"La cola, lejos de ser costumbre, es una forma de sobrevivencia"
"Una de las cosas que nos ha hecho el Gobierno es hacernos pensar que la culpa es de los consumidores "
Luis
Pedro España estima que el salario promedio de la familia venezolana se
ubica entre 5 mil y 6 mil bolívares OSWER DÍAZ MIRELES/ARCHIVO
ANGIE CONTRERAS C.
| EL UNIVERSAL
domingo 13 de abril de 2014 12:00 AM
El comportamiento del
consumidor venezolano ha cambiado como consecuencia de los factores que
afectan la economía del país: escasez e inflación. El sociólogo Luis
Pedro España considera que las políticas públicas han deteriorado la
producción y apuntan hacia el empobrecimiento de la población.
-El Gobierno asegura que la población hace cola por alimentos porque tiene mayor poder adquisitivo. ¿Esa es la razón de las colas?
- Es un acto de absoluto cinismo tratar de comparar las colas para comprar bienes básicos con las colas que se pueden hacer en el banco, en el cine o el teatro. Eso raya en el cinismo porque siempre se ha hecho cola en esos lugares pero no para el abastecimiento. Hay un dato nuevo que el Gobierno trata de ocultar y es inocultable, y es que la crisis económica de la Revolución del Siglo XXI es la crisis de la improductividad. La causa fundamental del problema de abastecimiento es una crisis de oferta como nunca antes había ocurrido, y eso ha sido el resultado de un legado de nacionalizaciones, expropiaciones, acoso al sector privado, hostigamiento a la inversión privada. La única forma de resolver las colas es con un cambio de política de 180 grados, en el que el Gobierno tendría que volver a nacer porque significa que debe generar confianza, eliminar un conjunto de controles y cambiar la filosofía de las políticas en el país.
-¿Cuál es el impacto social de que la gente se acostumbre a hacer cola para comprar alimentos?
-Lo que está ocurriendo es una tragedia. Una inmensa cantidad de venezolanos, más de la mitad, o hacen cola o no comen. Eso significa que hay mercados alternativos a las colas, como el informal, donde pueden comprar al doble o al triple, el problema está en que cada vez más familias no tienen el ingreso suficiente para comprar los productos al precio del mercado libre. Por lo tanto, la cola, lejos de ser resignación, costumbre, o hábito, es una forma de sobrevivencia resultado de la crisis económica. No depende de las voluntades individuales de las familias, sino del resultado de estas políticas.
La amenaza al largo plazo, lejos de acostumbrarse, no creo que se acostumbre, más bien la percepción que puede tener la población es de que o hago la cola o no consigo el producto. Y no lo consigue no porque no exista sino porque no lo puede comprar. No es que se acostumbra porque se adormece sino que la única forma de hacerse con harina o azúcar es comprándolo a ese precio (regulado) y eso es un subsidio que debe ser administrado.
- Ante la escasez la población ha tenido que adoptar "estrategias" como las colas o el intercambio de alimentos. ¿A largo plazo no terminan acostumbrándose a eso?
- Eso no depende del consumidor. No es que el consumidor decide 'hay que hacer cola', no, es que está obligado por las circunstancias. Las estrategias son para adecuarse a un problema mayúsculo que tiene el país.
-¿Entonces las políticas del Gobierno los han empujado a esa situación?
- Los han obligado, porque no es que yo me acostumbre a la cola, es que no tengo más remedio. Si no tengo ingreso suficiente para comprar en los informales, a tres veces el precio del subsidiado, tengo que hacer la cola. Si la única forma de conseguir los productos es a través de sistema de control, me están obligando a eso. El problema no lo tiene la gente. Eso ha sido la perversión que además ha comprado la opinión pública: que es una demanda excesiva o un comportamiento del consumidor lo que produce el problema y no; son las políticas públicas que afectan la oferta y la convierte en una inmensa crisis.
- ¿Desde el punto de vista social sienta algún precedente? Porque no es algo propio de los estratos bajos, todos los venezolanos están afectados por la escasez. ¿Esto se puede revertir? ¿De qué depende?
- Esto no queda en la conducta. No es que somos los perritos de Pavlov y cuando suene la campana vamos a salivar, no. Si se resuelve el problema de desabastecimiento nadie va a hacer cola. La cola es una adaptación, una necesidad, lo haces de manera obligada no es que te encante hacer cola o que te acostumbraste. Es una adaptación que genera molestia, que no gusta y que tiene respuesta política. Cuando 80% de los venezolanos dice que está descontento por la situación económica es la reacción, entre otras cosas, al desabastecimiento y la inflación. Cuando 60%, según el IVAD, dice que no volvería a votar por este Gobierno es porque no queremos calarnos las colas.
-¿Es cierto que ha mejorado el poder adquisitivo de la población, sobre todo entre los más pobres?
-No. Calculamos que este año vamos a perder 30% del salario en términos reales. Eso es una brutalidad. Estamos en pleno shock económico como en el año 96 y el 89. Disfrazado, disimulado, hostigando a los medios para que no lo reflejen, pero lo estamos padeciendo. Las últimas cifras confiables hablan de casi Bs 10 mil la canasta básica. ¿Cuántas son las familias venezolanas que tienen un ingreso de Bs 10 mil? El salario promedio de la familia está entre Bs 5 mil y Bs 6 mil, porque el salario mínimo se ha convertido en el salario promedio. Estamos llegando a una situación donde podemos tener un shock de pobreza como el que no hemos registrado en 11 años.
-¿Qué tipo de pobreza o cómo se manifestaría?
- Podemos tener más o menos 60% de la población con dificultades severas para satisfacer sus necesidades básicas. Eso se llama pobreza.
-¿Qué porcentaje de la población tiene problemas para satisfacer todas sus necesidades?
- Calculamos que a finales del año pasado estaba por el orden del 40% y este año podríamos estar por encima del 50%. Cifras oficiales no tenemos y ese es el principal indicador de que está subiendo. El INE registró cifras de pobreza hasta el primer semestre de 2012. De ahí en adelante tiene un silencio encubridor de la realidad.
- ¿Cómo están los estratos socioeconómicos en estos momentos?
- Es muy difícil decirlo porque son eventos coyunturales. El impacto social de la crisis socioeconómica tiene dos niveles: sobre el ingreso diario, que es coyuntural porque se supone que si la situación mejora podrá mejorar el ingreso; si se prolonga por mucho tiempo se convierte en estructural porque no se pueden renovar los activos, y eso se llama empobrecimiento masivo.
-¿Cuál de las dos vive Venezuela ahorita?
-Estamos pasando de una situación de aumento de la pobreza coyuntural al aumento de la pobreza estructural. Eso en términos de estrato lo que significa es que el sector medio popular, que es la gran masa de los venezolanos, se está empobreciendo y la parte más vulnerable está cayendo en situación de pobreza estructural.
-El Gobierno asegura que la población hace cola por alimentos porque tiene mayor poder adquisitivo. ¿Esa es la razón de las colas?
- Es un acto de absoluto cinismo tratar de comparar las colas para comprar bienes básicos con las colas que se pueden hacer en el banco, en el cine o el teatro. Eso raya en el cinismo porque siempre se ha hecho cola en esos lugares pero no para el abastecimiento. Hay un dato nuevo que el Gobierno trata de ocultar y es inocultable, y es que la crisis económica de la Revolución del Siglo XXI es la crisis de la improductividad. La causa fundamental del problema de abastecimiento es una crisis de oferta como nunca antes había ocurrido, y eso ha sido el resultado de un legado de nacionalizaciones, expropiaciones, acoso al sector privado, hostigamiento a la inversión privada. La única forma de resolver las colas es con un cambio de política de 180 grados, en el que el Gobierno tendría que volver a nacer porque significa que debe generar confianza, eliminar un conjunto de controles y cambiar la filosofía de las políticas en el país.
-¿Cuál es el impacto social de que la gente se acostumbre a hacer cola para comprar alimentos?
-Lo que está ocurriendo es una tragedia. Una inmensa cantidad de venezolanos, más de la mitad, o hacen cola o no comen. Eso significa que hay mercados alternativos a las colas, como el informal, donde pueden comprar al doble o al triple, el problema está en que cada vez más familias no tienen el ingreso suficiente para comprar los productos al precio del mercado libre. Por lo tanto, la cola, lejos de ser resignación, costumbre, o hábito, es una forma de sobrevivencia resultado de la crisis económica. No depende de las voluntades individuales de las familias, sino del resultado de estas políticas.
La amenaza al largo plazo, lejos de acostumbrarse, no creo que se acostumbre, más bien la percepción que puede tener la población es de que o hago la cola o no consigo el producto. Y no lo consigue no porque no exista sino porque no lo puede comprar. No es que se acostumbra porque se adormece sino que la única forma de hacerse con harina o azúcar es comprándolo a ese precio (regulado) y eso es un subsidio que debe ser administrado.
- Ante la escasez la población ha tenido que adoptar "estrategias" como las colas o el intercambio de alimentos. ¿A largo plazo no terminan acostumbrándose a eso?
- Eso no depende del consumidor. No es que el consumidor decide 'hay que hacer cola', no, es que está obligado por las circunstancias. Las estrategias son para adecuarse a un problema mayúsculo que tiene el país.
-¿Entonces las políticas del Gobierno los han empujado a esa situación?
- Los han obligado, porque no es que yo me acostumbre a la cola, es que no tengo más remedio. Si no tengo ingreso suficiente para comprar en los informales, a tres veces el precio del subsidiado, tengo que hacer la cola. Si la única forma de conseguir los productos es a través de sistema de control, me están obligando a eso. El problema no lo tiene la gente. Eso ha sido la perversión que además ha comprado la opinión pública: que es una demanda excesiva o un comportamiento del consumidor lo que produce el problema y no; son las políticas públicas que afectan la oferta y la convierte en una inmensa crisis.
- ¿Desde el punto de vista social sienta algún precedente? Porque no es algo propio de los estratos bajos, todos los venezolanos están afectados por la escasez. ¿Esto se puede revertir? ¿De qué depende?
- Esto no queda en la conducta. No es que somos los perritos de Pavlov y cuando suene la campana vamos a salivar, no. Si se resuelve el problema de desabastecimiento nadie va a hacer cola. La cola es una adaptación, una necesidad, lo haces de manera obligada no es que te encante hacer cola o que te acostumbraste. Es una adaptación que genera molestia, que no gusta y que tiene respuesta política. Cuando 80% de los venezolanos dice que está descontento por la situación económica es la reacción, entre otras cosas, al desabastecimiento y la inflación. Cuando 60%, según el IVAD, dice que no volvería a votar por este Gobierno es porque no queremos calarnos las colas.
-¿Es cierto que ha mejorado el poder adquisitivo de la población, sobre todo entre los más pobres?
-No. Calculamos que este año vamos a perder 30% del salario en términos reales. Eso es una brutalidad. Estamos en pleno shock económico como en el año 96 y el 89. Disfrazado, disimulado, hostigando a los medios para que no lo reflejen, pero lo estamos padeciendo. Las últimas cifras confiables hablan de casi Bs 10 mil la canasta básica. ¿Cuántas son las familias venezolanas que tienen un ingreso de Bs 10 mil? El salario promedio de la familia está entre Bs 5 mil y Bs 6 mil, porque el salario mínimo se ha convertido en el salario promedio. Estamos llegando a una situación donde podemos tener un shock de pobreza como el que no hemos registrado en 11 años.
-¿Qué tipo de pobreza o cómo se manifestaría?
- Podemos tener más o menos 60% de la población con dificultades severas para satisfacer sus necesidades básicas. Eso se llama pobreza.
-¿Qué porcentaje de la población tiene problemas para satisfacer todas sus necesidades?
- Calculamos que a finales del año pasado estaba por el orden del 40% y este año podríamos estar por encima del 50%. Cifras oficiales no tenemos y ese es el principal indicador de que está subiendo. El INE registró cifras de pobreza hasta el primer semestre de 2012. De ahí en adelante tiene un silencio encubridor de la realidad.
- ¿Cómo están los estratos socioeconómicos en estos momentos?
- Es muy difícil decirlo porque son eventos coyunturales. El impacto social de la crisis socioeconómica tiene dos niveles: sobre el ingreso diario, que es coyuntural porque se supone que si la situación mejora podrá mejorar el ingreso; si se prolonga por mucho tiempo se convierte en estructural porque no se pueden renovar los activos, y eso se llama empobrecimiento masivo.
-¿Cuál de las dos vive Venezuela ahorita?
-Estamos pasando de una situación de aumento de la pobreza coyuntural al aumento de la pobreza estructural. Eso en términos de estrato lo que significa es que el sector medio popular, que es la gran masa de los venezolanos, se está empobreciendo y la parte más vulnerable está cayendo en situación de pobreza estructural.
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