Luchador sin odio
EL NACIONAL 6 DE DICIEMBRE 2013 -
Nunca la memoria histórica debe desobedecer el llamado permanente a recordar al gran luchador, visionario y estadista, Nelson Mandela.(Umtata, Transkei, 1918 - Johannesburgo, 2013) Fue un hombre que, como él mismo lo expresó, nunca se sintió como un Mesías para su pueblo sino un hombre común que llegó a ser un líder por las circunstancias extraordinarias que le tocó vivir.
Su desaparición no sólo es una tragedia para su nación, Suráfrica, sino para el resto de la humanidad que hoy lucha por mantener y resguardar los principios fundamentales de la democracia ante los embates de los bárbaros dictadores africanos, del autoritarismo mafioso ruso y del neoimperialismo chino del partido único, de los falsos revolucionarios latinoamericanos y de sus regímenes corruptos y manipuladores.
De Nelson Mandela no solo es trascendente recordar lo que hizo y logró durante su apasionante vida sino las lecciones de honradez, sinceridad y convivencia que deja al mundo. Su actuación como líder y gobernante resplandece ante la miserable actuación de los presidentes que usaron y hoy usan la fuerza para sembrar el odio entre hermanos, discriminar a sus propios conciudadanos o dividir a la sociedad para mantenerse en el poder. Desde que asumió la jefatura del Estado prometió que no gobernaría más de un mandato y así fue.
Siempre le recordó a su pueblo y al mundo que nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, sus ideas o su religión. Las personas, decía, aprenden a odiar pero también deben aprender a amar. Mandela fue un ser humano excepcional porque desterró de sí mismo el odio y así se lo enseñó a sus compatriotas.
En los tiempos tan difíciles que vive Venezuela su legado debería servir para reflexionar sobre lo importante que es en la práctica política luchar por unos ideales sin necesidad de discriminar, sin humillar, sin violentar a los otros seres humanos que también forman parte de esta nación.
Mandela guió a millones de sus compatriotas con sinceridad, constancia y nobleza, mientras luchaba a diario contra el apartheid. Nunca fue un embustero, o apeló a la mentira como recurso político, no regaló los recursos de su país a otras naciones ni cedió la soberanía de Suráfrica a nadie.
Centró su lucha contra la segregación racial y la violencia contra los negros y la gente de color. Decía que la pasión era el combustible de la vida. Con paciencia, sabiduría y sacrificio lideró un movimiento destinado a reunir una nación desunida. Mandela fue un prisionero político por 27 años. A pesar de sus sufrimientos y las limitaciones de la cárcel su pasión porque se exterminara el apartheid le dio fuerza y vida.
Cuatro años después de salir de la cárcel, en Rubben Island, ahora convertida en un símbolo contra la discriminación, se convierte en el primer presidente electo democráticamente en Suráfrica. Hoy lo lloran los blancos y los negros. Es mucho lo que tienen que aprender los gobernantes de Venezuela sobre su legado.
Su desaparición no sólo es una tragedia para su nación, Suráfrica, sino para el resto de la humanidad que hoy lucha por mantener y resguardar los principios fundamentales de la democracia ante los embates de los bárbaros dictadores africanos, del autoritarismo mafioso ruso y del neoimperialismo chino del partido único, de los falsos revolucionarios latinoamericanos y de sus regímenes corruptos y manipuladores.
De Nelson Mandela no solo es trascendente recordar lo que hizo y logró durante su apasionante vida sino las lecciones de honradez, sinceridad y convivencia que deja al mundo. Su actuación como líder y gobernante resplandece ante la miserable actuación de los presidentes que usaron y hoy usan la fuerza para sembrar el odio entre hermanos, discriminar a sus propios conciudadanos o dividir a la sociedad para mantenerse en el poder. Desde que asumió la jefatura del Estado prometió que no gobernaría más de un mandato y así fue.
Siempre le recordó a su pueblo y al mundo que nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, sus ideas o su religión. Las personas, decía, aprenden a odiar pero también deben aprender a amar. Mandela fue un ser humano excepcional porque desterró de sí mismo el odio y así se lo enseñó a sus compatriotas.
En los tiempos tan difíciles que vive Venezuela su legado debería servir para reflexionar sobre lo importante que es en la práctica política luchar por unos ideales sin necesidad de discriminar, sin humillar, sin violentar a los otros seres humanos que también forman parte de esta nación.
Mandela guió a millones de sus compatriotas con sinceridad, constancia y nobleza, mientras luchaba a diario contra el apartheid. Nunca fue un embustero, o apeló a la mentira como recurso político, no regaló los recursos de su país a otras naciones ni cedió la soberanía de Suráfrica a nadie.
Centró su lucha contra la segregación racial y la violencia contra los negros y la gente de color. Decía que la pasión era el combustible de la vida. Con paciencia, sabiduría y sacrificio lideró un movimiento destinado a reunir una nación desunida. Mandela fue un prisionero político por 27 años. A pesar de sus sufrimientos y las limitaciones de la cárcel su pasión porque se exterminara el apartheid le dio fuerza y vida.
Cuatro años después de salir de la cárcel, en Rubben Island, ahora convertida en un símbolo contra la discriminación, se convierte en el primer presidente electo democráticamente en Suráfrica. Hoy lo lloran los blancos y los negros. Es mucho lo que tienen que aprender los gobernantes de Venezuela sobre su legado.
Muere Nelson Mandela, expresidente
de Sudáfrica
El héroe de la democracia sudafricana, que luchó contra el sistema del 'apartheid',
murió en su hogar a los 95 años
murió en su hogar a los 95 años
Jueves, 05 de diciembre de 2013 -- (CNNMéxico).- Nelson Mandela, expresidente de
Sudáfrica y activista a favor de los derechos humanos que luchó contra el apartheid,
murió en su país, confirmó el presidente sudafricano, Jacob Zuma.
Mandela, que falleció a los 95 años, pasó casi tres décadas en prisión, tras ser
declarado culpable de sabotaje de intentos de derrocar al gobierno, en su lucha
en contra del apartheid, un sistema de segregación racial.
Quedó libre en 1990 y cuatro años más tarde se convirtió en el primer presidente
negro de Sudáfrica. En 1993 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz.
Mandela "falleció en paz" en su casa en Houghton, Sudáfrica, anunció a través
de la televisión pública el presidente Zuma.
"Nuestro pueblo ha perdido a un padre, aunque sabíamos que este día llegaría,
nada puede disminuir el sentido de una pérdida profunda”, dijo Zuma, en
declaraciones poco antes de la media noche (hora local).
"Su lucha incansable por la libertad le ganó el respeto del mundo, su humildad,
su compasión y su humanidad, le ganó su honor”, afirmó el presidente.
"Nuestras oraciones y pensamientos están con la familia Mandela, a ellos les
debemos toda nuestra gratitud, ellos sacrificaron mucho, soportaron mucho para
que nuestro pueblo pudiera ser libre”, dijo el mandatario sudafricano.
"Nuestros pensamientos están con el pueblo sudafricano que hoy lamenta y
llora la pérdida de esta persona, una persona que más que nadie llegó a
representar el sentido de una nación”, agregó.
Zuma calificó a Mandela como "el hijo más importante" de Sudáfrica, y anunció
que el Nobel de la Paz recibirá un funeral de Estado.
A partir de este viernes (tiempo local) y hasta después del funeral, las
banderas de la República de Sudáfrica ondearán a media asta, agregó
Zuma, en señal de luto.
Una fuente familiarizada con la planificación de los funerales indicó que se
espera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viaje a
Sudáfrica para la ceremonia.
Habrá despedidas públicas y privadas para Mandela. En los próximos tres
o cuatro días, se espera que su cuerpo sea llevado a un hospital, y luego
embalsamado, según fuentes gubernamentales.
Habrá un servicio conmemorativo en el estadio de futbol de Johannesburgo,
donde se jugó en 2010 la final de la Copa Mundial de futbol. Se espera
que jefes de Estado puedan asistir a la despedida pública.
Después, dicen las fuentes gubernamentales, el cuerpo de Mandela descansará
durante varios días en la sede del gobierno en Pretoria.
Su ataúd será colocado bajo una cúpula muy cerca del lugar donde juró
y se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica,
en 1994.
La siguiente semana, probablemente el viernes o el sábado, el cuerpo de
Mandela será trasladado por aviones militares a su pueblo natal, Qunu.
Él había pedido que ese sitio fuera su lugar de descanso final.
Se espera que los integrantes de la tribu de Mandela jueguen un papel
destacado en las ceremonias de despedida.
Lee: Mandela, protagonista de la transición 'milagrosa' de Sudáfrica
La última aparición de Mandela en un acto público ocurrió en la final del
Mundial de futbol, en 2010. Hecho que la pelicula INVICTUS llevó al cine.I
nvictus es una película de drama deportivo del año 2009, dirigido por
Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman como Nelson
Mandela y Matt Damon como el capitán del equipo sudafricano
En noviembre pasado la exesposa de Mandela, Winnie Madikizela-Mandela,
dijo que el héroe sudafricano ya no podía hablar, porque tenía tubos que
le ayudaban a limpiar sus pulmones, asi que utilizaba gestos para comunicarse.
Su historial de problemas pulmonares se remonta a la época en que estuvo
en la cárcel en Robben Island. En septiembre pasado dejó el hospital,
donde había estado desde junio, por una infección pulmonar.Robyn Curnow
contribuyó con este reporte
Sudáfrica y activista a favor de los derechos humanos que luchó contra el apartheid,
murió en su país, confirmó el presidente sudafricano, Jacob Zuma.
Mandela, que falleció a los 95 años, pasó casi tres décadas en prisión, tras ser
declarado culpable de sabotaje de intentos de derrocar al gobierno, en su lucha
en contra del apartheid, un sistema de segregación racial.
Quedó libre en 1990 y cuatro años más tarde se convirtió en el primer presidente
negro de Sudáfrica. En 1993 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz.
Mandela "falleció en paz" en su casa en Houghton, Sudáfrica, anunció a través
de la televisión pública el presidente Zuma.
"Nuestro pueblo ha perdido a un padre, aunque sabíamos que este día llegaría,
nada puede disminuir el sentido de una pérdida profunda”, dijo Zuma, en
declaraciones poco antes de la media noche (hora local).
"Su lucha incansable por la libertad le ganó el respeto del mundo, su humildad,
su compasión y su humanidad, le ganó su honor”, afirmó el presidente.
"Nuestras oraciones y pensamientos están con la familia Mandela, a ellos les
debemos toda nuestra gratitud, ellos sacrificaron mucho, soportaron mucho para
que nuestro pueblo pudiera ser libre”, dijo el mandatario sudafricano.
"Nuestros pensamientos están con el pueblo sudafricano que hoy lamenta y
llora la pérdida de esta persona, una persona que más que nadie llegó a
representar el sentido de una nación”, agregó.
Zuma calificó a Mandela como "el hijo más importante" de Sudáfrica, y anunció
que el Nobel de la Paz recibirá un funeral de Estado.
A partir de este viernes (tiempo local) y hasta después del funeral, las
banderas de la República de Sudáfrica ondearán a media asta, agregó
Zuma, en señal de luto.
Una fuente familiarizada con la planificación de los funerales indicó que se
espera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viaje a
Sudáfrica para la ceremonia.
Habrá despedidas públicas y privadas para Mandela. En los próximos tres
o cuatro días, se espera que su cuerpo sea llevado a un hospital, y luego
embalsamado, según fuentes gubernamentales.
Habrá un servicio conmemorativo en el estadio de futbol de Johannesburgo,
donde se jugó en 2010 la final de la Copa Mundial de futbol. Se espera
que jefes de Estado puedan asistir a la despedida pública.
Después, dicen las fuentes gubernamentales, el cuerpo de Mandela descansará
durante varios días en la sede del gobierno en Pretoria.
Su ataúd será colocado bajo una cúpula muy cerca del lugar donde juró
y se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica,
en 1994.
La siguiente semana, probablemente el viernes o el sábado, el cuerpo de
Mandela será trasladado por aviones militares a su pueblo natal, Qunu.
Él había pedido que ese sitio fuera su lugar de descanso final.
Se espera que los integrantes de la tribu de Mandela jueguen un papel
destacado en las ceremonias de despedida.
Lee: Mandela, protagonista de la transición 'milagrosa' de Sudáfrica
La última aparición de Mandela en un acto público ocurrió en la final del
Mundial de futbol, en 2010. Hecho que la pelicula INVICTUS llevó al cine.I
nvictus es una película de drama deportivo del año 2009, dirigido por
Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman como Nelson
Mandela y Matt Damon como el capitán del equipo sudafricano
En noviembre pasado la exesposa de Mandela, Winnie Madikizela-Mandela,
dijo que el héroe sudafricano ya no podía hablar, porque tenía tubos que
le ayudaban a limpiar sus pulmones, asi que utilizaba gestos para comunicarse.
Su historial de problemas pulmonares se remonta a la época en que estuvo
en la cárcel en Robben Island. En septiembre pasado dejó el hospital,
donde había estado desde junio, por una infección pulmonar.Robyn Curnow
contribuyó con este reporte
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