezolana. En la selección original también estaba Héctor Fuenmayor, quien declinó por razones éticas y por considerar que su obra no podía dialogar con la de los otros dos artistas.
“Creo que el punto de encuentro entre las dos propuestas será un video que muestra a una persona haciendo casabe. Como estoy abordando las lenguas indígenas, eso se asocia con los alimentos de yuca que ellos consumen, entrelazados con la tipografía que diseñé para las palabras en warao”, dice Flix.
El artista urbano se siente cómodo de participar en esta edición de la bienal. Asegura que no hubo filtro político en la selección y que tuvo libertad creativa. “Es una gran satisfacción porque es un reconocimiento al trabajo que he desarrollado en la calle. Algunos amigos artistas han pedido que me pronuncie en contra de las declaraciones de los directivos del Iartes, pero estoy enfocado en hacer mi trabajo. Espero que lo que se proyecte reivindique un poco la imagen de Venezuela afuera”, dijo el ganador del Salón Jóvenes con FIA en 2009.
La restauración
La Bienal de Arquitectura de Venecia del año pasado no contó con representación venezolana. El pabellón nacional no se encontraba en condiciones para montar una exposición decente. Edgar González, presidente de la Fundación Museos Nacionales, declaró en junio de 2014 que no asistieron para que comenzaran las labores de restauración en el edificio diseñado por el arquitecto italiano Carlo Scarpa.
“Logramos articular el compromiso de la Cancillería, el Ministerio de Cultura, la Fundación Museos Nacionales y las instituciones italianas que forman parte de esta iniciativa. La intención es devolverlo a su estado original a partir de una evaluación de la estructura y de los materiales”, expresó el directivo.
El proyecto de restauración del edificio fue elaborado en 1996 por el italiano Francesco Robetta. La estructura no ha recibido mantenimiento y ha sido víctima de vandalismo en los últimos 20 años.
Fina Weitz, curadora de arte, cuenta que la puerta basculante fue uno de los elementos que desapareció. Fue vendida a un coleccionista privado.
El arquitecto Graziano Gasparini asegura que las últimas modificaciones no han respetado el espíritu de Scarpa. “El estado del pabellón es deplorable”.
El edificio aún requiere de mantenimiento, dijo Flix. “Se estuvo pensando si participábamos este año o se continuaba la restauración”.
En 2013 se tumbaron paredes y no se prestó el cuidado necesario cuando se hicieron las instalaciones. Ese año la participación fue bastante controversial: Bolívar y Chávez fueron los íconos de una muestra desvinculada del arte contemporáneo.
El Dato
Las labores de restauración están al frente de los arquitectos Javier Cerisola y Juan Pedro Posani, del Museo de Arquitectura, que aseguraron no estar autorizados para dar declaraciones. Los voceros oficiales se encuentran en la Cancillería. Se intentó localizar a los responsables del proyecto, pero no hubo respuesta.
smoreno@el-nacional.com
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