Un tifón obliga al Papa a regresar antes a Manila
A pesar de la amenaza del 'Mekkhala', el Santo Padre quiso bendecir un centro para los pobres. Un avión termina fuera de la pista por el fuerte viento
Por H. Sergio Mora
ROMA, 17 de enero de 2015 (Zenit.org) - El papa Francisco ha anticipado su partida de la ciudad filipina de Tacloban, arrasada por el tifón Haiyan en noviembre de 2013, cuatro horas antes de lo previsto por la amenaza del Mekkhala, un tifón con fuerza dos, que se dirigía a la costa este del país.
"A las 17 el avión volvía a Manila, pero está girando un tifón de segundo grado, y los pilotos del avíon dijeron que tenemos que salir a las 13, tenemos apenas el tiempo para llegar al avión, porque las previsiones dicen que el tiempo empeorará. Les pido disculpas por esto, me da pena, poque tenía escrito algunas cosas para decirles, pero tenemos todos el manto de la Virgen", le dijo el Papa a los fieles congregados.
En la mañana fue la celebración de la misa en el aeropuerto internacional, abarrotada de fieles a pesar de la lluvia y el viento que azota a la ciudad ininterrumpidamente. Después el Santo Padre ha tenido que comer rápidamente con los 30 sobrevivientes del ciclón en la residencia del arzobispo de la cercana localidad de Palo, monseñor John Forrosuelo Du.
El pontífice también ha podido trasladarse velozmente al Pope Francis Center for the Poor (Centro Papa Francisco para los pobres), y aunque no ha llegado a entrar, debido a la falta de tiempo, ha bendecido las instalaciones desde el vehículo panorámico, ha informado el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, poco antes de partir hacia Manila.
Además, el Santo Padre ha visitado la Catedral de Palo, donde ha pronunciado un corto e improvisado discurso, ha rezado un Ave María y ha bendecido a los asistentes.
En sus desplazamientos por las calles de Tacloban, el Papa ha sido recibido por miles de ciudadanos que han salido a las calles, ataviados con impermeables amarillos.
En el aeropuerto Daniel Romualdez de Tacloban se registraron unos instantes de temor porque un avión terminó fuera de la pista debido al fuerte viento.
Finalmente, el avión papal despegó hacia Manila donde llegó a la Base Aérea Villamor a las 15 hora local, y se dirigió hacia la nunciatura en papamóvil. Por las calles de Manila miles de personas se congregaron para saludarlo.
"A las 17 el avión volvía a Manila, pero está girando un tifón de segundo grado, y los pilotos del avíon dijeron que tenemos que salir a las 13, tenemos apenas el tiempo para llegar al avión, porque las previsiones dicen que el tiempo empeorará. Les pido disculpas por esto, me da pena, poque tenía escrito algunas cosas para decirles, pero tenemos todos el manto de la Virgen", le dijo el Papa a los fieles congregados.
En la mañana fue la celebración de la misa en el aeropuerto internacional, abarrotada de fieles a pesar de la lluvia y el viento que azota a la ciudad ininterrumpidamente. Después el Santo Padre ha tenido que comer rápidamente con los 30 sobrevivientes del ciclón en la residencia del arzobispo de la cercana localidad de Palo, monseñor John Forrosuelo Du.
El pontífice también ha podido trasladarse velozmente al Pope Francis Center for the Poor (Centro Papa Francisco para los pobres), y aunque no ha llegado a entrar, debido a la falta de tiempo, ha bendecido las instalaciones desde el vehículo panorámico, ha informado el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, poco antes de partir hacia Manila.
Además, el Santo Padre ha visitado la Catedral de Palo, donde ha pronunciado un corto e improvisado discurso, ha rezado un Ave María y ha bendecido a los asistentes.
En sus desplazamientos por las calles de Tacloban, el Papa ha sido recibido por miles de ciudadanos que han salido a las calles, ataviados con impermeables amarillos.
En el aeropuerto Daniel Romualdez de Tacloban se registraron unos instantes de temor porque un avión terminó fuera de la pista debido al fuerte viento.
Finalmente, el avión papal despegó hacia Manila donde llegó a la Base Aérea Villamor a las 15 hora local, y se dirigió hacia la nunciatura en papamóvil. Por las calles de Manila miles de personas se congregaron para saludarlo.
Francisco improvisa su homilía en Tacloban, la zona del ciclón
Texto completo. El Santo Padre explica que Jesús reina desde la cruz y no defrauda. Tras la comunión, el Pontífice agradece al Señor por no dejarnos huérfanos
Por Redacción
ROMA, 17 de enero de 2015 (Zenit.org) - Este sábado, a las 8,15 locales, el papa Francisco ha dejado Manila para ir, a bordo de un avión de las Philippine Airlines, a la ciudad de Tacloban, capital de la isla de Leyte, que en noviembre de 2013 fue devastada por el tifón Haiyan. A su llegada ha sido recibido por el arzobispo de Palo, Mons. John F. Du, por el Gobernador de Leyte, y los alcaldes de Tacloban y Palo.
A las 10 horas, el Santo Padre ha presidido la misa en una zona adyacente al aeropuerto internacional. Durante la celebración eucarística, después de la proclamación del Evangelio, el Pontífice ha pronunciado la siguiente homilía:
"If you allow me, I prefer today to speak in Spanish. I have a translator, a good translator. May I do that? May I? [aplausos] Thank you very much". (Si me permiten, prefiero hoy hablar en español. Tengo un traductor, un buen traductor. ¿Puedo hacer esto? Puedo? Muchas gracias)
A continuación, el Papa ha proseguido en español:
"En la Primera Lectura escuchamos que se dice que tenemos un Gran Sacerdote, que es capaz de..."
Tras beber un poco de agua, Francisco ha decidio seguir sin leer el texto preparado. Estas han sido sus palabras, pronunciadas en español:
"Jesús es como nosotros. Jesús vivió como nosotros. Es igual a nosotros, en todo, en todo menos en el pecado, porque él no era pecador. Pero para ser más igual a nosotros, se vistió, asumió nuestro pecado. Se hizo pecado. Y eso lo dice Pablo, que lo conocía muy bien.
Y Jesús va delante nuestro siempre. Y cuando nosotros pasamos por alguna cruz, él pasó primero.
Y si hoy todos nosotros nos reunimos aquí, 14 meses después, 14 meses después que pasó el tifón Yolanda, es porque tenemos la seguridad de que no nos vamos a frustrar en la fe. Porque Jesús pasó primero. En su pasión, él asumió todos nuestros dolores.
Y cuando... Permítanme esta confidencia... Cuando yo vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí [aplausos], y ese día, esos días, decidí hacer el viaje aquí [aplausos].Quise venir para estar con ustedes. 'Un poco tarde', me dirán. Es verdad... Pero estoy. [aplausos] Estoy para decirles que Jesús es el Señor, que Jesús no defrauda. [aplausos]
'Padre', me puede decir uno de ustedes, 'a mí me defraudó, porque perdí mi casa, perdí mi familia, perdí lo que tenía, estoy enfermo...'. Es verdad eso que me decís, y yo respeto tus sentimientos. Pero lo miro, ahí, clavado, y desde ahí no nos defrauda. [aplausos] Él fue consagrado Señor en ese trono, y ahí pasó por todas las calamidades que nosotros tenemos. Jesús es el Señor. Y es Señor desde la cruz, ¡ahí reinó!
Por eso él es capaz de entendernos, como escuchamos en la Primera Lectura. Se hizo en todos igual a nosotros. Por eso tenemos un señor que es capaz de llorar con nosotros, que es capaz de acompañarnos en los momentos más difíciles de la vida.
Tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles. Él sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia... Solamente guardo silencio. Los acompaño con mi corazón en silencio. Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo '¿por qué, Señor?' Y a cada uno, el Señor responde en el corazón desde su corazón.
Yo no tengo otras palabras que decirles. Miremos a Cristo. Él es el Señor, y él nos comprende, porque pasó por todas las pruebas que nos sobrevienen a nosotros. Y junto a él, en la cruz, estaba la Madre.
Nosotros somos como ese chico que está allí abajo, que en los momentos de dolor, de pena, en los momentos que no entendemos nada, en los momentos que queremos revelarnos... solamente nos viene tirar la mano y agarrarnos de su pollera. Y decirle 'Mamá'. Como un chico, cuando tiene miedo, dice 'mamá'. Es quizás la única palabra que puede expresar lo que sentimos en los momentos oscuros: 'Madre, mamá'.
Hagamos juntos un momento de silencio. Miremos al Señor. Éll puede comprendernos, porque pasó por todas las cosas. Y miremos a nuestra madre, y como el chico que está abajo, agarrémonos de la pollera. Con el corazón, digámosle: 'Madre'. En silencio, hagamos esta oración. Cada uno dígale lo que siente... [silencio]
No estamos solos. Tenemos una madre, tenemos a Jesús, nuestro hermano mayor. No estamos solos.
Y también tenemos muchos hermanos, que en este momento de catástrofe vinieron a ayudarnos. Y también nosotros nos sentimos más hermanos, que nos hemos ayudado unos a otros. Esto es lo único que me sale decirles. Perdónenme si no tengo otras palabras. Pero tengan la seguridad de que Jesús no defrauda. Tengan la seguridad que el amor y la ternura de Nuestra Madre no defrauda.
Y agarrados a Ella como hijos, y con la fuerza que nos da Jesús, nuestro hermano mayor, sigamos adelante. Y como hermanos, caminemonos. Muchas gracias".
Tras la comunión, el Santo Padre ha improvisado también las siguientes palabras:
"Acabamos de celebrar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Jesús nos precedió en el camino y nos acompaña en cada momento que nos reunimos para orar y celebrar. Gracias Señor, por estar hoy con nosotros. Gracias Señor, por estar hoy con nosotros. Gracias Señor, por compartir nuestro dolor. Gracias Señor, por darnos esperanza. Gracias Señor, por tu gran misericordia. Gracias Señor, porque quisiste ser como uno de nosotros. Gracias Señor, porque siempre estás cercano a nosotros. Aun en los momentos de cruz. Gracias Señor, por darnos la esperanza. Señor, que no nos roben la esperanza. Gracias Señor, porque en el momento más oscuro de tu vida, en la cruz, te acordaste de nosotros y nos dejaste una madre, tu madre. Gracias Señor, por no dejarnos huérfanos".
(Transcripción desde el audio realizada por ZENIT)
© Copyright - Libreria Editrice Vaticana
A las 10 horas, el Santo Padre ha presidido la misa en una zona adyacente al aeropuerto internacional. Durante la celebración eucarística, después de la proclamación del Evangelio, el Pontífice ha pronunciado la siguiente homilía:
"If you allow me, I prefer today to speak in Spanish. I have a translator, a good translator. May I do that? May I? [aplausos] Thank you very much". (Si me permiten, prefiero hoy hablar en español. Tengo un traductor, un buen traductor. ¿Puedo hacer esto? Puedo? Muchas gracias)
A continuación, el Papa ha proseguido en español:
"En la Primera Lectura escuchamos que se dice que tenemos un Gran Sacerdote, que es capaz de..."
Tras beber un poco de agua, Francisco ha decidio seguir sin leer el texto preparado. Estas han sido sus palabras, pronunciadas en español:
"Jesús es como nosotros. Jesús vivió como nosotros. Es igual a nosotros, en todo, en todo menos en el pecado, porque él no era pecador. Pero para ser más igual a nosotros, se vistió, asumió nuestro pecado. Se hizo pecado. Y eso lo dice Pablo, que lo conocía muy bien.
Y Jesús va delante nuestro siempre. Y cuando nosotros pasamos por alguna cruz, él pasó primero.
Y si hoy todos nosotros nos reunimos aquí, 14 meses después, 14 meses después que pasó el tifón Yolanda, es porque tenemos la seguridad de que no nos vamos a frustrar en la fe. Porque Jesús pasó primero. En su pasión, él asumió todos nuestros dolores.
Y cuando... Permítanme esta confidencia... Cuando yo vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí [aplausos], y ese día, esos días, decidí hacer el viaje aquí [aplausos].Quise venir para estar con ustedes. 'Un poco tarde', me dirán. Es verdad... Pero estoy. [aplausos] Estoy para decirles que Jesús es el Señor, que Jesús no defrauda. [aplausos]
'Padre', me puede decir uno de ustedes, 'a mí me defraudó, porque perdí mi casa, perdí mi familia, perdí lo que tenía, estoy enfermo...'. Es verdad eso que me decís, y yo respeto tus sentimientos. Pero lo miro, ahí, clavado, y desde ahí no nos defrauda. [aplausos] Él fue consagrado Señor en ese trono, y ahí pasó por todas las calamidades que nosotros tenemos. Jesús es el Señor. Y es Señor desde la cruz, ¡ahí reinó!
Por eso él es capaz de entendernos, como escuchamos en la Primera Lectura. Se hizo en todos igual a nosotros. Por eso tenemos un señor que es capaz de llorar con nosotros, que es capaz de acompañarnos en los momentos más difíciles de la vida.
Tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles. Él sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia... Solamente guardo silencio. Los acompaño con mi corazón en silencio. Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo '¿por qué, Señor?' Y a cada uno, el Señor responde en el corazón desde su corazón.
Yo no tengo otras palabras que decirles. Miremos a Cristo. Él es el Señor, y él nos comprende, porque pasó por todas las pruebas que nos sobrevienen a nosotros. Y junto a él, en la cruz, estaba la Madre.
Nosotros somos como ese chico que está allí abajo, que en los momentos de dolor, de pena, en los momentos que no entendemos nada, en los momentos que queremos revelarnos... solamente nos viene tirar la mano y agarrarnos de su pollera. Y decirle 'Mamá'. Como un chico, cuando tiene miedo, dice 'mamá'. Es quizás la única palabra que puede expresar lo que sentimos en los momentos oscuros: 'Madre, mamá'.
Hagamos juntos un momento de silencio. Miremos al Señor. Éll puede comprendernos, porque pasó por todas las cosas. Y miremos a nuestra madre, y como el chico que está abajo, agarrémonos de la pollera. Con el corazón, digámosle: 'Madre'. En silencio, hagamos esta oración. Cada uno dígale lo que siente... [silencio]
No estamos solos. Tenemos una madre, tenemos a Jesús, nuestro hermano mayor. No estamos solos.
Y también tenemos muchos hermanos, que en este momento de catástrofe vinieron a ayudarnos. Y también nosotros nos sentimos más hermanos, que nos hemos ayudado unos a otros. Esto es lo único que me sale decirles. Perdónenme si no tengo otras palabras. Pero tengan la seguridad de que Jesús no defrauda. Tengan la seguridad que el amor y la ternura de Nuestra Madre no defrauda.
Y agarrados a Ella como hijos, y con la fuerza que nos da Jesús, nuestro hermano mayor, sigamos adelante. Y como hermanos, caminemonos. Muchas gracias".
Tras la comunión, el Santo Padre ha improvisado también las siguientes palabras:
"Acabamos de celebrar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Jesús nos precedió en el camino y nos acompaña en cada momento que nos reunimos para orar y celebrar. Gracias Señor, por estar hoy con nosotros. Gracias Señor, por estar hoy con nosotros. Gracias Señor, por compartir nuestro dolor. Gracias Señor, por darnos esperanza. Gracias Señor, por tu gran misericordia. Gracias Señor, porque quisiste ser como uno de nosotros. Gracias Señor, porque siempre estás cercano a nosotros. Aun en los momentos de cruz. Gracias Señor, por darnos la esperanza. Señor, que no nos roben la esperanza. Gracias Señor, porque en el momento más oscuro de tu vida, en la cruz, te acordaste de nosotros y nos dejaste una madre, tu madre. Gracias Señor, por no dejarnos huérfanos".
(Transcripción desde el audio realizada por ZENIT)
© Copyright - Libreria Editrice Vaticana
El Papa a las víctimas del tifón: 'El Señor llora con nosotros'
Sábado 10,00: (Filipinas). A pesar de la incesante lluvia y del fuerte viento, el Santo Padre presidió la misa en una zona adyacente al aeropuerto internacional de Tacloban
Por Iván de Vargas
MADRID, 17 de enero de 2015 (Zenit.org) - El papa Francisco, que se encuentra en Filipinas desde el jueves, ha llegado hoy a Tacloban a bordo de un avión de las Philippine Airlines. Esta ciudad, capital de Leyte, fue devastada por el tifón Haiyan en noviembre de 2013.
A su llegada, a las 9,30 horas locales, ha sido recibido por el arzobispo de Palo, monseñor John F. Du, por el Gobernador de Leyte, y los alcaldes de Tacloban y Palo. A pesar de la incesante lluvia y del fuerte viento, en la pista le esperaban miles de personas.
El Santo Padre se ha trasladado a esta localidad, a 650 kilómetros de Manila, consciente de la amenaza de una tormenta tropical, que se desplaza hacia la zona con vientos de 100 kilómetros por hora y ráfagas de 130. Ya que, el principal objetivo de su visita a la ciudad es consolar a las miles de víctimas del ciclón que ocurrió hace algo más de un año.
A las 10 horas, el Pontífice ha presidido una multitudinaria misa en una zona adyacente al Aeropuerto Daniel Romualdez de Tacloban. La organización ha distribuido entre los fieles impermeables amarillos. El Papa ha recibido uno y lo ha llevado puesto durante la ceremonia religiosa.
Francisco había preparado una homilía, pero ha decidido no pronunciarla para hablar en español y sentirse más cerca de la gente. Así, ha afirmado que "si hoy todos nosotros nos reunimos aquí, 14 meses después que pasó el tifón Yolanda, es porque tenemos la seguridad de que no nos vamos a frustrar en la fe". "Cuando vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí, y ese día decidí hacer el viaje", ha explicado.
"Estoy para decirles que Jesús es el Señor, que Jesús no defrauda", ha destacado. "Me puede decir uno de ustedes, 'a mí me defraudó, porque perdí mi casa, perdí mi familia, perdí lo que tenía, estoy enfermo...' Es verdad eso que me decís, y yo respeto tus sentimientos. Pero lo miro, ahí, clavado, y desde ahí no nos defrauda", ha reiterado.
"Él fue consagrado Señor en ese trono, y ahí pasó por todas las calamidades que nosotros tenemos", ha proseguido. "Jesús es el Señor. Y es Señor desde la cruz, ¡ahí reinó!". "Por eso él es capaz de entendernos", ha enfatizado. "Se hizo en todos igual a nosotros". "Por eso tenemos un señor que es capaz de llorar con nosotros, que es capaz de acompañarnos en los momentos más difíciles de la vida", ha insistido.
"Tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles. Él sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia. Solamente guardo silencio. Los acompaño con mi corazón en silencio. Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo '¿por qué, Señor?' Y a cada uno, el Señor responde en el corazón desde su corazón", ha asegurado emocionado.
El Santo Padre ha concluido sus palabras improvisadas invitando a los presentes a mirar al Señor: "Él puede comprendernos, porque pasó por todas las cosas". Y ha pedido también que "miremos a Nuestra Madre". "En los momentos que no entendemos nada, en los momentos que queremos revelarnos... solamente nos viene tirar la mano y agarrarnos de su pollera". "Con el corazón, digámosle Madre", ha indicado.
"No estamos solos. Tenemos una madre, tenemos a Jesús, nuestro hermano mayor. No estamos solos", ha recordado.
Antes de finalizar la Eucaristía, de nuevo en español, el Pontífice ha agradecido al Señor porque siempre está cercano a nosotros: "Gracias Señor, por darnos la esperanza. Señor, que no nos roben la esperanza. Gracias Señor, porque en el momento más oscuro de tu vida, en la cruz, te acordaste de nosotros y nos dejaste una madre, Tu Madre. Gracias Señor, por no dejarnos huérfanos".
Leer la homilía completa aquí.
A su llegada, a las 9,30 horas locales, ha sido recibido por el arzobispo de Palo, monseñor John F. Du, por el Gobernador de Leyte, y los alcaldes de Tacloban y Palo. A pesar de la incesante lluvia y del fuerte viento, en la pista le esperaban miles de personas.
El Santo Padre se ha trasladado a esta localidad, a 650 kilómetros de Manila, consciente de la amenaza de una tormenta tropical, que se desplaza hacia la zona con vientos de 100 kilómetros por hora y ráfagas de 130. Ya que, el principal objetivo de su visita a la ciudad es consolar a las miles de víctimas del ciclón que ocurrió hace algo más de un año.
A las 10 horas, el Pontífice ha presidido una multitudinaria misa en una zona adyacente al Aeropuerto Daniel Romualdez de Tacloban. La organización ha distribuido entre los fieles impermeables amarillos. El Papa ha recibido uno y lo ha llevado puesto durante la ceremonia religiosa.
Francisco había preparado una homilía, pero ha decidido no pronunciarla para hablar en español y sentirse más cerca de la gente. Así, ha afirmado que "si hoy todos nosotros nos reunimos aquí, 14 meses después que pasó el tifón Yolanda, es porque tenemos la seguridad de que no nos vamos a frustrar en la fe". "Cuando vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí, y ese día decidí hacer el viaje", ha explicado.
"Estoy para decirles que Jesús es el Señor, que Jesús no defrauda", ha destacado. "Me puede decir uno de ustedes, 'a mí me defraudó, porque perdí mi casa, perdí mi familia, perdí lo que tenía, estoy enfermo...' Es verdad eso que me decís, y yo respeto tus sentimientos. Pero lo miro, ahí, clavado, y desde ahí no nos defrauda", ha reiterado.
"Él fue consagrado Señor en ese trono, y ahí pasó por todas las calamidades que nosotros tenemos", ha proseguido. "Jesús es el Señor. Y es Señor desde la cruz, ¡ahí reinó!". "Por eso él es capaz de entendernos", ha enfatizado. "Se hizo en todos igual a nosotros". "Por eso tenemos un señor que es capaz de llorar con nosotros, que es capaz de acompañarnos en los momentos más difíciles de la vida", ha insistido.
"Tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles. Él sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia. Solamente guardo silencio. Los acompaño con mi corazón en silencio. Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo '¿por qué, Señor?' Y a cada uno, el Señor responde en el corazón desde su corazón", ha asegurado emocionado.
El Santo Padre ha concluido sus palabras improvisadas invitando a los presentes a mirar al Señor: "Él puede comprendernos, porque pasó por todas las cosas". Y ha pedido también que "miremos a Nuestra Madre". "En los momentos que no entendemos nada, en los momentos que queremos revelarnos... solamente nos viene tirar la mano y agarrarnos de su pollera". "Con el corazón, digámosle Madre", ha indicado.
"No estamos solos. Tenemos una madre, tenemos a Jesús, nuestro hermano mayor. No estamos solos", ha recordado.
Antes de finalizar la Eucaristía, de nuevo en español, el Pontífice ha agradecido al Señor porque siempre está cercano a nosotros: "Gracias Señor, por darnos la esperanza. Señor, que no nos roben la esperanza. Gracias Señor, porque en el momento más oscuro de tu vida, en la cruz, te acordaste de nosotros y nos dejaste una madre, Tu Madre. Gracias Señor, por no dejarnos huérfanos".
Leer la homilía completa aquí.
Un tifón de grado 2 recibe a Francisco en Taclobán (Vídeo)
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ROMA, 17 de enero de 2015 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí
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ROMA, 17 de enero de 2015 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.
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