“De navíos, ron y chocolate”, una película de nostalgia y esperanza
Gabriela Espinoza F.
gespinoza@el-carabobeno.com
gespinoza@el-carabobeno.com
La aventura de los inmigrantes provenientes de la isla de Córcega a Venezuela y las Antillas se relata en el largometraje “De navíos, ron y chocolate”, en el que su directora, Malena Roncayolo, muestra la cristalización de los sueños de jóvenes familias que dejan atrás los embates de la guerra napoleónica.
A través de dramatizaciones y testimonios, se narra la importancia de llegar al “Dorado”, lugar en el que se brindaban múltiples oportunidades a los adolescentes que escapaban de los conflictos de una comunidad que pasaba por una sequía, para luego encontrarse con la riqueza del cacao y la caña de azúcar que después enriqueció a Europa.
Esta isla siempre ha servido de paso para todos aquellos viajeros que navegan por el Mediterráneo, que en el siglo XIX fue el mar por excelencia de comunicaciones y de comercio.
Además se demuestra las piezas culturales que se erradicaron en el país, en el que se demuestran la creatividad de unos inmigrantes que su objetivo principal era la educación y el comercio activo.
En un ambiente jovial Malena Roncayolo, en compañía de Waldemar D’Lima, encargado de la música del filme, confesó que su intención es mostrarle al espectador que en su cuarto largometraje se demuestra una vez más un paseo por los acontecimientos que rodearon al país, debido a que considera que el venezolano tiene poca memoria para este tipo de hechos. “Es importante que conozcan su pasado”.
Estos recuerdos se mantienen en las familias corsas que le abrieron sus puertas a la directora y les narraron las anécdotas de sus ancestros. Durante este largometraje se presenta un recorrido visual que permite al espectador conocer los viajes desde Francia hasta el Caribe. La filmación duró tres años consecutivos; mientras que para su investigación transcurrieron más de 10 años.
La película de Malena Roncayolo participó en el Festival de Cine Francés en Caracas, en el Festival Latinoamericano de Marsella (Francia) y en el Festival del Mediterráneo en Córcega (Francia), además recientemente el film fue transmitido por la televisión francesa. Este largometraje llegará a los cines venezolanos el próximo 2 de agosto.
Las escenas de la película fueron filmadas en Francia, París y Venezuela. Un largometraje de nostalgia y esperanza es como lo define su directora, que tuvo la oportunidad de exhibirlo en una función especial que se realizó en Cine Arte Patio Trigal el pasado jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario