La “pranificación” del país
A quien diariamente lee las páginas de sucesos se le van revelando las formas de violencia que tienden a repetirse, unas nuevas y otras que viniendo de atrás se generalizan y se afirman, anunciando cómo el delito criminal se mostrará en el próximo futuro.
He aquí algunas de las que se han ido afirmando como la manera “normal” de pensar, sentir, valorar y actuar de los nuevos delincuentes.
“Entrando a la casa lo asaltaron”, narra la madre. Le preguntaron si era “el Sombra”. Les dijo que no. Le dijeron: no eres “el Sombra”; no importa. Le dispararon y lo dejaron allí tirado.
“Así como mataron a mi hijo, pueden matar a cualquiera”. Eso; a cualquiera. No importa.
La mente del criminal hoy, no de la población en general, está vacía del valor de la vida del otro, sea quien sea. Lo he señalado en un artículo anterior. Esta será una cualidad constitutiva de la estructura personal del nuevo asesino. Entre 200 y 300 bañistas asaltados todos en una playa. Otra nueva forma-tendencia del delito: a grandes grupos cometido por bandas bien armadas, entrenadas y dirigidas.
Lo mismo asaltan a todos los estudiantes de varias aulas universitarias simultáneamente que a todos los pasajeros de un autobús, que a todos los conductores de vehículos en una “cola”.
“Por el lugar transitaron unos funcionarios de la Policía Nacional que además de robarlo lo asesinaron”, dice un testigo que, por supuesto, no da nombre.
El “amalandramiento”, me permito la palabra, de la policía, que viene de lejos, parece estarse convirtiendo en tendencia indetenible. ¿Quién la frenará?. Se topó con unos hombres apostados en la escalera. Rogó a uno que lo dejara pasar. Le respondió: ¡Quítame! Discutieron y otro le descerrajó cuatro tiros.
El absoluto engreimiento, el porque sí, el no me da la gana, el poder del arma como ley y derecho. Tendencia que se difunde y se afirma.
131 funcionarios de policía asesinados sólo en Caracas. ¿Aumentará el número el 2015? Muy probablemente. Es una tendencia que se ha venido consolidando; por tanto, seguirá.
50 –¿o cuántos más?– reclusos muertos en Uribana. –¿Intoxicación con fármacos? ¿Envenenamiento?– Vieja tendencia que avanza y no retrocede.
Matan a funcionario en el Sebin de Ocumare. En “zonas de paz y vida”. Se afirma la tendencia a fracasar de todos los planes, proyectos, acuerdos, negociaciones, del gobierno. Seguirán fallando.
Los pranes durante el 2014 han afirmado, solidificado y expandido su tendencia a dominar el crimen no sólo en la cárcel sino también fuera, en las ciudades.
¿Pranificarán el país?
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