Pronunciamiento de la Red de Apoyo Psicológico y Federación de Psicólogos
EL UNIVERSAL
viernes 10 de abril de 2015 04:14 PM
PRONUNCIAMIENTO DE LA RED DE APOYO PSICOLÓGICO (RAP-UCV / UCAB / USB / UNIMET) Y LA FEDERACIÓN DE PSICÓLOGOS DE VENEZUELA, ANTE EL IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA ACTUAL CRISIS SOCIO-ECONÓMICA Y POLÍTICA VENEZOLANA.
La Red De Apoyo Psicológico RAP-UCV / UCAB / USB / UNIMET y la Federación de Psicólogos de Venezuela FPV expresan su profunda preocupación por los riesgos psicosociales asociados con la actual situación económica, política y social que confronta el país, producto de diversas circunstancias que impactan la cotidianidad del ciudadano, tales como:
La alarmante disminución del poder adquisitivo del salario, derivado de la incontrolada inflación.
El desabastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad, aunado a la excesiva cantidad de horas dedicadas a hacer colas para intentar conseguirlos.
El deterioro del sistema de salud y la grave escasez de medicinas e insumos médicos necesarios para atender las enfermedades y sus emergencias.
La agudización de la polarización y el daño a la convivencia.
El aumento de la criminalidad, la violencia social, judicial y policial; la corrupción y la impunidad;
El ambiente de constante crispación en la confrontación política y la escalada de los discursos violentos, y
La censura en sus diferentes expresiones, la delación, la persecución y criminalización de ciudadanos y organizaciones cuando, apegados a la Constitución, ejercen su derecho a la protesta pacífica.
Todo ello incide en la salud física y psicológica de los ciudadanos, generando angustia, miedo, ansiedad, depresión, indignación, enfermedades psicosomáticas, inseguridad ante el futuro, agresividad, desesperanza, apatía, repliegue individual y reducción de actividades en espacios compartidos. Estas son algunas de las expresiones individuales, familiares y colectivas de la población venezolana ante la incertidumbre y anomia generadas por una crisis socio-económica y política que sigue agravándose, en un ambiente de inestabilidad y conflictividad crecientes.
La frecuencia e intensidad de estas emociones, está produciendo cambios en el comportamiento del venezolano, donde la integridad del otro o la propia está siendo afectada.
Dos hechos convocan y alertan adicionalmente nuestra atención:
1. La autorización del uso de armas letales por parte de los cuerpos de seguridad del Estado en el control de las protestas ciudadanas, con lamentables consecuencias en víctimas.
2. Por una parte, las diversas denuncias relacionadas con el empleo intencional y planificado de una "guerra psicológica" contra el gobierno y el pueblo venezolano; y por la otra, las acusaciones de "torturas psicológicas" a detenidos políticos denunciadas por sus familiares y diversas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. En este complejo y agudo contexto, los miembros de la Red de Apoyo Psicológico y la Federación de Psicólogos de Venezuela, respondiendo a nuestra responsabilidad profesional y ética, declaramos a la opinión pública lo siguiente:
1. Expresamos nuestra profunda preocupación y alerta por los trastornos de salud mental que se están manifestando en la población venezolana hoy convertidos en un asunto de salud pública debido a la exposición prolongada al ambiente de aguda polarización y conflictividad socio-política que provoca dolor, angustia, rabia, miedo, impotencia y desesperanza, entre otras afecciones. En tal sentido, nos solidarizamos con los profesionales de la salud, y en especial de la Psicología, que están apoyando a las víctimas directas e indirectas de esta situación, e invitamos a toda la comunidad de psicólogos a abrir espacios para dialogar, reflexionar, compartir y buscar alternativas que favorezcan la convivencia pacífica y democrática entre los venezolanos.
2. Alertamos sobre el uso indebido de categorías y nociones psicológicas para justificar o legitimar políticas gubernamentales o acciones políticopartidistas, dirigidas a exacerbar la división y confrontación entre los venezolanos. Demandamos a la Fiscalía General de la República y a la Defensoría del Pueblo, investigar las denuncias sobre "torturas psicológicas" y físicas a ciudadanos presos por participar en actividades de protesta y se determinen las responsabilidades a que hubiese lugar.
3. Exigimos al Gobierno Bolivariano de Venezuela y a todos los líderes políticos que toman parte de la contienda política, que eviten utilizar un lenguaje de guerra, de confrontación constante, de deshumanización del adversario y criminalización de la protesta ciudadana. Exigimos que se eviten acusaciones y pronunciamientos que no se acompañen con las pruebas correspondientes, porque ello incrementa los temores y la zozobra de la población.
4. Repudiamos el uso indiscriminado de la fuerza y de toda acción policial, militar y civil que atente contra la vida. Ninguna diferencia política o social justifica el irrespeto a la vida, mucho menos de personas inocentes, especialmente a niños y jóvenes, expuestos tempranamente al impacto de la violencia socio-política.
5. Abogamos por la defensa de la vida, la paz social y el respeto a los derechos humanos de toda la población venezolana y quienes con ella conviven. Rechazamos la violencia social y política como medio para resolver diferencias históricas y políticas entre los pueblos, recordando sus innumerables costos sociales, económicos, políticos en términos de muertes, pobreza y violaciones de los derechos humanos; escenarios estos que cíclicamente han sacudido a naciones hermanas de América Latina y a países de otras regiones.
6. Conociendo las capacidades creativas y fortalezas del venezolano para salir adelante en medio de las adversidades, y sabiendo que lo que está en juego no es el triunfo de una u otra opción sino la convivencia democrática y la paz de Venezuela, hacemos un llamado a todos los ciudadanos, a las organizaciones públicas y privadas, en especial a los funcionarios gubernamentales y actores de todas las tendencias políticas, a quienes corresponde la mayor responsabilidad, a unir esfuerzos para encontrar, de forma pacífica, democrática y consensuada desde el reconocimiento de nuestra diversidad socio-política , las respuestas y soluciones que nos conduzcan a retomar el camino de la paz y la convivencia en democracia.
Caracas, 18 de marzo de 2015
La Red De Apoyo Psicológico RAP-UCV / UCAB / USB / UNIMET y la Federación de Psicólogos de Venezuela FPV expresan su profunda preocupación por los riesgos psicosociales asociados con la actual situación económica, política y social que confronta el país, producto de diversas circunstancias que impactan la cotidianidad del ciudadano, tales como:
La alarmante disminución del poder adquisitivo del salario, derivado de la incontrolada inflación.
El desabastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad, aunado a la excesiva cantidad de horas dedicadas a hacer colas para intentar conseguirlos.
El deterioro del sistema de salud y la grave escasez de medicinas e insumos médicos necesarios para atender las enfermedades y sus emergencias.
La agudización de la polarización y el daño a la convivencia.
El aumento de la criminalidad, la violencia social, judicial y policial; la corrupción y la impunidad;
El ambiente de constante crispación en la confrontación política y la escalada de los discursos violentos, y
La censura en sus diferentes expresiones, la delación, la persecución y criminalización de ciudadanos y organizaciones cuando, apegados a la Constitución, ejercen su derecho a la protesta pacífica.
Todo ello incide en la salud física y psicológica de los ciudadanos, generando angustia, miedo, ansiedad, depresión, indignación, enfermedades psicosomáticas, inseguridad ante el futuro, agresividad, desesperanza, apatía, repliegue individual y reducción de actividades en espacios compartidos. Estas son algunas de las expresiones individuales, familiares y colectivas de la población venezolana ante la incertidumbre y anomia generadas por una crisis socio-económica y política que sigue agravándose, en un ambiente de inestabilidad y conflictividad crecientes.
La frecuencia e intensidad de estas emociones, está produciendo cambios en el comportamiento del venezolano, donde la integridad del otro o la propia está siendo afectada.
Dos hechos convocan y alertan adicionalmente nuestra atención:
1. La autorización del uso de armas letales por parte de los cuerpos de seguridad del Estado en el control de las protestas ciudadanas, con lamentables consecuencias en víctimas.
2. Por una parte, las diversas denuncias relacionadas con el empleo intencional y planificado de una "guerra psicológica" contra el gobierno y el pueblo venezolano; y por la otra, las acusaciones de "torturas psicológicas" a detenidos políticos denunciadas por sus familiares y diversas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. En este complejo y agudo contexto, los miembros de la Red de Apoyo Psicológico y la Federación de Psicólogos de Venezuela, respondiendo a nuestra responsabilidad profesional y ética, declaramos a la opinión pública lo siguiente:
1. Expresamos nuestra profunda preocupación y alerta por los trastornos de salud mental que se están manifestando en la población venezolana hoy convertidos en un asunto de salud pública debido a la exposición prolongada al ambiente de aguda polarización y conflictividad socio-política que provoca dolor, angustia, rabia, miedo, impotencia y desesperanza, entre otras afecciones. En tal sentido, nos solidarizamos con los profesionales de la salud, y en especial de la Psicología, que están apoyando a las víctimas directas e indirectas de esta situación, e invitamos a toda la comunidad de psicólogos a abrir espacios para dialogar, reflexionar, compartir y buscar alternativas que favorezcan la convivencia pacífica y democrática entre los venezolanos.
2. Alertamos sobre el uso indebido de categorías y nociones psicológicas para justificar o legitimar políticas gubernamentales o acciones políticopartidistas, dirigidas a exacerbar la división y confrontación entre los venezolanos. Demandamos a la Fiscalía General de la República y a la Defensoría del Pueblo, investigar las denuncias sobre "torturas psicológicas" y físicas a ciudadanos presos por participar en actividades de protesta y se determinen las responsabilidades a que hubiese lugar.
3. Exigimos al Gobierno Bolivariano de Venezuela y a todos los líderes políticos que toman parte de la contienda política, que eviten utilizar un lenguaje de guerra, de confrontación constante, de deshumanización del adversario y criminalización de la protesta ciudadana. Exigimos que se eviten acusaciones y pronunciamientos que no se acompañen con las pruebas correspondientes, porque ello incrementa los temores y la zozobra de la población.
4. Repudiamos el uso indiscriminado de la fuerza y de toda acción policial, militar y civil que atente contra la vida. Ninguna diferencia política o social justifica el irrespeto a la vida, mucho menos de personas inocentes, especialmente a niños y jóvenes, expuestos tempranamente al impacto de la violencia socio-política.
5. Abogamos por la defensa de la vida, la paz social y el respeto a los derechos humanos de toda la población venezolana y quienes con ella conviven. Rechazamos la violencia social y política como medio para resolver diferencias históricas y políticas entre los pueblos, recordando sus innumerables costos sociales, económicos, políticos en términos de muertes, pobreza y violaciones de los derechos humanos; escenarios estos que cíclicamente han sacudido a naciones hermanas de América Latina y a países de otras regiones.
6. Conociendo las capacidades creativas y fortalezas del venezolano para salir adelante en medio de las adversidades, y sabiendo que lo que está en juego no es el triunfo de una u otra opción sino la convivencia democrática y la paz de Venezuela, hacemos un llamado a todos los ciudadanos, a las organizaciones públicas y privadas, en especial a los funcionarios gubernamentales y actores de todas las tendencias políticas, a quienes corresponde la mayor responsabilidad, a unir esfuerzos para encontrar, de forma pacífica, democrática y consensuada desde el reconocimiento de nuestra diversidad socio-política , las respuestas y soluciones que nos conduzcan a retomar el camino de la paz y la convivencia en democracia.
Caracas, 18 de marzo de 2015
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