Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

domingo, 21 de octubre de 2012

Un rato con el arte

La Pistolada de Hoy
El Carabobeño 21 octubre 2012

Hoy y Después en Valencia

 ALFREDO FERMÍN
afermin@el-carabobeno.com
Volvemos a tener cine del bueno en Valencia, después de un provechoso receso para el Cine de Arte Patio Trigal que ha sido reacondicionado, con  el patrocinio del despacho de la rectora de la Universidad de Carabobo. 
Patio Trigal es la única sala de cine que existe en el municipio Valencia, con el atractivo de que mantiene una cartelera que incluye obras maestras del Séptimo Arte.Algo que, lamentablemente, no ha sabido apreciar la comunidad universitaria cuya ausencia es criticable.
El cine estaba muy deteriorado por lo cual, durante varios meses, fue sometido a trabajos en los cuales fueron reparadas las butacas, se cambiaron las alfombras, se ampliaron los baños y al salón de entrada se le dio un ambiente de confort. Al mismo tiempo, hay que ofrecerle un fragoroso aplauso a la rectora Jessy Divo de Romero por cumplir con el compromiso de lograr que, a pesar de las dificultades económicas que enfrenta la Universidad de Carabobo, Valencia conserve un templo para el arte de la cinematografía. Gracias rectora por este logro en una ciudad tan castigada, en los últimos tiempos. 
Para la reinauguración hubo el estreno del film venezolano “Tiempos de Dictadura”, con la presencia del director Carlos Oteyza. Siguió un Festival de Cine Latinoamericano y, para esta semana, se presenta “Los  niños están bien”, que estuvo candidateada al Oscar. La directora Lisa Cholodenko nos ofrece un relato de los dramas y dificultades y bondades del matrimonio heterosexual, pero aplicado a una pareja de lesbianas que pasa por las mismas vicisitudes de la crueldad emocional, la desconfianza, las infidelidades, las reconciliaciones de cualquier otra unión. Como explica el crítico español Jordi Revert, aplicando una paradoja: pese a la evidente normalidad que desprende el relato, de no haber estado éste centrado en modelos y personajes pocos conservadores, difícilmente hubiera destacado como título a recompensar por sus atrevimientos y valentías. Este film estará en cartelera hasta el miércoles 24 de octubre. 
A partir del 25 será estrenada “Hombres al dente”, una comedia dramática sobre la historia de una numerosa familia, del turco italiano Ferzan Ozpetek, aclamada en el Festival de Berlín y apreciada, en todo el mundo, por millones de espectadores. Las proyecciones comienzan a las 5:30 y 7:30 pm. A José Sotillo y Marcos Ochoa, encargados de la sala, nuestras congratulaciones, nuestros deseos de que la cartelera no vuelva a decaer y la recomendación de promocionar intensamente la programación. 
LA VINADA POR LA CULTURA del Ateneo de Valencia será celebrada el jueves 25 de octubre en el Country Club de Valencia. Es una manera de contribuir a la presentación de la Bienal Salón Arturo Michelena que será inaugurada el domingo 4 de noviembre. 
Nos informa Pedro Douahi, coordinador de este encuentro, que reúne a la gente del Arte y de la Cultura, que con el precio de la entrada (200 bolívares) se podrá participar en rifas de obras de los artistas como  Armando Pérez, Wladimir Zabaleta, José Páez del Nogal, Rafael Martínez, Ramón Belisario, Policarpo Contreras, Luisa Dunia, Mauro Nascimbeni y Mary Nascimbeni, entre otros. 
Durante la degustación de finos vinos y quesos habrá un espectáculo con la participación del trío Los Bi Reyes, Judith Rodríguez, Aída Soledad, de Maracay, Por los 4 costados, Ensamble de Cuerdas de Gloria Sulbarán y el estudio de flamenco de Marielba Alvarado, que interpretará La leyenda del beso. Los que añoran la comida del desaparecido restaurante Perecito, podrán degustar, esa noche, las arepas de chancho y el celebrado bistec encebollado. A no faltar. 
LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO de la Universidad de Carabobo se presenta con un éxito enorme en el Centro Comercial Metrópolis, donde concurren más de 80 importantes editoriales que ofrecen sus productos a precios excepcionales. 
En el programa de hoy destacan, a partir de las 2 de la tarde, una conversación con Leonardo Padrón, quien presentará su libro “Los Imposibles V” y las conferencia “España en Filuc”, con Moisés Morera, presentado por Edda Armas y ”Editar poesía hoy”, a cargo de Manuel Borrás, presentado por Antonio López Ortega. A las 4 pm, serán presentados los libros “Sobre abierto”, de Rafael Cadenas, presentado por María Fernanda Palacios; "Espacios en fuga", de Alejandro Oliveros, presentado por Rafael Castillo Zapata. A las 6 pm, JJ Armas Marcelo se referirá a las “Dificultades de escribir una novela histórica”, presentado por José Napoleón Oropeza. 
SER O NO SER:  Amigos lectores nos han cuestionado “la dureza de nuestro comentario” sobre el rechazo de obras para participar en la Bienal Salón Michelena, sin tomar en cuenta la solidaridad de los artistas para mantener a la muestra, lo cual es indiscutible. Actuar de jurado es un conflicto. Si se admiten a todos eres un irresponsable. Si actúas con rigurosidad eres un ignorante, careces de méritos para integrar un jurado, a pesar de que no es una decisión personal sino de un grupo de conocedores. En esta oportunidad, junto con Ilich Rodríguez Coronel, intercedimos para que se aumentase el número de artistas. En muchos casos hubo reconsideración y en otros no hubo acuerdo. Aunque no nombramos a ningun artista en particular, presentamos nuestras disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos, aunque nuestra intención no fue faltar al grado de amistad, solidaridad y afecto. 
Personalmente, pienso que no todo lo admitido es de óptima calidad, ni todo lo rechazado carece de méritos artísticos. Los concursos son así y, quienes aceptan sus bases, saben que están expuestos a ser admitidos o rechazados. 
Hasta ahora no se ha inventado otro método, porque, si la selección es libre, se falta el respeto a los verdaderos creadores al igualarlos con quienes no son artistas  y,  si se hace por invitación la discriminación es mayor.



El Carabobeño 20 octubre 2012

Cobran vida en pintura los grandes próceres latinoamericanos

"Todos los historiadores hicieron mucho hincapié en la rebeldía de estas personas".(Foto Internet)
DPA
¿Cómo "bajar del bronce" a un prócer? ¿Cómo convertir la gesta en pintura?, ésos son algunos de los interrogantes que se planteó el pintor argentino Ariel Mlynarzewicz, autor de una serie de cuadros de gran formato (algunos de casi dos metros por tres) sobre algunas de las figuras más importantes de las gestas emancipadoras del siglo XIX como José de San Martín, Simón Bolívar y Manuel Belgrano, titulada "Revolucionarios".
Sin embargo, "Revolucionarios", que se expuso por primera vez durante la inauguración del Centro Cultural Bicentenario en 2010 y que se puede ver ahora hasta el 27 de octubre en el salón Arturo Illia del Senado argentino, en Buenos Aires, no es sólo un proyecto pictórico, sino también audiovisual.
Junto a los cuadros se exhíben ocho capítulos del documental de mismo nombre en el que algunas figuras de la vida cultural y social argentina -desde historiadores como Pacho O'Donnel y Osvaldo Bayer hasta la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini- dialogan con Mlynarzewicz sobre estos personajes históricos para ayudarlo en su proceso creativo.
"Todos los historiadores hicieron mucho hincapié en la rebeldía de estas personas", afirmó Mlynarzewicz, discípulo del reconocido artista plástico argentino Carlos Alonso, en entrevista con dpa. "Las imágenes que tenemos en mente de nuestros próceres suelen ser las de los libros escolares, esas representaciones neoclásicas en las que uno no reconoce al ser humano que lucha, que sufre, que ama. Quise cambiar eso".
El posible origen mestizo de San Martín, héroe de la independencia de Argentina, Chile y Perú; la doble orfandad y viudez de Simón Bolívar, figura clave en la independencia de países como Colombia, Venezuela, Bolivia y Ecuador, y su historia de amor con Manuela Sáenz, quien abandonó a su esposo inglés para estar junto a él en el frente de batalla; o la pobreza en la que murió Belgrano, que fue sepultado con la tapa de mármol de su cómoda por lápida, son apenas algunas de las claves que Mlynarzewicz, que se define como un "pintor de cuadros", fue recogiendo en sus intercambios.
Para realizar los óleos sobre tela, el artista empleó espátulas y pinceletas anchas, una elección nada aleatoria: "Quise poner la misma entrega que ellos: me lancé sobre las obras como si la espátula fuera una espada, para poner de mi parte mi propia pulsión y entrega", explicó. La creación fue muy física: en los documentales realizados por el Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CePIA) de la Secretaría de Cultura de Presidencia de Argentina se ve al artista acercándose y alejándose constantemente de sus obras, lanzando espatulazos enérgicos de forma casi intuitiva.
Un buen ejemplo de lo que cuenta Mlynarzewicz es el cuadro de Juana Azurduy, nacida en lo que hoy es la ciudad boliviana de Sucre, que llegó a contar con el grado de "generala" y participó en las luchas de la emancipación de España junto a su esposo, Manuel Ascensio Padilla, en territorios que hoy conforman Argentina y Bolivia. Su figura se funde con el fondo gris, apenas esbozada en un dibujo. En su mano porta una bandera de un rojo furioso y alrededor de su cabeza hay un fondo celeste y blanco, los colores de la bandera argentina.
"En Juana de Azurduy lo que prima es la sutileza de la línea", señaló el artista. "El color celeste y blanco alrededor de la cabeza fue un espatulazo realizado con cierta violencia; quise reunir la sutileza de la mujer con un toque de rebeldía. Es un contrapunto que genera inquietud, porque rescata la firmeza en las mujeres, pero sin perder la femineidad".
A Manuela Sáenz, en cambio, la retrató vestida de noche y con Bolívar detrás de ella tomándola de la cintura. "A Manuela Sáenz la puse por delante de Bolívar porque lo que quise decir es que detrás de toda gran mujer, hay un gran hombre", apuntó Mlynarzewicz. "Esta mujer dejó a su marido rubio e inglés por un morocho petiso como Bolívar porque se enamoró perdidamente. De hecho el título del cuadro es 'Amor es revolución'. Ella era fundamentalmente una mujer enamorada, aunque por supuesto no se enamoró de cualquier hombre, sino de Bolívar".
La elección de los colores también dice mucho de cada personaje: el revolucionario argentino Bernardo de Monteagudo, que formaba parte del ala más radical de la Revolución de Mayo, y al que en su diálogo con Mlynarzewicz el historiador Pacho O'Donnel comparó con el Che Guevara, aparece rodeado de un fuerte "rojo guevariano", según lo describió el artista. El periodista y abogado Mariano Moreno, en cambio, "el rebelde intelectual", se funde en el cuadro con colores como el rosa, el lila, el magenta y el verde.
La espátula dio como resultado no sólo cuadros cargados de pasión y violencia, sino también retratos algo ambiguos, en los que la fisonomía de los personajes carece de detalles y, por eso mismo, deja más espacio a la interpretación. "No quise el pincel fino que busca el detalle. Eso es, en definitiva, lo mismo que hace el bronce: un acabado refinado. De esta forma la pintura se va moviendo, tiene otra biología", dijo el artista. "Un pintor representativo es muchas veces un cortesano. Yo quise poner agallas, como lo hicieron ellos, sin que me importara tanto el resultado, sino el acto rebelde"

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