¿Revocatorio moral?
Puede ser por la cercanía de los micrófonos, que no dejan de ser una tentación. Están allí para que uno hable, y mejor si es todos los días. Pero también puede ser otra cosa, más delicada y digna de comentario en estos momentos cercanos a una decisión fundamental. Me refiero a una de las tantas declaraciones recientes del coordinador de la MUD, quien ahora nos habla de la posibilidad de un revocatorio moral. Supongo que no negarán, desocupados lectores, que se trata de una afirmación que nos conduce al mar de las cavilaciones.
¿Qué es un revocatorio moral? Una frase que acude a lo mejor de los sentimientos patrióticos y al caudal de las reservas espirituales de la ciudadanía, una búsqueda en las entrañas del ser venezolano al cual se recurre en horas cruciales, pero también un anuncio anticipado de derrota. No viene mal en horas procelosas, porque concede relevancia a un conjunto de valores que debemos guardar en alguna parte esperando la convocatoria a un nuevo debut, pero también puede ser un conjunto de palabras que conducen a la nada. Las reservas morales de la sociedad, tan encerradas como las tenemos en cofre hermético, pueden pasar de un limbo a otro cuando se las invita a hacer cola con un bolígrafo en la mano. Estarán encandiladas, en el mejor de los casos, dando tumbos mientras se enfrentan a las fuerzas alejadas de la metafísica, de la ética, de las virtudes teologales y de la retórica superior que maneja el régimen. Muy elevadas nuestras fuerzas y etcétera, pero endebles e imprecisas como para salir airosas en una pelea brutal por la expulsión de Nicolás Maduro.
El chavismo no se regodea en un tema de moralidad, ni de integridad. Se enfrenta a un asunto de cochina supervivencia para cuyo desafío cuenta con la servidumbre incondicional del TSJ y del CNE, no en balde sus miembros no se detienen en principios de pureza cívica en su función de manumisos del presunto revocado. Vinieron al mundo a levantar murallas en beneficio de una causa política que evita las expediciones por el universo extraño y remoto que trae a colación el coordinador de la MUD. Su reino pertenece a un mundo habituado a las trapisondas que conducen a beneficios concretos. Su negocio es aferrarse al poder a cualquier costo, mientras los evangelistas hacen sermones cotidianos que suenan bien, pero que no conducen a la tierra prometida.
Maduro logró que el TSJ le aprobara el presupuesto, después de hacerles puñetas a los representantes del pueblo. Más todavía, se niega a entregar el situado constitucional a los mandatarios regionales que no acepten la ilegalidad mediante bendición firmada y sellada. Los representantes del pueblo no tienen luz en su mansión capitolina porque el régimen les aplicó el alicate, y no cobran el sueldo porque al tesorero no le da la gana. Quizá por eso no puedan remendar el entuerto de tres diputados que los llevan por la calle de la amargura, y divagan en discursos que no están mal para las nebulosas. El CNE, reforzado ahora por los magistrados, se pone puntilloso en el área de las reglas para el RR y hace lo que el jefe ordene para la confección de calendarios electorales. La miseria de los CLAP no se les distribuirá a los protestones, por más necesitados que estén, porque comer es un asunto de fidelidad a la memoria del comandante eterno. En consecuencia, los pobres que no sean chavistas confesos y entusiastas se quedarán sin comida. Frente a semejantes monstruosidades, o ante otras que el lector puede agregar sin forzar la imaginación, un líder nos invita a victorias morales.
De lo mismo habló Cicerón contra Catilina en la antigua Roma, pero mandó a la legiones a acabar con los enemigos de las instituciones. Las encuestas de opinión aseguran la repulsa de la sociedad al régimen y a la persona de Maduro, pero no describen las mañas y las bajezas que deben enfrentarse para sacarlos del juego. Allí, en la sensibilidad de los encuestados, en la inconformidad del pueblo, hay una fuerza que puede considerarse moral, o algo parecido, un resorte fino capaz de dispararse en el momento oportuno, pero no basta con sentir que está allí para ganar la batalla porque está escrito de antemano. Todo lo contrario. Las profecías de semejante tipo no funcionan en la cruda realidad, a menos que la moral se vuelva maquiavélica y tenga un plan B.
HENRY RAMOS ALLUP SE LAS
CANTÓ TODITAS AL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
ESPECIAL | julio
18, 2016 Web del Frente patriotico
En horas de la noche de este Sábado 16 de Julio, el Presidente de la
Asamblea Nacional Henry Ramos Allup manifestó a través de su cuenta personal de
Twitter, su opinión sobre la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)
Gladys María Gutiérrez Alvarado, que se encuentra viviendo en el Fuerte Tiuna.
Expresó
que le resultaba un bochorno y motivo de repulsión que la presidenta del TSJ se
encuentre viviendo en un fuerte militar.
Asimismo,
manifestó que hay jueces indignos escondidos en la oscuridad, con temor a ser
reconocidos y no se atreven a defender sentencias ante el país.
Por
ultimo, Ramos allup expresó que no le extrañó que el TSJ dicte sentencias en
contra del parlamento. “Nada de raro que el malandraje de la sala
inconstitucional del TSJ dicte sentencias prohibiéndonos que nos refiramos a
sus vagabunderias. Como la sentencia de Osorio. “
MADURO, PRESIDENTE
INCONSTITUCIONAL
Jesús
Antonio Petit Da Costa | julio 17, 2016 |WEb del Frente Patriotico
Por fin la Asamblea Nacional se ha atrevido a dejar sin efectos, por
inconstitucionales, los nombramientos de los magistrados principales y
suplentes del TSJ hechos por la anterior en diciembre de 2015, después de la
victoria electoral de la MUD. Celebremos que haya cumplido su promesa,
atendiendo así al reclamo general. Y dispongámonos a respaldarla desde la
prensa y en la calle para que su decisión sea acatada. Procede ahora dejar sin
efectos la juramentación y toma de posesión de Maduro como Presidente de la
República por inconstitucional ya que no cumple con el requisito de
nacionalidad exigido por la Constitución, atendiendo a la solicitud que le hemos
presentado miles de ciudadanos, la cual se concreta en el llamado Decreto
Gramcko.
Aunque se
ha dicho muchas veces, conviene repetirlo: El Art. 41 de la Constitución
de 1999 dispone que sólo los venezolanos por nacimiento y sin otra
nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente de la República,
Vicepresidente Ejecutivo, Presidente de la Asamblea Nacional y Ministro de
Relaciones Exteriores. En el caso de Presidente de la República, por ser el
Jefe del Estado y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, se refuerza
este requisito exigiéndolo además en el Art. 227.
En
desarrollo del precepto constitucional la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía
promulgada en 2004 estableció el Certificado de Nacionalidad Venezolana, cuya
expedición corresponde al CNE. Los Arts. 17 y 19 de dicha ley disponen:
Artículo 17. El certificado de nacionalidad venezolana por nacimiento se
otorgará a solicitud de parte interesada, conforme con el procedimiento
previsto en esta Ley y sólo a los efectos del ejercicio de aquellos cargos que
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela reserva a los
venezolanos por nacimiento sin otra nacionalidad. Artículo 19.- Para la
obtención del certificado de nacionalidad venezolana por nacimiento, la persona
interesada deberá presentar una solicitud motivada acompañada del original y la
copia de la cédula de identidad, copia certificada de la partida de nacimiento
y los demás documentos que establezca el Reglamento de esta Ley. El funcionario
que reciba la documentación dejará constancia de que la copia de la cédula de
identidad es una copia fiel y exacta de su original, la cual devolverá en el
mismo acto al interesado.
En
cumplimiento de esta Ley el ciudadano Nicolás Maduro debió presentar este
Certificado de Nacionalidad Venezolana de nacimiento, sin otra nacionalidad, en
el acto de juramentación y toma de posesión: 1) de Presidente de la Asamblea
Nacional en enero de 2005, el cual desempeñó hasta 2006, y no lo presentó; 2)
de Ministro de Relaciones Exteriores en 2006, cargo que desempeñó hasta 2013, y
no lo presentó; 3) de Vice-Presidente Ejecutivo de la República en octubre de
2012, cargo que desempeñó hasta el 5 de marzo de 2013, y no lo presentó; 4) de
Presidente Encargado el 5 de marzo de 2013, cargo que desempeñó hasta el 19 de
abril del mismo año, y no lo presentó; y, 5) de Presidente de la República el
19 de abril de 2013, y no lo presentó. En consecuencia, Nicolás Maduro es un
ilegal reincidente, incurso en usurpación reiterada de cargos públicos, lo cual
ha convertido en vicio por la impunidad.
La
Asamblea Nacional está en el deber de ponerle fin a la reincidente usurpación
de cargos públicos que ha venido haciendo Nicolás Maduro, dejando sin efectos
el acto de su juramentación y toma de posesión del cargo de Presidente de la
República celebrado el 19 de abril de 2013, por cuanto no presentó en la
oportunidad de dicho acto el Certificado de Nacionalidad Venezolana por
nacimiento, y sin otra nacionalidad, que debió solicitar al CNE acompañando su
partida de nacimiento y las de sus padres para probar que es venezolano por
nacimiento y no tiene doble nacionalidad.
Inconstitucional
fue el nombramiento de los magistrados del TSJ. Inconstitucional fue también la
juramentación y toma de posesión de Nicolás Maduro como Presidente de la
República. Además su reincidencia en esta violación de la Constitución
demuestra su mala fe.
REFLEXIONES 94
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