La esperanza de Carlos Zerpa
El artista inaugura "Espinas de acero" en la galería D'Museo de Los Galpones
El artista muestra desde mañana una serie de pinturas, esculturas, ensamblajes, instalaciones y antijoyas que creó durante cuatro años FOTOS EDSAU OLIVARES
DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL
sábado 21 de abril de 2012 12:00 AM
El llamado niño terrible del arte ha vuelto. Luego de cuatro años sin exponer, Carlos Zerpa (Valencia, 1950) muestra desde mañana sus obras recientes enEspinas de acero, dentro de la galería D'Museo en el Centro de Arte Los Galpones de Los Chorros.
Con 28 piezas entre pinturas, esculturas, ensamblajes, instalaciones y antijoyas -piezas que brillan, pero no por tener joyas- Zerpa regresó para presentar sus "travesuras". "Esto son solo travesuras. Yo solo me divierto haciendo arte. El arte no puede producir angustia", dice.
El ensamblaje sigue reinando en las obras del artista. Más de 100 llaves; 60 cajas de dominó; algunas figuras del Niño Jesús -las únicas imágenes religiosas de toda la exposición-; cauchos que consigue en la calle; y discos, se convierten en su materia prima. "Busco objetos donde la gente no busca cosas para hacer arte. Esa es la parte que me gusta de mi trabajo. No solo voy a comprar pinturas y pinceles, sino que me meto en una ferretería".
En la muestra quiso dejar de lado el tema de la violencia. Aunque pensó en pintar una lluvia de balas, Zerpa desistió. "Aquí quiero mostrar es esperanza. Algunas piezas son fuertes, pero ninguna te va a agredir. ¡En la calle hoy hay esperanza!", remata Carlos Zerpa.
Con 28 piezas entre pinturas, esculturas, ensamblajes, instalaciones y antijoyas -piezas que brillan, pero no por tener joyas- Zerpa regresó para presentar sus "travesuras". "Esto son solo travesuras. Yo solo me divierto haciendo arte. El arte no puede producir angustia", dice.
El ensamblaje sigue reinando en las obras del artista. Más de 100 llaves; 60 cajas de dominó; algunas figuras del Niño Jesús -las únicas imágenes religiosas de toda la exposición-; cauchos que consigue en la calle; y discos, se convierten en su materia prima. "Busco objetos donde la gente no busca cosas para hacer arte. Esa es la parte que me gusta de mi trabajo. No solo voy a comprar pinturas y pinceles, sino que me meto en una ferretería".
En la muestra quiso dejar de lado el tema de la violencia. Aunque pensó en pintar una lluvia de balas, Zerpa desistió. "Aquí quiero mostrar es esperanza. Algunas piezas son fuertes, pero ninguna te va a agredir. ¡En la calle hoy hay esperanza!", remata Carlos Zerpa.
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