Notitarde. 22-10-12
Ricardo III, Macbeth y otros de
la misma calaña
En las obras de Shakespeare sale más de un bicho maluco. Pero, a mi manera de ver, la palma se la lleva Ricardo III. El tipo es capaz de todas las artimañas y fechorías con tal de conseguir el poder mantenerse en él. ¿Les suena? Encuentra una justificación a toda maldad que realiza. Y la disfraza con fines nobles, que es lo peor. ¿Les vuelve a sonar? No le basta con ser duque y hermano del rey Eduardo IV: quiere el puesto de este. Y comienza las estratagemas poniendo “en la mala” al hermano que por ser mayor tiene precedencia en la sucesión. Hace que Eduardo lo encierre en la Torre de Londres. Y ya allí, Ricardo contrata a unos sicarios para que lo ahoguen en un tonel de malvasía. Y después, tiene el tupé de ¡ponerse a cortejar a la viuda cuando ambos van detrás de féretro hacia el cementerio!
Cuando Eduardo muere, sus hijos son menores. Ricardo, entonces, se erige en “protector del reino”. Y hace que estos no alcancen la mayoría: los encierra y los hace desaparecer. Se deshace también de los pares del reino que no son sus partidarios. A cualquiera que abra la boca para denunciar las tropelías se los pasa a sus jueces. ¿Les suena? Hasta que, ¡al fin!, —por aquello de que a cada cochino le llega su sábado— la justicia impera cuando es vencido en la batalla de Bosworth y muere. No sin antes clamar, casi que con berridos, aquello de: “¡Un avión que me lleve a Cuba!” ¡Perdón!, me equivoqué. Lo que brama es: “¡Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo!” Porque los malucos tienden a ser cobardes. Disponen de las vidas de los adversarios como si nada fueran, pero las suyas las estiman sobremanera…
Otro ávido de poder ilimitado es Macbeth. Shakespeare escribió su tragedia para el teatro, y Verdi, admirando la fuerza del relato del inglés la convirtió en una ópera. En ambos casos, las escenas son lúgubres para hacer juego con las torvas intenciones del protagonista. La violencia y los asesinatos por encargo aparecen a menudo. No importa que la nación vada in fiamme, e in polve cada (Vaya en llamas y en el polvo caiga). Lo que les importa es mantenerse en el poder. ¿Les suena?
Macbeth y Banquo son dos generales de el rey de Escocia que regresan de una campaña y se encuentran a tres brujas que profetizan que Macbeth será ennoblecido y luego llegará a rey, y que Banquo no llegará a ser rey pero sus descendientes lo serán. Macbeth, deseoso de apurar el cumplimiento de la profecía, asesina al rey mientras duerme y se apodera de la corona. Pero, queda un obstáculo por allanar: los paleros, ¡perdón!, las brujas habían profetizado que el reino iría a parar a la dinastía de Banquo, por lo cual Macbeth decide hacer matarlos a él y a su hijo. Logra lo primero, pero el hijo logra huir. Como el fantasma de Banquo se le aparece, decide volver a consultar a las brujas. Estas le dicen tres cosas: que tiene que cuidarse de Macduff; que nadie nacido de mujer podrá hacerle daño, y que sólo será vencido cuando el bosque de Brinam se mueva hacia Dusinane. Regresa a palacio alertado de lo primero, y tranquilizado por las otras dos profecías. Allí se entera de que Macduff se ha unido a Malcolm y están reclutando un ejército. En venganza, hace asesinar a la esposa y los hijos del primero.
Al final, Macduff y Malcolm atacan a Macbeth. Antes, al pasar por el bosque de Birnam, ordenan que los soldados corten ramas de los árboles y las utilicen como camuflaje mientras avanzan hacia Dusinane. Macbeth se enfrenta con Macduff sin temor por lo que le informaron las brujas. Y se lo informa: “Le potenze presaghe han profetato: ‘Esser puoi sanguinario, feroce; nessuno nato da donna ti nuoce’ (…) Raffermar sul trono Questo assalto mi debe” (los poderes del presagio han profetizado: ‘puedes ser sangriento, feroz; nadie nacido de mujer puede dañarte’ (...) Reafirmarme en el trono este asalto debe). Pero, para su sorpresa, Macduff le contesta que su madre murió una hora antes de que él naciera y que los médicos habían tenido que realizar una cesárea para mantenerlo con vida. Le da matarile. Y el coro de mujeres canta:
“Salgan mie grazie a te (…) A chi ne liberò, Inni cantiam di gloria” (Broten mis gracias hacia ti (...) A quienes liberaron, himnos cantemos de gloria)...
Y se acabó el espacio. Esto, usando las palabras del bardo, fue “a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing” (un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa.
hacheseijaspe@gmail.com
Cuando Eduardo muere, sus hijos son menores. Ricardo, entonces, se erige en “protector del reino”. Y hace que estos no alcancen la mayoría: los encierra y los hace desaparecer. Se deshace también de los pares del reino que no son sus partidarios. A cualquiera que abra la boca para denunciar las tropelías se los pasa a sus jueces. ¿Les suena? Hasta que, ¡al fin!, —por aquello de que a cada cochino le llega su sábado— la justicia impera cuando es vencido en la batalla de Bosworth y muere. No sin antes clamar, casi que con berridos, aquello de: “¡Un avión que me lleve a Cuba!” ¡Perdón!, me equivoqué. Lo que brama es: “¡Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo!” Porque los malucos tienden a ser cobardes. Disponen de las vidas de los adversarios como si nada fueran, pero las suyas las estiman sobremanera…
Otro ávido de poder ilimitado es Macbeth. Shakespeare escribió su tragedia para el teatro, y Verdi, admirando la fuerza del relato del inglés la convirtió en una ópera. En ambos casos, las escenas son lúgubres para hacer juego con las torvas intenciones del protagonista. La violencia y los asesinatos por encargo aparecen a menudo. No importa que la nación vada in fiamme, e in polve cada (Vaya en llamas y en el polvo caiga). Lo que les importa es mantenerse en el poder. ¿Les suena?
Macbeth y Banquo son dos generales de el rey de Escocia que regresan de una campaña y se encuentran a tres brujas que profetizan que Macbeth será ennoblecido y luego llegará a rey, y que Banquo no llegará a ser rey pero sus descendientes lo serán. Macbeth, deseoso de apurar el cumplimiento de la profecía, asesina al rey mientras duerme y se apodera de la corona. Pero, queda un obstáculo por allanar: los paleros, ¡perdón!, las brujas habían profetizado que el reino iría a parar a la dinastía de Banquo, por lo cual Macbeth decide hacer matarlos a él y a su hijo. Logra lo primero, pero el hijo logra huir. Como el fantasma de Banquo se le aparece, decide volver a consultar a las brujas. Estas le dicen tres cosas: que tiene que cuidarse de Macduff; que nadie nacido de mujer podrá hacerle daño, y que sólo será vencido cuando el bosque de Brinam se mueva hacia Dusinane. Regresa a palacio alertado de lo primero, y tranquilizado por las otras dos profecías. Allí se entera de que Macduff se ha unido a Malcolm y están reclutando un ejército. En venganza, hace asesinar a la esposa y los hijos del primero.
Al final, Macduff y Malcolm atacan a Macbeth. Antes, al pasar por el bosque de Birnam, ordenan que los soldados corten ramas de los árboles y las utilicen como camuflaje mientras avanzan hacia Dusinane. Macbeth se enfrenta con Macduff sin temor por lo que le informaron las brujas. Y se lo informa: “Le potenze presaghe han profetato: ‘Esser puoi sanguinario, feroce; nessuno nato da donna ti nuoce’ (…) Raffermar sul trono Questo assalto mi debe” (los poderes del presagio han profetizado: ‘puedes ser sangriento, feroz; nadie nacido de mujer puede dañarte’ (...) Reafirmarme en el trono este asalto debe). Pero, para su sorpresa, Macduff le contesta que su madre murió una hora antes de que él naciera y que los médicos habían tenido que realizar una cesárea para mantenerlo con vida. Le da matarile. Y el coro de mujeres canta:
“Salgan mie grazie a te (…) A chi ne liberò, Inni cantiam di gloria” (Broten mis gracias hacia ti (...) A quienes liberaron, himnos cantemos de gloria)...
Y se acabó el espacio. Esto, usando las palabras del bardo, fue “a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing” (un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa.
hacheseijaspe@gmail.com
Notitarde 18-10-12
El tocón de los mochos
Un dicho venezolano se refiere al llanto de alguien que ha perdido una extremidad: “Llora más que un mocho viéndose el tocón”. Con respeto a todos los que carecen de un brazo o una pierna, verdaderamente que son dignos de lástima los que, habiendo perdido una extremidad, todo lo que hacen es lamentarse. Y son dignos de admiración aquellos que, luego de pasar por tan doloroso trance, no solamente superan la dificultad y aprenden a desenvolverse normalmente en su cotidianidad, sino que la desventaja les sirve de acicate para ir más allá de lo que antes de la mutilación se conformaban con hacer, y logran asombrarnos con destrezas insospechadas. Conocidos son los que, habiendo perdido sus manos y brazos, aprenden a pintar sosteniendo los pinceles con los dedos de los pies, y nunca antes se habían interesado por ese arte plástica. Los conocedores de música saben que Maurice Ravel escribió un “Concierto para la Mano Izquierda” para que fuera interpretado por el pianista Wittgenstein, quien había perdido su brazo derecho en un episodio de la Primera Guerra Mundial. Wittgenstein no se dejó llevar por la depresión y superó con creces el reto que se le planteó como pianista. Los grandes torneos de tenis incluyen campeonatos para jugadores que se desplazan en sillas de ruedas, y ya se han consolidado mundialmente los llamados “Juegos Paralímpicos” para atletas con alguna desventaja física.
Los venezolanos que no compartimos las trasnochadas ideas del llamado “socialismo del siglo XXI” y la descarada corrupción que impera entre los capitostes del régimen chavista hemos reaccionado de distintas maneras ante el nuevo triunfo electoral de su máximo representante y líder. Algunos han jurado no volver nunca más a votar, lamentándose de la derrota e insistiendo inútilmente en supuestos fraudes y trampas. Cosas que todos sospechamos ocurrieron, pero que no descuentan suficientemente la distancia entre los votos logrados por Goliat contra David. Son los “mochos que lloran viéndose el tocón”, rindiéndose ante el infortunio, y quedarán para pedir limosna. Otros han pensado en emigrar, a ver si en el exterior consiguen una prótesis que les alivie su desmembración; podrán conseguirla, pero seguirá siendo una prótesis.
Los que verdaderamente continuarán en la lucha por la libertad y una vida digna seguirán adelante a pesar de las dificultades y no se rendirán. Saben que detrás de la constancia y la valentía siempre estará el esquivo triunfo. Saben que quien pierde una batalla y se rinde ante el vencedor nunca más podrá recuperar su dignidad, y, por cobarde, vivirá para siempre despreciado por el adversario. Ni siquiera de una limosna será merecedor. Son los que saben que deben continuar en la palestra, pues esa es la única manera de alcanzar la victoria. Son los que, perdidos un brazo o una pierna, saben que siempre queda otro brazo u otra pierna para continuar viviendo, y que posiblemente esa carencia los llevará a logros que ni siquiera soñaban alcanzar.
Tenemos dos opciones: o nos quedamos como los mochos “llorando viéndonos el tocón”, o aprendemos del percance y superamos las dificultades para alcanzar la meta superior: deshacernos de un régimen corrupto, malversador, improvisador e inepto.
No hace falta ser muy inteligente para saber cuál es el camino. Sigue ahí, delante de nosotros.
Los venezolanos que no compartimos las trasnochadas ideas del llamado “socialismo del siglo XXI” y la descarada corrupción que impera entre los capitostes del régimen chavista hemos reaccionado de distintas maneras ante el nuevo triunfo electoral de su máximo representante y líder. Algunos han jurado no volver nunca más a votar, lamentándose de la derrota e insistiendo inútilmente en supuestos fraudes y trampas. Cosas que todos sospechamos ocurrieron, pero que no descuentan suficientemente la distancia entre los votos logrados por Goliat contra David. Son los “mochos que lloran viéndose el tocón”, rindiéndose ante el infortunio, y quedarán para pedir limosna. Otros han pensado en emigrar, a ver si en el exterior consiguen una prótesis que les alivie su desmembración; podrán conseguirla, pero seguirá siendo una prótesis.
Los que verdaderamente continuarán en la lucha por la libertad y una vida digna seguirán adelante a pesar de las dificultades y no se rendirán. Saben que detrás de la constancia y la valentía siempre estará el esquivo triunfo. Saben que quien pierde una batalla y se rinde ante el vencedor nunca más podrá recuperar su dignidad, y, por cobarde, vivirá para siempre despreciado por el adversario. Ni siquiera de una limosna será merecedor. Son los que saben que deben continuar en la palestra, pues esa es la única manera de alcanzar la victoria. Son los que, perdidos un brazo o una pierna, saben que siempre queda otro brazo u otra pierna para continuar viviendo, y que posiblemente esa carencia los llevará a logros que ni siquiera soñaban alcanzar.
Tenemos dos opciones: o nos quedamos como los mochos “llorando viéndonos el tocón”, o aprendemos del percance y superamos las dificultades para alcanzar la meta superior: deshacernos de un régimen corrupto, malversador, improvisador e inepto.
No hace falta ser muy inteligente para saber cuál es el camino. Sigue ahí, delante de nosotros.
Notitarde 24-10-12
Eje crítico
El liquidador de Carabobo
¿A qué viene?, ¿Qué ha hecho por Puerto Cabello o por el estado?, flamante diputado, ministro a ratos y defensor a ultranza del proceso regresa a la tierra que lo vio nacer con una sola y real misión: Liquidar de raíz a la Gobernación, así de sencillo, no se vayan a poner a creer que es movido por el interés de defender a los trabajadores de Dianca. La historia reciente echa por tierra esta primera apreciación inocentona, ha sido uno de los más furibundos defensores de eso que a la Ministra de Transporte Acuático y Aéreo le da por llamar como “convenios para la integración de nuestros países, el sueño de nuestros libertadores”, claro quienes recibieron los reales para la construcción de los cinco remolcadores y que no fuimos nosotros precisamente, tienen sueños de esperanzas por tener trabajo y posibilidades de hacer crecer la soberanía tecnológica de su país, mientras tanto aquí debemos conformarnos con que se les haya ocurrido ponerles nombres indígenas, el Caruao y el Manaure, a dos de ellos, tremendo consuelo para quienes permanentemente deben estar en pie de lucha tratando de defender con uñas y dientes conquistas laborales que pretenden arrebatarles.
Este proceso de liquidación de los entes estadales pretende devolvernos a los tiempos de la colonia, donde absolutamente todo debía ser tramitado por la capital, la idea es preparar el terreno para la entrega mansa y sumisa de las gobernaciones donde el poder central no ha podido hacerse con el mando, necesita el Gobierno Nacional incondicionales a quienes no les importe en lo más mínimo el desarrollo real y verdadero de sus pueblos, vienen con el propósito de vender unos espejitos como joyas de la corona, buscan pescar incautos que empiecen a creer que lo mejor es tener alguien afecto al oficialismo para lograr que las ¡¿cosas funcionen!?, caramba como sufren de amnesia estos señores, fue precisamente un mandatario leal al proceso que convirtió a Carabobo en un estado literalmente destruido por una especie de huracán acaba todo, no hubo piedra que dejara de arrasar en su afán de pasar a la historia como el eructo más incapaz del que tengamos memoria, dijo que construyó 25 mil casas cuando la realidad fue que a duras penas, con todos los recursos a su disposición, llegó a unas 4 mil, muchas de las cuales estaban a medio terminar como el caso de Boca del Lobo, más claro ejemplo de corrupción y mentira imposible.
“Yo me entregué al pueblo de Carabobo porque soy revolucionario de corazón”, así declaró en marzo del 2011 quien nuevamente aparece al lado del régimen en ésta, su nueva etapa, es que en definitiva todos mantienen el mismo discurso, parece un disco rayado repitiendo una y otra vez la clase aprendida, pero la realidad habla de la verdadera situación en que se dejó al estado en el 2008: Destruido por sus cuatro costados y nunca, nunca hubo ente alguno que interviniera para tratar de corregir la situación, de nada valió tener un gobernador rojo, el resultado no pudo haber sido peor y si alguno tiene dudas lo invito a hacer un ejercicio de recordar por breves instantes las noticias, los vídeos y su propia experiencia de lo que aquí sucedió entre el 2004 y el 2008.
Este estado merece seguir transitando por la senda positiva, una ruta a veces llena de dificultades pero repleta de avances y logros manifiestamente tangibles fruto de un arduo trabajo con mística y amor para construir, para edificar, para hacer, a pesar de todo se continua sin descanso ni protesto por devolverle cada día más la alegría a esta tierra mágica que tiene mucho más porvenir de lo que algunos piensan, que nadie se llame al engaño, el ahora liquidador viene con la encomienda de terminar la faena del destructor, pero no lo logrará, Carabobo tiene memoria.
Este proceso de liquidación de los entes estadales pretende devolvernos a los tiempos de la colonia, donde absolutamente todo debía ser tramitado por la capital, la idea es preparar el terreno para la entrega mansa y sumisa de las gobernaciones donde el poder central no ha podido hacerse con el mando, necesita el Gobierno Nacional incondicionales a quienes no les importe en lo más mínimo el desarrollo real y verdadero de sus pueblos, vienen con el propósito de vender unos espejitos como joyas de la corona, buscan pescar incautos que empiecen a creer que lo mejor es tener alguien afecto al oficialismo para lograr que las ¡¿cosas funcionen!?, caramba como sufren de amnesia estos señores, fue precisamente un mandatario leal al proceso que convirtió a Carabobo en un estado literalmente destruido por una especie de huracán acaba todo, no hubo piedra que dejara de arrasar en su afán de pasar a la historia como el eructo más incapaz del que tengamos memoria, dijo que construyó 25 mil casas cuando la realidad fue que a duras penas, con todos los recursos a su disposición, llegó a unas 4 mil, muchas de las cuales estaban a medio terminar como el caso de Boca del Lobo, más claro ejemplo de corrupción y mentira imposible.
“Yo me entregué al pueblo de Carabobo porque soy revolucionario de corazón”, así declaró en marzo del 2011 quien nuevamente aparece al lado del régimen en ésta, su nueva etapa, es que en definitiva todos mantienen el mismo discurso, parece un disco rayado repitiendo una y otra vez la clase aprendida, pero la realidad habla de la verdadera situación en que se dejó al estado en el 2008: Destruido por sus cuatro costados y nunca, nunca hubo ente alguno que interviniera para tratar de corregir la situación, de nada valió tener un gobernador rojo, el resultado no pudo haber sido peor y si alguno tiene dudas lo invito a hacer un ejercicio de recordar por breves instantes las noticias, los vídeos y su propia experiencia de lo que aquí sucedió entre el 2004 y el 2008.
Este estado merece seguir transitando por la senda positiva, una ruta a veces llena de dificultades pero repleta de avances y logros manifiestamente tangibles fruto de un arduo trabajo con mística y amor para construir, para edificar, para hacer, a pesar de todo se continua sin descanso ni protesto por devolverle cada día más la alegría a esta tierra mágica que tiene mucho más porvenir de lo que algunos piensan, que nadie se llame al engaño, el ahora liquidador viene con la encomienda de terminar la faena del destructor, pero no lo logrará, Carabobo tiene memoria.
Trinchera
Negros
En Venezuela es un crimen jugar con las cuestiones raciales, luego de la Guerra Federal, se pensó que el fenómeno del mestizaje había volcado sus beneficios a una sociedad pobre que se levantaba de sangrientas conmociones sociales. El fenómeno del mestizaje, fue benéfico, pudo el país encontrarse con su realidad. Hoy cuando el país más poderoso de la tierra está gobernado por un negro, es criminal presentar en nuestro país diferencias ya obsoletas, -que por demás no existen- entre negros y blancos, el arbitrio encuentra asentimiento en ciertas autoridades nacionales, que quieren sacarle partido político. Se refieren con frecuencia a un problema racial que nos es extraño, se magnifica la actitud minoritaria que han tenido los más o menos blanqueados, por los más o menos negros. Para ahondar en la materia, se exhibe al negro como un dechado de virtudes, y al blanco, sea español o no, como un depósito de todas las maldades. Recientemente, cuando comenzamos el estudio de los orígenes de Nirgua, ciudad ejemplo de la importancia que ya en el siglo XVII, habían alcanzado los negros libres y ricos, también las negras, que desarrollaron una capacidad notable para los negocios. Los sitios más comerciales en los alrededores de la plaza mayor, de Caracas estaban ocupados por negocios cuyas propietarias eran negras. Es fácil deducirlo por los impuestos que pagaban al cabildo caraqueño, que eran los más elevados; hay otro dato que ilustra el poder económico de los negros de este período: El cabildo se vio precisado ante los reclamos de la mantuanidad, a revisar las carnicerías, pues según el acta glosada, los negros concurrían temprano en la mañana y adquirían las mejores carnes para su condomio, la mantuanidad debió conformarse con carnes tenidas como de menor calidad. Hoy la gente se admira cuando les decimos que no todos los esclavos fueron negros, los hubo muy blancos y con los ojos azules, (hijos de blanco en negra) la condición ancilar provenía del claustro materno, los hubo muy inteligentes, con tendencia a la música y al verso, ejemplares interpretes de instrumentos musicales europeos. Niños muy blancos, ya a los nueve meses estaban disputándose el pecho de su madre negra con sus hermanos también de subido color. Se dice, popularmente, que los hijos llamados del amor, se parecen más al padre que los hijos nacidos en los matrimonios concertados. No podemos cerrar estas líneas, sin mencionar la conducta que ciertos negros crueles tuvieron con la indiada, quienes fueron los paganos de toda la tragedia. Desde muy temprano llegaron los esclavos negros, sabios en la detención de oro, y obtuvieron su libertad. Y pudieron hacerlo, pues muchos tuvieron un grado de desarrollo cultural más elevado que los naturales. Justo en 1600, Arias Baca, con los negros ricos (hubo muchos) pactó la extinción de los jiraharas, los azuzó para que mataran a los jiraharas, y tomaran el territorio ancestral. Los negros liquidaron a los jiraharas, y construyeron una pequeña África, (donde no dejaron durante mucho tiempo entrar a los blancos). El territorio corría de los picos de Nirgua abajo, hasta el Caribe, fue una de las primeras ciudades negras del continente. Los negros, al igual que los blancos, con todo el abanico de colores intermedios, tenemos vicios y virtudes….
Súper Pancho
Los nazi repetían en frenéticos coros la antigua letra del himno alemán “Deutschland über alles”. Alemania sobre todo. Y los seguidores del reelecto presidente parece que siguen consigna parecida: “Chávez über alles”. Chávez por encima de todo.
Y él mismo lo ratificó durante su campaña electoral: “No importa que no haya agua, no importa que no haya luz, no importa que haya inseguridad (para ustedes, porque yo estoy muy bien cuidado, diría para sus adentros), no importa que las calles estén llenas de huecos”, para rematar: “Lo que importa es la patria” (léase: YO).
Y parece que a sus seguidores no les importa nada. No les importa vivir en terrenos invadidos a los cuales sólo se llega chapoteando barro en invierno o tragando polvo en verano. No les importa alumbrarse con velas o gastar buena parte de su dinero en linternas y pilas, para cuando se interrumpa el servicio eléctrico, cosa que, como es sabido por todos, es bastante frecuente. No les importa que sus hijos salgan a trabajar (si es que tienen trabajo) sin tener la certeza de volver a verlos cuando caiga la noche, cuando hay una alta posibilidad de que tendrán que ir a reclamar su cadáver en la morgue. ¿O sí les importa, pero creen que Chávez les resolverá todos esos problemas algún día?
Y surge la pregunta que ronda en la mente de muchos: ¿Podrá Chávez resolver todos esos problemas en los próximos seis años, cuando en 13 no ha podido? ¿Por qué no piensan que otro más capaz puede hacerlo? ¿Qué mágicos poderes (hasta ahora ocultos) le atribuyen a Chávez, que no los tiene ni Harry Potter? ¿Será que necesita “una ayudaíta” y sus ineptos ministros no son capaces de dársela? ¿Quién puede ayudar a quien no quiere ayuda?
¡Pero ahí está! ¡Ya apareció un voluntario que sí ayudará a Chávez, al menos en Carabobo! ¡Ya viene “Súper Pancho”!
¿Y quién es “Súper Pancho”? Es un hombre extremadamente eficiente, exitoso en todo lo que acomete. Desafortunadamente, aparte de haber acompañado al señor Chávez en un fallido golpe, nadie sabe que ““Súper Pancho”” haya alguna vez acometido algo, y por lo tanto, nadie sabe en qué carrizo ha sido exitoso.
Pero ha sido designado, a dedo como siempre (“¡Ustedes verán!”) candidato a gobernador de este estado. Y todos sabemos que su jefe tiene, desde hace tiempo, metida en la cabeza la idea de destruir las gobernaciones y las alcaldías, para sustituirlas por los rocambolescos “consejos comunales”. Lo que quiere decir que serán los concejos comunales y no las alcaldías los encargados de tapar los huecos de las calles, por ejemplo. Sólo que uno no sabe a quién se le pagará, por ejemplo otra vez, el impuesto de vehículos, dinero que supuestamente va a las arcas municipales precisamente para eso: para tapar los huecos de las calles. O a quién le pagarán las pocas industrias que quedan en el país los impuestos por su actividad, o a quién le pagarán los comerciantes las patentes de comercio. ¿Tal vez sea a algún “consejo comunal” de buhoneros, sus competidores? Pero divago. Volvamos a “Súper Pancho”.
“Súper Pancho” quiere venir a gobernar a Carabobo, para “ayudar a Chávez”, según él mismo lo afirmó. Y se pregunta uno: ¿A qué lo va a ayudar, a terminar de destruir al país? En eso no creo que “Súper Pancho” sea necesario.
Es que, para destruir al país, Chávez nunca ha necesitado ayuda. Ni la necesita.
Y él mismo lo ratificó durante su campaña electoral: “No importa que no haya agua, no importa que no haya luz, no importa que haya inseguridad (para ustedes, porque yo estoy muy bien cuidado, diría para sus adentros), no importa que las calles estén llenas de huecos”, para rematar: “Lo que importa es la patria” (léase: YO).
Y parece que a sus seguidores no les importa nada. No les importa vivir en terrenos invadidos a los cuales sólo se llega chapoteando barro en invierno o tragando polvo en verano. No les importa alumbrarse con velas o gastar buena parte de su dinero en linternas y pilas, para cuando se interrumpa el servicio eléctrico, cosa que, como es sabido por todos, es bastante frecuente. No les importa que sus hijos salgan a trabajar (si es que tienen trabajo) sin tener la certeza de volver a verlos cuando caiga la noche, cuando hay una alta posibilidad de que tendrán que ir a reclamar su cadáver en la morgue. ¿O sí les importa, pero creen que Chávez les resolverá todos esos problemas algún día?
Y surge la pregunta que ronda en la mente de muchos: ¿Podrá Chávez resolver todos esos problemas en los próximos seis años, cuando en 13 no ha podido? ¿Por qué no piensan que otro más capaz puede hacerlo? ¿Qué mágicos poderes (hasta ahora ocultos) le atribuyen a Chávez, que no los tiene ni Harry Potter? ¿Será que necesita “una ayudaíta” y sus ineptos ministros no son capaces de dársela? ¿Quién puede ayudar a quien no quiere ayuda?
¡Pero ahí está! ¡Ya apareció un voluntario que sí ayudará a Chávez, al menos en Carabobo! ¡Ya viene “Súper Pancho”!
¿Y quién es “Súper Pancho”? Es un hombre extremadamente eficiente, exitoso en todo lo que acomete. Desafortunadamente, aparte de haber acompañado al señor Chávez en un fallido golpe, nadie sabe que ““Súper Pancho”” haya alguna vez acometido algo, y por lo tanto, nadie sabe en qué carrizo ha sido exitoso.
Pero ha sido designado, a dedo como siempre (“¡Ustedes verán!”) candidato a gobernador de este estado. Y todos sabemos que su jefe tiene, desde hace tiempo, metida en la cabeza la idea de destruir las gobernaciones y las alcaldías, para sustituirlas por los rocambolescos “consejos comunales”. Lo que quiere decir que serán los concejos comunales y no las alcaldías los encargados de tapar los huecos de las calles, por ejemplo. Sólo que uno no sabe a quién se le pagará, por ejemplo otra vez, el impuesto de vehículos, dinero que supuestamente va a las arcas municipales precisamente para eso: para tapar los huecos de las calles. O a quién le pagarán las pocas industrias que quedan en el país los impuestos por su actividad, o a quién le pagarán los comerciantes las patentes de comercio. ¿Tal vez sea a algún “consejo comunal” de buhoneros, sus competidores? Pero divago. Volvamos a “Súper Pancho”.
“Súper Pancho” quiere venir a gobernar a Carabobo, para “ayudar a Chávez”, según él mismo lo afirmó. Y se pregunta uno: ¿A qué lo va a ayudar, a terminar de destruir al país? En eso no creo que “Súper Pancho” sea necesario.
Es que, para destruir al país, Chávez nunca ha necesitado ayuda. Ni la necesita.
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