Hoy es Sábado Santo: Esta noche celebramos la Vigilia Pascual...En el Sábado Santo celebramos la frase que recitamos en el Credo: “Descendió a los Infiernos”

Foto: © Mazur/catholicchurch.org.uk
REDACCIÓN CENTRAL, 04 Abr. 15 / 12:04 am (ACI).- Hoy se lleva  a cabo la celebración del Sábado Santo, la Iglesia Católica medita la pasión y muerte del Señor, así como su descenso a los infiernos, y espera en oración su resurrección, se realiza además la Vigilia Pascual que concluye con la Liturgia Eucarística.
Durante este día se le da especial atención a la Santísima Virgen María acompañandola en su soledad que vela junto a la tumba de su amado Hijo.
Durante la Vigilia Pascual se realiza tres actos importantes que inicia con la Celebración del fuego en donde el sacerdote bendice el fuego y enciende el cirio pascual. En este acto se entona el Pregón Pascual que es un poema escrito alrededor del año 300 que proclama que Jesús es el fuego nuevo.
Se da también la liturgia de la Palabra donde se leen siete lecturas, desde la Creación hasta la Resurrección, siendo la lectura del líbro del Éxodo la más importante que narra el paso de los israelitas por el Mar Rojo cuando huían de las tropas egipcias siendo así salvados por Dios, de la misma manera recuerda que Dios esta noche nos salva por su Hijo.
El tercer acto es cuando la Iglesia entera renueva sus promesas bautismales renunciando a Satanás a sus seducciones y a sus obras, se bendice la pila bautismal o un recipiente en representación y se recita la letanía de los Santos que nos une en oración con la Iglesia militante y triunfante.

“Descendió a los Infiernos”

¿Qué significa que Jesús descendió a los infiernos?

REDACCION CENTRAL, 04 Abr. 15 / 02:36 am (ACI).-
Algunos cristianos piensan que el Sábado Santo es una
fecha sin importancia o cuyo significado no queda del
todo claro. En efecto, es un día diferente porque, al
contrario del Jueves y Viernes Santos, no ocurrieron
acontecimientos visibles en la tierra. Por ello, el sentido
del Sábado Santo es la reflexión y el acompañamiento
de la Madre de Dios que está a la espera de la
resurrección del Hijo.
Debido que Jesús “ha muerto” necesitamos guardar
silencio, semejante al duelo cuando perdemos a un
ser querido. También estamos en la expectativa por
la Resurrección de Cristo durante la primera parte del día.
En el Sábado Santo celebramos la frase que recitamos
en el Credo: “Descendió a los Infiernos”.
Sabemos, por las escrituras y la tradición, que Jesús bajó
al “Seol”. Allí  permanecían las almas de todos los muertos
porque no tenían cómo llegar al cielo. En aquel lugar estaban
todos los santos y justos quienes perecieron antes de
la muerte de Jesucristo: los patriarcas, los profetas, los
reyes, San José, Adán y Eva, etc. Cuando Jesús muere,
desciende al Seol y lleva consigo al cielo a todos los
que creyeron.
No te pierdas nuestro especial de Semana Santa.

La conmovedora oración del Papa Francisco a Cristo Crucificado

El Papa Francisco en el Via Crucis del Viernes Santo. Captura Youtube CTV
El Papa Francisco en el Via Crucis del Viernes Santo. Captura Youtube CTV

Ciudad del Vaticano,  (Zenit.orgRedacción | 2490 hits

Oh Cristo, crucificado y victorioso. Tu Vía Crucis es el resumen de tu vida. Es el icono de tu obediencia a la voluntad del Padre. Es la realización de tu infinito amor por nosotros, pecadores. Es la prueba de tu misión. Es el cumplimento definitivo de la revelación y la historia de la Salvación.
El peso de tu Cruz nos libra de todas nuestras cargas. En tu obediencia a la voluntad del Padre, nosotros nos damos cuenta de nuestra rebelión y desobediencia. En tí, vendido, traicionado y crucificado por tu gente, tus seres queridos, nosotros vemos nuestras habituales traiciones y nuestra usual infidelidad. En tu inocencia, Cordero Inmaculado, vemos nuestra culpabilidad, en tu rostro lleno de cicatrices, escupido, deformado, vemos la brutalidad de nuestros pecados. En la crueldad de tu Pasión, vemos la crueldad de nuestro corazón y nuestras acciones. En tu sentirte abandonado, vemos a todos los abandonados por los familiares, la sociedad, la atención y la solidaridad.
En tu cuerpo sacrificado, perforado, desgarrado, vemos los cuerpos de nuestros hermanos abandonados en la calle, desfigurados por nuestra negligencia y nuestra indiferencia.
En tu sed Señor, vemos la sed de tu Padre misericordioso, que en ti ha querido abrazar, perdonar y salvar a toda la humanidad. En ti, Divino Amor, vemos aún hoy a nuestros hermanos perseguidos, decapitados y crucificados por su fe en ti, bajo nuestros ojos o a menudo con nuestro silencio cómplice.
Imprime, Señor, en nuestros corazones sentimientos de fe, de esperanza, de caridad, de dolor por nuestros pecados. Y llévanos a arrepentirnos de nuestros pecados que te han crucificado. Llévanos a transformar nuestra conversión hecha de palabras, en conversión de vida y de obras. Llévanos a mantener en nosotros un recuerdo vivo de tu rostro desfigurado, para no olvidar nunca el alto precio que has pagado para liberarnos.
Jesús crucificado, refuerza en nosotros la fe, que no caiga frente a la tentación. Reviva en nosotros la esperanza, que no se desvanezca siguiendo las seducciones del mundo.
Cuida en nosotros la caridad, que no se deje engañar por la corrupción y la mundanidad. Enséñanos que la cruz es vía a la Resurrección. Enséñanos que el Viernes Santo es camino hacia la Pascua de la luz. Enséñanos que Dios no olvida nunca a ninguno de sus hijos, y no se cansa nunca de perdonarnos y abrazarnos con su infinita misericordia. Pero enséñanos también a no cansarnos nunca de pedir perdón y creer en la misericordia sin límites del Padre.
Alma de Cristo, santifícanos. Cuerpo de Cristo, sálvanos. Sangre de Cristo, embriaganos. Agua del costado de Cristo, lávanos. Pasión de Cristo, confórtanos. Oh buen Jesús, óyenos. Dentro de tus llagas, escóndenos. No permitas, que nos separemos de ti. Del enemigo malo, defiéndenos. En la hora de nuestra muerte, llámanos. Y mándanos ir a ti, para que te alabemos con tus santos, por los siglos de los siglos. Amén.
A continuación, el Santo Padre ha dado la bendición y después ha añadido.
"Ahora, volvamos a casa con el recuerdo de Jesús y de su Pasión y su gran amor, y también con la esperanza de su feliz Resurrección".
Texto transcrito y traducido por ZENIT