Iñaki Rousse: Desde el año 2000 no se planifica en el sistema eléctrico
El ex vicepresidente de La Electricidad de Caracas señala que las fallas del servicio ahora incluyen a la capital y se tarda más tiempo en restituirlo. También critica la centralización en el sector y por eso afirma que “Corpoelec terminó siendo una gran Cadafe”
A Iñaki Rousse le sorprende que el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, exhiba como un logro que las fallas del servicio se reduzcan 45,7%, al bajar de 3.837 a 2.082 de una semana de mayo a una de junio, cuando en los años noventa se registraban anualmente 13 cortes. “El número de fallas ha aumentado vertiginosamente, pero además la duración. Es decir, el tiempo en reponer el servicio ha pasado de menos de 2 horas a más de 15 horas”, señala.
—¿Actualmente las fallas duran más que las que hubo hace tres años, cuando se estaba en plena crisis eléctrica?
—Claro. Hace tres años el tiempo de reposición era de 5 horas y ahora es de 15 horas.
—¿Eso ocurre en todo el país?
—Tenemos un problema: no hay información. En el pasado eso se sabía por la información que estaba en la página de Internet de la antigua Opsis (hoy Centro Nacional de Despacho) y lo que aparecía en las memorias de las empresas o de la Cámara Venezolana de la Industria Eléctrica y en los datos estadísticos del Ministerio de Energía y Minas. Sin embargo, eso ya no existe. Pero afortunadamente contamos con la queja de los usuarios por redes sociales como Twitter.
—El Gobierno dio prioridad a la incorporación de nueva generación en la capital.
—Porque allí es donde están los grandes negocios, es muy fácil de instalar y se puede hacer en 18 meses si se es eficiente, pero mejorar la distribución lleva 4 o 5 años.
—¿Cuánto tiempo toma mejorar la comercialización o la atención al cliente?
—Mucho más porque implica cambiar la cultura de la gente.
—¿Qué hizo Corpoelec en distribución y comercialización?
—Nada. Lo único que se hizo fue en generación y se hizo mal.
—¿Por qué?
—No hay más que recordar las planticas de generación distribuida. ¿Dónde están esas planticas? 80% no opera porque no son máquinas para 24 horas sino de emergencia. ¿Cómo llevan el combustible a esas plantas? Pdvsa tiene problemas para la producción de gasoil y con la cantidad de gandolas que transportan el combustible. A eso se agrega lo que está ocurriendo con varias plantas térmicas como la de Tacoa.
—¿Qué pasa con Tacoa?
—La han dejado destruir. Se destruyó una de las plantas que tenía uno de los mejores índices de disponibilidad en el ámbito mundial, por encima de 80%. Hoy tiene un desempeño peor que Planta Centro y sólo cubre la mitad de su capacidad.
—Pero instalaron las barcazas Rufina y Margarita.
—Esas barcazas necesitan más agua que Tacoa porque también son plantas a vapor, pero no instalaron la planta desalinizadora y tiene el problema del suministro de gasoil. Es verdad que se instaló más generación para la región capital, pero no se hizo nada en transmisión.
—¿Por eso las fallas en Caracas?
—Parte del problema de Caracas es que se excedió en capacidad de generación, pero no hay como llegarle a la distribución y no se tienen los combustibles. Por eso decimos que lo que se hizo fue improvisar.
—¿No se planificó en lo que se llamó el blindaje eléctrico de la capital?
—Desde el año 2000 no se planifica en el sistema eléctrico, incluyendo la etapa en que AES estuvo al frente de La Electricidad de Caracas. Antes de eso, se planificaba a 5 años para incluir los desarrollos urbanísticos que prácticamente eran un hecho y a más de 20 años cuando las líneas de transmisión no resultaban suficientes. Por ejemplo, las líneas que están en el Avila se instalaron en 1976 y fue una discusión muy dura con los accionistas financieros porque les pareció un exabrupto que se diseñaran para 30 años. El argumento que usamos en esa época fue que no se podía intervenir con tanta frecuencia un parque nacional.
—¿En este momento hay que intervenir el Ávila?
—La carga no ha subido tanto y posiblemente no sea inmediato, pero esa línea de transmisión tiene 30 años y desde 2002 no se le hace mantenimiento predictivo.
—¿Esa falta de mantenimiento también ocurre en distribución?
—Totalmente. Tan solo hay que ver el estado en que se encuentran los carritos amarillos que forman la cuadrilla de la EDC. ¿Qué podemos esperar de una administración que es incapaz de mantener un alumbrado público que simplemente es cambiar bombillos? Prácticamente Caracas está apagada. Se perdió la cultura de servicio y hoy un trabajador de la empresa sólo espera que lo jubilen.
—El ministro Chacón ha reconocido la cultura de servicio que tuvo La Electricidad de Caracas antes de AES.
—¿De qué sirve que lo reconozca? Mi concepto sobre el ministro Jesse Chacón es que se trata de un buen comunicador, pero no le está diciendo la verdad a la gente.
—¿No cree que está haciendo un esfuerzo para una buena gestión en comparación con Argenis Chávez?
—Posiblemente el ministro Chacón es un hombre más inteligente que Argenis Chávez e incluso que Héctor Navarro, que fue compañero mío en la UCV, pero su desempeño como ministro fue nefasto. Hasta ahora lo que he visto del ministro es mediático y que culpa a los consumidores, pero eso no es verdad y no creo que exista una intención de resolver el problema.
—Las tarifas eléctricas son sumamente baratas y eso incentiva el derroche.
—Totalmente de acuerdo, pero hay que preguntarse: ¿Quién es el responsable? El Estado con su politiquería y el populismo porque tiene congelada las tarifas desde 2002. El Gobierno fue el que dijo que era un derecho de todos los venezolanos tener la energía barata. Lo que pasa es que en estos 14 años no hay congruencia en la política energética.
—¿Actualmente hay blindaje eléctrico en Caracas?
—Caracas es una ciudad que se diseñó con los mejores índices de confiabilidad que se podían tener. Si se interrumpía el sistema interconectado con Guri, la ciudad no dependía de eso; y si se iba toda la generación de la EDC se podía mantener 80% del servicio con el sistema interconectado. Sin embargo, el Gobierno lo que hizo fue que Caracas perdiera esa independencia. En 1999, la capital sí estaba blindada, pero esa situación ya no existía hace tres años y por eso fue que “la gran solución” que se encontró fue apagar Guayana y racionar a todo el país menos Caracas. Lo primero que se debió hacer fue reconocer la crisis.
—Los decretos de emergencia es un reconocimiento de que hay crisis.
—Pero no se reconoció porqué se está en crisis y lo que se hizo fue decir que se debía a problemas coyunturales ocasionados por el fenómeno de El Niño, luego culparon a los animales como la iguana, el rabipelao y el mapurite, y ahora dicen que es por culpa de los clientes. El Gobierno tiene que aceptar que hizo mal las cosas.
—¿Qué hizo mal?
—Desprofesionalizó al sector y creó una corporación que no funciona que se llama Corpoelec.
—¿La centralización en una sola empresa?
—Ese es otro error y persisten porque llevan años sabiendo que no funciona y no lo corrigen. Ese fue el error que se cometió con Cadafe y por eso Corpoelec terminó siendo una gran Cadafe. En La Electricidad de Caracas, antes de AES, teníamos un dicho: para ser eficiente en un servicio como la energía eléctrica, los brazos deben estar pegados a la cabeza, es decir, que quien ejecute también tenga capacidad de decidir.
Temores latentes
Los cables subterráneos
y el Metro de Caracas
Una de las preocupaciones que manifiesta Iñaki Rousse sobre el suministro eléctrico en Caracas tiene que ver con la situación en la que se encuentran los cables subterráneos que surten 70% de la carga de la capital, porque además incluye el sistema de transporte subterráneo.
“Esos son cables de una altísima tecnología que deben tener mantenimiento preventivo y productivo. De manera que regularmente se le hagan mediciones para ver si se comportan de acuerdo con las especificaciones de los clientes”, advierte el ex directivo de La Electricidad de Caracas. “Esos cables van dentro de una tubería de acero, llevan una presión de gas que debe ser medida porque si no la mantiene entonces entra humedad y se dañan”, agrega.
Otra de sus preocupaciones se refiere a la situación en que están los equipos eléctricos y cables similares que la EDC instaló en el sistema del Metro de Caracas, que comenzaron a ser colocados en la Línea 1 en 1978 y estaban totalmente listos en 1983 cuando fue inaugurada.
ElPerfil
Iñaki Rousse
Nació en Maturín, estado Monagas. Es ingeniero electricista egresado de la Universidad Central de Venezuela. Ingresó a La Electricidad de Caracas en 1974, en la que estuvo 29 años y llegó a vicepresidente ejecutivo. Se jubiló en 2000. Fue docente de la Universidad Simón Bolívar entre 1973 y 1992. Es consultor en materia eléctrica y forma parte de los expertos que integran el Grupo Ricardo Zuloaga, en homenaje al fundador de la compañía en el siglo XIX. “En la antigua EDC, antes de AES, lo que siempre se valoró fue el trabajo”, recuerda.
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