Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Alfredo Fermín nació en la Isla de Margarita, es egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y desde hace más de 42 años labora como reportero en el diario El Carabobeño de la entidad central

El Carabobeño 22 diciembre 2013

Hoy y Después en Valencia

 Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com
Hace 31 años, un domingo como hoy, el presidente de la República Luis Herrera Campins, inauguró el parque de esculturas Andrés Pérez Mujica, a lo largo de la avenida Monseñor Adam, muchos años antes de que al sector se le diera la denominación calle de los cafés. 
El acto fue un acontecimiento nacional porque era la primera vez que, los más destacados escultores del país,  estaban representados en un espacio al aire libre con obras del arte contemporáneo nacional. 
El Presidente, periodista y animador cultural, vino acompañado de su ministro Luis Pastori y recorrió el parque acompañado del presidente del Concejo Municipal de Valencia, Armando Celli quien, junto con Florelia Mariño, hizo posible el proyecto de darle a Valencia un museo, que luego no se concretó. 
La iniciativa fue destacada en importantes medios de comunicación, por los más exigentes críticos de arte, como un caso único en la historia de las Artes Plásticas del país. Aquel día fue de fiesta en Valencia porque con él, el Jefe del estado, anunció el inicio del año jubilar para conmemorar los 200 años del nacimiento del Libertador Simón Bolívar.
Los escultores Pedro Barreto, Pedro Briceño, 
Cornelis Zitman, Víctor Valera, Colette Delozanne, Marieta Bergman, Francisco Narváez, Rafael Martínez, Rafael Pérez, entre otros, cedieron a la alcaldía, a un precio simbólico, obras que son testimonio de lo que estaba aconteciendo en el arte tridimensional del país.                                                                                           
Para presidir la muestra se fue colocada, en la intersección de las avenidas Andrés Eloy Blanco y Monseñor Adam, la monumental escultura la Bacante de Andrés Pérez Mujica. 
De manera inexplicable, desde sus primeros días, el parque de escultura ha sido víctima de la delincuencia. 
Dos días despúes de su inauguración, en la  noche de Navidad de aquél año 1982, fue arrancada de su pedestal la escultura Mujer con hoja de plátano, de Francisco Narváez, sin que hasta ahora nadie sepa su paradero. Años más tarde se llevaron la escultura Mujer Acostada, de Cornelis  Zitamn. El alcalde Francisco Cabrera, coleccionista de arte, se puso al frente de las investigaciones y encontró la obra tirada en una acequia de aguas negras al sur de la ciudad. En la última administración fueron robadas las obras de Miguel Sanoja y María Gamundi, quien regaló a Valencia la escultura de una encantadora niña, con moñitos, que se miraba en un espejo de agua. El espacio cayó en tal abandono que las autoridades municipales, ni siquiera, por procedimiento administrativo, hicieron la denuncia.
En su cumpleaños número 31, lo que fue un modelo de gestión cultural se encuentra en el abandono, con obras destruidas, rayadas, sin mantenimiento rodeadas de basura  y charco. Esta situación debe ser aclarada, tomando en cuenta que la administración municipal saliente anunció, en diversas oportunidades, gastos elevados para la restauración y mantenimiento de las obras.
No será fácil para el nuevo presidente de la Fundación para la Cultura, Edgar Darío Núñez pues, según las primeras estimaciones, las deudas del organismo pasan del millón y medio de bolívares que, presuntamente, no fueron gastados para actividades de promoción artística y culturales sino para beneficio propio de algunos funcionarios. 
En El Capitolio
Representantes de la sociedad civil de Valencia, que asistieron a una  reunión, en el Capitolio, para analizar los decretos del presidente Nicolás Maduro en contra de la ciudad de Valencia, coincidieron en afirmar que el gobernador Francisco Ameliach ha debido estar presente, para explicar las razones por las cuales se impusieron los decretos 664, 665 y 666, en especial éste que afecta a las parroquias Santa Rosa, Miguel Peña y Rafael Urdaneta, para construir la ciudad Hugo Chávez. De acuerdo con el artículo 49 de la Constitución los decretos son nulos porque se prescindió, absolutamente de la sustanciación de los debidos procedimientos administrativos.
Además desatienden los principios de la democracia participativa y protagónica, ya que el Presidente de la República ha debido consultar a los valencianos sobre las respectivas decisiones, según el Colegio de Abogados. 
Si el presidente Maduro considera que no es suficiente un panteón paralelo, en el cuartel de la montaña, para rendirle homenaje a la memoria del presidente Chávez ha debido fundar la ciudad, que llevará su nombre, en el pueblo donde él nació o en el de Diosdado Cabello, en el estado Monagas.
Pero no en Valencia, a cuyo gobierno no tiene mucho que agradecerle o, por lo menos, las obras que hizo no se ven. 
Las intenciones de rebajar la importancia de Valencia en la historia de Venezuela, no es nueva. El gobernador Acosta Carles propuso en la Plaza Bolívar que, a esta ciudad, se le cambiara el nombre por Tacarigua lo cual creó un revuelo.Tiempo después, colaboradores del Gobernador dijeron que esa fue una instrucción de Miraflores. 
Cuando se dice que Chávez no quería a Valencia es porque  hay testimonios de su animadversión. Recordemos que el Metro era una obra de la Alcaldía de Valencia, que construyó la línea 1, desde  la Plaza Monumental hasta la Cedeño, a la cual se entregó en cuerpo y alma el alcalde Paco Cabrera. Cuando la obra estuvo lista, el gobierno nacional, la intervino. Y lo peor: para el acto inaugural el 18 de noviembre de 2006, por instrucciones del propio Chávez, se le  prohibió a Paco que asistiera como autoridad.
En todo caso, si quería ir, que se sentara entre el público.Esto lo afirmaba el querido alcalde que no era un hombre mentiroso.
En el mismo acto se  prometió que la segunda etapa del Metro, desde la Cedeño a Guaparo, estaría inaugurada en 2011. Pasados dos años la obra, prácticamente, está paralizada. Así que los que se engolosinaron ayer, en el Capitolio, creyendo que habrá diálogo con “la oligarquía apátrida valenciana”, como decía el difunto y que los decretos de Maduro son para el  bienestar  de Valencia que tomen nota. 
Vetada La Prensa
A la reunión de este sábado, en el Capitolio, se le impidió el ingreso a los periodistas que tuvieron que  pagar plantón, como se dice en el argot profesional y conformarse con las versiones que dieron algunos de los asistentes. ¿Por qué esa exclusión? Los periodistas también formamos parte de la sociedad civil y tenemos -por una Ley de la República- el derecho de estar presentes donde se discuten asuntos de interés público. Quienes ejercemos la comunicación social queremos informar, de acuerdo con nuestro criterio profesional, no a través de versiones oficiales.
Nuestra Gratitud al Consejo de facultad de la facultad de Ciencias de la Educación y al Consejo Universitario por el honor  que nos ha concedido, por unanimidad, con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Carabobo. La distinción tan elevada de un alma mater de tanto prestigio, la acogida de gente de todos los sectores y las palabras afectuosas de representantes de instituciones fundamentales, es un compromiso demasiado grande que nos anima a continuar defendiendo, con respeto, la libertad de expresión en nuestro país.
La Universidad de Carabobo

Conceden Doctorado Honoris Causa al periodista Alfredo Fermín

Alfredo Fermín nació en la Isla de Margarita, es egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y desde hace más de 42 años labora como reportero en el diario El Carabobeño de la entidad central.

MARIANELA RODRÍGUEZ |  EL UNIVERSAL
lunes 16 de diciembre de 2013  
Valencia.- Este lunes de forma unánime los miembros del Consejo Universitario de la Universidad de Carabobo confirieron el Doctorado Honoris Causa al periodista Alfredo Fermín, "por méritos profesionales y ciudadanos".

Fermín nació en la Isla de Margarita, es egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y desde hace más de 42 años labora como reportero en el diario El Carabobeño de la entidad central.

Entre otros reconocimientos Fermín ha sido merecedor del premio Monseñor Pellín, es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y especializado en Arte Contemporáneo en la Universidad de La Sorbonne y en Escuela del Museo de El Louvre en París.

Notitarde20/12/2013 
Alfredo Fermín está muy agradecido por el Doctorado Honoris Causa que le conferirá la UC

“Es heroico ejercer hoy el periodismo”


Daniela Chirinos Arrieta
El año 2014 desde ya luce prometedor para Alfredo Fermín, pues a principios de esta semana, la rectora de la Universidad de Carabobo, Jessy Divo de Romero, anunció que por votación unánime de los miembros del Consejo Universitario le será conferido el Doctorado Honoris Causa a este respetado periodista, por méritos profesionales y ciudadanos, que demuestran toda una vida de profesionalismo, ética, moral y de humildad en el ejercicio de dicha profesión en Carabobo, desde hace más de 40 años.

Alfredo está profundamente agradecido con las autoridades rectorales y los consejeros universitarios; sin embargo, todavía le cuesta asimilar la noticia, pues “nunca tuve pretensiones de ser Doctor en algo, y mucho menos que me confirieran tan honrosa distinción; es más, nunca me acostumbré a que me dijeran ‘Licenciado’, menos me voy a acostumbrar a que me llamen ‘Doctor’. Yo solo soy Alfredo Fermín”.

Y es que, este comunicador social es referencia del buen ejercicio del periodismo en la entidad, lo saben el gremio y sus fieles lectores. De hecho, hay al menos dos premios que llevan su nombre, uno otorgado por la Gobernación de Carabobo y otro por la Alcaldía de San Diego, específicamente en materia cultural.

No obstante, pese a toda celebración, no se aparta de su preocupación por la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo, que calcifica como un acto heroico.

Es parte de la primera promoción de Licenciados Comunicadores Sociales de la UCV (1971), antes de ese año, el título era solo Periodismo. Siempre ha estado cerca de la noticia, incluso, cuando iba a recibir su grado, allanaron la universidad.

“No era un estudiante sobresaliente, pero era bueno”, confiesa; gracias a su promedio consiguió instalarse en las residencias universitarias. “En la habitación de al lado vivía un tipo fastidiosísimo. Mañana, tarde, noche y de madrugada se la pasaba cantando, no nos dejaba dormir. Resulta que ese estudiante era Alí Primera, y con él vivía Julio Escalona, famoso guerrillero”, cuenta.

En 1973 consiguió una beca para estudiar en Francia una maestría en el Instituto francés de Prensa; al mismo tiempo, estudió Arte Contemporáneo en la Université Sorbonne Nouvelle y en el Instituto de Arte Moderno de París.



Todo comienzo es difícil

Nació en Porlamar (Nueva Esparta), “cuando Margarita era verdaderamente una isla, los que vivían allá estaban realmente aislados, y quienes se iban era prácticamente para no volver”.

Alfredo intentó regresar después de graduarse para montar una tienda con uno de sus hermanos, pero su madre, Concha Ordaz de Rojas, le dijo: “No señor, por usted se hizo un sacrificio para que se fuera a estudiar, así que se va a ejercer, a ser periodista”.

-En esa época, a los estudiantes de las escuelas no nos aceptaban en los periódicos de Caracas, porque decían que éramos unos comunistas, de manera que hacer pasantías era imposible, nos llevaban a los periódicos a ver todo ‘de lejitos’, y no conseguíamos trabajo en los periódicos, relata Alfredo.



Licenciado sí, pero “muy jojoto”

Llegó a Valencia hace más de 40 años, con una carta que Eleazar Días Rangel, padrino de su promoción, le había entregado en Caracas para que se la diera al periodista Héctor Cristiano Villalobos, y éste a su vez se la entregara a Salvador Castillo, entonces director de El Carabobeño, quien de entrada le dijo: “Estás muy jojoto, pero donde manda capitán no manda marinero, y Don Eladio (Alemán Sucre) dijo que los nuevos ingresos tienen que ser graduados, así que entré, y no porque sabía mucho, sino porque era un egresado de la universidad que se había atrevido a buscar trabajo”, cuenta Alfredo.

Su carrera la ha hecho en ese diario, en el que desde hace más de tres décadas cada domingo publica su columna Hoy y Después en Valencia, y cubre las fuentes política, cultura e iglesia.

Y aclara que: Primero, de tantos años de tratar con políticos, aprendió cómo desenvolverse en ese medio: “Hay que ser muy discreto y solidario a la vez, es un fracaso ser ‘lleva y trae’, uno no puede parcializarse, porque la función del periodista es informar a la gente cómo piensa cada uno de los políticos”; segundo, no ha sido monaguillo, pero tuvo la suerte de que le asignaran la fuente eclesiástica cuando a Monseñor Luis Eduardo Enríquez lo nombraron primer Arzobispo de Valencia, quien lo orientó mucho y cuando se retiró le regaló varios libros; tercero, desde niño le ha gustado leer y escuchar música clásica, además, “siempre he estado en contacto con los artistas y tuve la suerte de que me designaran como el primer curador del Salón Arturo Michelena”.



Días de radio

En Valencia también ejerció el periodismo radial. Durante casi 30 años trabajó en Radio Latina, “compartí mucho con la familia de Don Santiago Sánchez González, me trataron con mucha deferencia, siempre con mucha solidaridad”, resalta.

Junto a Miguel Suárez, Pancho Pérez y Pablo Hernández creó Noticias en Radio Latina, que fue el primer noticiero que leía titulares de los periódicos. También hizo el programa de entrevistas Punto de vista junto a Pablo Hernández, por el que pasaron varios presidentes de la República, “hasta Chávez”, dice.

- ¿Por qué sostiene que ejercer el periodismo hoy es un acto heroico?

- Porque hay un ensañamiento en contra de los medios de comunicación que no publican todo lo que dice el Gobierno; a los que no sean afectos a éste les ponen trabas para concederles los dólares necesarios para comprar los insumos. Además, les presionan a algunos de sus anunciantes.

Ante esto, no sé cómo están resistiendo los periódicos, tanto los dueños como los editores, son unos héroes, considero están manteniendo a sus medios por dignidad, y porque tienen una gran consciencia de que si cierran quedarían muchos sin trabajo.

- ¿Considera que hay libertad de expresión?

- Creo que así el Gobierno se jacte de que en Venezuela hay libertad de expresión, ésta es una gran mentira. No puede ser que hoy (miércoles 18 de diciembre) aparezca en la prensa que el Gobierno prohibió a El Universal publicar informaciones de sucesos, eso es contrario a la libertad de expresión, viola la Constitución y la Ley del Ejercicio del Periodismo.

El periodismo está en emergencia. Si es cierto que no tenemos censores en los periódicos con el lápiz rojo como en la época de Pérez Jiménez, pero ahora hay formas más sutiles de imponer la censura, y eso lo sabe el Gobierno.

- ¿Qué opina sobre el conflicto que implica a la Plaza Monumental, el Parque Recreacional Sur y el Teatro Municipal?

- Desde hace mucho tiempo he venido sosteniendo en la columna Hoy y Después en Valencia, que hay una política de Estado para destrozar la ciudad, pues hay muchos antecedentes, como la forma despectiva con que se nos quiso imponer un gobernador como Mario Silva, una persona muy detestada en el país por su manera de conducir el programa La Hojilla.

Ahora, actúan con la “expropiación” del Teatro Municipal, el cual desde 1974 es patrimonio de la nación; antes, en 1894, el Ejecutivo Nacional le otorgó a Valencia esta edificación, así que habría que recordar el dicho que reza: “El que da y quita el diablo lo visita”. De manera que este hecho es un acto de completa ignorancia de la historia.

Al mismo tiempo, hay que recordar que la Plaza Monumental y el Parque Recreacional Sur se construyeron con patrimonio del municipio. En fin, detrás de esto lo que hay es la intención del Gobierno de agarrarse la Zona Industrial de Valencia y la parroquia más poblada del municipio, como lo es Miguel Peña.

- ¿Qué se siente estar en el lado de los entrevistados?

- Cuando me entrevistan compruebo lo crueles que podemos ser con el entrevistado, porque lo ponemos en situaciones difíciles, y mientras más titubea, le ponemos preguntas más complicadas.

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