El Carabobeño 11 abril 2014
Se elevó a 41 la cifra de fallecidos por las protestas. (Foto Crédito)
El debate de casi seis horas terminó sin acuerdos concretos, alimentando las dudas de que el proceso de diálogo impulsado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pueda ayudar a solucionar la crisis del país.
El movimiento estudiantil, principal promotor de las protestas callejeras, aseguró el viernes a través de una de sus voceras que independientemente de los diálogos los universitarios continuarán las manifestaciones.
“El movimiento estudiantil ratifica que se mantiene en las calles venezolanas de manera pacífica, pero con contundencia, exigiendo que se dé respuestas a la crisis económica social, crisis de inseguridad y el cerco comunicacional que vivimos todos los venezolanos todos los días”, dijo Hilda Rubí, dirigente estudiantil de la estatal Universidad Central de Venezuela de Caracas, a Radio Caracas.
Luisa Torres, un ama de casa de 79 años, manifestó su desazón sobre el proceso de diálogo iniciado la víspera por el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la llamada Mesa de la Unidad Democrática. “No tengo esperanzas. Es que tanto se habla, y seguimos en lo mismo”, dijo a The Associated Press mientras esperaba a un familiar en la entrada de un edificio del centro de la ciudad.
Agregó que “no soy violenta pero tampoco soy conformista. Quiero el bien para el país pero no estoy de acuerdo como estamos viviendo” y recordó que “en Carnaval me secuestraron una amiga y la mataron a golpes. ¿Qué quieres que te diga de lo mal que estamos cuando a uno le toca cerquita?”.
En cambio, Miguel Antonio Gutiérrez, un vendedor callejero de 53 años, se mostró optimista y dijo que fue un “buen comienzo” porque las partes ratificaron que “están en contra de la violencia”.
“Ellos tenían que haber hecho esto desde hace mucho tiempo y buscar ese diálogo para tratar de sacar el país adelante, resolver la economía, atender la inseguridad”, comentó Gutiérrez mientras caminaba por una avenida del centro de Caracas.
Venezuela se ha visto sacudida desde febrero por protestas de universitarios y opositores, esencialmente de clase media, en contra de la desbordada inflación -que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%-, el desabastecimiento de productos básicos y un alto índice de delincuencia.
Los violentos incidentes registrados en Caracas y otras ciudades han dejado además de las víctimas fatales, 650 heridos y unos 2.285 detenidos, de los cuales 174 permanecen arrestados y sujetos a procesos judiciales, según la Fiscalía General.
Al cerrar la primera jornada de debates Maduro anunció la madrugada del viernes que el gobierno y la oposición continuarán los diálogos el 15 de abril.
A la primera sesión asistieron como testigos de buena fe los cancilleres María Ángela Holguín, de Colombia; Ricardo Patiño, de Ecuador, y Luiz Alberto Figueiredo, de Brasil, y el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano. Las autoridades no han informado si estos cuatro facilitadores participarán en el próximo encuentro.
En relación a la propuesta que llevó la oposición al primer debate sobre la posible aprobación de una ley de amnistía para liberar a los llamados “presos políticos”, el mandatario dijo que “hay tiempo para la justicia y tiempo para el perdón. Este es tiempo de justicia”, según reseñó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.
Maduro a su vez criticó la persistencia de las protestas callejeras en medio del inicio de los diálogos.
El oficialismo convocó para el viernes a una concentración en el centro de la capital para conmemorar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 que sacó al fallecido presidente Hugo Chávez por casi dos días del gobierno.
En tanto, una manifestante identificada como Mariana Ceballos Galindo, de 29 años, falleció la noche del jueves en un centro de salud de la ciudad centro costera de Valencia tras pasar casi un mes internada en un área de cuidados intensivos a la que había ingresado el 14 de marzo tras ser atropellada por un desconocido durante una protesta callejera, indicó a AP Asdrúbal Farfán, director de Relaciones Institucionales de la alcaldía del municipio de San Diego de esa localidad.
Con la muerte de Ceballos Galindo se elevó a 41 la cifra de fallecidos que han dejado las protestas de los últimos dos meses.
Notas relacionadasDudas y escepticismo tras mesa de diálogo en Miraflores
Se elevó a 41 la cifra de fallecidos por las protestas. (Foto Crédito)
AP
El diálogo iniciado entre el gobierno y la coalición opositora generó posiciones encontradas y escepticismo entre los venezolanos, agobiados por una crisis social y política que lleva dos meses y que ha dejado al menos 41 muertos.El debate de casi seis horas terminó sin acuerdos concretos, alimentando las dudas de que el proceso de diálogo impulsado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pueda ayudar a solucionar la crisis del país.
El movimiento estudiantil, principal promotor de las protestas callejeras, aseguró el viernes a través de una de sus voceras que independientemente de los diálogos los universitarios continuarán las manifestaciones.
“El movimiento estudiantil ratifica que se mantiene en las calles venezolanas de manera pacífica, pero con contundencia, exigiendo que se dé respuestas a la crisis económica social, crisis de inseguridad y el cerco comunicacional que vivimos todos los venezolanos todos los días”, dijo Hilda Rubí, dirigente estudiantil de la estatal Universidad Central de Venezuela de Caracas, a Radio Caracas.
Luisa Torres, un ama de casa de 79 años, manifestó su desazón sobre el proceso de diálogo iniciado la víspera por el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la llamada Mesa de la Unidad Democrática. “No tengo esperanzas. Es que tanto se habla, y seguimos en lo mismo”, dijo a The Associated Press mientras esperaba a un familiar en la entrada de un edificio del centro de la ciudad.
Agregó que “no soy violenta pero tampoco soy conformista. Quiero el bien para el país pero no estoy de acuerdo como estamos viviendo” y recordó que “en Carnaval me secuestraron una amiga y la mataron a golpes. ¿Qué quieres que te diga de lo mal que estamos cuando a uno le toca cerquita?”.
En cambio, Miguel Antonio Gutiérrez, un vendedor callejero de 53 años, se mostró optimista y dijo que fue un “buen comienzo” porque las partes ratificaron que “están en contra de la violencia”.
“Ellos tenían que haber hecho esto desde hace mucho tiempo y buscar ese diálogo para tratar de sacar el país adelante, resolver la economía, atender la inseguridad”, comentó Gutiérrez mientras caminaba por una avenida del centro de Caracas.
Venezuela se ha visto sacudida desde febrero por protestas de universitarios y opositores, esencialmente de clase media, en contra de la desbordada inflación -que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%-, el desabastecimiento de productos básicos y un alto índice de delincuencia.
Los violentos incidentes registrados en Caracas y otras ciudades han dejado además de las víctimas fatales, 650 heridos y unos 2.285 detenidos, de los cuales 174 permanecen arrestados y sujetos a procesos judiciales, según la Fiscalía General.
Al cerrar la primera jornada de debates Maduro anunció la madrugada del viernes que el gobierno y la oposición continuarán los diálogos el 15 de abril.
A la primera sesión asistieron como testigos de buena fe los cancilleres María Ángela Holguín, de Colombia; Ricardo Patiño, de Ecuador, y Luiz Alberto Figueiredo, de Brasil, y el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano. Las autoridades no han informado si estos cuatro facilitadores participarán en el próximo encuentro.
En relación a la propuesta que llevó la oposición al primer debate sobre la posible aprobación de una ley de amnistía para liberar a los llamados “presos políticos”, el mandatario dijo que “hay tiempo para la justicia y tiempo para el perdón. Este es tiempo de justicia”, según reseñó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.
Maduro a su vez criticó la persistencia de las protestas callejeras en medio del inicio de los diálogos.
El oficialismo convocó para el viernes a una concentración en el centro de la capital para conmemorar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 que sacó al fallecido presidente Hugo Chávez por casi dos días del gobierno.
En tanto, una manifestante identificada como Mariana Ceballos Galindo, de 29 años, falleció la noche del jueves en un centro de salud de la ciudad centro costera de Valencia tras pasar casi un mes internada en un área de cuidados intensivos a la que había ingresado el 14 de marzo tras ser atropellada por un desconocido durante una protesta callejera, indicó a AP Asdrúbal Farfán, director de Relaciones Institucionales de la alcaldía del municipio de San Diego de esa localidad.
Con la muerte de Ceballos Galindo se elevó a 41 la cifra de fallecidos que han dejado las protestas de los últimos dos meses.
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Notitarde 11/04/2014
Mesa de diálogo se instaló este jueves con la mediación de la Iglesia y Unasur
Polémico debate entre gobierno y oposición se celebró en Miraflores
En el palacio ya están presentes el presidente de la AN, Diosdado Cabello; el vicepresidente Jorge Arreaza, los cancilleres de la Unsaur; el alcade Jorge Rodríguez; la ministra de Comunicación e Información Delcy Rodríguez; el periodista José Vicente Rangel; el presidente de Pdvsa Rafael Ramírez; el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Isturiz; y Didalco Bolívar, del partido Podemos. (Cortesía / )
Con información de AP, EFE, DPA, El Nacional y Globovisión
Caracas,
abril 10.- El gobierno venezolano y dirigentes de la coalición
opositora celebraron este jueves, y hasta pasada la medianoche del
viernes, un polémico debate televisado que permitirá mejorar la
convivencia y encarar juntos problemas fundamentales, para lograr una
solución a la crisis generada por las protestas callejeras iniciadas el
pasado 12 de febrero."El primer llamado es a reconocernos, a respetarnos", expresó el presidente Nicolás Maduro al inicio de la reunión que se realiza en el palacio de gobierno, a la que también asistieron los gobernadores opositores Henrique Capriles, Henri Falcón y Liborio Guarulla, de los estados Miranda, Lara y Amazonas, respectivamente.
Acompañando como testigos de buena fe asistieron a la reunión los cancilleres María Angela Holguín, de Colombia; Ricardo Patiño, de Ecuador, y Luiz Alberto Figueiredo, de Brasil.
También participaron el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, quien leyó una carta enviada por el papa Francisco, en la que exhortó al gobierno y a sus opositores a dejar de lado sus diferencias políticas y obrar por "el reconocimiento y el respeto por el otro".
La dinámica trató de la exposición de 22 dirigentes políticos, 11 del bloque oficialista y 11 del bloque opositor, quienes tuvieron 10 minutos cada uno para exponer sus ideas y argumentos. La misma fue dirigida por el vicepresidente Jorge Arreaza.
Entre quienes tomaron la palabra estuvieron: Ramón Guillermo Aveledo, secretario general de la MUD; Elías Jaua, canciller de la República; Andrés Velásquez, diputado de la AN; Aristóbulo Istúriz, gobernador del estado Anzoátegui; Roberto Enríquez, presidente de Copei; Rafael Ramírez, ministro de Energía y presidente de Pdvsa; Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática; Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional; Omar Barboza, dirigente de Un Nuevo Tiempo; José Pinto, dirigente Tupamaro; Julio Borges, diputado de la AN; Blanca Eckhout, diputada de la AN por el Psuv; Simón Calzadilla, dirigente del Movimiento Progresista de Venezuela; Juan José Molina, dirigente de Avanzada Progresista; Liborio Guarulla, gobernador de Amazonas; Henri Falcón, gobernador de Lara; y Didalco Bolívar, exgobernador de Aragua; mientras que Henrique Capriles Radonski, el gobernador de Miranda, y el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, hicieron el cierre.
Larga introducción de Maduro
La alocución del presidente de la República, Nicolás Maduro, para dar inicio al diálogo con la oposición en el palacio de Miraflores, duró casi una hora.
Su introducción al proceso, que acompañan cancilleres de países miembros de la Unasur y un enviado del Vaticano, que fueron los primeros en tomar la palabra al inicio de la reunión, se extendió con temas como la violencia, la necesidad de paz y los antecedentes, violentos y no violentos, que llevaron a reunirse a gobierno y oposición.
Ricardo Patiño: "El ánimo es que terminen los hechos de violencia"
Ricardo Patiño, ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador dijo que "este diálogo era necesario". "No podíamos mantenernos callados cuando hermanos nuestros estaban en conflicto, no importa quien era el culpable, lo grave es que personas estaban falleciendo y esto no podía sostenerse más", agregó el canciller de la Unasur. Patiño aseveró que es necesario que terminen los hechos de violencia y que se pueda a avanzar hacia acuerdos de largo y mediano plazo por los venezolanos.
Aveledo: "El diálogo debe ser la regla y no la excepción"
El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, dijo que "en una democracia el diálogo debe ser la regla y no la excepción".
"Este encuentro debería ser un hecho perfectamente normal y no una noticia extraordinaria, en una democracia el diálogo debe ser la regla y no la excepción", afirmó.
"Para vencer la desconfianza también hemos acordado en estas reuniones previas la presencia de terceros de buena fe", por lo que agradeció la disponibilidad de la iglesia católica y de los cancilleres suramericanos.
Mencionó los casos de presos políticos, estudiantes "y de todos los venezolanos cuyas libertades están restringidas por luchas cívicas y sociales". Señaló además la necesidad del desarme de los colectivos "cuyos rasgos de paramilitarismo son demasiado obvios para ignorarlos" y la relevancia del tema económico y de la violencia en el país. Pidió además que se haga un compromiso para la renovación de los poderes públicos "tal y como lo establece la Constitución". "Estipulemos fechas para los siguientes encuentros; la paz es resultado de un clima y una institucionalidad, trabajemos en eso desde ya", aseveró.
En el tema de la violencia, hizo hincapié en que "debe erradicarse de la vida venezolana, erradicarse profundamente y desde su raíz, de eso se trata la política y la democracia; la protesta pacífica no es una forma de violencia y el antídoto contra la violencia es la Constitución, cumplirla los gobernantes y los gobernados".
Citas destacadas
Henrique Capriles: "Asisto porque nuestro país está muy mal; Venezuela está en una situación sumanente crítica". Le digo al presidente Nicolás Maduro que la noche de las elecciones presidenciales del 14 de abril sostuvieron una conversación en la que acordaron que se haría una auditoría de los votos, que nunca se dio, ni se revisaron los cuadernos de votación. "No era un tema de que me proclamaran a mí, era un tema de la búsqueda de la verdad", indicó y aseguró que esa situación "nos ha llevado a esta crisis política". Advirtió que esta crisis puede desencadenar en dos cosas que ni la oposición ni los venezolanos quieren: un golpe de Estado o un estallido social.
Henri Falcón: "Yo creo en el diálogo fervientemente y por eso estoy aquí. Es momento de dejar de lado la arrogancia y la prepotencia. La génesis de esta situación política del país, que interpretaron de manera legítima los estudiantes que tomaron las calles para sus protestas lógicas, responden a un hecho natural, la defensa de su futuro y que nosotros respaldamos".
Roberto Enríquez: "El modelo económico socialista fracasó, pues nos ha llevado a la escasez y a tener la mayor inflación del continente. Lo están haciendo mal y tienen que escuchar al pueblo".
Diosdado Cabello: "El pueblo nos exige cambiar algunas actitudes. Los únicos colectivos armados son aquellos responsables de las guarimbas. Ojalá la oposición se siente en la Comisión de la Verdad en la AN".
Elías Jaua: "Para construir la paz es necesario reconocer que hay dos modelos y uno ha salido victorioso. Nicolás Maduro no tiene por qué pactar el mandato del pueblo".
Aristóbulo Istúriz: "El diálogo tiene que estar en la verdad, desechar toda manifestación de hipocresía, debe tener un espíritu democrático".
Rafael Ramírez: "Hemos venido avanzando en un modelo económico que ha sido exitoso, el distribuir la renta petrolera entre los más pobres de nuestro país; pareciera que estuviéramos hablando de dos países".
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